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La Maldición de las Princesas. por Sami chan

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Notas del capitulo:

Mil perdones por la tardanza, es que estos dias han sido de mucho ajetreo y de alguna despedida dolorosa, asi que como dicen por ahi, "el horno no esta para bollos" asi que los animos no estan como para ponerme a esribir, pero como ya se los atrase una semana, y aunque no dejen muchos comentarios, pues lo prometido es deuda, asi que a leer sea dichooo...

Capitulo  TRECE

 

 

 

-      ¿Qué si estará mi hermano?  -   se pregunto muy extrañada la rubia, mientras hacia a un lado la charola del desayuno  -  ¿pues no que lo intimida?  -  suspiro mientras sonriendo se dejaba caer de espaldas en su cama   -  hay Potter, deja de preocuparte tanto  - pensó mientras sonreía   -  como si no supiera que no quieres que este, porque sino saldrías corriendo, aunque eso me gustaría verlo… cobarde.

 

En ese momento su madre entro en su recamara, la vio acostada en la enorme cama y la charola del desayuno a un lado, se acerco sonriente, de unos días a la fecha, la chica estaba ya mas animada y sonriente y la rubia mayor ya sabia el porque, se acerco despacio y se sentó en la orilla de la cama, acariciándole  una mejilla con suavidad.

 

-      Hijo  - suspiro  - le escribí a Blaise, porque ahora que tu  padre viajara a Italia en dos o tres días quiero que venga a verte  y a platicar contigo   -  le sonrió  -  pero  -  le dijo antes de que la chica dijera que no -  solo si tu quieres mi amor,  y -  recalco hablándole un poco en confidencia  -  también le preguntara  a Potter si quiere venir a saludarte   -  dijo esperando la reacción de la chica.

 

-      ¿De verdad madre, crees que no haya ningún problema que Potter si pueda venir a la mansión?  - dijo ilusionada incorporándose de inmediato, claro sin decirle a su madre que ya estaba pensando como hacer para meter al moreno a la mansión en caso dado de que se negaran  -  es que ya sabes lo que dijo padre…

 

-      Amor   -  dijo la rubia mayor tomándole el mentón suavemente a la chica  -  por eso precisamente no le diremos a tu padre, ya sabes que según él,  prohibió que ese chico viniera a visitarte, y por eso exactamente es que Blaise nos ayudara, el lo traerá hasta acá.

 

-      Sabes madre, que también el profesor Dumbledore no quiere que Potter venga a verme  -  dijo molesta  -  ese maldito viejo chocho quien se cree para prohibirle a Harry que no entre a esta casa, y ultimadamente a él que demonios le importa quien me visite?

 

-      Se lo ha de haber pedido tu padre  -  dijo la rubia muy pensativa  -  pero… ¿entonces como le harán para salir del colegio?  -  dijo muy preocupada.

 

-      Hay no mamaaaá,  -  dijo muy afligida  -  ¿entonces no lo veré tampoco esta vez?  -  dijo haciendo una especie de puchero.

 

-      Tranquila, ya veremos como le hacen  -  sonrió al ver la exasperación en su hija    -  pero de que viene con Blaise o sin el, es seguro, ya veras…el dijo que el se encargaba de eso   -  pensó muy afligida mientras le dedicaba una sonrisa a su hija  -  “si no, ya veré como le hago, pero de que viene a verte…viene, así yo misma lo secuestre” - le sonrió y dijo - así que deja de preocuparte.

 

-      Mami…  -  dijo mientras pensaba como exponerle a su madre su plan   -  y…

 

-      Dime corazón…

 

-      Mmm… ¿y si van a Hogsmeade y de allí se los trae Tobías…?  -   pero si ya lo tenia hasta planeado, claro que esto nadie lo sabia  -  pero hay un pequeño problemita…

 

-      ¿Cual mi vida?  -  viendo que su hija se veía algo preocupada.

 

-      Potter…pregunta  si Draco estará aquí…  -  suspiro   - ¿Qué le digo?

 

-      Que le puedes decir mi amor, si estas tu, Draco no pondrá estar jamás…  -  dijo de manera sombría  -  además, ¿de que te preocupas?, ese chico jamás se a llevado bien contigo…bueno,   -  rectifico sonriendo  -  con tu hermano Draco.

 

-      Si…ahora lo veo como un problema…  -  reflexionó  -  aunque…bueno, seria un problema si  realmente Draco pudiera estar aquí, porque ellos no se llevan para nada, pero como viene a verme a mi, es mejor que Draco no este presente…bueno  -  dijo triste para si sola   - no estaría aunque yo lo quisiera…

 

Y mientras  preocupada la rubia mayor también pensaba y le acariciaba una mejilla…

 

-      “Realmente no me importa si nunca ve a Draco aquí o allá, de todos modos nunca lo llegara a ver aquí, y mientras se enamore perdidamente de ti…  -  suspiro  -  ya veré como arreglare después  eso…una cosa a la vez”

 

-      Sabes madre…

 

-      Que paso nena…   -  dijo algo preocupada al ver el semblante de la chica.

 

-      A veces si me hubiera gustado tener un hermano o una hermana…  -  dijo de pronto sintiéndose muy solo… dejando escapar un largo suspiro.

 

 

 

No paso mucho tiempo, cuando un día después la rubia recibió la contestación a su misiva…estaba por salir a hacer unos encargos de su marido, después de haber acompañado a su hija en el desayuno.

 

Doña Narcissa: 

 

Usted solo avíseme a que hora quiere que vaya y por Potter no se preocupe, yo me encargo de él, aunque sigo pensando como hacerle para poder viajar, ya que las chimeneas las bloqueo el director Dumbledore y solo esta activa la de su oficina, por cierto… ¿si sabe que el director le negó los permisos a Potter para ir a su casa? 

Bueno…me despido por el momento, mientras espero su respuesta.

Por cierto Doña Narcissa, quisiera que me permitiera ver a su hija antes de llevar a Potter a su casa, necesito hablar con ella, ya que es la vez que fui ya no me pude ni siquiera despedir de ella…

 

                                               Atte.   BZ

 

 

 

 Una lechuza muy hermosa se poso en la mesa de las serpientes un día después de haber escrito el italiano esa carta a la rubia…

 

 

 

Querido Blaise: 

 

 

Por la manera de viajar, tu tampoco te preocupes, Potter se pondrá de acuerdo con mi hija, y sí, algo sabia de los permisos, por cierto, mi esposo ya viajo, así que te espero inmediatamente, a ti no creo que el director te diga que no puedes utilizar su chimenea…o si?

 

Ya le dije a mi hija, así que te esperamos…

 

  1. Atte.                  

              NM

 

 

 

 

Los siguientes minutos  al italiano se le hicieron eternos, pero apenas llego el momento y se presento ansioso con un presente en las manos, ante el director pidiéndole permiso para utilizar la chimenea.

 

Llego a la casa de la mansión Malfoy y apenas asomo la cabeza, el elfo ya estaba frente a él, esperándolo para llevarlo ante la chica, vaya ni siquiera pregunto a quien iba a ver.

 

 

-      Hola   -  toco a la puerta de la habitación de la chica con cautela, era una chica y esta era impredecible, así que mas valía poner precauciones  -   ¿Berenice estas ahí?

 

-      Blaise, eres tonto o que?  -  dijo la chica desde su cama, en donde estaba sentada   -  si el elfo ya te trajo hasta acá, es porque yo ya te estaba esperando, mi mamá no se encuentra, pero yo sabia que vendrías  -  dijo sonriente, viendo como el chico asomaba la cabeza por la puerta muy sonriente  -  así que pasa, me dijo madre que querías hablar conmigo…

 

El chico ya mas relajado entro, aun así estaba nervioso por ver y saber que quien era la hermosa chica delante de él, era su querido amigo Draco Malfoy, bueno…en parte, así que dejo escapar un suspiro y sonriendo llego hasta donde la chica le indico que podía sentarse para que platicaran, nervioso le extendió las manos y le hizo entrega de su regalo.

 

-      Wooow… ¿Potter me mando otro regalo?   -  dijo emocionada mientras lo tomaba y lo observaba ansiosa.

 

-      ¿eh…?  No -  dijo algo decepcionado de la reacción de la chica al creer que solo podía recibir presentes del león dorado  -  ese es mío, es solo…bueno, es solo un presente…

 

-      Ah…es tuyo, pues muchas gracias por pensar en mi ¿Y bien…  -  le sonrió dejando a un lado el presente para después abrirlo   -  de que querías hablar conmigo?  -  dijo como si fuera lo más normal del mundo que el estuviera así.

 

-      Draco…o te llamo Berenice?  -  dijo dubitativo mientras veía como su regalo era dejado aun lado  -  ahora que te tengo frente a mi, bueno…la verdad es que no se como llamarte…   -  dijo rascándose la cabeza.

 

-      Pues mientras sea una chica  -  dijo ya más sonriente  -  dime Berenice, no sea que vayas a meter las cuatro y me llames Draco…delante de alguien más, ¿no lo crees? 

 

-      Pues si…tienes razón   -  suspiro y se quedo observándola, acción que molesto  un poco a la chica.

 

-      Vamos Blaise, que no soy un bicho raro…  -  dijo un poco incomoda por tal inspección  -  ¿Qué nunca has visto a  alguien que le haya caído una maldición encima?

 

-      ¿Así como a ti…?  - le sonrió  -  no, la verdad es que no he visto a nadie… y dime,  ¿Cómo te sientes? 

 

-      No es gracioso  -  dijo molesta   - y mucho menos creo que hayas venido a saber exactamente sobre  mi salud  -  hablo tratando de cortar toda esa perorata inútil,  mientras volteaba a ver al elfo que había permanecido en la sombras esperando por alguna orden de la rubia  - Tobías, ofrécele algo de tomar a Blaise.

 

-      ¿desea algo en especial el amito Blaise?  -  dijo el elfo muy sonriente.

 

-      Solo una soda Tobías,  y gracias  -  se dirigió a la rubia que ya estaba mas seria esperando por lo que el chico le tendría que decir   -  eh…Berenice,  yo quería hablarte de…   -  la vio suspirar y ya no dijo nada.

 

-      Dime…  -  lo miro fijamente  -  es sobre Potter, verdad?

 

-      Si…  -  dijo, tomando la soda que le daba el elfo  -  dime Berenice, tu…  -  suspiro viendo que la chica traía puesta la sudadera del ojiverde   -   tu…quieres que venga Potter, cierto?

 

-      Mmm…si  -  dijo viendo con los ojos entrecerrados a ver por donde le saldría el moreno  -  ¿Por qué la duda?  -  se sobresalto consternada  -  ¿el te dijo que no quería venir? 

 

-      No, el no me dijo nada, yo quería saber si, era porque…Bueno, Berenice… ¿dime Potter te gusta porque eres una chica, o porque es tu tabla de salvación o porque…?  -  pregunto  preocupado  -  recuerda que en cuanto regreses a la normalidad, ya sabes… siendo nuevamente  Draco ¿que le dirás a Potter, o como te desharás de él?  Le dirás… oye solo te quería porque me salvarías de una maldición, o ya que soy Draco de nuevo, ya no me sirves, o si fueras una chica estaría bien que siguiéramos juntos, pero así…  -  de repente recibió una tremenda bofetada en pleno rostro que lo dejo mudo y con los ojos bien abiertos por la sorpresa…

 

-      Eres un verdadero y gran idiota   ¿Cómo te atreves a cuestionarme?  - estaba realmente enojada, tanto que los ojos le relampagueaban de furia, tanto que por fin saco todo lo que llevaba sintiendo últimamente  -  ¿Quién te crees tu que eres para hablarme de esa manera?  Eres un estúpido  ¿crees que estoy así porque yo lo quise?  -  las lagrimas empezaron a resbalar por sus mejillas  -  dime… ¿por un momento te has puesto a pensar como me siento yo?   -  se levanto despacio y camino hasta él -  tu más que nadie sabe de mi historia con Potter, como se te ocurre pensar que esto es lo más fácil para mi… ¿acaso crees que esto es un plan macabro?

 

-      Yo…  -  pero la chica no lo dejo terminar.

 

-      Crees que para mi, que soy completamente heterosexual, o era… -  dijo triste al hablar sobre su condición   -  ya no se ni lo que soy, dime, crees que es fácil dejar que un ser mi mismo sexo me bese y de pilón, que este sea mi rival en el colegio, y para colmo de males, que…que mi cora… zón   -  dijo ya llorando a mares gritándole todo su sentir al descubrir sus sentimientos por el moreno ante el italiano   -  sienta que lo necesita y que lo extraña,  y que no se que hacer, porque… por un momento me siento dividida en dos, no se si lo quiero porque soy Berenice, o si lo odio porque soy Draco, pero…solo se que en un momento dado quiero abrazarlo porque siento que me hace falta… porque quiero ver su sonrisa dedicada solo a mi, y que espero con ansias sus regalos o sus cartas? -  le grito  a pocos centímetros de su cara  -  ¿crees que es mi gusto estar así? - se dio la vuelta y le dio la espalda  - crees que para mi es fácil saber que Potter puede no enamorarse de mi, y yo…terminare siendo un mounstruo?  -  sollozaba sin parar   -  crees que para mi es fácil… saber que estoy convertida en un mounstruo y que me puedo quedar así… yo me siento en el aire… me siento mal… me odio por tener que necesitar de alguien ajeno a mi o a mi familia…me odio por desear… por necesitar que…sea Potter quien este aquí… conmigo…

 

-      Draco…Berenice…yo…lo siento…  -  dijo poniéndose de pie pensando por primera vez en lo que sentía la chica  -  yo…

 

-      Dime… ¿Cómo crees que me siento, cuan patética crees que me siento al ver su sudadera y acercarla a mi nariz y desear su olor mesclado con el mío, porque lo quiero tener junto a mi?  -  sintió al chico detrás de ella y sintió su proximidad y al ver de reojo como este la iba a abrazar, pero no lo dejo ni acercarse y regreso a sentarse a su cama, mientras Tobías estaba a punto de sacar al chico de la habitación, al ver como hizo que la chica comenzara a llorar  -   ¿crees que no he pensado en todo eso?  ¿Qué crees que siento cuando pienso…y  si Potter me repudia cuando sepa que soy un mounstruo?  O también cuando… ¿Y si el se enamora de Berenice y cuando vea que soy Draco…? Me aterra pensar si me rechaza…al ver que soy Draco? - suspiro con fuerza  - y no se si…si siendo Draco lo necesite igual… no se si todo volverá a ser como antes… yo no se como será mi vida, la cual ya tenia yo planeada antes de todo esto -  lloraba como una niña perdida  - vete  - dijo decidida  -  vete y no vuelvas, yo pensé que tu me entendías  porque pensé que eras mi amigo…pero ya veo que no…

 

-      No Berenice, tú y yo somos amigos de toda la vida, y yo te entiendo, de verdad… que lo hago…   -  dijo angustiado acercándose a la cama y poniéndose de rodillas en el suelo delante de la chica, arrepentido de su proceder  -  lo siento, dime que puedo hacer para ayudarte…

 

-      ¡claro!  -  dijo como si algo se le revelara  -  ¿y tu estas defendiendo a Potter…? dime Zabini, ¿desde cuando tu y Potter son amigos…y que tan íntimos son?  -  suspiro deseando ya quedarse sola y viendo al italiano muy callado  -  Vete  -  dijo resuelta, volteo a ver a Tobías y le dijo resuelta  -  acompaña al señor Zabini hasta la chimenea, ya se va.

 

-      Berenice  -  dijo desesperado el italiano, sabiendo que no había sabido abordar el tema, pues siendo un tema por demás delicado   -  en verdad lo lamento, es que no supe exponer mis dudas…Draco por favor…

 

-      Tu…  -  dijo la chica mirándolo a los ojos  -  no tienes porque tener dudas sobre nada, el problema es mío, y de Potter si acaso…-  recalco –  yo te agradezco la visita, a mí si me aclaraste muchas cosas…ahora si me disculpas, le diré a mi madre que viniste  -  se dio la vuelta y se alejo camino al tocador tomando un cepillo y comenzando con fuerza a cepillar su larga cabellera, todavía le dijo antes de verlo atravesar la puerta   -  y por si lo olvidaste soy Berenice…  - Tobías molesto miro al chico y le mostro la salida de la habitación.

 

-      Sígame por favor. 

 

-      Tobías…yo  -  lo intento una vez más con el elfo, sabiendo que este era muy cercano a su amigo   -  por favor…

 

-      Lo siento  -  dijo el elfo  -  yo no puedo ayudarlo, así que si me hace el favor de seguirme, le mostrare la salida.

 

 

Ya no pudo ver ni saber que la chica esta estaba hecha un mar de lagrimas  choqueada por todo lo que ella misma le había dicho al chico, ya no vio que aventó el cepillo al suelo aterrada por haber descubierto sus sentimientos ante él, pues siendo Draco Malfoy jamás se imagino depender  o de  sentir algo por el león líder de la casa Gryffindor,  ya no vio que se acerco a su cama y  se sentó sobre ella, se cubrió el rostro y lloro como no lo había echo desde el incidente del bosque…

 

A un lado de ella, apareció el elfo y se hinco junto a ella, mientras le acariciaba el cabello suavemente, tratando de ofrecerle compañía, sin decirle nada.

 

Al poco rato llego la Sra. Malfoy e inmediatamente fue a ver a su hija, interesada en saber si la visita del italiano se había realizado.

 

-      Hola mi amor  -  dijo la rubia mayor, mientras se acercaba a darle un beso a su hija, la rubia en parte estaba encantada con la condición de su hijo, porque Draco de chica era muy dulce, lo contrario a su hijo,  y definitivamente a ella le hubiera gustado tener una hija aparte de su rubio hijo, suspiro y mirándole los ojitos llorosos, pregunto preocupada   -  ¿Qué pasa mi amor?  ¿te tomaste la poción para el dolor?   -   pregunto inquieta   - ¿te duele algo nena?

 

-      Mami  -  dijo y comenzó a llorar  -  vino Blaise…  -  y así a grandes rasgos le conto de la visita del italiano, con pelos y señales, la rubia mayor se que pensativa, reflexionando en todo lo que le contaba su hija.

 

-      Pues yo creo que…no es tanto que sea o no amigo de Potter  -  suspiro  -  hija, yo mas bien pensaría que Blaise esta celoso.

 

-      ¿celoso?  -   dijo sin poderlo creer   -  ¿y porque Blaise iba a estar celoso, si no somos nada? 

 

-      ¿recuerdas que me contaste de aquel beso que te dio hace ya algún tiempo?

 

-      ¡Salazar bendito!  Si, ya recuerdo…  -  dijo ya mas calmada y pensando las cosas desde otra perspectiva  -  Solo eso me faltaba…  -  dijo de forma lastimera.

 

-      Debes entenderlo corazón  -  dijo la rubia mayor  -  imagina…que como chica, tu le gustas a tu mejor amigo, y él, al ver tu rechazo esta dolido  -  se sentó junto a la rubia menor  - y de pilón le gritas en su cara lo que sientes por ese chico, y ahora, solo imagínate como se sentirá al saber que tendrá que ayudar a su rival en amores a conquistar a la chica de sus sueños  -  es doloroso…

 

-      Pues si…   -  dijo pensativa la chica   -  sabes mamá, ya no quiero que Zabini me ayude a nada, no quiero arriesgarme a que por despecho, le vaya a decir a Potter lo de la maldición y termine  rechazándome…  - suspiro,  ya muy cansada  -  ¿Cuándo regresa papá?

 

-      Estará diez días en Italia, parece ser que esta preparando todo para acabar con los negocios que tiene el Sr. Bradley allá en ese país…  -  fue su turno de suspirar, se acostó junto a su hija y siguió platicándole de su padre  -  ya sabes que en negocios, no hay quien le gane a tu padre.

 

-      Si…  -   cerro los ojos y abrazo a su madre sintiendo un miedo atroz  -  si…si terminara el proceso y acabara siendo una chica por siempre… ¿tú me querrías igual madre?  -  dijo muy preocupada.

 

-      Mi vida   -  volteo a ver a su hija, que hacia lo posible por no darle la cara a su madre en un intento por no llorar de nuevo  -  yo te querría así fueras un gnomo de jardín, o un duende, o una sirena o cualquier criatura  mágica o así te volvieras muggle   -  le tomo el mentón y le levanto el rostro, solo para ver como la chica ya lloraba  -  hija, yo siempre estaré contigo y para ti, y ten por seguro que tu padre también   -  le beso la punta de la nariz.

 

-      Si claro…mientras no este Potter, seguro eso lo diría padre…  -  intento sonreír  en medio de sus lágrimas aun con la tristeza  que sentía   -  mamá…

 

-      Si nena…

 

-      A veces me siento tan…vulnerable, tan sola…a veces siento unas ganas horribles de tener a Potter junto a mi…  - la miro a los ojos buscando una respuesta  -  mamá… ¿tu…tu no crees que yo me quiero aprovechar de Potter, verdad?  ¿tu no crees que sea solo por…por volver a ser como antes, verdad?  hay Merlín, ya no se ni lo que digo  -  dijo cabizbaja.

 

-      Claro que no mi vida  -  la abrazo con fuerza  -  tu no te estas aprovechando de nada ni de nadie, tu no eres así  -  la chica suspiro, pues siendo Draco el trataría de sacar lo mas posible de la situación, pero siendo Berenice… -  yo te ayudare en todo lo posible para que ese chico Potter venga a visitarte, aunque…definitivamente mi amor, nunca nada volverá a ser como antes…  -  la soltó y le dijo decidida   -   escríbele una nota y dile que se aliste, que Tobías ira por el a Hogsmeade, ahora que tu padre no esta  -  le guiño un ojo a la chica.

 

-      ¿ahora? ¿Y…y el profesor Dumbledore?   -  dijo ilusionada mientras una sonrisa se dibujaba en su tierno rostro.

 

-      Si, ahora y por ese profesor no te preocupes, yo se lo que hago, el no va a ordenar quien entre a mi casa y  quien no   -  volteo a ver a Tobías y le dijo  -  alístate en cuanto mi hija reciba la respuesta.

 

-      Si amita Narcissa,  Tobías ira por el joven Potter que salvo la honra y el honor de mi amito Draco…

 

 

La chica inmediatamente escribió una nota y para asegurar rapidez, la ato a una águila real en vez de cómo lo hacia siempre, a una lechuza, a pero eso si, aclarándole a la lechuza que se quedo con ella mientras le acariciaba la cabecita que no era nada personal, solo era por la prisa con la que quería la respuesta.

 

 

En cuanto apareció el águila buscando a su destinatario, lo localizó a punto de entrar a la clase de pociones junto con la casa de la serpiente, cuando el águila localizo a Potter sin preámbulos se poso en su hombro, sacando de balance al moreno sorprendiéndolo y dándole un suave picotazo en la oreja, le estiro la pata para que este retirara la misiva.

 

El moreno lo retiro de inmediato e iba a leerla cuando vio que el profesor Snape lo estaba mirando muy serio, trago saliva y decidió leerla para más tarde, nunca se espero lo que le dijo el adusto profesor.

 

 

-      Si tiene tanta ansiedad por leerla, Sr. Potter puede hacerlo y contestarla a la mayor brevedad, nadie de aquí se lo va a impedir…  -  lo miro de arriba abajo y termino  de decir   -  prefiero darle cinco minutos y que haga lo que tenga que hacer, que poner en peligro a toda la clase con su impaciencia y su falta de concentración, no sea que vaya a ocasionar un accidente.

 

-      Gracias…   -  el chico trago saliva y se dio la vuelta pegando inmediatamente la carrera, no sabiendo a que atribuir tanta generosidad de parte de su profesor, lo que no sabia el chico, es que el profesor estaba también ansioso por recibir alguna noticia de su querido ahijado, cierto, es que el chico no era muy confiable, pero desde lo ocurrido aquella vez, el profesor no había vuelto a la mansión absolutamente para nada…así que no quedándole de otra…

 

 

El chico de la casa de los leones llego corriendo hasta su dormitorio y subiéndose a su cama, lo primero que hizo fue, cerrar las cortinas  y poner un hechizo para que nadie lo moleste, desenrollo el pergamino y comenzó a leer ilusionado.

 

 

 

Hola Potter: 

 

No se si sea muy rápido para ti, pero…bueno, si te alistas y vas a Hogsmeade, allá, por la casa de los gritos te encontrara Tobías a la hora de la comida, y el te traerá para la mansión… bueno, si es que aun quieres venir a verme…

 

Madre ya me dio permiso de que entres, ahora que padre viajo a Italia podemos vernos sin preocupaciones.

 

Pd: por favor no le comentes a Blaise que vas a venir, por favor, por favor, por favor, ah y por cierto, deja de preocuparte por Draco, el ya entendió que no lo quieras aquí cuando vengas a verme, así que cada vez que vengas el saldrá de la casa, si es que no a regresado aún a Francia.

 

Doble Pd: Eeh…tengo muchas ganas de platicar contigo y de verte, que ya me hice una trenza para que puedas subir por ella…

 

  1. Atte.    

Berenice R… Malfoy.

 

 

 

 

-      ¿R…?   -  puso cara de extrañeza   -  sonrió al imaginar que la R era de Rapunzel, volvió a leer por segunda, por tercera y por cuarta vez la carta que tenia entre sus dedos, y dejo escapar un suspiro lleno de pesadumbre…  -   lo único malo es que no estará Draco  - levanto  sin querer si mirada hacia arriba y vio sobre el dosel de la cama al enorme águila que lo miraba ya que lo había estado siguiendo por el colegio en su trayecto a su dormitorio, se dio cuenta de que tenia que responder,  y por lo visto el animal no se iría sin la respuesta, le sonrió y abriendo sus cortinajes, bajo los pies de su cama y se sentó, estiro la mano y saco del cajón de su mesita de noche papel, una pluma y un tintero, escribió la respuesta y mientras se la ataba a la pata del enorme ave, le pregunto nostálgico…   -  ¿es posible amar a dos personas a la vez…?  -  el enorme animal solo le dio un ligero pinchazo en una de las manos y emprendió el vuelo, saliendo por la ventana abierta de la habitación del chico.

 

El ojiverde saco su varita hizo un Tempus y vio que aun faltaban unas tres horas para la hora de la comida, pensó que dos serian de pociones y una hora libre antes de la hora señalada por la chica, se mordió el labio pensando si entrar a clases y después correr un poco, o mejor salir de una vez a Hogsmeade y recoger  personalmente el nuevo obsequio para la chica, no lo pensó dos veces y sin necesidad de poner en una balanza para descubrir que era lo mas importante para el, vio que contaba con el tiempo perfecto.

 

Sin prisa se metió al baño, se ducho, se arreglo poniéndose unos jeans negros, con una playera roja, zapatos, se perfumo, intento peinarse, saco el mapa del merodeador,  por si las dudas su capa de invisibilidad, lo metió a su mochila, tomo una sudadera por si se le hacia tarde para el regreso y hacia frio, un buen puñado de galeones, su varita y sin decirle nada a nadie, emprendió su camino al pueblo de Hogsmeade.

 

Estaba decidido a poner en claro sus sentimientos con la chica y de paso averiguar que era lo que ella sentía por el…aunque había alguien que no podía sacarse de la mente por mas que lo intentara…Draco Malfoy.

 

Mientras una enorme águila iba llegando a los terrenos de la enorme mansión Malfoy llevando atado a su pata la respuesta que esperaba ansiosa la chica de larga trenza rubia encerrada en su torre…

 

Notas finales:

Pues espero y les haya gustado, asi que para levantarme un poco el animo, estaria de mas, pedirles algun comentario?  PLIIIS  Bueno, pues cuidense y nos leemos la semana entrante. por cierto...FELIZ NAVIDAD A TODOS.


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