Pov Zero
Porque me siento así tengo un mal presentimiento como si algo malo le fuera a suceder a alguien espero estar equivocado, me pregunto dónde estará Levi tengo cosas que hablar con él, aún hay cosas que deseo que me explique pero sé que no es el momento, tengo a Kuran encima de mí el cual me sigue a todos lados como si fuera una damisela están frustrante.
- Bien ya que coño quieres deja de seguirme- digo molesto más que eso desesperado con su sola presencia.
- Pues te dije que haría que te enamoraras de mí y solo estoy cuidando lo que me pertenece- me dice el imbécil ese, y yo lo miro furioso, el camino que recorrimos solos hacia la academia Cross fue insoportable a cada rato el maldito de Kuran no dejaba de mirarme el puto trasero, lo que hacía que me sintiera simplemente incómodo.
- Yo no soy un objeto Kuran así que te agradecería que me dejaras solo porque si no te has dado cuenta yo no pienso salir contigo nunca, y como ves hay muchas chicas que desean de mi atención- digo como un patán y me acerco a las hermosas jóvenes llenas de testosteronas que gritan felices de mi acercamiento.
- Escuchen todo el mundo- grita Kuran llamando la atención de todos incluso de las chicas que están conmigo, muerdo mi labio inferior mientras mi mirada choca con la suya buscando un indicio de lo que trama- desde ahora YO KURAN KANAME me declaro OFICIALMENTE NOVIO de ZERO KIRYUU y aquel que se atreva a siquiera tocar lo que me pertenece, conocerá el hospital sino el cementerio así que mínimo cinco metros de Zero AHORA- todas las chicas y chicos se alejaron aterrados de mi mientras Kaname se acercaba con una enorme sonrisa en sus labios, tomándome posesivamente de las caderas.
- Tu maldito como te atreves- digo rojo de la vergüenza mientras apretó con fuerza mis níveas manos luego de empujarlo, su sonrisa crece y no puedo evitar sentir como mi corazón late velozmente.
- Te dije que serias mío, y pues como sé que me amas solo debo dejar que tu orgullo seda aun que juegue un poco sucio- masculla mientras me pestaña un ojo, me doy la vuelta en este momento no soy capaz de enfrentarme a él si lo hago solo lograre que desee más estar a su lado.
- Púdrete Kuran- digo mientras me dirijo a mi propia habitación había sido una noche demasiado larga y necesitaba con urgencia una buena siesta.
- Te acompaño- masculla cerca de mi oído tomándome de las caderas para seguido besar mi cuello, lo rechazo furioso mientras trato de ignorar su sola presencia, cuando llego un ruido interrumpe mis deseos de entrar y olvidarme del mundo.
- Aka… ahh.. su..ki.. mas.. ah- ¿esos son gemidos? Maldito Zore que diablos cree que está haciendo en MI habitación.
- Como se atreve- digo rojo como tomate tanto de la furia como la vergüenza, como me puede pasar esto a mí, lo único que quiero es dormir y descansar en una cómoda cama.
- Si quieres lo podemos imitar- me susurra el maldito de Kuran acaso no se cansaba de seguirme es que acaso era un perro faldero, no es que yo use falda JAMAS usaría una es solo una expresión.
- Vete a la mierda imbécil- digo al muy malnacido luego de lo que sucedió ahora sí que viene, ja pues si cree que lo aceptare está equivocado mi pobre y lastimado orgullo está por delante.
- Y qué tal si vamos a mi habitación es decir; claro, solo mientras estos terminan de jugar- dice medio burlón, no puedo evitar elevar una ceja la verdad estoy cansado y podría aprovechar esta oportunidad.
- Vamos- digo mientras comienzo a caminar a las habitaciones de la luna este me sigue con una sonrisa satisfactoria, algo me dice que trama algo pero no importa nada de lo que haga funcionara.
- Aquí estamos- dice Kuran después de un rato, no puedo evitar sentirme extraño al estar en su habitación esta vez sin cadenas ni nada, su cama se ve tan suave que no me resisto y me tiro para descansar, hasta que siento un peso al lado mío.
- ¿Qué crees que haces?- digo con una ceja elevada sabía que estaba cansado pero si él creía que lo dejaría dormir conmigo estaba muy equivocado.
- Me acuesto no ves- dice mientras se señala, me siento en la cama y llevo mis dos brazos a mi pecho este me mira con curiosidad aunque no se levanta.
- Qué esperas- murmuro desafiante mientras nuestras miradas chocan para tomar el control del otro.
- Que espero de que- masculla con arrogancia ahí está el imbécil que conozco y del cual me enamore, pero si cree que me quedare callado está muy equivocado.
- Te vas al sofá creo que es bastante odvio- digo mientras le lanzó mi mirada más venenosa.
- Esta es mi habitación así que yo de mi cama no me muevo, además odio el sofá- dijo déspota mientras se recostaba cómodamente en la suave cama.
- Pues vete a dormir en la tina y no despiertes entonces- digo señalando el cuarto de baño, Kaname bufa mientras se levanta con una sonrisa engañosa.
- Por qué no lo haces tú- maldito tuche porque no simplemente se va al sofá, y me deja tranquilo se supone que vengo a descansar no estresarme más.
- Dijiste que me enamorarías no es cierto- digo de repente pensando usar sus palabras en su contra.
- Si- me responde mientras eleva una ceja, se sienta en la cama mientras su mano llega a su barbilla en una pose interrogatoria.
- Entonces si me quieres enamorar porque no te vas a dormir en el sofá- digo poniendo mi expresión más fría, aunque por dentro me esté riendo como un niño de primaria.
- Quieres aprovecharte de mí por lo que hice cierto- me dice el idiota ese y trato de ocultar esa sonrisita que lucha por salir.
- Me crees capas- digo inocentemente pero no puedo evitar sonreír de medio lado, sus fuertes brazos rodean mi cintura mientras se posiciona encima de mí, sus labios se acercan rosando los míos mordiéndolos con deseo hasta el punto de hacerlos sangrar prueba mi sabor para luego alejarse.
- Si…- no respondí solo me le quede mirando esperando saber que sucedería- iré al sofá por hoy te complaceré, pero mañana créeme tú me complacerás lo quieras o no- dijo con voz ronca mientras salía y se dirigía al salón, no pude evitar sentirme excitado ya que le había ganado la primera jugada a Kuran, pero no podía bajar la guardia después de todo con Kuran nunca se sabe lo que puede pasar y esto solo acaba de comenzar.
Pov Levi
No podía creer lo que estaba a punto de hacer mis manos temblaban mientras bajaba el cierre de su pequeño pantalón, que alguien entrara que alguien parara esto, yo sé que he pecado que he cometido mil y una atrocidad pero no quiero no lo deseo.
- Detente- susurra una voz suave mientras su mano toca mi cabello, eleve la mirada y los ojos de Sebastián habían cambiado de un rojo aun hermoso azul no pude evitar suspirar de alivio y mirar la escena con confusión- Sebastián no puede controlar mucho mi cuerpo así que estarás bien por ahora, mientras yo sea Ciel estarás a salvo ahora debes descansar prometo ayudarte en lo que pueda pero no te aseguro nada- susurro el pequeño y no pude evitar sentir como un gran peso caía de mis hombros.
- Gracias- dije poco audible mientras una sonrisa aparecía en mis labios, mire como el chico se agachaba y me daba un beso en la mejilla mientras él se sonrojaba.
- No es nada – mascullo para luego acostarse en la cama no sabía si debía yo hacer lo mismo o dormir en el suelo, al final decidí dormir en la cama después de todo Sebastián estaba atrapado en el cuerpo de Ciel y esperaba que no saliera por un buen tiempo o por lo menos hasta que estuviera estable emocionalmente, no pude evitar que un pensamiento surcara mi mente ¿Ciel sabía quién era yo?
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