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La cabaña de Marshall: Un principio por Hima-chan

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Notas del fanfic:

Marshall Lee x Gumball

Es el principio de una serie de fanfics que iré escribiendo sobre esta pareja. Básicamente así es como comienza su historia.

Notas del capitulo:

Todos los derechos reservados al creador de la serie Pendleton Ward.

 ...

Si bien a Marshall le gustaba ver a sus amigos de buena mañana, no entendía por qué diablos Fionna le había hecho levantarse a las seis de la mañana para ir al Castillo, y menos ahora que se había acostumbrado a dormir por las noches. Y la respuesta era bien sencilla: Gumball.

El dulce príncipe estaba sentado en el trono real, con Mentita a su lado. Marshall hizo una reverencia torpe, medio dormido, y solo porque no quería escuchar renegar a Gumball de buena mañana. El Príncipe pareció satisfecho con este gesto, esbozando una sonrisa leve.

-Marshall Lee, reclamo tu casa por una noche.

-¿Qué? –dijo este, abriendo mucho los ojos.

-Quiero hospedarme en el bosque esta noche, y por lo tanto necesito una casa donde pasar la noche.

-¿Y por qué no les pides a tus leales súbditos que te construyan una cabaña? –espetó molesto.

-Porque es una total pérdida de tiempo, y además, no me fío de ellos. La última vez que intentaron construir algo se vino abajo en menos de dos horas- dijo en un susurro-.

-Pues lo siento, su dulce alteza –el sarcasmo invadía la habitación- pero no puedo concederle su petición.

-¿Por qué no? –Gumball parecía asombrado. Se levantó del trono y se acercó a donde ambos estaban-. No causaré ningún desastre, ni desordenaré nada. Respetare tu intimidad ¡Es una promesa por la corona!

-Ese no es el problema. Uno, no me caes bien. Dos, no tengo intención de dejarte mi casa por la simple razón de que no me caes bien. Tres, no tengo donde dormir, a parte de mi hogar. Cuatro, eres un tarado dulce de chicle, un egocéntrico y un mimado, y me niego rotundamente a aceptar cualquier orden que me impongas. ¿Suficiente, Gumgum?

Gumball parecía ofendido. Su boca estaba abierta ligeramente en una muestra de asombro y desaprobación, y en sus ojos se podía ver un intenso dolor fingido. Marshall sonrío ante la reacción que había logrado causar en el principito.

-En ese caso –dijo dándoles la espalda- no me queda otra más que tomar tu casa por la fuerza. Ordeno una solicitud que me dé pleno poder para hospedarme en la casa del bosque de Marshall Lee y… -hubo una pausa dramática, en la que el príncipe volteó para mirar a los ojos al vampiro- la obligación de que él resida conmigo en mi estancia en dicha casa.

Marshall salió de Palacio enfurecido, con Fionna pisándole los talones. Si había algo que odiase más que el hecho de que invadieran su casa sin su permiso ¡Era tener que permanecer en ella con el príncipe más engreído del país de Ooo!

-¡Marshall! –Gritó Fionna, alcanzándole-. Oh, vamos, no te comportes como un crío. Gumball no es tan malo.

-No, ¡Es peor!

-Pero Marshall, podrías aprovechar para conocerlo mejor. Gumball es un príncipe con una corte que lo aprecia y lo admira, pero eso no lo convierte en un engreído. Solo es que es un poco torpe, y depende mucho de los demás, pero no debes odiarlo por ello.

-Ohh, tengo muchas razones para odiarlo. No me gusta la gente como él.

-Aunque no lo aceptes, solo no lo odies. Aprovecha para ponerlo a tu favor. No podéis llevaros mal siempre. Anda, hazlo por mí…

Fionna puso la carita más adorable y más linda que jamás hubiera habido, y ante aquello, Marshall no pudo hacer  nada.

-Como quieras… Pero que conste que lo hago por ti, no por él.

Fionna sonrió. Solo esperaba que aquella “casualidad” pudiera unir un poco más a sus dos mejores amigos.

Gumball preparó su maleta fucsia con un poco de ropa y algo de comida. No le hacía ninguna gracia tener que dormir bajo el mismo techo que el Rey Vampiro, pero por Fionna haría cualquier cosa. Bueno, cualquier cosa no, desde luego no comería babosas, ni se acostaría con un gigante apestoso, ni tampoco dejaría que le comiesen el pelo unos vasallos de segunda.

Pero algo como pasar una noche con Marshall no era tan grave, ¿No? Tal vez su amiga tuviese razón y necesitara entablar más relación con el vampiro.

Un escalofrío recorrió su espalda, imaginándose a él mismo junto al no muerto, intentando mantener una conversación civilizada. Simplemente no pudo. Respiró un par de veces hondo. Él era Gumball, el dulce príncipe, y algo como eso no lo dejaría atrás. Pensaba superar la prueba de Fionna, por muy bruto que su acompañante fuera. Se subió en Lord Monochromico y partió hacia el bosque, donde una noche inquietante le esperaba.

Notas finales:

¡¡Holaaa!! 

Hoy traigo este fanfic cortito. No tiene mucho romance, ni una trama muy enrevesada, pero es la idea que tengo para comenzar la relación amorosa de estos dos.

Quiero decir, antes de este episodio solo eran una molestia el uno para el otro, y a partir de aquí comienzan algo más.

 

¡Muchas gracias por leer!

Espero les haya gustado, ¡Y dejen muchos comentarios! ^u^


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