Al quedarse solo, de pie en medio de esa sala vacia, ni siquiera un sonido de parte del Principe Gumball se escuchaba, si al menos los pasos de los sirvientes y las gotas de lluvia que comenzaban a caer en su ventana cada vez mas fuerte, la única idea que se paseaba por su mente curiosamente no era la de ir corriendo a ver a Fionna que seguramente se encontraba llorando en algún lado o simplemente maldiciendo a quien sabe que siendo medianamente controlada por Cake. La idea que lo tenia casi conciente era el beso… el beso que le había dado ell vampiro.
La cabeza de verdad le daba vueltas pensando sobre ese beso, no fue muy apasionado por así decirlo, pero de verdad que se había sentido… diferente.
Diferente a todos los otros besos que laguna vez había dado, no fue desagradable en un comienzo, pero luego comenzó a recordar o mas bien, a analizar la situación: Se estaba besando con el rey de la nocheosfera! Con el rey vampiro! Un demonio sin sentimientos! Y la lista seguía, aunque de tanto pensar se le fue el tiempo, se separo fue por mera falta de aire.
Se pasaron las horas, Gumball no decía nada, si a duras penas se sentó en la cama pero con el tiempo se hiso bolita abrazando una almohada; No tenia ni idea de que pensar, lo ultimo que se le pasaba por la cabeza era la rubia, lo cual lo tenia mas preocupado que nunca.
Las palabras de Marshall llegaban nuevamente a su cabeza, “me gustas” cada vez que pensaba en esa frase, en esas 2 palabras se le hacia un gran nudo en el estomago, un cosquilleo de incertidumbre le recorría toda la columna sin detenerse ni siquiera en sus mejillas produciendo un sonrojo.
-Por que…- lo repetía una y otra vez, esa confusión lo tenia casi loco, ahora medianamente entendía como se sentía la reina helada tratando de recordar y darle sentido a su pasado con Marshall.
Del otro lado había una instancia increíble en entrar con sus toquidos
-Príncipe… se puede?- se escucho la voz de la mucama mentita tratando de entrar al aposento del rosado
-si…- un monosílabo, pero al menos fue algo
-Gumball…- al cerrar la puerta la mucama podía hablar mas personalmente con el príncipe
-que fue lo que sucedió, jamás había visto a la señorita Fiona tan triste ¿acaso le dijo algo inapropiado?- su tono de respeto jamás cambiaba, el único privilegio que tenia era llamarlo por su nombre
-N… no le he dicho n…nada malo- el soberano de el dulce reino solamente bajo la cabeza esperando que así la menta supiera que quería estar solo.
-Gumball… que ha pasado, sabe que puede decirme lo que sea, paso algo con Lee?- le mucama dio en el blanco haciendo que el Príncipe adquiriera un color mas rojizo en sus mejillas del que ya poseía
-d…de que hablas m…mentita?- su nerviosismo era bastante notable pero a su vez algo disimulado
-Que ha pasado con el vampiro? Si quiere en este mismo instante yo podría llamar a los guardias ara arrestarlo si le hiso algo malo y…-
-NO!... quiero decir… no es necesario- un color rojo similar a la misma sangre se apodero de nuevo de sus mejillas, la menta sonrió de manera juguetona
-Prin… Gumball, ¿usted gusta de Marshall Lee?- la primera bomba fue lanzada
-que estas pensando? Yo? El soberano de estas tierras? Enamorado profundamente de un hombre como el? Jamás!- aunque dijo eso su cabeza seguía un poco baja y su voz algo insegura
-yo dije gustar de… nunca enamorarse profundamente- la segunda bomba impacto, listos para la guerra
-Bu… bueno yo lo interprete así- en ese momento si levanto la cabeza a pesar de tener toda la cara roja
-Lo que interpreta es por que lo piensa, míreme a los ojos y dígame que usted no gusta de Lee?- la tercera bomba cayo, esta era la ultima oportunidad de sobrevivir
-Y… yo…- las palabras no salían de sus ojos, solo había confusión
-si dígame- la menta como si no supera nada sonó como en realidad interesada
-Puede que… solo un poco- se sorprendió en realidad de sus palabras, ¿gustar del vampiro mas antipático del reino de Aaa? Pero para todo hay una primera vez no? Ese era el consuelo de Gumball
-Gracias a dios! Pensé que tendríamos algún tipo de guerra con la nocheosfera o algo similar, bueno príncipe me debo retirar, que duerma bien- y como comenzó todo acabo, rápido y en seco, el portón de su habitación se cerro para dejarlo de nuevo solo, inconscientemente sonrió como un tonto (Lau: Mi tonto bello XD), se recostó en su cama hasta quedarse dormido
////////////////////////DIA SIGUIENTE///////////////////////////////////
-príncipe! Príncipe Gumball!- los toquidos en la puerta se escuchaban mientras el rosado medio despertaba aun en estado zombi
-si?- se levanto aun con su chicloso cabello echo una maraña de goma de mascar y sus ojos aun casi cerrados
-a llegado una carta urgente de la tierra de Limón Agrio- la mucama pastelito (Lau: no sabia que poner XD imaginen una pastelito y ya!) le entrego un una bandeja la carta y un abre sobres de azúcar
-gracias- tomo la bandeja y dejo que la pastelito se retirara
“Una carta de limón Agrio? No recibo una desde que me convertí un niño de 13 años” la incognito lo mataba así que rápidamente destapo el sobre y saco la carta, comenzó a pasar sus ojos por las primeras letras hasta que termino de leerlas.
-QUEEEEEEEEEEEEEEEEEE??????!!!!!!!!!!!!!!- Ese grito casi despierta a todo el reino de Aaa.
/////////////////////EN ALGUNA PARTE DEL BOSQUE NEGRO//////////////////
Un vampiro se divertía a comer el rojo de las rosas venenosas que crecían en aquellos arboles, mas no tenían ningún efecto en un ser inmortal hasta que un sonido bastante lejano lleno a su cuerpo de angustia y nervios, algo totalmente raro en un ser como el
-Gumball…..- simplemente pronuncio su nombre y salió cual bala a donde se encontraba el príncipe sin siquiera saber que le pasaba