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Halloween por Kida D Eirhin

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Notas del fanfic:

Luffy es quien narra el relato, espero les guste, aqui veremos a un Luffy, totalmente diferente

Notas del capitulo:

Me costo un mundo poder subir este fics, la net me odia, no cargaba el sitio, no se si solo a mi me pasa...pero es molesto shishishi

Halloween



Una noche donde los muertos regresan

 

Reíamos como dos idiotas, corríamos como dos fugitivos, saltábamos como dos locos, y sin mirar atrás dejábamos una estela de destrucción…esos tiempos parecían interminables los alocados años 50 en el viejo nueva york eran un carrusel que jamás se detendría, tu y yo éramos tan viejos como el mismo mundo, tan enfermos como los más desquiciados y tan inmortales que la vida misma nos odiaba.

La noche estaba comenzando cual adolescentes en una calle nos besábamos descaradamente a la vista de los transeúntes, y respondíamos a los comentarios con risitas cómplices y burlonas y recordé como malditamente te conocí, en una noche como esta…Yo sentado en una bulevar de antaño y mirando como un potente Chuck Berrys hacia vibrar su guitarra al ritmo de `Johnny. B Goode` mirando la gente pasar y lamiendo mis colmillos en busca de la presa de esta noche, hasta que un atrevido hombre se sentó junto a mí en la barra.

-Hola-dijo aquel joven y mirándole detenidamente me di cuenta que era bastante atractivo, aunque algo de él me inquietaba notaba en el algo familiar y a la vez peligroso...un qué se yo, que me inquietaba y de la nada estiro su mano en un saludo amable mirándome fijamente, y ahí fue cuando al sonreír ambos nos delatamos y nuestros ojos penetraron la mente del otro en una búsqueda incansable de una verdad.

Asustado saque mi mano con rapidez y mire mi copa buscando una explicación a  todo esto, estaba algo asustado, nunca había encontrado a otros como yo, y más a un más antiguo que yo.

Me tomo de una mano y me llevo  a la pista, no había caso resistirse pues no quería averiguar qué tan fuerte podía llegar a ser, y mientras bailábamos algo lento relataba apegado a mí  con aquella voz y acento exótico a mi oído que llevaba observándome algún tiempo, me seguía desde ya hace unos meses, y que quería conocerme más de ahora en adelante, sus palabras alertaron mi sentido común pero adormecieron mi fiera personalidad, ya era toda suya… La verdad era un maldito vampiro vividor y pendenciero, en esos tiempos no era muy dado al jolgorio ni menos a disfrutar de mí no vida a concho, poco a poco me enseñaba cosas, me mostraba facetas nuevas de él, me llevaba por un camino que no tenía ninguna clase de restricciones, que mostraba la verdadera naturaleza de los que son como nosotros…y ¿saben?, me encanto.

Llevábamos meses saliendo y por un tiempo pensé que tal vez era el compañero que estaría por siempre a mi lado, decidimos compartir nuestros lechos de descanso para así estar juntos incluso en el maldito día, y de noches hacíamos y desasíamos el mundo con nuestras enfermas acciones al parecer yo Monkey D. Luffy, había dejado entrar a un entraño hombre en mi corazón llamado Trafalgar Law. Nuestra pasión se desataba noche a noche, segundo a segundo militando junto a la incongruencia y la desvergüenza éramos dos almas corrompidas al máximo, solo éramos lujuria sangre y rock & roll hasta que una noche llegamos a nuestro limite.

Ambos aburridos del otro, lo habíamos hecho todo, lo habíamos probado todo, lo habíamos comido todo ajajaja...en cierta medida la chispa de la novedad se había ido junto con aquellos  días, mas no se podía pedir. El adiós fue silencioso, largo y delicioso, nuestros besos de despedida eran todo lo que podíamos regalarnos antes de desaparecer entre las sombras nuevamente, las caricias desesperadas y mordiscos posesivos era todo lo que quedaría tras la partida de ambos y como si fuese la primera vez que estábamos juntos nos amamos esa última noche, sin saber cuándo nos volveríamos a ver ,nuestros labios danzando bajo la luna en un baile interminable, en un viejo callejón como dos adolescentes, entregando la última gota de lujuria y vitae…Luego de eso nos perdimos tras las callejuelas  caminamos sin mirar atrás, agradezco no haberlo hecho o me hubiese visto la mejilla carmesí…Nunca supe nada  sobre él, nada de su vida o de sus obras hasta este día…

 

 

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Se me ocurrió la brillante idea de realizar una pequeña velada en mi humilde morada, nótese la ironía pues aun no termino de conocerla por completo, tenía ganas de charlar con mi querido Sanji, el guapote Zoro y la pequeña Nami, unas cuantas copas y tendríamos una agradable noche, además ya me andaban las ganas por hincarle el diente a Zoro solo por travesura al fin y al cabo era noche de brujas. La noche avanzaba, la luna inundaba de luz todo el salón, los mozos dispuestos a servir a los invitados, humanos ordinarios pululando entre la gente, personajes de los más diversos ámbitos y rangos políticos que adoraban venir a estos eventos para intentar imaginar  que sería ser un vástago igual que nosotros y así rondando por el salón esperaba que mis  invitados siguieran llegando y también a mis jovenes queridos que no sé qué preferirían, si dulce o travesura. De pronto llego la hermosa Nami, ataviada de un hermoso vestido negro de tulle y encajes, de volados anchos y un corsé que dejaba entre ver sus mejores atributos y coronando aquella visión angelical una flor negra en su cabello …quede mudo por algunos segundos pero luego de tanta admiración de lejos me acerque para recibirla .

- Anata wa yoru no hanadesu, Tsuki ga no tabemono to no saikō no ifuku no shidesu.-Ella me miro extrañada…Perdón no pude evitar hablar en mi lengua natal si se puede llamar así,-

-¿Qué significa lo que dijo Luffy?-

-Mmmmm pues significa…eres una flor nocturna, la luna es tu alimento y la muerte tu mejor vestidura…-Sus ojos y los míos se miraron en silencio por algunos minutos, ella por no entender y yo porque sus labios de carmín me invitaban  a un inevitable encuentro que no pude eludir, acercándome lentamente hasta tocar aquellos prohibidos rubíes en un tierno beso al borde de la adolescente locura…aunque tan pronto como los pose, así de rápido ella se apartó algo asustada, en cierta forma me sentí algo decepcionado ¿habrá sido mi poder quien influyo en ese beso?¿ o tal vez ella también lo deseaba como yo?, en fin ya no tenía caso seguir dándole vueltas al asunto o me echaría a perder la noche. Ya habían llegado casi todos los invitados, por un momento creí que Sanji y Zoro, no llegarían, hasta que los vi cruzar por el umbral de la puerta del salón, tan guapos, tan elegantemente modernos en cambio, yo me había quedado pegado en los viejos hábitos, en mis viejas manías, que con llevaban a caer en la cuenta cuan viejo era, cuantas lunas había contemplado y cuantas cosas había guardado en este inerte musculo y acercándome a ellos les salude cariñosamente aunque sabía que Sanji, no me tragaba ni con aceite. En ese instante Sanji se las arregló para zafarse de mi presencia y llevándose a su chico no sin antes haberme acercado al oído de mi sexy Zoro a susurrar  unos cuantos halagos y contemplando complacida sus mejillas ruborizadas, fue algo extremadamente gracioso que no pude evitar reírme de buena gana  luego ellos  prosiguieron a disfrutar de la fiesta, me senté entonces a admirar mi obra, humanos y vampiros conviviendo alegremente bajo el mismo techo, no si ni Shakespeare podría haber juntado tales personajes y relatar tales acontecimientos una fauna peculiar y una situación inusual valla mezcla.

De pronto una presencia inquietante, una mirada vigilante, alguien en el salón me miraba insistente mente, y eso pesaba en mi conciencia, intente buscar quien era pero su presencia cada vez se hacía más cercana y hasta algo familiar y aunque me negué a la posibilidad de que algún enemigo se hubiese colado por la casa me temí lo peor. Entonces mire a Nami que disfrutaba tímidamente de la velada y que por coincidencia charlaba con gente que para ella era conocida pero no se imaginaba que llevaban un doble vida en fin se veía alegre y deje de preocuparme ,en la misma situación estaban Sanji y Zoro, aunque esos tenían su pequeña fiesta solo para ellos…mmmm que malo eran y yo que quería una que otra travesura ,pero sus miradas cómplices y sus caricias descaradas no hacían más que demostrarme que se amaban o algo por el estilo. Entonces decidí dejar la fiesta por unos minutos, necesitaba calmar estos mmmm como llamarlos celos creo, pues aquellos dos se veían tan compenetrados que sentí como si aquella conexión entre Zoro y yo se debilitaba a cada segundo, eso me agobio por un instante. Camine por el pasillo hacia mis aposentos y lentamente comencé a admirar los cuadros que lo adornaban, cada uno de ellos eran recuerdos de épocas pasadas mi favorito era el de una chica campesina jugando con unos corderos, en la antigüedad ese cuadro adornaba la casa de Frederick van Cortlandt donde también tenía una plantación de trigo …bueno eso es otra historia además ese lugar ahora es un museo. En el instante en que admiraba el cuadro y me sumergía en sus colores y en la expresión placida de la chica retratada una brisa densa hizo que mis cabellos mi sombrero y mi kimono se movieran locamente  y por instinto cerré los ojos disfrutando de tan leve privilegio.

-Has vuelto a los viejos hábitos, envuelto entre tanta seda pareces un obsequio para alguien-

Sorprendido , busque de donde provenía esa misteriosa y grave voz, la cual  como  un proyectil en dirección a mis memorias hizo resurgir el recuerdo de ese hombre quedándome paralizado a medida que este avanzaba hacia mí . Hasta que unos brazos me rodearon por la espalda dejándome en vuelta en recuerdos y tiempos  que no volverán ,en silencio estuvimos algunos minutos hasta que sus manos llegaron hasta mi cuello y sus labios siguiendo el camino trazado imitaron el movimiento, llegando a este y llenándolos de besos que se posaban delicadamente en mi uno a uno, en silencio perpetuo y con la misma emoción que la primera vez que nos conocimos. Entonces sagazmente huy de su abrazo mortuorio y le mire fijamente, recorriendo sus facciones, su cabello negro y corto, sus labios sensualmente atrayentes y su mirada de lobo que atrapaba como la marea furiosa en una noche de luna llena, aunque tenía algunos cambios ,llevaba pendientes en sus orejas y su ropa ya no era tan victoriana sino que se adecuado a los tiempos modernos y aun así ,seguía siendo el mismo depredador pervertido de siempre, ese que había robado de aquel museo la pintura que minutos atrás admiraba en total silencio.

Una sonrisa, un suspiro, una carcajada un conjunto de sonidos, la luna fiel testigo rebobinaba las aventuras de dos vástagos heridos, de dos animales enfurecidos, que sin alma alguna habían vuelto, a ser ambos el más dulce tormento, danzando bajo las estrellas las más antiguas mariposas infernales, así en silencio mirándose, buscando sus puntos débiles, ¿quién sería el ganador de este duelo de sombras?, ¿quién lloraría menos cuando el otro partiera? Esa era una pregunta que solo la noche podría contestar. Y sin darnos cuenta el juego comenzó otra vez y como Beethoven comenzamos una nueva sinfonía de delirio, besos, y ruegos silenciosos, dulces sonidos, placenteros aullidos, entre los recovecos de la casa como si fuéramos los nuevos romeo y Julieta del más allá, sin preguntas, sin lamentos, todo comenzó otra vez. En mi cuarto las caricias no se hicieron esperar, besos desenfrenados y dementes, el desdén con el cual  Law y yo nos entregábamos era innato y sin tapujos, su sangre elixir antiguo que no bebía hace varias décadas, su cuerpo que no tomaba desde ya hacía varios siglos, olvidándonos de todo, y despojándonos de nuestras vestiduras, cediendo completamente al éxtasis de la locura carnal y diabólica.

-Te extrañe-dijo de pronto y aferrándose a mi sentí por primera vez que sus palabras eran sinceras.

-¿Por qué no volviste antes si me extrañabas?- Dije casi susurrando

.-Porque cuando quise regresar tú te habías ido a Italia y te perdí es rastro y cuando finalmente te encontré, tú ya tenías a otro.-dijiste.

-Yo, a otro? no me hagas reír, eres un maldito mentiroso-, reproche, apartándome de él y mirando hacia la ventana.-Yo nunca tuve a otro, si hubieses investigado mejor verías que solo era  mi aprendiz, a pesar de tus años sigues  siendo un niño- De pronto se estiro en la cama y comenzó a reír, esa risa que a veces aliviaba algunas cosas en mi interior me estaba exasperando, y me lancé sobre el mordiéndole en el pecho  directamente, el no opuso resistencia alguna, solo se limitó a abrazarme y a pedir perdón. Su sangre hizo que viera lo que había pasado durante esta larga separación, las imágenes como una película contaban la historia de este viejo y solitario vampiro que camino hasta aquí esta noche para buscar un poco de compañía familiar y que la había encontrado en los brazos del viejo Luffy.

De pronto las cosas se invirtieron y perversamente fui la victima de este chupasangre desatendido que jugaba con migo una vez más ,aunque eso no me molesto en los absoluto, el tiempo me enseño a no aferrarme a nada de este mundo ni siquiera aun inmortal, así que proseguí a pasar esta noche en sus brazos ,mordiéndonos, gimiendo, adorándonos como dioses de inframundo, bebiendo sedientos de poder y de un poco de paz , de una paz que encontramos tras terminar con nuestro rito, y descansar abrazados mirándonos mutuamente. Luego de un momento a solas, su mirada ladina me comunico que quería jugar, así que jugueteando como niños nos vestimos para salir de la habitación.

A  pesar de haber bebido del otro nuestro apetito eras feroz, y como niños en Halloween salimos a pedir nuestras golosinas, entre recovecos y pasillos nos besábamos y buscábamos el calor perdido hace centenas y riendo loca y complicemente avanzábamos nuevamente hacia el salón. La muerte regresa para llevarse a los condenados, para saludar a los residentes, para jugar con los inocentes, para recordar a amantes perdidos y para apropiarse de los últimos suspiros, esa noche la muerte había mordido nuevamente mi cuello. Lamido mis sueños y revolcado con mi cuerpo, entre sabanas carmesí y velas a todo fulgor, danzamos un vals añejo y  dulce, con aroma a perdición. Llegamos al salón del brazo y riéndonos de cosas que recordábamos de pronto y nuestras risas llamaron la atención de Zoro, su rostro angelical contrastaba entre tanto demonio y me acerqué para presentarle a mi amigo.-perdonen la interrupción pero me robare un momento al joven-dije amablemente a quienes conversaban con el.

-Zoro te presento a Trafalgar Law, un viejo amigo-Inmediatamente el estiro la mano para saludarle educadamente, pero él fue más rápido y le tomo para  besarle delicada mente en la punta de sus dedos, el solo se limitó a mirar estupefacto la escena y no pude evitar emitir una risita maliciosa que hizo que Zoro despertara de su asombro, inmediatamente Sanji, al ver la sospechosa escena se acercó intentando averiguar que pasaba, pero como siempre fue interrumpido a medio camino por Nami, que fruncía el ceño a medida que se acercaba y tomándole del brazo lo llevo por ahí quien sabe para qué …en realidad sabia para que pero no quería entrometerme ,mi invitado me tenía absorta totalmente y ellos no entraban en los planes de esta noche ,en cambio al ver a Zoro tan hermoso me dio ideas macabras que deseaba realizar ,como en los viejos tiempos, y Law, ya me había leído la mente. Invitándole una copa Law la llevo a uno de los sillones, conversando sobre arte y cosas bizarras intentaba envolverlo en sus juegos, en sus palabras llegando así a entablar una charla amena y trivial .Fue cando ambos caminando desaparecieron tras los pasillos de la casa, obviamente nuestra pequeña reunión se había convertido en la oportunidad perfecta para probar la dulzura de nuestro invitado y eso no se hizo esperar, camine tras ellos perdiéndome entre los invitados ,los tragos y los hermosos cuadros llegando hasta ellos en un abrir y cerrar de ojos .Al llegar a la habitación admire la obra de arte más bella de todas, una muñeca de la luz expuesta entre los malditos y los condenados, Zoro desnudo entre pétalos de rozas retozando en las sabanas de color vino, y siendo retratado por quien antes me había hecho olvidar y recordar. Sus manos se movían como vectores de viento y relámpago, la figura de tan magno espécimen humano se plasmaba con tinta y papel, lentamente entrando en la habitación, no quería perder ningún detalle, ni de ella ni de Law, su rostro extasiado excitaba y a la vez alarmaba hasta hacer sentir miedo y pasión, claro éramos artistas de la no vida que más se podía esperar.-¿también te cautivo el joven no Law?-

-Pues sí, aunque no más que tu¿celoso?-

-Pues...algo, bueno mucho aunque por ambos lados diría yo-Abrió los ojos asombrados y luego sonrió.

-No imagine que nuevamente surgiera en ti este tipo de sentimiento-

-Ni yo, bueno no sé lo que sea pero, me gusta, me hace sentir vivo y poderoso-

-Lo se...es lo mismo que siento por ti- Si hubiese estado vivo me hubiese sonrojado aunque no necesitaba eso para que él lo notase y soltara una de sus risitas pegajosas y burlonas, de todas formas al decir eso se levantó de su silla y dejo las cosas a un lado, y camino hacia mí de una forma seductora mente felina, con su mirada infranqueable y penetrante, hasta llegar a mí en unos segundos.

-Aún recuerdo como se desata esto- dijo riendo cínicamente 

-Si lástima que no sepas después abrocharlo- carcajeándome descaradamente.

-Bueno, a mí lo que me importa es quitarte esto no dejarlo como estaba-Mi kimono cayó al suelo como una cortina de telón dejando al descubierto nuevamente mi tenebrosa humanidad, nívea y fría humanidad, tersa y juguetona. Mis dedos comenzaron a recorrer su cabello, enredándose entre centímetros y maliciosamente tirándolo para mirar su expresión, lentamente comenzó a desabrochar su camisa, y su terso pecho comenzó a ser descubierto ante mis ojos, su olor era el de siempre, sus cicatrices y sus facciones, siempre las mismas, iniciando el juego delicioso del amor entre muertos, pero esta vez incluyendo a un vivo. Nos abalanzamos sobre Zoro ,parecía dormido y creo que estaba entre medio borracho y medio hipnotizado, eso lo hacía más fácil aunque no menos meritorio, con mi dedo comencé a acariciarle uno de sus pesones y el racionó con un pequeño gemido e hizo que mi deseo aumentara de nivel, Law, por su parte le besaba el vientre ,introduciendo su lengua en el ombligo de nuestra víctima, haciendo que esta se retorciera levemente ,fue un juego que comenzó a subir de tono segundo a segundo ,besándonos y proporcionándonos placer ,y jugando al gato y al ratón con nuestro caramelo de noche de brujas.

Después de entretenernos jugando con el cuerpo de Zoro, ambos lamimos el lugar donde deseábamos posar nuestros malditos colmillos, y terminando la previa procedimos a disfrutar de tan sublime manjar, la vitae más dulce, la de un joven enamorado y corrompido por un amor que el creía no correspondido y he ahí donde sus alaridos de placer y dolor se mezclaban en la habitación con la música del salón ,y el chiquillo arrugando las sabanas con sus puños y los ojos desorbitados mirando hacia el techo de la habitación, lamiéndose los labios, buscando algo en las alturas del cielo que tal vez si quisiera se le daría aquí en el infierno de mis aposentos pero que únicamente disfrutábamos en estos momentos mi vástago amigo y yo.

Cansados de jugar y beber nos tendimos uno a cada lado de Zoro, desnudos y aun sintiendo la tibieza de su piel irse segundo a segundo, estaba muriendo…Law, pensó en matarlo, pero le detuve la mano antes que lo hiciera y mirándole fijamente entendió que yo lo quería vivo, así se detuvo y solo se limitó a mirar. Me corte la muñeca y le di de beber a Zoro, lamí sus heridas para que cicatrizaran de inmediato y lo vestí para dejarlo en unas de las sillas del pasillo, pronto amanecería, quería hirme a descansar. Salí de la habitación y Sanji estaba ahí mirando al cautivador Zoro dormir en el sillón de pronto se dirigió a mi increpándome.

-Como te atreves bestia, que le has hecho a ese inocente humano?!-

-Como te atreves a espiarme pequeño intruso, además a ti que te importa? ¿acaso querías ser tu mi juguete esta noche, pues lo hubieses dicho y tus deseos hubiesen sido órdenes para mí?- Luego lo deje ahí y camine hacia el salón para despedir a los invitados.

-Bueno amigos, ha sido una noche memorable pero el alba avisa que es hora de marchar, espero haya sido de su agrado esta velada para Uds tanto como a mí, vallan con cuidado y será hasta otra ocasión-

La gente comenzó a retirarse, Sanji, corrió hacia donde estaba Zoro, y al oído le dijo algo que no me intereso descifrar, pero al instante este corrió hacia sus brazos. Todo había terminado y encaminándome hacia mi habitación para encontrar a Law, me fui entonando un silbido, de una vieja canción de los años 50. Al llegar a mi habitación, no había nadie, camine buscándole, pero este ya se había marchado, sobre la cama solo quedaba un papel, aquel retrato que me haría recordar esta noche memorable por mucho tiempo más y guardarlo en la memoria hasta nuestro próximo encuentro…Suspire aunque no decepcionado, ya sabía cómo eran estas cosas, solo tome el papel y divise unas letras al reverso.

 ESTO ES PARA LA PERSONA QUE ME RECORDO QUE LA ETERNIDAD VALE LA PENA SEGUNDO A SEGUNDO, GOTA A GOTA, GUARDALO QUE CUANDO REGRESE A TU LADO QUIERO RECORDAR CONTIGO ESTAS DELICIOSAS HORAS JUNTOS…PROMETO VOLVER TRAFALGAR LAW.

 Así fue como una gota de color carmesí cayó sobre mi mejilla tal como la última vez, y recostándome sobre mi cama lo abrace esperando el letargo que merecidamente llegaba hasta mí…

 

Notas finales:

No podere subir nada esta semana debido a las celebraciones de mi pais, pero les dejo este One Short espero les guste


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