Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La Maldición de las Princesas. por Sami chan

[Reviews - 101]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

PUES AQUI DE NUEVO.

CAPITULO  CINCO

 

Al día siguiente, la jovencita se levanto sin ganas, se sentía deprimida y con muy justa razón, de solo pensar que no era eso lo único que le estaba pasando, quiso aplicarse un avada ella misma…

Se baño, se arreglo sin ánimos de nada y espero que alguien tocara a su puerta para poder salir…

-      Buenos días Zabini  -  dijo sin ganas la chica.

-      Buenos días Malfoy… - le sonrió el italiano  -  ¿Cómo que amanecimos sin ánimos?  -  dijo sonriéndole.

-      Algo así…   -  aun así, le dedico una sonrisa y un guiño que le quito el aliento al muchacho  -  no te preocupes.

-      Bere…Malfoy   -   titubeo el chico frente a la rubia y dejando escapar un suspiro dijo finalmente  -  eh… ¿crees que podríamos salir a dar una vuelta por los alrededores del castillo?  Digo…para que ver si así, se te levanta un poco el ánimo, ¿no?

-      Claro… ¿Por qué no…?  -  la chica lo dijo sin pensar ni darse por enterada de la mirada ilusionada que tenia el moreno en ese momento.

El chico se sintió transportado a los cielos en ese momento, tanto que ni cuenta se dio de la mirada asesina que cierto chico de ojos amielados le dirigía, pero no a él, si no a la chica.

Caminaban sin darse cuenta de nadie más, llegaron al gran comedor y a punto de sentarse, el profesor de pociones se dirigió a la rubia y le dijo sutilmente…

-      Eh…Srita. Malfoy, la espero en mi despacho después del desayuno…  -  vio al chico a su lado y dijo mientras levantaba una ceja  -  y vaya sola por favor.

-      Pero profesor…  -  dijo la chica a punto de sentarse y comenzar a desayunar.

-      Aún no es tiempo…  -  fue lo ultimo que dijo el pocionista.

 

Ninguno reparo en las miradas que los siguieron desde que entraron hasta que comenzaron a ingerir sus alimentos, las miradas aumentaban…

Pues como desde que ingresaran al colegio, el chico que casi siempre la acompañaba sin falta era el italiano, muchos comenzaron a creer que ellos dos sostenían una relación.

Apenas terminaron de desayunar, la chica se levanto para salir, e inmediatamente Zabini la siguió…

-      No Zabini, el profesor Snape dijo  que fuera sola  -  dijo deteniéndolo en su intento por acompañarla.

-      Vamos, solo te acompañare hasta la puerta de su oficina  y de ahí me voy a la clase  -  le sonrió  -  te guardare los apuntes…que tal?

-      Ok, gracias  - la chica le sonrió  coqueta  -  eres un verdadero amor.

 

Caminaron hasta la oficina del profesor de pociones, la chica toco y recibió el permiso para entrar.

 

-      Padrino…tú dirás…  -  entro y se sentó sin esperar a la señal que le hiciera el profesor apuntándole al  sillón.

-      Le pedí permiso a la profesora Sprout para que faltaras a su clase, y para que terminemos  de hablar.

-      Padrino…   -  suspiro en forma derrotada y se desguanzo en el sillón muy desanimada.

-      Dime ahijado…  -  dijo viéndola muy pensativa.

-      Padre…  -  suspiro  -  ¿padre ha hecho algo…?  ya sabes…

-      ¿quieres saber si fue a cobrar la afrenta? 

-      Si  -  dijo ansiosa, sabia como se las gastaba su padre y sabía que a la menor oportunidad, se la cobraría y de que forma…

-      Si…  -  suspiro recargándose en el respaldo de su silla mientras acariciaba su labio muy pensativo -  a punto estuvo de ir, pero Narcissa lo detuvo a tiempo, le dijo que mientras tuvieras la maldición encima, no podría hacerles nada, pues realmente no sabemos la cura exacta sobre esta…así que, bueno, no le quedo mas remedio que hacer de tripas corazón y permanecer en Londres… dijo que sabrá esperar…

-      Pobre papá…  -  se acomodo mejor en su sillón y continuo  - la verdad es que…  -  se le salieron unas lagrimas  y limpiándoselas suavemente continuo, recibiendo un pañuelo de manos del profesor  -  me siento…tan cansada de todo esto, dime padrino… ¿que hice para merecerme esto?   -  sollozo  -  no…no es mi estilo derrumbarme ante los problemas, pero…me siento…tan…no se…tan  diferente, desanimada, me siento triste la mayor parte del tiempo…y mi cuerpo…ya sé que es el de una chica, pero… siento como si mis sentimientos están como en una revolución dentro de mi, a veces quiero reír como una maldita loca, al momento siguiente quiero ponerme a llorar…me siento…raro…

-      ¿raro…?  -  dijo preocupado el profesor.

-      ¿Eso no te parece suficiente?  -  suspiro  -  no se…a veces creo que debo ir con madame Pomfrey… -  se ruborizo pero continuo  -  porque me duelen hasta los pechos… no se si eso sea…normal en una chica…

-      Hijo…continuemos con lo de la maldición y de aquí te daré algo para el malestar o te llevo a la enfermería, espero por Merlín y todos los magos de este colegio y del mundo…errar el tiro, pero… y espero realmente equivocarme, pero creo que… son cosas de chicas…  -  dijo ya muy preocupado, bajando a toda la corte celestial porque no fuera así  -  ruego que no sea así…porque si no…

-      Pues yo espero que no, y mis respetos si esto es normal en ellas…yo lo odio…  -  hiso un puchero  -  padrino no lo soportare…en serio que no lo soportare…

-      Debes permanecer tranquilo, así que continuemos  - dijo el profesor  -  ayer ya no me diste tiempo de decirte todo lo relacionado con tu…

-      Bueno…es que no es tan fácil…  -  dijo la chica.

-      Lo se, pero es que…

-      Padrino  -  lo interrumpió al ver que se le estaba haciendo muy difícil decirle  - tu no eres así, tu eres siempre  directo al punto, si hay algún problema con el que deba lidiar, será mejor que me lo digas todo…porque con esa actitud que estas tomando, me estas asustando más de la cuenta, así que yo en verdad te lo agradeceré, que solo no me ocultes nada…por favor, digo…  -  hizo un ademán con la mano señalándose así mismo  - bastante jodido estoy ya, como para que ahora me vengas  tu con tu nerviosismo y no me digas todo lo que necesito saber.

-      Bien…bueno, pues en toda la información que pude conseguir, encontré tres casos, que fueron los tres que pudieron sobrevivir a…esto.

-      Espera… ¿dijiste sobrevivir…?  -  trago en seco  - ¿Qué quieres decir con eso?   -  no pudo evitar preguntar con la angustia reflejada en su voz.

-      Bueno, que pudieron ser documentados  y que por lo cual es que se tiene algún conocimiento sobre esta, y si…dije sobrevivir porque encontré descendientes directos de dos, la información que me dieron es crucial…no es muy concisa, pues parece que quisieron borrarla de la memoria de la gente, pues estas averiguaciones fueron las que hicieron los familiares de aquellos entonces victimas de dicha maldición, así que la información con la que contamos, no es muy fidedigna, ni tampoco muy clara…

-      Ok, padrino…   -  suspiro  -  habla, dime absolutamente todo.

-      Bueno…la mayoría de los que recibieron la maldición en aquellos tiempos…  -  suspiro, pero decidió que debía ser sincero, no quería malos entendidos con su ahijado -  nunca salieron como esperaban,  provocando que la maldición se fijara en el cuerpo de estas personas…

-      Si y que también por eso soy un…mounstruo…   -  termino de decir la rubia  -  si, lo se, eso ya lo dijiste,  ¿lo que quiero saber es de quien debo enamorarme…?  - dijo muy angustiada.

-      Draco…  -  suspiro el pocionista  -  eso yo no te lo puedo decir, ni yo ni nadie, lo que te puedo decir es que…en ese beso esta la trampa, esto fue lo que encontré en el primer caso que encontré, parece ser que…si te resignaras a estar con Aidan Bradley… vaya si te besa quien te lanzo la maldición, pero no estas realmente enamorado de él -  lo miro aprensivo  - y te da tu primer beso… debes resignarte a ser por siempre una chica…por que por fin tu cuerpo terminara  el proceso de cambio completo y serás literalmente… una hermosa jovencita…

-      Hay no…por favor padrino  -  se levanto nerviosa  y con ganas de maldecir a todo el mundo  -  esto no puede estar pasándome a mi… - volteo a verlo y dijo esperanzado  -  bueno, padrino, mi intención no es besar a ese maldito degenerado desgraciado… ni a él ni a cualquier otro.

-      Lo siento ahijado…eso fue lo que supe del primer caso  -  dijo en verdad apenado el profesor, la chica se volteo y dijo mirándolo de forma acusadora…el otro caso del que me entere…parece ser que nunca termino el proceso de cambio, pues lo tomaron como un objeto sexual…

-      Oh…

-      Bueno…  -  prosiguió  -   y el que si logro su transformación completa, el que sí logro revertir la maldición, bueno…parece ser que fue porque ella logro enamorarse, desgraciadamente no pude reunir mucha más información… solo se que es una maldición muy complicada…

-      O sea…yo debo enamorarme…pero no me has dicho todo padrino…  - sintió que se ahogaba  -  por favor…

-      Bueno la cuestión  es que…  - suspiro - tu debes estar enamorado de esa persona   -  tomo aire y dijo  -  mira ahijado, por esto es que se me hace difícil decirte esto, se que a ti lo que te atraen son las mujeres, y sé que es lo mas normal y lógico del mundo, eres un chico brillante, normal, sano… pero…  -  lo vio ponerse más pálido  - no crees que deberías hacer un enorme esfuerzo y…no se… hacerte a la idea de que… quizá…así como estas ahora, pues debes resignarte y  a… bueno… ¿conquistar a algún chico y comenzar a olvidarte de tus preferencias?  -  suspiro le dolía en verdad hablarle de esa forma -  recuerda que no puedes ir besando o tratando de enamorar chicas para ver si sientes algo por alguna de ellas, ya que te tacharan de lesbiana, y eso solo hará que tu condición se congele aún más rápido, evitando después que cambies…

-      ¡que maldita puta suerte!  -  dijo la chica rechinando los dientes con furia mientras se levantaba de un jalón.

-      Draco   -  lo reprendió  -  esa no es la forma de hablar de una chica…

-      ¡QUE NO SOY UNA CHICA!  -  grito la rubia frustrada  y muy enojada, dejando escapar un suspiro de frustración muy desconsolada…  -  ¿padrino que voy a hacer…? -  dijo finalmente dejándose caer nuevamente sobre el sillón   -  a mi…a mi no me gustan los hombres…

-      Draco…en verdad lo siento…

-      Estoy jodido…

-      Otra cosa Draco…en definitiva nadie pero nadie, absolutamente nadie…ni siquiera tus amigos se pueden enterar de tu problema…

-      ¡oh por Salazar!  -  ¿entonces…de verdad nadie puede enterarse padrino?

-      No…  -  suspiro  -  nadie…y es mejor Draco, imagina si esto se llega a saber…será el acabose…un escándalo mil veces peor que si dijéramos que…no se, que tu padre  en realidad  es Voldemort  -  lo miro triste  -  dime… ¿acaso quisieras que se supiera que no eres ni una chica ni tampoco un chico normal?  Quedaras…estigmatizado…te tacharan de anormal, te señalaran…y podrás olvidarte de poder convivir con quien sea…

-      Ya, ni lo digas padrino…  -  suspiro derrotado  -  ya entendí… ¿pero entonces que debo hacer?

-      En primer lugar, no dejar que nadie te bese, hasta que…te enamores  -  suspiro derrotado  -  en verdad lo siento ahijado…

-      Ya, de todos modos, no es mi costumbre andar de zorra…  -  suspiro

-      Vamos ahijado, deja de ser tan dramático  -  no hubiera dicho eso, pues…

-      ¿perdón?   -  se levanto como impulsada por un resorte  del asiento y furiosa le grito  mordazmente   -  o sea…gracias, por pensar que esto es cualquier cosa…gracias, por decir que soy un dramático…por decirme que esto no es más que una maldita broma   y que puedo quedar convertido en un mounstruo   - se dio la vuelta ahora si a punto de soltar el llanto y salió corriendo de la oficina del profesor.

-      ¡Draco!… -  reacciono y volvió a gritar  -  ¡Berenice!  No te vay… -  dejo de gritar dándose cuenta de que era inútil, debía dejar que se calmara la chica y después ya con más calma nuevamente hablar con ella…

 

En su afán por salir corriendo de la oficina del profesor, las lagrimas afloraron a sus hermosos ojos grises y queriendo desaparecer de la faz de la tierra, corrió sin rumbo fijo y dando vuelta en uno de los pasillos, sin querer choco contra alguien yendo a dar de nalgas al suelo, dejando al descubierto ese hermoso y perfecto par de largas piernas,  y quejándose fuertemente  y por fin y con verdadera alegría dejar fluir sin pena alguna todo ese fuerte torrente de lagrimas y tristeza que le oprimía el alma.

 

-      Oh lo siento…  -   dijo el chico con el que choco, que no pudo evitar su caída, pero quedando sorprendido  y preocupado al instante, ofreciéndole su ayuda mientras admiraba la belleza de la persona con quien había chocado  -  en verdad lo siento… ¿te lastimaste mucho? 

-      ¿Potter?  -  lo miro con resentimiento  -  hay no…tenias que ser tu…  -  dijo mientras sorbía la nariz…

-      Perdón…pero eras tu quien venia corriendo por el pasillo, si no lo hubieras hecho, hubiéramos podido evitar el choque…  -  pero la chica ya no lo dejo terminar.

-      Ya… y el hubiera no existe  -  se levanto despacio del suelo tomando la mano que le ofrecía el moreno.

 

En ese preciso momento se acerco a ellos el chico Bradley, que molesto por las frases intercambiadas entre los dos chicos, acuso a Potter de agredir a la rubia…

 

-      Haber si te vas fijando por donde caminas estúpido  -  le grito al moreno y de paso queriendo abrazar a la chica, dándoselas de héroe salvador, no conto con la reacción de la rubia…  -  ¿estás bien D…?  -  pero la chica al ver que este iba a meter las cuatro patas hasta el fondo lo interrumpió soltándose de él como si la quemara.

-      Aquí el único estúpido eres tu, al meterte donde no te llaman…  -  lo fulmino con la mirada y aventado su brazo lejos de ella, lo miro detenidamente y pensó en hacer algo que realmente lo molestara, lo odiaba, en verdad que lo hacía, así que el chico casi se va de espaldas al ver lo que hizo la chica, se dirigió a Potter y le dijo en medio de una mirada coqueta  - vamos Harry  -  y delante de su compañero de casa, tomo la mano del Gryffindor entre sus finos dedos y lo jalo suavemente hacia el pasillo de donde venia el moreno, que no atino a decir nada al escuchar su nombre salir de entre los labios de tan dulce chica, y quedando todavía más sorprendido que al principio…así que sin decir ni una palabra la siguió, dejando al otro chico trabado del coraje y la frustración mientras maldecía y amenazaba.

-      Me la vas a pagar…te juro que cada desprecio que me hagas lo vas a llorar…con sangre…

 

Caminaron tomados de la mano, dejando con la boca abierta a cuantos se les cruzaron en el camino, pero sobretodo dejando trabado del coraje al chico Bradley…

Apenas dieron vuelta en un pasillo y la rubia soltó de un manotazo la mano del ojiverde, como si este le quemara.

-      Bueno Potter…pues adiós  -  suspiro  viendo para otro lado, se iba a dar la vuelta sin esperar respuesta del moreno, pero este fue más rápido y tomándola del brazo, se acerco a ella y murmurándole  al oído  le dijo…

-      Tu y yo debemos hablar…  -  provocándole un escalofrió a la chica.

-      Tu y yo no tenemos nada de que hablar…  -  intento zafarse del agarre del chico.

-      No… -  suspiro  - sí tenemos  -  y haciendo lo que ella hacia unos minutos, él el tomo de la mano y sin esperar respuesta la guio a un salón en desuso…  -  así que ven conmigo -   la hizo entrar y después la cerró con un hechizo.

-      Mira…si es por lo de hace unos momentos…  -  suspiro la rubia  -  si quieres que te de las gracias…

-      No me importa si no me das las gracias o si quieres darle celos o no a tu novio  -  se le quedo mirando fijamente  - no me importa si tienen una relación tu y el, nada de eso me importa, no me importa si son novios o no, de lo que yo quería hablarte es de que… -  se rascó la cabeza  nervioso -  como es que Draco… ¿Cómo es que él regreso al colegio?

-      Yo no te utili…  -  se quedo callada de repente, reconociendo su acción  -  yo…ok, lo siento…  -  dijo mirándolo asustada pero escondiendo dicho sentir  -  espera… ¿como que…Draco…que mi primo Draco…regreso? 

-      Si, Draco tu primo  -  dijo ansioso  -  Draco Malfoy aquí de nuevo, en el colegio, ¿ya regreso?

-      No…  -  trago en seco  -  no sabia que mi primo había regresado… ¿tu como sabes que esta aquí?  -  lo miro ansiosa y asustada  -  ¿tu…tu lo has visto? 

-      Yo…no…bueno, creí que estaba en la oficina del profesor Snape.

-      Pues explícame, porque no lo entiendo…  -  dijo la chica, sabiendo que no podía ser cierto  -  ¿crees que Draco no me buscaría a mí y avisarme que vendría?

-      No lo se, quizás es que decidió darte una sorpresa…

-      Pero tu, ¿como sabes que el estaba aquí…?  -  insistió  -  ¿lo viste acaso? 

-      Bueno…no, en realidad…  -  dijo ya no queriendo hablar del mapa que había visto unos momentos antes en su habitación, y por el cual había salido casi corriendo de esta, pero reconociendo que quizá en el trayecto a las mazmorras, el chico pudo haberse ido sin despedir.

-      ¿entonces como me dices eso?  -  suspiro fastidiada y dijo  ya cansada de ese contratiempo, dispuesta a irse ya  -  abre que tengo que irme.

-       ¿entonces no sabes nada?  -  dijo muy desanimado.

-      No, no se nada  -  lo miro y dijo  -  ¿tu lo viste o sabes algo?

-      No.

-      Bueno, pues entonces seguirás igual, idiota…  -  lo reto con la mirada  -  yo no tengo que explicarte nada  -  camino a la puerta mientras murmuraba  -  abrase visto semejante estupidez…  -  se volteo y le dijo molesta  -  abre la puerta, que ya me quiero ir.

-      Ok,  -  dijo el moreno sabiendo que en realidad la chica tenia razón  -  se que no tienes que explicarme nada, pero por lo menos aclárame algo, ya que no sabes nada de tu primo, dime que…entre tu y el otro chico con el que discutimos, en verdad no tienen nada…nada de nada…  

-      ¿Y a ti que te importa con quien carajos yo tenga algo que ver?  -  giro sobre su eje, y regreso para mirarlo a los ojos, retándolo con la mirada  -  ¿Qué…acaso me estás vigilando…Potter?  -  dijo en su clásico arrastre de palabras.

-      No…no es nada de eso, es que…  -  suspiro rendido, pero acercándose a la mejilla de la chica y susurrándole casi al oído mientras aspiraba su aroma  -  yo…yo solo quería invi…

-      ¿Qué…?   -  dijo en medio de un sobresalto, cerrando los ojos al sentir la suavidad y calidez de la piel del moreno.

-      Nada, olvídalo  -  sonrió rascándose la cabeza  - ¿sabes?  - se le acerco hasta quedar a un palmo de narices y le susurro  sobre una mejilla provocándole un estremecimiento  -  eres igual a tu primo… son idénticos.

-      Bueno…que quieres…somos familia   -  nerviosa le guiño un ojo y se dio la vuelta y camino a la salida mientras Potter quitaba el hechizo, despacio y como una princesa salió de la habitación, dejando al moreno con una sonrisa en el rostro viéndose  como  un idiota.

 

Esa mañana después de las primeras clases, los Sly apenas termino la clase, la rubia se volteo y les dijo al grupo de chicos… que salieran a dar un paseo por los enormes jardines del castillo.

-      Chicos, Zabini nos invita a dar un paseo por los jardines, ¿quieren ir?  -  los miro ansiosa, tenia ganas de sentir un poco de sol sobre su piel  -  Crabbe, Goyle, Nott, ¿nos acompañan?  -  y cual dulce chiquilla, no lo pensó y se colgó del brazo de Nott, que sorprendido solo pudo sonreír como bobo  -  ¿vamos?  -  mientras asentía sin poder decir ni una sola palabra, Zabini ya tampoco dijo nada, pero su idea original era salir a pasear con la linda rubia y declarársele…a solas, así que, claro que no era la única que la quería fulminar con la mirada…

-      Chicos  -  intervino una voz medio chillona que hizo que dos de cuatro voltearan, mientras los demás la ignoraban  -  ya habíamos quedado en estudiar junto al lago…

-      ¿Estudiar?  -  dijo Crabbe, uno de los guaruras de la rubia frunciendo el ceño  -  ¿Pansy te sientes bien?  Hace un día esplendido  -  volteo a ver los demás y dijo  -  llevemos algo de comer, que les parece?  -  todos asintieron gustosos, dándose la vuelta con sus mochilas al hombro, mientras Goyle cargaba la suya y la de la rubia Malfoy.

 

Así se la pasaron por lo menos el primer mes, la rubia cada vez sintiéndose más rara, con el estrés comiéndole el animo y la ansiedad el alma, pero como nunca había sido muy comunicativo con sus malestares, no tenia ni idea de que hacer, y pedir ayuda era lo ultimo que haría…por lo menos a sus amigos.

Una mañana, tan desesperada, ansiosa y sola se sentía, que salió a sentarse un poco a la sala común frente a la enorme chimenea, ahí vio a Pansy, quien estaba muy pensativa…aún así se le acerco y le hablo…

 

-      Hola Pansy…  - le dijo mientras se sentaba a un lado de ella en el sillón, subiendo sus pies y abrazando sus rodillas recargando en ellas su mentón, mientras la observaba y le decía.

-      ¿Qué quieres?  -  le contesto cortante la chica  -  ¿extrañas a tu pandilla de admiradores a tu  alrededor? 

-      Vamos Pansy  -  le sonrió  -  no seas rencorosa  -  suspiro mientras la veía  -  seamos amigas…

-      ¿tú y yo, amigas?  -  se burlo la chica  -  ¿eres estúpida o que…?

-      No, no soy estúpida  -  dejo salir todo el aire que retenía inconscientemente tratando de no mandarla al mismo infierno, después de todo ella había sido quien la fue a buscar   -  pero…  -  dijo sabiendo por donde llegarle a la chica  -  ¿no te gustaría que le hablara muy bien de ti a mi primo? Créeme que eso contaría mucho para ti, el me hace mucho caso.

-      ¿a tu primo?  -  dijo ahora si, volteando a verla a la cara  -  ¿y que le puedes decir de mi, que el no sepa?  -  la rubia hizo gestos de fastidio al escucharla tan escéptica.

-      ¿Cómo que?  Bueno pues…le puedo decir…no se…que eres una muy buena amiga… mmm…que…me tendiste la mano cuando la necesite…  - la vio sin moverse de su posición original  -  ¿tu que dices…?  -  le sonrió  -  anda, seamos amigas  -  la vio pensarlo unos minutos, los cuales espero sin molestarla, la vio suspirar y sin voltear le dijo.

-      Aunque no entiendo que tú necesites a alguien, pero, ok…seamos amigas…

-      Ya veras que no te arrepentirás Pansy…  -  le sonrió la rubia.  

-      No seré yo quien lo haga, creo…  -  murmuro la chica Sly, creyendo que solo hablaba para si, pero la rubia si la escucho pero ya no dijo nada, solo dejo escapar un suspiro dándose cuenta de que ahí no había nada mucho por hacer…quizás con el paso de los días…

 

La chica Malfoy hizo su rutina, ignorar las miradas de Aidan y de Potter, salir en los días de mucho sol, a pasear con su grupo de amigos, a los cuales Pansy se unió tratando de callarse sus comentarios mal intencionados,  en una ocasión vio como la rubia cogía de los brazos a los dos chicos que pasaban como sus guaruras, Crabbe y Goyle y salió con ellos del brazo como si no pudiera caminar sola, claro ambos chicos se sentían flotar entre nubes…la trataban como una princesa, claro, pues para mucha gente la chica rubia lo era…

Hasta que en una de esas ocasiones, en uno de sus paseos matutinos, Zabini se animo y se adelanto y la tomo de la mano, y sin chance de decir nada, la saco del aula al final de clases y diciéndoles que los esperaban donde siempre, la llevo con el, y ya estando allá…

 

-      Oye Zabini  -  dijo la rubia que algo intuía pero que no imaginaba para nada lo que sucedería en seguida, solo de repente sintió como el italiano la tomaba entre sus brazos y le ha acomodado semejante beso que hizo que lo que pasaban por ahí, se quedaran hasta sin aliento…tal acción la descoloco, pues no la esperaba, estaba  aterrorizada así que tardo en reaccionar,  y al por fin soltarse, que le a plantado semejante bofetón al moreno que le cimbró hasta los dientes, mientras unas lagrimas de coraje le escurrían por las mejillas, ella sabia lo que implicaba, era un simple beso para muchos, para ella era la muerte misma…además de que a ella le gustaban las chicas, como a todo buen chico heterosexual… claro esto ultimo nadie lo sabia.

De momento se sintió incluso aturdida, lo que nadie sabía que era que conforme  pasaba el tiempo, si ella recibía besos de algún chico sin amarlo, fijaría su condición actual a su cuerpo, sin terminar de completar el cambio, entonces quedaría como ya le había dicho su padrino, convertida en un mounstruo…

Porque como bien lo hacia un verdadero hechizo de magia negra, era joderle la existencia al que lo portaba.

En pocas palabras…si a ella la besaba Aidan Bradley y completaba el cambio hasta llegar al final, bien ya podría olvidarse de volver a ser Draco Malfoy…algo que el muy estúpido de Aidan ignoraba, ya que pensaba que besándolo el, la chica volvería a ser el rubio de sus desvelos… Draco Malfoy  

Y la única forma de anularlo para Draco, seria…dar un beso a alguien que en verdad el amara sin importar nada…y eso…era algo que la pequeña rubia veía muy difícil…imposible, seria la palabra correcta.

Así que sintiéndose incluso un poco mareada, dejo al italiano sobándose lentamente la mejilla, mientras ella hecho a correr a su habitación, encerrándose en ella, sintiendo un dolor punzante en todo el cuerpo.

No quería ir con la enfermera porque significaba tener que explicarle muchas cosas, así que pensando en lo mal que se sentía cada vez más, llamo inmediatamente a su madre, quien acudió presurosa y asustada…

La encontró encerrada en su habitación y llorando a lágrima viva.

-      ¿mi amor  -   se acerco amorosa  -  que paso nena?  -  ni cuenta se dio de que le dijo “nena”, haciendo que la chica llorara con más ahínco  -   sshhh tranquila,  ¿dime que paso para que estés así?

-      Mami…me siento…mal, y me…me esta doliendo todo…y…  -  se señalo el vientre asustada  -  aquí…-  se sentó sobre la cama y le mostro exactamente donde  - el vientre…y los pechos  y hasta los huesos  -  la matriarca se asusto y aprensiva pregunto.

-      Draco…no has…  -  la rubia mayor se puso pálida en extremo  -  hijo, ¿tu no has menstruado, verdad?   -  tal pregunta casi hizo que la pequeña rubia casi se desmayara con una palidez de muerte.

-      ¡No! - sollozo - y espero no hacerlo nunca  - se abrazo a su madre desconsolada.

-      Según me informo tu padrino, te duele todo por el cambio que esta sufriendo tu cuerpo y… -  suspiro desconsolada  -  tu cuerpo no se adapta a estos cambios, necesita que  regrese a su estado natural...o...definitivamente que te decidas a ser una chica…

-      Nooo…madre… -  lloro desconsoladamente  -  no quiero ser una chica…no quiero… no quiero  - la miro y preocupado le pregunto.

-      Pues si mi vida, pero seria mejor ser una chica a ser…  -  la madre de la chica ya no termino de hablar.

-      ¡Mamá!  ¿Cómo es posible que tú me digas eso?  -  la vio y la desconoció.

-      Draco no te pongas así hijo, no te sulfures…es solo que…te prefiero de mujer a… perderte…

-      No lo digas por favor, no lo digas…

 

Por lo que quedo de ese día, la pequeña rubia ya no salió de su habitación, provocando con ello que sus amigos se preocuparan de su estado de ánimo…

Al paso de los días, todos siguieron su acostumbrada rutina, nadie menciono ya nada sobre lo ocurrido con Zabini, pues todo el mundo se entero, el chico le pidió disculpas a la chica y le explico cual era su verdadera intención, la chica lo escucho con paciencia y con toda la diplomacia que pudo reunir,  le aclaro que ella no podía quererlo de otra forma que no fuera como un buen amigo, que desgraciadamente ella no andaba en busca de alguna relación romántica en el colegio, y que de todos modos, si acaso se le llegaba a dar, pues el tipo de persona que le gustaban a ella era completamente diferente…

Para ella encontrar pareja iba a ser muy difícil, ya que el en su condición normal de Draco Malfoy era todo un conquistador, el rubio era heterosexual,  así que si ella buscaba una chica, la tacharían de homosexual, y eso era inconcebible, sobre todo para un Malfoy, así fuera…una prima lejana.

¿Pero conquistar un hombre…? tan solo de pensarlo le daban escalofríos…el no estaba en contra de esas relaciones, pero nunca fue partidario de promoverlas ni de apoyarlas… pero ahora verse en la necesidad de… ¡hay no!, tan solo de pensarlo le daban ganas de ponerse a llorar…

El siempre se imagino como un padre de familia, al lado de su perfecta esposa, ah eso si, porque quien iba a ser su pareja, debía ser perfecta, de eso no le cabía la menor duda…y aparte de que le iba a dar dos hermosos hijos…perfectos como él…

Pero todo eso se fue al traste…de su perfecta vida ya planeada…no quedaba nada…ya no podría ser nunca más como su padre…su máximo ídolo…fue entonces que pensó que quizá lo mejor seria…morir.

Notas finales:

Pues espero y me digan algo...gracias por leerlo. byeee


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).