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Glassheart por RedDiamonds

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Notas del fanfic:

Hola mis queridas lectores y fans de Saint Seiya (:

Les agradezco que se hayan animado en leer este primer capítulo, les aseguro que que vendrán más y que no se arrepentirán

Y bueno aquí les dejo una breve historia: Mi nii chan y yo amamos la serie de Saint Seiya desde que eramos pequeños y gracias al mundo mágico y maravilloso del yaoi XD Le tenemos mucho apego a esta parejita, es por eso que decidimos hace algunos meses hacer un fanfic en colaboración y hasta ahora, estamos satisfechos con lo que ambos hemos escrito (:

Le quiero agradecer a mi nii chan, porque es un amigo fiel, con quién puedo compratir mis perversiones sin ser juzgada (tal vez un poco XD) y por ayudarme a escribir este fanfic (:

Y sin más que decir... a leer! /o3o/

Los personajes usados en este fic pertenecen a Masami Kuramada y solo los usamos con el fin de redactar nuestras historias

 "Quiero terminar…"

Mientras me decía esto, el sobro que le di a mi café me quemo la lengua y la garganta, mas aguante las ganas de escupirlo, no quería verme más patético de lo que ya me había visto. Lo sentí, como mi cara se desfiguraba en una mueca de dolor… de aguantarme las ganas de llorar. 

" Siegfried… " la pesada saliva que se había acumulado en mi garganta me impedía sacar las palabras con fuerza, tragué con demasiado esfuerzo de lo debido, me dolía demasiado y mi respiración se agitaba a cada segundo que pasaba.

" Sorrento, ¿después de casi 2 horas y media de plática no te ha quedado claro? Prometiste no hacer una escenita, así que no empieces a hiperventilarte. " 

Tapé mi rostro con ambas manos, recargando los codos sobre la mesa. Si, lo había prometido, sabía que la conversación iba a llegar a un abismo… pero no creí que me quedaría mirando hacía el en vértigo.

" Eh… Sorrento… " Siegfried chasqueó los dedos a un lado de mi oreja y pareciera que ese sonido fue suficiente para traerme de vuelta a la realidad, mirando fijamente a los ojos.

" No soy tu sirviente para que hagas eso…" respondí con voz rasposa, tallando los ojos con la manga de mi camisa. 

“No entiendo por qué armas tanto drama, supéralo y ya” dijo Siegfried volteando los ojos.

Mis piernas temblaban debajo de la mesa, trataba de contener el llanto pero ya era inevitable, todas esas palabras herían más que puñaladas…

“Así son las cosas” decía eso mientras se levantaba de su asiento sin siquiera voltearme a ver.

Solo pude ver su silueta alejarse ya que mis lágrimas no me permitían ver más. Me levante como pude del asiento, mis piernas parecían más pesadas de lo normal, deje el dinero de los dos cafés en la mesa y salí lo más rápido que pude de aquel lugar.

 

 Al llegar a casa lo único que hice fue tirarme en mi cama y tratar de no pensar en lo que acababa de suceder pero era inevitable, las frías palabras de Siegfried resonaban en mi cabeza, no podía creer lo que acababa de pasar prácticamente un año juntos y todo se fue a la basura. 

"¿Sorrento, cariño, estás bien?" una dulce voz familiar hablaba detrás de la puerta de mi habitación. 

"No…" mi voz se quebró al intentar decir esa simple palabra en voz alta. No hubo necesidad de que se le diera el permiso, Marin, la chica pelirroja con la que compartía la habitación entro quedandose inmóvil por unos momentos. Levanté mi rostro que había ocultado sobre mi almohada y pude ver que sus orbes azules me miraban con preocupación, por  no decir lástima.

¿Tan lamentable me veía? cerré mis ojos, dejando que más lágrimas escaparan y extendí mis brazos pidiendo un abrazo, como un niño pequeño.

"Oh cariño…¿qué pasó?" los brazos de Marin rodearon mi espalda en un suave abrazo y yo hacía lo mismo, escondiendo nuevamente mi rostro en su hombro.

"Fue muy cruel…ni siquiera se dignó en mirarme…" moví mi cabeza negativamente sobre su hombro. Ella beso mi cabeza para luego acariciarla con un aire maternal. 

"Es una lástima que haya terminado así Sorrento, pero no fue tu culpa… él siempre fue algo especial para los tratos personales, ¿no?" Marin tenía razón, Siegfried nunca fue muy delicado en decir las cosas que pensaba y sentía. Eso era lo que más dolía de todo esto.

Sonaron un par de golpecitos en la puerta: "Ya llegueeee b34;" la alegre voz de mi otra compañera de cuarto,Thetis llenó mi cuarto sin causar alguna reacción sobre mí o Marin. 

"¿Mari, que tiene Sorri por qué lo abrazas?" detestaba que me llamara de esa manera, pero no tenía ganas de reclamar nada, solo responder a su pregunta.

"Siegfried me termino…" dije contadamente levantando mi rostro para verla a los ojos. Sus orbes azules me observaron con desconcierto. " Ow, bebé lo siento tanto." se acerco a mí, dandome un abrazo sincero y abrazandola yo también con poca fuerza. En ese momento sentí la presencia de Pandora, la compañera de habitación de Thetis entrar a mi cuarto con unas bolsas de supermercado.

"¿Hum, qué pasa, una reunión y no me enteré?" en cuanto divisé la figura de mi mejor amiga, me levanté de mi cama corriendo a abrazarla, escondiendo mi rostro en su hombro y comenzé a sollozar a todo pulmón.

"S-sorrento, ¿qué paso?" inmediatamente sentí su abrazo aprensivo sobre mi. Les tomó 1 hora tranquilizarme para que pudiera hablarles de como había sido.

"¡Ugghhh ese pendejo! ¿¡Quién se cree para andar tratandote así?!" Pandora se levantó de su asiento en donde se había dedicado a esucharme, lanzando todo el lenguaje no adecuado de una señorita por todo el cuarto, mientras Marin me daba palmaditas en la espalda y Thetis hacía pedacitos una hoja de papel que se había encontrado, intentando no explotar de la misma forma que lo había hecho Pandora.

"Bebé, en primera no debiste de haberle permitido ese trato tan basca que te dio y en segunda, ¡No debiste en pagar su maldita taza de café!" un tic en el ojo de Thetis hizo evidente que estaba bastante enojada.

"¡Bueno ya basta ustedes dos! Ahorita el necesita de sus amigas, no de sus regaños y consejos de " no hubieras" Eso no le sirve." Marin respondió con firmeza, calmando a Pandora y a Thetis.

“Perdón Marin, la verdad me altero mucho esto, ese imbécil lo trato mal como quieres que reaccione” contesto Pandora con un aire de ira.

Se creó un silencio incomodo en la habitación, todos nos volteábamos a ver sin decir nada hasta que Thetis habló.

“Tengo la solución a tu depresión solo déjame hacer unas llamadas y mañana te daré la sorpresa” dijo esto con una cara de emoción muy perturbadora, la verdad me daba miedo preguntarle a Thetis de su plan porque me estaba imaginando las peores cosas como un asesinato o una golpiza masiva contra Siegfied.

Me fui a dormir con la duda, esa noche me quede en solo tirado en la cama sin poder conciliar el sueño, solo podía pensar en lo que había pasado y me preguntaba ¿qué hice mal?,  ¿qué me falto como novio?,  ¿porque así?, ¿por qué a mí? 

 

 Me levante de la cama al siguiente día todavía con lágrimas en los ojos, me quede sentado en la orilla de la cama, no tenia ánimos de nada, con trabajos salí de cuarto y fui hacia la cocina para prepararme el desayuno ya que al parecer no había nadie en casa. Tome un tazón para servirme cereal pero al parecer se había agotado mi suministro de cereal altamente azucarado y no me quedo más opción que tomar la mierda dietética con fibra y linaza de Thetis que sabia a cartón, serví la leche en el tazón con el supuesto cereal de linaza, me senté y empecé a devorar el cereal hasta que pude sentir un horrendo e intenso sabor a leche podrida, de verdad no era mi día.

Después del gran fracaso con mi desayuno regrese a mi cuarto a tirarme en mi cama a escuchar música y no me duro el gusto ya que todo me recordaba a el, la música que escuchábamos juntos, las veces que habíamos salido a pasear, los cariños que me hacía, nuestro primer beso, al pensar en ello no podía evitar sentirme patético al no estar con él, al no estar cerca de él.

No podía dejar de llorar solo podía pensar en todos los bellos momentos a su lado, de pronto mi llanto fue interrumpido por un portazo que era producto de nada más y nada menos que de mis amigas, la primera en llegar a mi habitación fue Thetis con su sonrisa psicópata. “SOORRIII, levántate de esa cama y date un baño hoy se efectuara mi plan maestro”.

“No, Thetis no tengo ánimos de nada por favor” dije con exceso de pereza.

“Anda anda te prometo que te gustara, date un baño y arréglate, te juro que no te arrepentirás” dijo esto levantándome a empujones de la cama y prácticamente lanzándome al baño.

No me quedo de otra, hice lo que me dijo Thetis, no podía dejar que mi actitud también afectara a mis seres queridos, a demás una pequeña salida a nadie le hace daño.

 

Cuando salí de darme un largo y relajante baño me di cuenta que alguien había dejado en mi cama lo que parecían ser unas grandes bolsas de una marca de ropa carísima, al sacar las prendas quede encantado todo era grandioso parecía ropa de supermodelos, de seguro había sido obra de Pandora, ella sabe lo que me gusta y además tiene un gusto exquisito para la ropa.Me arregle lo mejor que pude, me puse la ropa que me regalo Pandora y salí a la cocina para que las chicas me dieran su opinión.

“¡WOW! Sorri pareces un modelo” dijo Thetis con una gran sonrisa.

“Vaya te vez excelente” dijo Marin.

“¡OH! Si te quedo la ropa que te compre, te vez genial” dijo pandora con un aire de satisfacción al ver que su elección había sido la correcta.

“Bueno y…. ¿a dónde iremos?” dije esperando una respuesta de todas, y de pronto me di cuenta que Pandora y Marin no estaban vestidas para salir un sábado en la noche.

“Amm… bueno pues yo te llevare a un lugar para darte mi sorpresa” dijo Thetis al ver mi cara de confusión.

“Está bien pero ¿A dónde me llevaras?” pregunte todavía sin saber por donde iba la cosa.

“Tú solo ven conmigo” dijo eso mientras me agarraba del brazo y me llevaba hasta la puerta. “Adiós chicas deséenle suerte a Sorri”.

 

 En el auto de Thetis trate de sacarle información de hacia dónde carajos íbamos ella y yo solos pero no logre sacarle nada, solo se reía y me decía que me iba a encantar, así estuvo la conversación hasta que después de unos 20 minutos de recorrido se detuvo enfrente de un restaurante que se veía carísimo.

“Wow ¿me vas a traer a cenar aquí?” se me escaparon esas palabras al ver el increíble lugar que tenía un aspecto precioso y totalmente adornado con luces. 

“No” solo contesto eso sonriendo como un maldito asesino que esta apunto de descuartizar a alguien o algo por el estilo.

“¿Entonces?, no entiendo ¿qué hacemos aquí?” no me cuadraba nada de lo que estaba pasando, ¿era acaso que Thetis se estaba volviendo loca?

“En un momento veras a que te traje”.

Bajamos del coche, me llevo hacia el interior de aquel restaurante tan majestuoso, llego una camarera que solo dijo “ya lo están esperando joven Sorrento”, Thetis se despidió de mí y me deseo suerte.

Al ver que Thetis se despedía de mi no puede evitar pensar “¿Qué carajos, porque me deja solo?” 

La vi alejarse mientras la mesera me llevaba por el restaurante y me guiaba a mi supuesta reservación. Al llegar al pequeño salón me di cuenta de que se trataba todo el asunto, Thetis me había llevado a una cita a ciegas “diablos”. 

 

Un joven muy atractivo se me acerco y me saludo sonriente “hola, tu debes ser Sorrento el amigo de Thetis”.

“Si ese soy yo ¿y… tu quien eres? Dije con desconfianza mientras el chico me estrujaba la mano.

“Mi nombre es Milo, estudie en la facultad de Thetis pero me gradué hace dos años” dijo esto mientras sonreía. “Pero siéntate, hablemos conozcámonos, Thetis me ha hablado mucho de ti”.

La cita de dio como cualquier cita normal, charlamos de nuestras vidas, hobbies, música y demás, hasta que… empezaron las preguntas incomodas.

“¿Te puedo hacer una pregunta y no te enojas?” me pregunto en tomo misterioso.

“Si claro” conteste con desconfianza al pensar que este tipo planeaba preguntarme de mi ex novio o de alguna cosa de la cual no quisiera hablar por el momento.

“¿Eres virgen?” dijo viéndome a los ojos.

En mi mente pensé “¿y a qué diablos viene esa pregunta?”, moví la cabeza en gesto negativo, no se ni siquiera porque conteste semejante a semejante tontería.

“Oh perfecto, yo tampoco” dijo con un tono grave, antes de que yo pudiera cambiar de tema o simplemente abrir la boca me dijo “vamos ya pague la cuenta”.

Se ofreció a llevarme a casa y durante el camino continuaron sus preguntas incomodas con respecto al ámbito sexual, ¿Cuántas veces lo haces a la semana?, ¿con cuántos te has acostado?, ¿con cuántos te has acostado al MISMO TIEMPO?, ¿cuál es la posición más loca que has probado?, ¿has pensado alguna vez ser activo? Dios mío la verdad no quería contestar a esas preguntas y que bueno que el por estar hablando de su persona y de como era en la cama no me dejo hacerlo.

 

Una vez que llegamos al edificio de apartamentos en el que vivo el tipo y yo nos quedamos dentro del auto, se produjo un silencio incomodo y en eso me agarro la pierna, me sobre salte porque no pensaba que el tuviera esa reacción, el rió y me dijo “tranquilo, traigo protección, todo estará bien”, su mano seguía subiendo de mi rodilla hasta el muslo, me quede petrificado del miedo, su mano subió hasta mi entre pierna y entonces reaccione.

“¿Qué te pasa?” dije en tono molesto

“Pues estoy haciendo lo que se supone que debemos hacer” dijo con tono pervertido

“¿Lo que debemos hacer?, perdón pero no creo haber salido contigo solo para coger, es mas ni siquiera sabía que iba salir contigo, no te conozco” dije sobre exaltado.

El tipo solo me veía con su cara de idiota como si no supiera que estaba pasando.

“Pero pensé que tu también querías” dijo con voz de idiota.

“Pues pensaste mal imbécil” dije eso mientras abría la puerta y salía de ahí lo más rápido que pude por si el maldito maniaco sexual decidía perseguirme.

Antes de llegar a la puerta del edificio el tipo saco medio cuerpo del automóvil y grito: “NO VALES TANTO LA PENA, LA VERDAD NO ESTAS NI BUENO NI GUAPO COMO PARA COJER CONTIGO”.

Entre lo más rápido que pude porque el tipo se veía furioso, subí las escaleras a pesar que podía subir por el elevador.

 

Una vez que llegue al piso correcto, corrí al departamento, saque mis llaves y abrí lo más rápido que pude, al entrar todas mis amigas voltearon a verme con cara de alegría y expectación.

La primera en hablar fue Thetis, “¿Qué te pareció? ¿Cómo te fue?”, de la mierda conteste llorando y fui a encerrarme al cuarto.

Tirado en mi cama con niña berrinchuda escuche que la puerta se abrió, y entro Pandora con cara de preocupación “¿está todo bien?” preguntando lo obvio.

“No, nada está bien, nada” dije sollozando

“¿Pero qué paso?” pregunto con mayor preocupación al ver mi reacción.

“El tipo solo quería acostarse conmigo y para colmo me dijo que estoy feo” al parecer lo que el imbécil ese me había dicho me había dolió más de lo que había pensado.

“Maldito, Uhh pendejo” Pandora maldecía a los cuatro vientos como siempre que pasaba algo que consideraba injusto. “Tú sabes que no estás feo, ese tipo dijo eso porque no pudo acostarse contigo”.

“Pandora ahora no quiero hablar, déjame dormir” fue lo único que pude contestar, la verdad ya no quería hablar del tema, una vez que me dejo solo mi amiga, me empecé a dormir en lo que escuchaba la fuerte voz de Pandora refiriéndose a Thetis como una mala amiga y la de Marin apoyando a Pandora.

 

 La mañana siguiente desperté y otra vez no quería levantarme de mi cama, con esfuerzos me levante después de quedarme unos 10 minutos mirando a la nada, fui al baño a lavarme los dientes, después de enjuagarme me quede viendo mi reflejo en el espejo, de verdad era feo, no solo lo dijo el tal Milo de broma o por ardido, la verdad es que no era para nada atractivo, muy común y corriente, pensé “tal vez por eso Siegfried me dejo, yo no era lo suficientemente bueno y guapo como para estar con alguien como él”, las lagrimas resbalaban por mis mejillas, esa era la teoría con más peso que había encontrado por ahora.

Ya calmado salí del baño y me prepare mi desayuno, lo típico (o más bien lo único que sabía hacer) cereal con leche, esta vez revise la fecha de caducidad de la botella para no sufrir lo mismo del día anterior, serví el cereal y la leche en el tazón, me quede un momento solo jugando con mi comida, no tenia apetito y después me di cuenta de que no había nadie en el departamento, al parecer todas habían salido otra vez. “Genial, desayunando solo otra vez” me dije a mi mismo y después de dar un largo suspiro se abrió la puerta, era Pandora que traía visitas.

“Pasa, pasa, estás en tu casa” dijo ella alegremente.

“Está bien, gracias” dijo una voz masculina.

Mientras Pandora entraba pensé: “de seguro es otra conquista de esta mujer”, era muy frecuente que llevara sus novios al departamento así que ya me había acostumbrado de tal modo que ignore por completo la presencia de aquel fulano y me concentre en acabarme mi cereal.

Después de que Pandora estuvo buscando algo salió de su habitación se volteo y me dijo “hay visitas, saluda”, eso me recordó tanto a mi madre. Me levante de la silla que daba la espalda a la puerta y voltee para saludar al tipo, el hombre era muy atractivo, alto, de cabellos largos y azules, “vaya Pandora ahora si había elegido un buen espécimen”.

“Hola, soy Sorrento, comparto departamento con Pandora, mucho gusto” dije con una sonrisa pero con voz de flojera total.

El tipo solo se limito a verme, me escaneo con la mirada y de pronto salió corriendo del departamento como si hubiera visto un mutante deforme o algo así.

Notas finales:

Y tan tan b34; Espero que lo hayan disfrutado

Pobrecito de Sorrento, todas las cosas por las que lo hacemos pasar...pero no se preocupen, todo es con un buen fin!

Agradecemos sus review, comentarios (buenos y malos) y consejos para que este fic pueda continuar siendo de su interés (:

Próximamente....Más drama y algo inesperado!


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