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La Maldición de las Princesas. por Sami chan

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Notas del capitulo:

Pues aqui trayendo otro capitulo más, asi que a leer se a dicho...

CAPITULO  CUATRO

 

 

A una semana de la partida de los dos profesores, llego el director del colegio, muy  apesadumbrado por cierto, hablo brevemente con el matrimonio Malfoy y les dijo que hablarían cuando regresara el profesor de pociones para ver si traía algo más.

Habían pasado  exactamente diez días…cuando, estando en un descanso ya casi para terminar las clases de ese día, muchos de los alumnos estaban sentados frente al lago, que más que estudiando, entre ellos había uno que lo que hacia era “admirar” según él los tentáculos del calamar gigante, pero que no perdía de vista a cierta rubia de la casa contraria, suspiro y al momento de girar la cabeza, vio como una lechuza llegaba volando y suavemente se posaba en una de las piernas de la rubia, que estaba con su grupo de amigos, sentada a unos diez metros de él y sus amigos, la estaba tratando de observar cuando vio a la lechuza aparecer, vio como la acaricio y después le quito la nota y la leyó con avidez y disculpándose con sus amigos, se levanto, tomo su mochila y perdiendo la compostura comenzó a correr…así fue como se dirigió al interior del castillo.

En su rápido andar paso cerca de donde estaba el moreno ojiverde sentado, y este a pesar de que ya comenzaba a caer la tarde, observo bien sus facciones, viendo por primera vez un poco mas de cerca su bonito rostro, por Merlín…como le recordaba a Draco, vio un asomo de sonrisa en su bello rostro y dejo escapar un suspiro, la dejo adelantarse, viendo con desaprobación que después de que ella paso casi corriendo, Aidan que estaba detrás de un árbol agazapado hizo lo mismo, así que disimuladamente cerro su libro y sin despedirse y sin importarle que sus amigos lo vieran con desconcierto, tomo su mochila y comenzó a caminar hacia el castillo, ya adentro hecho a correr detrás del chico Bradley.

A lo lejos vio como la rubia llegaba hasta la gárgola al mismo tiempo, vio que el pasadizo se abría y por el venia bajando el profesor de pociones, el cual al ver a la chica, le abrió los brazos, recibiendo un abrazo muy efusivo  y un cálido beso en la mejilla, mientras el pocionista después de un chispazo de asombro asomado a sus ojos le devolvía el abrazo y el beso en la frente.

Potter no supo que pensar, pero suspiro aliviado al ver que la chica ya no corría peligro por el momento, se dio la vuelta y comenzó a caminar rumbo a su sala común, claro no pudo darse cuenta de cómo Aidan apretaba los puños con tal fuerza que se hizo sangrar las palmas de las manos por enterrarse las uñas de la fuerza empleada por el coraje que estaba sintiendo en ese momento…

Así que maldecía una y otra vez al pocionista, por ser el dueño del corazón de su rubia obsesión.

Y maldecía otro tanto al maldito vejete desgraciado que tenia por director, al querer alcahuetear las reuniones de enamorados que tenían ese par, y se pregunto una y otra vez… ¿Qué acaso ese maldito profesor, no se daba cuenta de que el rubio estaba destinado a ser el futuro Sr. Bradley Malfoy o seria Malfoy Bradley?  -  bah, eso ya no importaba.

Y maldiciendo a todo el mundo mágico de la rabia que sentía, se dio la vuelta y se encamino rumbo a su habitación en la casa de los Slytherin, sabia que no tenia caso seguir ahí mientras estaban es su reunión de enamorados, pues sabía que como habían pasado muchos días separados seguro querrían ponerse al día…

Suspiro, reconociendo que tendría que escribirle a su padre para saber exactamente como trabajaba la dichosa maldición, ya que en su locura de quererlo para él y con la premura de que nadie le pudiera poner la mano encima, y creyendo que la rubia al enterarse de quien había puesto la maldición sobre su persona, esta se le arrojaría prácticamente a sus brazos, no se tomo la molestia de informarse bien de cómo actuaba esta  maldición… además debía preguntarle por algún remedio para poder separar a la pareja de tortolitos.

Mientras ya en la sala común de la casa de los leones, Harry estaba recostado sobre el sillón muy pensativo, se sentía afligido, molesto y como desamparado…definitivamente estaba por reconocer que le hacia falta alguien…suspiro y se rió de si mismo…de sus pensamientos.

-      ¿Cómo es posible que extrañe a Malfoy?  -  giro la cabeza en forma negativa, pensando en que estaba loco -  ¿como era posible que extrañara las peleas constantes con el rubio?  - volvió a suspirar y encontró la respuesta, como demonios no lo iba a extrañar, si el rubio le había hecho la vida imposible desde el primer curso, y de eso ya habían pasado casi seis años, vaya, si se la hiso imposible desde el primer día de escuela…es más, aun ni siquiera les otorgaban casa, y este maldito rubio ya le había hecho pasar el primer coraje…sonrió, eso era lo que le daba vida a su vida en el colegio.

-      ¿pasa algo Harry?  -  dijo su amiga Hermione, provocándole que casi cayera del sillón del brinco que pego con el susto  -  oh perdóname Harry, te asuste…  -  se disculpo con una sonrisa “inocente”.

-      Oh no te preocupes Hermi, solo estaba pensando…  -  le sonrió  -  pero la verdad es que no te esperaba.

-      ¿y puedo preguntar en que o en quien pensabas que hasta brincaste como si te hubiera pillado en algo prohibido?  Vamos Harry, dime que estas tramando  -  dijo la chica con una sonrisa ya más abierta  -  Ron a estado molestando porque ya vamos para dos semanas de clases y tú casi no has estado con nosotros.

-      No pasa nada…  -  levanto un poco los hombros así como restándole importancia al comentario  -  Solo pensaba en…en Malfoy…  -  dijo, dejando escapar un suspiro inconsciente de lo que eso significaba para alguien tan…fijada.

-      ¿en Malfoy? - lo miro extrañada  - eh…en Draco, verdad…, o en su prima? -  dijo al mismo tiempo que le guiñaba un ojo  -  Porque si Ron te escucha pensara que enloqueciste, ya sabes como odia a Malfoy…  -  se sentó a un lado de él y dejo que el colocara sus pies en su regazo, la posición era la misma que con la chica Weasley, pero hacerlo con la castaña no le molestaba pues esta era como su hermana,  no como si lo hiciera la pelirroja.

-      No se…  -  dijo mirando la chimenea apagada  - es solo que…  -  sonrió como bobo  -   no te vayas a reír o a enojar, Hermi…

-      No te preocupes Harry   -  dijo la chica viendo como se formaba una sonrisa en el rostro del ojiverde  -  yo nunca me burlaría de ti de ningún modo, de enojar pues…tu sabrás si te lo ganas o no.

-      Siento…como que…vaya pues…  -  reconoció delante de la chica  -  lo extraño…  -  dijo casi en un susurro, a pesar de que estaban solos en la sala, ignorando todo lo que le dijo la chica.

-      ¿en serio Harry?  -  dijo ella con una sonrisa en el rostro, pues sabia a que se refería su amigo  -  mira que es de Malfoy de quien estamos hablando…

-      Si, pero extraño sus constantes peleas, sus comentarios mordaces, sus insultos, sus indirectas…  -  suspiro de nueva cuenta  -  vamos para seis años compartiendo el y yo a las chicas, vaya, es como para extrañarse… ¿o no?  -  sonrió tratando de justificarse.

-      ¿compartiendo?  -  la chica se rio  -  eso no era compartir Harry, ustedes tenían una absurda competencia por ver quien conquistaba más chicas cada año…

-      Pues eso es lo que más extraño, Hermi…pero también extraño su mal humor…   - levanto sus pies para bajarlos y se sentó despacio, recargando su cabeza en el hombro de su amiga  –   quien diría que yo reconocería que extraño y mucho a ese condenado rubio estirado, prepotente y grosero…es…  -  hizo un ademán con las manos como si no pudiera explicarse, para después terminar de decir  -  es como si extrañara a…un hermano con el que peleara constantemente y ahora que ya no esta más, pues…

-      ¡hay Harry…! ¿un hermano?  -  dijo la chica en medio de un suspiro  -  ¿que puedo decirte que no sepas…?  Bueno si…yo también extraño su presencia por el castillo, además…vaya era una excelente competencia en las puntuaciones, oye y por cierto… ¿y que piensas de la chica Malfoy?  -  dijo muy pensativa.

-      Que me gustaría conquistarla, solo para demostrarle a Malfoy que puedo hasta con las mujeres de su familia…  -  dijo sin pensarlo ni un poco.

-      Hey…  -  dijo la chica ya molestándose un poco, mirándolo a la cara  - mejor no te metas con ella, si lo haces solo para demostrarle a Malfoy que puedes conquistar a la chica que quieras, la única que saldrá dañada será…ella, su prima, y ella no tiene la culpa de la maldita competencia que hay entre ustedes dos.

-      Tranquila Hermi, eso no sucederá  -  la miro -  ya que el no estaría presente para verlo…  -  se levanto despacio  -  y si el no esta presente para verlo, pues no tiene caso ni siquiera intentarlo…  -  le sonrió y termino de decir  -  voy a volar un rato para despejarme…

-      Ok, pero antes déjame decirte esto Harry, no lo hagas…no juegues con ella, ni  mucho menos si es por demostrarle nada a nadie  -  le guiño un ojo y termino de decir  -  te esperamos en el comedor  para cenar  -  le dijo por ultimo la chica.

-      Ok, allá los veo entonces…  -  y salió.

 

La chica ya no dijo nada, pues intuía por donde iba el asunto, pues “extrañar a tu némesis…”  era algo para ponerse a pensar, aunque él lo disfrazara con esa palabra… ¿hermano…?  Si como no…suspiro, pensando en que no quedo muy conforme con la respuesta que le había dado su moreno amigo…

 

&&&&&&&&&&&&

 

El profesor de pociones y la rubia subieron abrazados, la chica estaba feliz de que su padrino había regresado, recibiéndolo con un abrazo y un beso en la mejilla, acción que descoloco un poco al serio profesor, pensando que esta era una acción que no cuadraba para nada con la personalidad de su ahijado, esta era una reacción típicamente femenina… y Draco no era muy cariñoso que digamos…pero esto ella no lo vio de esa forma y esto era por varias razones, en primera, porque lo extrañaba, era la tercera persona aparte de sus padres que lo quería incondicionalmente, sin segundas intenciones, sin buscar la maldita fortuna que implicaba llevar el apellido Malfoy, en segunda, porque si había regresado, eso era indicativo de que traía información sobre la maldición que el cargaba encima y que lo tenia convertido en una chica, en tercera, pues era su profesor de pociones, y ella…el adoraba esa clase y era excelente en esa materia, y desde que el se fue, el profesor que quedo en su lugar no les enseñaba igual…según el rubio.

Entraron juntos a la oficina del director, y ahí ya estaban sus padres a los cuales adoraba, corrió y beso a su madre, para en seguida ir a donde su padre y después de darle un beso en la mejilla, sentarse en las piernas de su padre…

Este otro pequeño detalle, solo puso en alerta a los cuatro personajes que aparte de ella se encontraban en la gran oficina, pues ella sin siquiera pensarlo, actuó como lo hubiera hecho la hija del matrimonio…si acaso la tuvieran, pues Draco ¡JAMÁS! Jamás en su vida hubiera hecho semejante cosa…ya que un Malfoy jamás, pero jamás tiene esa clase de demostraciones…y menos en publico.

Ya casi anochecía y Potter fue por su escoba y salió a volar un rato, dio varias vueltas alrededor de todo el castillo, sin querer pasando por la oficina del director, pero como ya había oscurecido, no se podía ver lo que había o pasaba afuera, el moreno por accidente volteo a ver la ventana abierta y lo que vio le atrajo la atención…vaya, le gusto, tanto que se quedo quieto sobre su escoba, mientras miraba para adentro…

Dentro de la oficina, estaban el director, sentado en su silla detrás de su enorme escritorio, junto a el en otra silla se estaba sentando el profesor de pociones, frente al escritorio habían tres sillas, pero solo dos estaban ocupadas, y eran por el matrimonio Malfoy, en una la Sra. Malfoy tomando la mano de la jovencita que estaba sentada en las piernas del Sr. Malfoy, mientras este la abrazaba protectoramente, cerro los ojos y aspiro con fuerzas el aire helado de la noche, decidió que era suficiente por ese momento ya que en ese momento vio que la chica soltó al patriarca y camino rumbo a la ventana, miro su rostro y vio tristeza, desolación en el, así que  bajo despacio muy contrariado, llego al suelo, tomo su escoba y camino directo a su habitación.

Llego a su habitación, guardo su escoba y se dispuso a ir a cenar, donde estaba seguro lo esperaban sus amigos.

Cuando llego, efectivamente ya estaban sus amigos, se fue a sentar junto con ellos, quedando frente a Hermione, mientras a un lado de esta Ron, dándole con ganas a unas papas junto a varias piezas de pollo frito, les sonrió a ambos, pero la sonrisa se le borro en un instante al notar como la chica pelirroja se deslizaba a su lado y se enroscaba a su brazo como si la vida le fuera en ello, lo molestaba lo empalagosa  que era la chiquilla, así que con todo y que no quería ser grosero por respeto a su amigo, rescato su brazo de ese secuestro a su extremidad y dijo suave pero firme…

-      Mira Ginny…  -  suspiro, le dolía decirle esto porque ella era la hermana pequeña de su mejor amigo, pero continuo  -  te pido de favor que no vuelvas a hacer eso…

-      ¿Por qué Harry?  ¿es malo que quiera estar contigo? Si yo…  -  pero no la dejo terminar…

-      Te digo esto solo porque eres la hermana de mi mejor amigo, y no quiero que hablen nada de ti, debes entender que entre tú y yo…  -  suspiro  -  nunca, entiéndelo bien, nunca va a haber nada… - la miro con cariño y termino de acabar con sus ilusiones  -  para mi eres como una hermana pequeña, nada más…o dime…  -  suspiro fuerte  -  ¿te gustaría ser solo un numero más agregado a una lista? Porque déjame decirte que solo eso serias para mi…no más…y no quiero dañarte.

 

La chica ya no dijo nada, de echo nadie dijo nada, pero si la vieron como tratando de contener las lagrimas, se levanto y salió con prisa del gran comedor, el moreno volteo a ver a su amigo que se les había quedado viendo, esperando oír la conversación para ver la reacción de su hermana, el sabía de antemano que el moreno no gustaba de la chiquilla, y este se lo había dicho con anterioridad para que no hubiera malos entendidos entre ellos, acción que el pelirrojo le agradeció.

Eran amigos y se apreciaban de verdad, y de hecho el pelirrojo prefería que entre su amigo y su hermana no llegara a fructificar nada, más que su amistad, ya que el sabia de todas las conquistas del moreno y sabia que este no buscaba nada serio.

Por otro lado, su hermana aunque era más pequeña e iba dos grados menos que ellos, ya había tenido sus noviazgos y sabia que era muy especial, era…muy celosa, posesiva, gritona y…era su hermanita, si, pero…pero reconocía que era muy empalagosa, y conocía a su amigo, y este de cariñoso no tenia nada, más que cuando las quería conquistar, y no se había dejado dominar por ninguna de las chicas con las que había estado, y de pilón, el había pasado más allá de los limites permitidos…si no es con todas…con la mayoria si.

Así que vio a su amigo y le hizo el gesto de levantar los hombros, como diciéndole… - ya se le pasara…

Cenaron y después salieron a caminar un poco a los jardines para hacer la digestión.

 

&&&&&&&&&&&&&

 

Apenas saludo a sus padres y se sentó en las piernas de su padre, todos emitieron un suspiro, quedándose asombrados con la actitud de la pequeña rubia.

 

-      Bueno  -  dijo el director a los presentes  -  Severus y yo hemos juntado la poca o mucha información que logramos recopilar  y solo podemos darnos mas que una ligera idea de cómo actúa…  -  Severus suspiro y continuo…

-      Draco… - lo miro muy preocupado -  como ya te habíamos dicho, a esta maldición se le llama “La maldición de las Princesas”,  porque precisamente así es más o menos como se retira de tu persona, pero…

-      Ese “pero” no me gusta padrino -  dijo la jovencita aferrándose más a su padre  -  la verdad es que…ya ni se si quiero saberlo o no…

-      Tranquilo hijo  -  dijo el patriarca apretando más el abrazo a su hijo  -  seguro en su viaje encontraron la cura… ¿verdad que si…?  Por favor…  -  imploro el rubio.

-      Tranquilos  -  dijo el director  -  aquí Severus tuvo un poco más de suerte que yo y al parecer el encontró, incluso un descendiente de una de las pocas personas que lograron salir con bien de esa situación…

-      De hecho…de todo lo que pude averiguar, es que, de todas las personas que en su tiempo recibieron la maldición, solo tres en toda la historia lograron salir con bien.

La chica soltó a su padre y levantándose camino a la ventana, de pronto sintió una tristeza inmensa y tuvo ganas de salir corriendo y de ponerse a llorar, sintió rabia en su interior, como Draco Malfoy él nunca se había sentido así…y la verdad es que le molestaba esa situación…volteo a ver a los cuatro adultos que se habían quedado callados en cuanto ella se levanto y camino abrazando su padre por la espalda, suspiro y dijo…

 

-      Vamos padrino, será mejor que lo digas de una ves…  -  aparentando una fuerza que no sentía en absoluto…  -  explícame que significa eso de…lograron salir con bien…?

-      Bueno, ahijado…  -  comenzó el pocionista  -  esta maldición como te había dicho antes, es peligrosa entre más pase el tiempo…  -  suspiro  - será mejor que te sientes…

-      No, lo que tengas que decir…  -  trago en seco -  dilo de una vez…por favor padrino, que me estoy muriendo de la maldita ansiedad.

-      Teníamos razón, esta maldición se quita cuando recibas… -  dijo con cautela -  un beso…

-      Pero…  -  sonrió triste  su madre  -  no creo que sea tan fácil, hay algo más...lo se…nada puede ser tan fácil y a la vez tan difícil…

-      No…de hecho, es verdad… no es tan fácil  -  lo vio y dijo  -  ahijado…  -  suspiro  -  al parecer tienes que… enamorarte…

Solo se escucho su amarga risa, soltó a su padre y se sentó doblándose de la risa sobre su silla y al mismo tiempo dejando escapar unas lágrimas dijo…mientras los adultos la veían, ella creía que con lastima.

-      Que buena broma padrino, si claro, y como es tan fácil, ya…uno va diario por ahí enamorándose de cualquier tipo que se te atraviese en el camino… -  se le quedo viendo y dejando escapar un largo suspiro dijo   -  yo tengo que recibir un beso de… amor, ¿cierto? 

-      Si…

-      Lo dicho…que buena broma…Hum…  - cerro los ojos aspirando con fuerza, antes de continuar con la platica  -  así que… quien me lo de… ¿debe de estar enamorado de mi?  - sonrió  -  porque si es así, no es tan difícil… ¿o si? Porque  ten en cuenta padrino de que yo no voy a ir por todo el maldito colegio besando sapos, para ver  quien se descubre como mi príncipe azul…o ¿debo decir princesa? -  trago en seco  - O… ¿soy yo quien debe enamorarse…?  -  sintiendo asfixiarse por un momento.

-      El problema con esta maldición joven Malfoy, es que  -  intervino el director  -  bueno…se que no es fácil, pero hay que buscar como hacer para enamorarse…

-      ¿Qué quieres decir Albus?  -  dijo preocupado el rubio mayor comenzando a pensar, si acaso no era todo eso una maldita broma  -  ¿te has vuelto loco, acaso crees que es tan fácil?  

-      Bueno, dejen de preocuparse, ya sabe si quiere lo puedo hacer por vía lechuza, eh visto unos cursillos rápidos que vienen en dos o tres lecciones…  - dijo sarcástico el chiquillo dirigiéndose a los dos profesores   -   después de todo me lo dicen dos de los personajes que en su vida han sentido lo que es el amor…

-      ¡Ahijado!  -  dijo el pocionista algo molesto.

-      ¡AHIJADO  NADA!  -   grito frustrado  -  ¿Cómo esperas que lo haga así nada más?  como si fuera tan fácil, dime que tengo que hacer…eh…me imagino que tu eres un experto en estas cuestiones…  -  y mientras gritaba, manoteaba  y despotricaba daba vueltas como león enjaulado por toda la oficina, volteo, se les quedo viendo y se dirigió a la puerta y salió corriendo con las lagrimas resbalando por sus mejillas, mientras murmuraba la palabra…   -  enamorarme…si como no  -  de forma sarcástica  -  que gran estupidez.

-      Hijo…  -  dijo la rubia queriendo llorar.

-      Déjalo Cissy…  -  la detuvo su marido viendo que ella ya comenzaba a levantarse para ir detrás de su hijo  -  necesita asimilar esto poco a poco…  -  suspiro y vio interrogante a los otros dos hombres  -  porque me imagino que no solo es eso… ¿o me equivoco?

-      Dejémoslo pensar un poco Lucius…  -  le contesto su viejo amigo  -  porque le he visto varias situaciones y me asusta que actúa como una chiquilla…

-      Si…lo sabemos  -  dijo el rubio mayor.

Todo el que había salido ya del comedor y andaba deambulando por los largos pasillos se le quedo viendo al ver que corría como posesa y de pilón llorando.

Salió corriendo a los enormes jardines del colegio, por donde el camino daba a la casucha del guardabosque Hagrid, no se dio cuenta de que en el camino venían tres chicos de Gryffindor,  para más especificaciones…el trío dorado, quienes al verla correr por uno de los caminos y viendo que ya era tarde, uno de ellos salió disparado detrás de ella, sin siquiera despedirse de sus amigos.

El pelirrojo iba a salir detrás de su amigo, pero la castaña lo tomo del brazo y sin decirle nada, con solo un movimiento de forma negativa, el pelirrojo entendió y los dejo ir…

El moreno la alcanzo a ver como se perdía entre los arboles del bosque prohibido sin siquiera darse cuenta, sobre todo en lo peligroso que esto podía ser, el moreno suspiro, debía dar gracias la chica, de que quien la siguiera fuera el y no su compañero de casa, ese mero, el que estaba obsesionado con ella…

Por fin le dio alcance y pensó en si se acercaba o no, pues hacía un buen rato que la vio entrar en la oficina del director,  y después  verla en las piernas del Sr. Malfoy, se le hizo tan tierna…tan…niña, que verla ahora llorando tan desolada… que sintió una infinita ternura, y unas ganas inmensas de abrazarla y protegerla, pero sobre todo, en ese momento de consolarla.

-      Eh…disculpa  -  dijo con cautela para no asustarla  -  ¿pero sabes a donde te has venido a meter? Estar aquí es peligroso…muy peligroso, sobre todo para una chica tan bonita  y sola como tu…  -   solo vio como la chica rodo los ojos, como burlándose de él, pero lo desconcertó aún más cuando le respondió.

-      Y que… ¿tú eres mi héroe salvador?  -  se levanto de donde se había sentado a llorar su desgracia  -  no seas ridículo y lárgate de aquí, necesito estar a solas…no necesito que me protejas de nada, ni de nadie, conozco estos bosques como la palma de mi mano, así que, ahórrate tus métodos de conquista baratos conmigo…Potter  -  y  dijo su nombre exactamente como lo decía el rubio, arrastrando las palabras, eran tan exactos los dos rubios que se sintió descolocado al instante, pero reacciono y dijo…

-      Mira…  -  se acerco un poco más, arriesgándose a recibir más groserías de parte de la rubia  -  por lo visto ya sabes quien soy, y…  -  la detuvo con la mano al ver que la chica iba a hablar, levanto la mano y la paso por su alborotada cabellera, levantándola un poco mas  -  no es mi intención ser “tu héroe salvador”, ni conquistarte ni nada por el estilo, créeme y mucho menos por…  -  lo pensó y decidió guardarse sus comentarios sarcásticos, hablar así no era su estilo - pero la verdad es que…-  suspiro  -  lo siento… pero no puedo dejarte aquí sola, es muy peligroso, seas una chica o no, y aunque… conozcas los bosques como la palma de tu mano…  -  recalco la frase dicha momentos antes por la chica  -  no estas segura, así que te suplico encarecidamente que me acompañes de regreso…o si lo prefieres, pues  llamo a alguien para que venga a hacerte compañía, pero sola aquí… definitivamente, no puedo dejarte.

La chica se le quedo mirando unos segundos y dejando escapar un suspiro, despacio  se levanto, no quiso reconocerlo al instante, pero la verdad es que el chico tenia razón, e internamente y sin decir nada, agradeció la preocupación pues recordó al maldito estúpido  que le había ocasionado semejante situación, y sintió escalofríos.

 

-      ¿Tienes frio?  -  le pregunto el chico dorado, viendo que la chica al moverse se había estremecido, así que hizo el mote de quitarse la sudadera para dársela.

-      Y aunque lo tuviera   - le contesto enojada  -  no pensaras que me voy a poner semejante pulguero, ¿verdad?

-      Pues disculpa si no es de marca de diseñador, pero el objetivo lo cumple…  -  se defendió el moreno, reconociendo el parecido que tenia la chica con el rubio Malfoy, hasta en la forma de caminar…de hablar…vio la hermosa cabellera y ganas le dieron de enredar sus dedos en esas hebras platinadas para poder sentir su suavidad…caminaron unos pasos, pero sonrió cuando escucho decir a la chica muy enojada.

-      Bueno, ¿y que estás esperando que no te la quitas y me lo das, acaso no ves que tengo frio?  -  dijo muy altiva.

-      Ok, ok, solo no te enojes…  - no pudo evitarlo y sonrió,  se la quito y se la dio, esperando que se la pusiera para comenzar el regreso al castillo  -  si quieres te puedo abrazar y hacerte entrar en calor…es más rápido… 

-      Vade retro Satanás…  -  la chica se rio de sus intentos  de conquista y dijo  - vaya, vaya…eres patético Potter,  así que te lo diré de una vez…conmigo pierdes el tiempo…  -  lo miro a los ojos y alzando una ceja en una mirada típicamente Malfoy le dijo burlándose de él  -  Ya… ¿quieres conquistarme para restregarle a mi primo que también lo puedes hacer con las mujeres de su familia, no? - pero si hasta parecía que le había leído la mente   -   Olvídalo Potter…no eres mi tipo.

-      ¿de verdad no soy tu tipo?   -  se acerco un paso mas a la chica  - ¿en serio seria tiempo perdido?  -  suspiro y no espero respuesta, la vio y mejor  hiso el intento de saber cuales era sus motivos para estar en semejante situación  -  y puedo preguntar… ¿porque saliste tan alterada del castillo?

-      Claro que puedes preguntar…  -  dijo la chica acomodándose la grande sudadera.

-      Ah bueno… y ¿Por qué saliste llorando y viniste a dar hasta acá? Es peligroso…

-      En primer lugar que te importa y en segunda, no te metas donde no te llaman  -  dijo la rubia comenzando a caminar de regreso, pasando de el, prácticamente como ignorándole.

-      Oh… ¿no me dijiste que podía preguntar?  - dijo el moreno que sin querer sonrió.

-      Dije que podías preguntar,  más nunca dije que yo te contestaría   -  dijo ya cerca del castillo, cuando vieron aparecer muy preocupados al matrimonio Malfoy, el patriarca muy inquieto iba a reprender a la chica, pero un suave movimiento de la rubia mayor lo detuvo,  y también venia con ellos el profesor de pociones, que acercándose a la chica, la reprendió tratando de que no escuchara el moreno.

-      Dra…Berenice, jamás vuelvas a hacer eso, nos asustaste en verdad, recuerda que hay alguien que te tiene vigilada…

-      Descuida padrino…  -  hiso un gesto para restarle importancia al asunto  - estoy bien, no me paso absolutamente nada, el colegio esta lleno de héroes…príncipes…y sapos…  -  dijo dirigiéndose al chico a su lado, suspiro  triste  -  a la mejor aparece el mío, ¿no?  digo…para rescatarme…  -   el profesor ya no dijo nada y volteo para darle las gracias al chico.

-      Gracias Sr. Potter  -  definitivamente, así no podría llamarle la atención al chico por andas a esas horas fuera del castillo.

-      Por nada profesor…  -  volteo a ver al matrimonio Malfoy  -  señores Malfoy…  - y con un movimiento de cabeza se despidió, volteo a ver a la chica por un instante y dijo con un asomo de sonrisa   -  Berenice…  -   y se fue a descansar.

 

El matrimonio Malfoy, se acerco a la chica y caminando en medio de sus abrazos la guiaron a su habitación, junto con el profesor de pociones.

Cuando llegaron se encerraron los cuatro en la habitación de la chica y poniendo algunos hechizos de confidencialidad, decidieron seguir con la reunión.

 

-      Creí que ya habíamos terminado con esto  -  dijo molesta la pequeña rubia dejándose caer en su cama  - ¿acaso se les olvido decirme de quien debo enamorarme?

-      Draco, aun no acabamos con esto…  -  dijo el pocionista  -  esto es muy peligroso y debes saberlo todo…

-      Lo se, padrino  -  suspiro cansada, volteo a ver a sus padres, los cuales estaban muy mortificados y no habían podido articular una sola palabra, y que por lo visto ellos ya estaban enterados de todo…

-      Padre…madre… -  la chica imploro  -  ¿podemos seguir con esto mañana, o pasado mañana o que se yo…?  -  enterró la cara en la almohada  y dijo  -  por favor…tanto estrés me tiene agotada.

-      Mañana volveremos Draco   –   dijo el rubio, mientras se agachaba a darle un beso en la cabeza  -  cuídate y cualquier cosa, acude a Severus…

-      mi vida…  -  dijo la matriarca haciendo lo mismo que su esposo -  ¿necesitas que te traiga algo de la mansión?

-      Otra vida madre…  le sonrió  -  no nada más, pero gracias de todos modos…  -  dijo la jovencita dándose la vuelta para despedirlos a los tres  -  buenas noches a todos.

-      Buenas noches mi amor  -  dijo la rubia.

-      Descansa hijo  -  dijo el rubio mayor.

-      Mañana seguiremos con todo esto Draco, mientras descansa.

-      ¿tengo opción acaso?  -  dijo la chica sin voltear a ver a su padrino, suspiro y dijo  -  tu también descansa padrino, buenas noches.

 

Y salieron uno por uno de la habitación cerrándola con sus respectivos hechizos de protección, sabiendo de antemano que unos ojos los vigilaban.

 

 

 

 

Notas finales:

Bueno, pues si que les puedo decir, si no quieren decir si les gusto o no, ni modos. verdad?


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