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Fue más un cambio de corazón por narusasuxever

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Notas del fanfic:

Los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto.

Este fic ha estado es mi cabeza por algún tiempo y por fin me anime a compartirlo en Amor- Yaoi, espero que les guste

Notas del capitulo:

Es un poco largo, pero espero que le guste.

Abrió los ojos con lentitud para acostumbrarse a la luz y examino detenidamente el lugar. Era una habitación pequeña, de paredes blancas y cortinas rosa pálido, inundada con ese olor tan característico de los centros de salud, un hospital  sin duda pero, ¿Cómo había llegado hay?, lo último que recordaba era la discusión que había tenido con su padre aquella noche. Fujaku Uchiha un hombre de mediana edad y carácter severo, que pasaba la mayor parte del tiempo en la lujosa oficina presidencial de la “UCHIHA CORPORATION”, sentado tras su escritorio firmando importantes contratos o discutiendo planes de expansión empresarial.

Su padre rara vez compartía alguna comida familiar. Siempre llegaba a casa pasada la media noche, se iba directamente a la cama y a la mañana siguiente regresaba al trabajo sin siquiera tomar el desayuno que su madre se molestaba en preparar, esa era su rutina incluso durante los fines de semana pero, aquella noche se encontraba sentado junto a ellos, disfrutando de la cena y la amena plática sobre “ideas modernas de movilización mercantil” que mantenía con Itachi. A Sasuke incluso le parecido ver un par de veces, esa extraña mueca en su rostro, esa que intentaba ser una sonrisa.  

-Sasuke, ¿pronto será tu graduación no es así?- preguntó dirigiéndose a su hijo menor por primera vez en toda la noche.

-Sera en un par de meses

-Entonces deberías tomar prestados algunos de los libros de economía que tu hermano guarda en su habitación- tomo un sorbo de vino tinto y prosiguió – es bueno que comiences a entender de esos temas, dentro de poco entraras a la universidad-

A Sasuke se le formo un incomodo nudo en el estomago. Ahora que lo pensaba nunca le había dicho a su padre que no deseaba formar parte del negocio familiar, y que en lugar de convertirse en un  prestigioso empresario y dirigir junto a Itachi la UCHIHA CORPORATION, tenía pensado estudiar arquitectura.

Había presentado el examen de admisión hace unas cuantas semanas y, como era de esperarse (pues su intelecto era notoriamente superior al resto de los jóvenes aspirantes) obtuvo las más altas calificaciones, la “UK” Universidad de Konoha, lo recibiría el próximo semestre.

 -No me interesa la administración empresarial- admitió.

Fujaku estaba claramente sorprendido con la noticia. Tomo otro largo trago de su copa de vino, y con un gesto de la mano le indico a Mikoto que le sirviera un poco más, -Entonces, ¿prefieres los conceptos legales?, Akatsuki tiene una excelente escuela de leyes-

Sasuke negó con la cabeza, convertirse en abogado tampoco estaba entre sus planes

-¿entonces? -Gruño con un ligero timbre de impaciencia en la voz

-tengo pensado estudiar arquitectura-

-¿Arquitectura has dicho?-

Sasuke sintió un escalofrió recorrer su espalda, y se limito a asentir ligeramente con la cabeza, como la mirada fija en su plato.

-¡¿te has vuelto loco Sasuke?!- grito enfurecido.

-Vamos padre, no es mala idea- intervino Itachi – la empresa tiene importantes firmas con compañías constructoras, un arquitecto no nos vendría nada mal. Y Konoha es una de las mejores universidades del país ¿no es verdad?- 

-¡cierra la boca Itachi!- gruño con los ojos centellantes de furia - ¡los miembros de la familia uchiha han estudiado en Akatsuki por generaciones!, ¡Y ningún hijo mío se ganara la vida dibujando estúpidos bocetos!- Fujaku tomo un respiro- estudiaras una carrera administrativa, ¿lo has entendido Sasuke?-

-pero padre yo…- las palabras del menor de los Uchiha fueron acalladas por la fuerte bofetada propinada por su el mayor de los Uchiha.

-pregunte si lo habías entendido Sasuke- repitió Fujaku dirigiéndole  una mirada despectiva.

-¡Oh, por Dios!- susurro Mikoto angustiada al ver a su hijo tendido sobre el suelo de la estancia- Fujaku por favor…-

-Sasuke, ¿ha quedado claro?-

-si señor- gruño entre dientes con lagrimas amenazando por salir de sus ojos.

Sasuke lanzo un suspiro, recordar aquello le había causado un desagradable dolor de cabeza pero, por ahora debía enfocarse en otros asuntos. ¿Cómo había ido a parar al hospital, con lo que parecía una pierna y varias cotillas rotas? El no era experto en  medicina pero por el punzante dolor que sentía en el pecho y el enorme yeso que cubría su pierna izquierda podía suponerlo.

 Paseo la mirada por la habitación, y esta vez se fijo en la mujer de tés pálida y larga cabellera azabache que dormía en un pequeño sofá. Su madre se veía bastante cansada, y claramente había estado llorando. Sasuke sonrió un poco al pensar el gran parecido que tenia con Mikoto en cuanto a físico se refería, aun cuando su cuerpo era claramente el de un joven de 17 años sus rasgos finos y elegantes los había heredado de ella.

Sasuke sacudió la cabeza -concéntrate- susurro, algo le decía que había olvidado algo importante, pero solo unas pocas imágenes borrosas llegaban a su mente.

Luego de la discusión con su padre había subido a toda prisa a su habitación, saco de la mochila que había usado esa misma mañana una sencilla billetera de cuero y la coloco en el bolsillo trasero de su pantalón de mezclilla, tomo unos sucios tenis y salto por la ventana hasta un árbol cercano. Con cuidado salió del jardín y corrió por las oscuras calles de la ciudad hasta llegar a un desierto parque. Conocía bastante bien ese lugar, durante su infancia solía escapar de casa y quedarse allí durante horas jugueteando con el agua del lago, hasta que Itachi lograba encontrarlo.  Sasuke se dejo caer sobre la enmohecida madera del muelle y soltó un largo suspiro, aquel lugar no había cambiado en nada.

Siempre le había gustado estar ahí, alejado de las multitudes y los molestos ruidos urbanos, simplemente observando la puesta de sol o  leyendo durante horas  “el ninja Valente”. Sasuke se sorprendió bastante al darse cuenta de que aun podía recordar gran parte de la historia, aunque los relatos fantásticos nunca fueron sus favoritos. En ese momento la imagen de un pequeño niño de cabello alborotado y sonrisa radiante  llego a su memoria. ¡Se había olvidado por completo de ese chico!, pero era bastante normal después de todo habían pasado unos ocho o nueve años desde la última vez que lo vio.

Sasuke saco el colgante que llevaba  bajo la playera, y lo observo con una ligera sonrisa, esa  extraña piedra de color  verde intenso  había sido su favorita desde que él se la obsequio y siempre la llevaba consigo.

-eres bastante predecible tonto hermanito-Sasuke se sobresalto al escuchar la voz de su hermano– supuse que estarías aquí-

Itachi estaba parado tras de él, con una sonrisa ligeramente burlona en los labios, -no has cambiado nada- le revolvió el  cabello en un gesto cariñoso y se sentó junto al menor. -mamá estaba preocupada, ni siquiera contestas el celular-

-no he traído el móvil- gruño

-lo sé, escapar no tiene ningún sentido si pueden localizarte con una simple llamada- rió divertido

-Y tampoco lo tiene si no puedo estar solo al menos treinta minutos, ¿qué haces aquí aniki?

El mayor pareció meditarlo por un momento y luego sonrió radiante – he peleado con papá- admitió.

Sasuke lo miro furioso.

-pero no por las razones que piensas- se apresuro a decir, sabiendo lo orgulloso que podía llegar a ser el menor y lo mucho que odiaba que otros se entrometieran en sus asuntos.

-¿hay otra razón?- 

Itachi asintió levemente con la cabeza, con la vista fija en el cielo nocturno, -sabes Sasuke…- dudo un segundo- he tomado una decisión, y quiero que seas el primero en saberlo-

Sasuke estaba sorprendido, nunca había visto a su hermano dudar, y mucho menos sonrojarse como ahora. A pesar de la poca iluminación podía ver el tono carmín que cubría las mejillas de su hermano.

-¿Recuerdas a Deidara?-pregunto con un hilo de voz. El menor asintió en silencio, ¿cómo no recordarlo? Ese rubio ruidoso y atolondrado amante de las cosas explosivas que hace unos años se había autonombrado “el mejor amigo de Itachi” y desde entonces no dejaba de visitar la casa Uchiha por lo menos una vez a la semana. – Voy a pedirle que se case conmigo-

-Itachi tu… ¡¿eres gay?!

Ahora entendía perfectamente el nerviosismo de su hermano, si había una cosa que Fujaku Uchiha sin duda odiaría más que su idea de estudiar arquitectura era el hecho de que perfecto hijo mayor, el futuro presidente de la empresa familiar se proclamara repentinamente homosexual.

Sasuke siempre había considerado que su  hermano (al igual que él mismo) era simplemente  asexual, pero ahora que lo pensaba bien, la relación entre Itachi y  Deidara era mucho más cercana últimamente, ¿Cómo no lo había notado antes?, las constantes visitas del rubio, las miradas que compartían y las llamadas hasta altas horas de la noche, ¡por Dios era más que evidente!

-siento decepcionarte- susurro con tono ligeramente dolido el mayor.

¿Decepcionarlo? Sasuke negó rápidamente con la cabeza- no es eso, solo…me ha tomado por sorpresa- confesó. Estaba orgulloso de su hermano y siempre lo estaría, sin importar nada         – en realidad no me importa-

Una radiante sonrisa apareció en el rostro de su hermano, y al segundo siguiente  se sintió presionado contra su pecho, tan fuerte que Sasuke pensó por un segundo que moriría por falta de oxigeno.

Un rato después ambos hermanos regresaban a casa, disfrutando de la brisa nocturna que entraba por las ventanillas del auto deportivo negro de Itachi.

-¿Que ha dicho mamá?-

- en realidad la idea no parece molestarla en lo más mínimo- sonrió Itachi

- y, ¿crees que papá lo acepte?

 

-tal vez con el tiempo aprenda a aceptarlo, pero en realidad no me importa - dijo restándole algo de importancia al asunto – he comprado un apartamento bastante cómodo cerca de la zona comercial, tengo algunos ahorros y  varias ofertas de trabajo fuera de la UCHIHA CORPORATION, estaré bien incluso si mi padre decide despedirme-sonrió triunfal – dejando eso a un lado, Sasuke el mes próximo cumplirás la mayoría de edad-

El menor asintió sin entender a que quería llegar su hermano.

-si quieres, puedes venir a vivir conmigo y Deidara. El apartamento es bastante amplio y estoy seguro de que a él no le molestara que te quedes con nosotros, ¿Qué piensas tonto hermanito? –

Un escalofrió recorrió su cuerpo, ¡lo había recordado todo! Sin importar el punzante dolor en su pecho y la pierna se puso de pie, y sujetándose de la pared camino tan raido como pudo por los pasillos del hospital, ¿Cómo había podido olvidarlo?

Su cuerpo temblaba notoriamente, estaba aterrado no podía perder a su hermano y menos ahora. –Maldición- susurro al ver una figura conocida al final del pasillo. Deidara estaba sentado en una silla con los rubios cabellos desubicados, y lagrimas corriendo por sus mejillas mientras el resto de los compañeros de Akatsuki intentaban consolarlo. Se abrió paso, hasta entrar a la habitación. Hay estaba su hermano, inconsciente conectado a una innumerable cantidad de aparatos.

De esa noche lo último que recordaba era la brillante luz de la camioneta que los embestía y luego nada…

Un cabello peculiarmente rosa enmarcaba el rostro de aquella bella chica que caminaba a paso firme por los desiertos pasillos del hospital, llevando un elaborado vestido rojo con encajes blancos que la cubría hasta  más de la mitad del muslo, largas medias negras y  altos zapatos de tacón. Su aspecto recordaba sin duda el de una cara y elaborada muñeca francesa pero sus ojos verdes destellaban de furia.

-¡maldita maestra borracha y sus absurdas ideas!- gritó a todo pulmón deteniéndose en medio del concurrido pasillo, pero ninguno de los médicos y enfermeras que caminaban junto a ella parecieron escucharla. Lanzo un suspiro y siguió caminando, tenía trabajo que hacer y no tenía mucho tiempo, debía regresar pronto a casa para arreglar el desastroso problema en el que se había metido pero, ¿Cómo lo haría?, no podía solo presentarse ante los miembros del consejo y decir con una sonrisa “lo siento, rechazo su honorable propuesta” y menos cuando ella era la única candidata escogida para tan importante misión ¿qué rayos debía hacer ahora? 

Sus pensamientos fueron interrumpidos por los sollozos de un joven rubio que parecía a punto de desmoronarse al final del pasillo. La muchacha lo miro con tristeza, esa era la parte que mas odiaba de su trabajo. Se acerco a él y acaricio suavemente su  cabello, intentando consolarlo, pero era inútil, después de todo no podía verla, ningún humano podía.

Entro a la habitación y le hecho una mirada al joven que había venido a buscar. Un guape azabache con marcadas ojeras que no llegaba a los treinta. – el va a extrañarte mucho- susurro acariciando su mejilla –debe amarte tanto como tú a él-. Saco del bolsillo de su vestido un pequeño reloj dorado – aun no es hora- guardo el pequeño objeto y tomo con suavidad la mano del otro. Ahora solo debía esperar.

Habían pasado apenas un par de minutos cuando un tembloroso chico entro a la habitación.

-lo siento pequeño, pero tu hermano va a morir-

Sasuke se sobresalto, y miro con furia a la chica que estaba de pie junto a la cama de su hermano, -no te atrevas a decir eso de nuevo-gruñó entre dientes – ¡vete de aquí!-

Se quedo en silencio unos segundos con una expresión claramente confundida en el rostro. Era imposible que pudiera verla ¿verdad? , pero no parecía haber nadie más en aquella sala – ¿me hablas a mi?- susurro -¡puedes verme?

La furia del joven pareció aumentar, y por un instante pensó que correría hasta ella con la firme intención de arrojarla por la ventana. Un escalofrió la recorrió de pies a cabeza, que chico tan aterrador.

-Oh, por supuesto que no te hablo a ti idiota- ironizó -¡¿acaso vez  alguna otra ridícula chica en esta sala?! - Pero para su sorpresa la chica no pareció molesta por el insulto, al contrario sus ojos resplandecieron de alegría.

- ¡eres tú!- dijo con voz cantarina

Había encontrado la solución a su problema más rápido de lo que pensó. Ahora solo debía explicarle la situación a aquel  chico, y proponerle algo lo suficientemente bueno a cambio, algo que solo ella podía ofrecer.

-¡lárgate o llamare a seguridad!-

- esto no será sencillo, tienes un pésimo carácter- comento señalándolo de forma acusatoria  aunque eres realmente guapo, debe ábrete escogido por eso -

-no tengo idea de lo que dices, desaparece de mi vista- amenazo.

- como gustes- sonrió divertida y desapareció ante la atónita mirada de Sasuke. –Pero es una lástima, quería proponerte algo que seguramente te interese- comento apareciendo elegantemente sentada en el único sillón de la sala.

Sasuke se dejo caer sobre el suelo.

-mi nombre es Sakura, y soy una caza demonios.

-¿u…una qué?- Sasuke estaba perplejo, seguramente en otras condiciones tomaría esa afirmación como un insulto a su inteligencia por que,  no existían los cazadores de demonios, pero esa chica acababa “literalmente” de desaparecer ante sus ojos.

-una caza demonios, sacerdotisa o como quieras llamarle- aseguro con simpleza – ya me he presentado ahora, ¿podrías decirme tu nombre? –

-Uchiha, Sasuke-

-bien Sasuke-kun, como te comente antes tengo una interesante propuesta para ti- saco de su bolsillo el pequeño reloj dorado y le dio un vistazo, no tenían mucho tiempo. – estoy segura que sabes porque estoy aquí, ¿no es verdad? O al menos debes tener una idea.-

Sasuke apretó los puños con fuerza, y negó con la cabeza. No podía ser posible, no ahora que su hermano estaba tan feliz con la idea de casarse y vivir junto a Deidara.

-he venido a llevarme el alma de ese chico.-

-no puedes hacer eso- susurro, intentando convencerse a sí mismo más que a la propia sakura, -su hora aun no llega-

-te equivocas, y hasta tú lo sabes- aseguró- le quedan apenas unos veinte minutos de vida-

Un incomodo silencio se formo en la habitación. “voy a pedirle que se case conmigo” esa frase se repetía en su mente una y otra vez. Itachi había estado hay siempre que lo necesito. Haría lo que fuera necesario para salvarlo.

-¿Qué propones?-

- Primero que nada, ¿me permites ver tu colgante?- se arrodillo ante el azabache y examino con detenimiento la piedra verde que colgaba de su cuello, - ¡lo sabía!- sonrió triunfante – ahora escúchame bien Sasuke – kun, yo puedo salvar a tu hermano-

-¿Cómo?- pregunto desconfiado.

- simple, usando esto-dijo señalando un pequeño frasco de cristal que contenía un espeso liquido dorado.-puedo salvar su vida-

-¿a cambio de qué?-

Las mejillas de sakura se tiñeron de rojo, haciendo su aspecto mucho más parecido al de una muñeca de porcelana tallada a mano, -un hijo- susurro con un hilo de voz.

Un escalofrió recorrió la espalda del azabache y sus mejillas se tiñeron al igual que las de la chica, -¿Qué?-

Sakura suspiro, - veras Sasuke-kun, el líder de mi clan cumplirá pronto la mayoría de edad, y por petición de los miembros del consejo debe casarse lo más pronto posible con alguien fértil, que asegure su futura descendencia. Yo fui escogida entre muchas candidatas, y no me mal entiendas, para mí y mi familia sería un gran honor- apretó los puños con fuerza y se puso de pie- ¡pero es totalmente imposible que yo pueda darle un hijo a Naruto!, ¡él es como un hermano para mí!- gritó.

Sasuke escuchaba atentamente la historia de la alterada sacerdotisa que caminaba por la sala agitando los brazos con furia, gritando algo sobre una vieja borracha miembro del consejo pero, ¿donde quedaba él en todo ese asunto?

-En fin- continuo la peli rosa un poco más calmada, - fui escogida porque así lo quiso el consejo, y no puedo zafarme del compromiso a menos que encuentre un candidato mejor, y ahí es donde entras tu- dijo señalándolo con una sonrisa. –estoy segura de que kyubi-sama no se opondrá.-

- entonces, ¿quieres que me case contigo?-

Sakura lo miro perpleja unos instantes y luego soltó una carcajada -¡Por Dios, claro que no!, quiero que te cases con Kyubi-sama-

-tratas de decirme que “yo”- dijo con un dedo sobre su pecho – ¿soy quien se casara con “el” líder de tu clan? -La afirmación de sakura lo hizo rodar los ojos con notoria molestia, nunca pensó tener que explicar su evidente masculinidad – por si no lo has notado soy hombre-

-si lo sé – comento restándole importancia al asunto- pero no creo que sea un problema, este es el trato Sasuke- kun, yo salvo a tu hermano, y tú vienes conmigo, solo por un año o dos, hasta que puedas darle un heredero kyubi -sama, luego podrás regresar a casa-

- te repito una vez más, ¡soy hombre maldita sea!

-eso es lo que menos importa ahora, que me dices ¿aceptas? El tiempo se agota.

-como le explicare a mi familia que…-

-no te preocupes por eso ya pensaremos en algo.

Sasuke miro el reloj dorado que aun colgaba de la mano de sakura, -¿Cómo se que cumplirás con tu parte del trato?-

-Créeme, lo veras por ti mismo Sasuke-kun, pero te daré un par de meses para que lo compruebes ¿está bien? Luego vendré por ti, ¿trato hecho?

- trato hecho-

Notas finales:

El proximo capitulo estara listo para la proxima samana y de antemano me disculpo por lo errores de ortografía y gramatica que puedan encontrar, ( soy muy mala con eso).

 


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