3:00 am...
Era una noche fría, solitaria, su cama estaba vacía, pero su corazón ocupado. Llevaba años sin dormir en su cama. se había prometido así mismo que... La próxima vez que durmiera en una cama... Seria cuando estuviera con su amado. Miraba el sobre amarillo por enésima vez, como si le estuviera restregando en la cara que no tenía el valor suficiente para entregar una carta de amor. Preguntándose “ese sería el dia en que por fin lo aria o su cobardía de todos los dias le quitaran otro a;o de estas con el?”
En efecto, estaba decidido a cambiar el rumbo de su vida hasta ahora. Se cambio y puso la gabardina azul tal como hacia todas las noches por los últimos 5 años. Se encaminaba por aquel sendero que ya se lo había aprendido de memoria, como si fuera un tatuaje. Pues siempre iba, llegaba, pero al estar enfrente de la puerta... Huia cobardemente. Pero hoy sería diferente. Ese dia la año ración de esa persona le gano mas que el miedo que no ser recordado, se paro enfrente del buzon temblando y un tanto inseguro.
Suspiro un par de veces, tranquilizándose, intento sacar los nervios que invadían su cuerpo. Miró una vez más a la ventana del edificio...Temía perderlo, a pesar de no tenerlo.
Lo podría hacer o se arrepentiría? no! no lo aria ya estaba aqui, agarro el sobre y lo metio al buzon sin soltarlo dudando por unos segundos para luego soltarlo
Lo soltó con lentitud... En camara lenta le pareció, turtuosamente, escucho el tenue sonido del sobre golpear al frio metal del buzón. Un poco arrepentido decidió marcharse dio media vuelta sin mirar asi atras. Asi mientras mas se acercaba asi casa mas feliz por la esperanza de obtener una respuesta y al fin dormir en su cama pensando en el...
por desgracia eso no seria asi, no tendría una respuesta ya que su amado ya habia muerto un par de años atras
No se habia dado cuenta. Se había ensimismado tanto en debatirse sobre ir o no, tanto, que fue pasando el tiempo, a veces el tiempo se va llevando la gente entre sus garras...pero el nunca lo sabria pero siempre estara en sus memorias.
Llegó a casa, cabizbajo, algo en su pecho dolía, latía dolorosamente. se Sentó en una esquina cualquiera, mirando el suelo, esperando de la nada una respuesta... Una que quiza no llegase.
Sin darse cuenta, dejó caerse en la cama... Vencido por el sueño, triste pero desahogado. No sintió la noche, pues quedo rendidamente dormido. Al día siguiente... Despertó, como con una razon de vivir, la esperanza. Sobre su colchón encontró un sobre... El mismo sobre amarillo que noche atrás dejó. Pero tenía otra hoja dentro. con unos garabato formando una palabra..«Te esperare»
Fin
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