Mi Flor Preciada

para mi primer Fanfic. quiero comenzar haciendo una breve introducción a como ve éste pequeño a sus padres ^_^ 

Yana Toboso-Senei-Sama nos honra con la mayor parte de los personajes. los inventados por mi misma serán identificados inmediatamente por l@s lector@s

esperon disfruten y si no lo disfrutan mediante sus rewies me pueden ayudar a dar forma al resto de la historia.

un cap corto >.< la version larga no la consigo asi que les dejo este por ahora.

como recompenza subo esta misma noche el siguiente. el cual será narrado por Ciel ^_^

jujuju creo que les gustará ^_^

lo que está escrito entre cuatro ****así**** es la inclusión de Vincent en lo ocurrido, reacciones y cosas así.

espero tener siempre el tiempo de atualizar tan ràpido :p

Recuerden dejar o Rewie o no me inspiraré ;)

tuve que complacer a un@ por allí con el lemon, continúa dandome ideas, y serás recompensad@. eso va para t@d@s l@s lector@s que pueden dejar su comentario y ayudarán a moldear ciertas partes de la historia, aunque yo sé por donde va la cosa, no están demás las complacencias XD

por tardar en actualizar aquí va una largo ;)

ok que creen que es lo que tiene el pobrecito de Ciel?

trabaja cerebro, trabaja!

peeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeerrrrrrrrrrrrrrrrdddddddddddddddddddddoooooooooooonnnnnnnnnnnnnnnnnnnn

ahora si se está poniendo peluda la cosa XD dejen rewie o no actualizo. es una advertencia a muerte wajajajajajajaja

Capítulo 12

Vincent no estaba del todo claro respecto a lo que ocurría, desde hacía unas semanas su papá pasaba la mayor parte del día durmiendo, de acuerdo a una pequeña diatriba que tuvieron sus padres un día, pudo escuchar que era su padre quien lo mantenía dopado para que guardara reposo. Al pequeño no le pareció tan mal ya que pudo observar mejor semblante en el ojiazul, por lo que debía estar resultando bien.

Una incongruencia era no haber llamado nunca al doctor a pesar de la obvia enfermedad, sin embargo descubrió a su padre en varias ocasiones hojeando libros de medicina, utilizando unas curiosas gafas que le cambiaban totalmente el aspecto, por primera vez despertó el pensamiento de que su padre era realmente atractivo.

-¿Papá por qué no llaman al doctor? –Ciel lo observó cavilando un segundo para luego soltar una carcajada.

-JAJAJAJA ¿qué otro doctor que tu padre? –Vincent giró la mirada para observar a Sebastian quien servía el postre.

-¿Padre eres doctor? –Sebastian lo observa de reojo y suspira.

-El Joven Amo es como una  delicada flor, por lo que me vi obligado a capacitarme en la atención mínima necesaria que pueda requerir, también aprendí sobre tratamiento pediátrico para atenderte a ti.

-¿Por eso hay tantos libros de medicina en la biblioteca que se ve más nueva?

-Los fui adquiriendo  por lo que debí asignarles un sitio, los libros existentes en la mansión eran muy pocos.

-¿Entonces cuál es la enfermedad de papá? –Ambos adultos se observaron meditando, la larga pausa no pasó desapercibida por el pequeño.

-Fatiga, además está bajo de vitaminas, debe alimentarse mejor –Ciel observo al mayor un poco nostálgico, no había decidido cuándo ni cómo se lo explicarían a Vincent.

-Pero papá ha descansado bastante y también adolorido ¿no es así? Sé que no quieren decirme toda la verdad –El pequeño soltó el bocadillo, girándose se acurrucó en el pecho del ojiazul y aspiró su aroma.

-Pequeño –Ciel acarició las hebras negras sintiendo un poco de pena.

-Llegó una carta de su Majestad –Sebastian extendió el sobre al Conde, este cavilo un poco en el papel antes de tomarlo, con un suspiro de resignación procedió a romper el sello.

-Papá no puede trabajar, la abuela victoria seguro lo deja descansar si se lo explican.

-Pequeño, la Reina puede ser muy dulce con los niños, pero también puede tener un sentido del humor muy oscuro-Sebastian no pudo evitar un bufido acompañado de una sonrisa socarrona al recordar cuando implicaron al Joven Amo en un asesinato, como trampa por cumplir una orden a medias. Ciel lo ignoró y Vincent arqueo una ceja.

Tras leer el contenido la arrojó al platillo y soltó repentinamente – Nos vamos para Alemania.

-aaaahhhh!!!!???? –El niño casi da un bote de la cama al saltar de sorpresa- ¡Tú no puedes viajar! Es decir, de ninguna forma vas a viajar, yo mismo hablaré con la abuela Victoria.

-Quiero ver cómo será eso –Musito Sebastian- Por otra parte Bochan, habían tardado en tomar esa medida.

-Pues, no veo que haya otra alternativa.

-¿Qué se supone que hagamos en Alemania? –Preguntó el niño, ambos adultos cruzaron mirada y fue Sebastian quien soltó la bomba.

-Visitaremos a tu “madre” –Entonces puff, estalló el cerebro de Vincent.

-¡Oye! Tampoco lo pongas así –Exclamó Ciel.

-Mimimimi mi ¿qué? –Gritó Vincent- ¿Papá es mi madre no es así? ¿Me han engañado siempre? –Con la mente hecha un remolino el niño comenzó a sacar conclusiones- Pero entonces quien es mi papá, me parezco bastante a padre, pero tengo el lunar del abuelo aaahhhh –Terminó de caer al suelo con las manos en la cabeza.

-Eres demasiado cruel Sebastian, con tu propio hijo –Aunque dijera eso, el conde no podía ocultar la sonrisa en su rostro.

************ Esa Noche****************

Vincent dormía en la cama del conde pero guardaba una cierta distancia del cuerpo del joven, la suficiente para no importunar a los dos adultos cuyos cuerpos se entrelazaban al otro extremo del colchón, Ciel recostado entre los grandes almohadones pero apoyado en un brazo de Sebastian, quien se encontraba abalanzado encima de él, cubriendo la mitad de su cuerpo con la imponente figura y sus piernas entrelazadas bajo las sábanas. Las manos viajaban sobre las prendas contrarias en melosas caricias carentes de segundas intenciones, los labios rozaban una y otra vez en besos abnegados pero sin querer ir más allá. Con ambos corazones latiendo a un mismo ritmo el Demonio saboreaba el alma de su amo en este contacto cercano, íntimo, sin consumirse, pero disfrutando los más entrañables sentimientos que despertaba.

Cuando la lujuria les aclamaba y sería más tortuoso parar si la dejaban crecer, entre caricias terminaron entrelazando los dedos de sus manos, El mayor hundió la cara en el cuello del otro, suspirando para que sus respiraciones se acompasaran.

En la mente del demonio se vislumbraban todas las posibilidades que podrían ocurrir, aunque Ciel estuviera ganando peso y portara mejor aspecto, eso no cambiaba el hecho de que ponía su vida en peligro con una nueva criatura, eran tan consientes de este hecho que no quisieron ilusionar a su hijo con un hermano que podría no llegar a ver la luz del día.

Contnuará….