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Un millón de colores por yuujilover

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Notas del fanfic:

Este es un fanfic inspirado en My Little Pony: Friendship is magic, por lo cual no se trata de una copia fiel de los personajes.

Por esta razón, he decidido cambiar o modificar los nombres para remarcar este hecho y facilitar su lectura.

De la misma manera, se trata de humanizaciones con características de los personajes originales de la serie.

Repito NO ES UNA ADAPTACIÓN FIEL DE LA SERIE ORIGINAL

Notas del capitulo:

¡Hola! 

Esta es la presentación de los personajes principales, espero les guste. 

Disfrutenlo ^_^

EDITADO

— ¡Hey!— la señora Shy movió el bultillo de sabanas en la cama con un gesto cariñoso— ¡Pequeña, despierta! Primer día de escuela —y ante esas palabras se revolvió el pequeño bulto del que asomaron unos curiosos y grandes ojos color calipso oscuro que se fijaron de manera cariñosa en la mujer de mirada amable que le hablaba.  
—Vamos, cariño. No querrás llegar tarde el primer día.  
La señora Shy recibió un leve y apenas perceptible asentimiento como respuesta, al que devolvió una dulce sonrisa y acto seguido salió de la habitación.  
La dueña de los curiosos ojos calipso salió de la cama con su larga cabellera completamente revuelta y un pijama tal vez demasiado grande para su menudo cuerpo. 
Se dirigió a su armario de donde saco su limpio y perfectamente planchado uniforme escolar.  
Se coloco la camisa blanca con sumo cuidado para no arrugarla, abotono los puños y acomodo el almidonado cuello. Se puso las medias color gris oxford cubriendo en su totalidad sus delgadas pero bonitas piernas. Abotono la falda del mismo tono de las medias y llegaba apenas por la mitad de sus muslos.  
Alisto el corbatín gris claro alrededor del cuello de la camisa y acto seguido cepillo su rosada y clara cabellera hasta que recobro ese aspecto liso y suave que la caracterizaba, coloco su largo flequillo tras su oreja para mantenerlo alejado de su rostro. Por último, se coloco el elegante saco color azul celeste con el escudo de su colegio en la parte alta de la manga del lado derecho. 
Tras una última breve inspección, asintió a su reflejo en el espejo.  
Tomo su mochila asegurándose un par de veces de que todo lo que necesitaba estuviera dentro. Antes de salir de su habitación se dirigió a la pequeña casa de madera que yacía en el suelo en un rincón, con sus nudillos dio unos golpecitos al techo 
—Oye, conejito. Angel, me voy al colegio.  
De la pequeña casa salió un bolita de suave pelo blanco como la nieve que se movía con descaro.  
—Oh, Angel, por favor. Debo irme.  
El pequeño conejo salió de su casa con el ceño fruncido. Y tras patear a su dueña en la mano, volvió a su casa con un claro gesto de indignación.  
—Lo siento, Angel.  
La pelirrosa salió de su habitación con un deje de decepción.  
Desayuno algo de fruta, leche y jugo fresco, también le dio unos cuantos mimos al adorable gatito blanco que tenía atado un listón azul alrededor del cuello antes de que la bocina del transporte escolar sonará.  
Besó a su madre en la mejilla y abordo el autobús.  
Exactamente igual que el ciclo escolar anterior era la primera en abordarlo, así que exactamente como era su costumbre, saludo al chofer con un educado "Buenos días" y se dirigió al final del bus para ocupar su asiento junto a la ventanilla.  
Todo se veía justo igual que el ciclo anterior, salvo por unas cuantas paradas nuevas junto a rostros jóvenes y alegres, quizás un tanto nerviosos, pero emocionados, sin duda.  
Junto a ella se sentaban las mismas chicas risueñas y distraídas del ciclo anterior también. Y al verla lo primero que hicieron fue pedirle el horario nuevo, a lo que la chica respondió con una suave risa y entrego su copia del horario para que hicieran fotos y copias a mano.  
Unas cuantas paradas después, y justo como lo marcaba su rutina anterior, volteo la vista al frente del bus para verla abordarlo. El cabello multicolor y desordenado, oh...llevaba un corte nuevo, lucía bien.  
La camisa desfajada sobresaliendo bajo el saco, el short de lycra oscura sobresaliendo bajo la falda, las medias multicolor que cubrían justo arriba de sus rodillas, las botas llenas de remaches metalicos que calzaban sus pies también eran nuevas.  
Lucía ligeramente diferente, pero igual de bien que el ciclo escolar anterior, su sonrisa de dientes perfectos casi la cegaba, sus ojos rosados y expresivos relucían...sus ojos...fijos en los suyos.  
La pelirrosa desvío la mirada, sintiendo como la sangre hervía y se revolvía en sus mejillas, la había atrapado mirándola...otra vez. Definitivamente tenía que reprogramar su cerebro para que dejara de voltear a mirarla cada vez que hacía su aparición, torpe Richelle Dash.  
Cuando el autobús anuncio la llegada al colegio, las chicas a su lado entregaron el horario sin apenas darle tiempo para guardarlo, y en sus desesperados intentos lo único que consiguió fue tirar el bolso y que todo su contenido se esparciera por el suelo del bus. Maldijo para sus adentros mientras colocaba todo en su lugar.  
 
— ¡Hey! ¿Necesitas ayuda?—la chica soltó un grito agudo y lanzó todo lo que tenía en las manos por los aires. — ¡Oh Dios, Ferrishyn! Lamento haberte asustado, no era mi intención.  
 
—Alisa...no te preocupes, solo...me sorprendiste. 
 
La rubia que respondía al nombre de Alisa Jean Smith y cuyo acento denotaba sus orígenes granjeros se apresuro a levantar todo lo que la pelirrosa había lanzado.  
 
—De verdad, de verdad, lo lamento tanto—le dijo claramente apenada.  
 
—Oh no, no. No hay porque— respondió con una dulce sonrisa al tiempo que tomaba las cosas que Alisa recogía.  
 
— ¿...que tal tu verano, Ferri? 
 
—Muy lindo, gracias. ¿Y el tuyo?  
 
—Igual....cansado...pero estuvo bien. Y...ahmmm... ¿Viste a Roma?  
 
—No, se fue de vacaciones con su familia, no la vi en todo el verano aunque hablamos con frecuencia.  
 
—Oh...bien, ya veo.  
 
— ¿En que clas... 
 
— ¡Oye, A.J.! Date prisa. —gritó una voz ligeramente rasposa pero femenina desde fuera. No hacía falta ni decir quién era, ambas sabían a quien pertenecía, aún más cuando Ferrishyn fijo su vista en el suelo y empezó a moverse con un rapidez inusual y muy torpe.  
 
— ¡Ya voy!—gritó Alisa en respuesta. —Creo que este año también estamos en la misma clase, me preguntaba sí... ¿Te gustaría ser nuevamente mi compañera de laboratorio?  
 
— ¿No estarás con Richelle? El año pasado solo estuvimos juntas porque no teníamos otra opción...—dijo Ferrishyn sin dejar de mover las manos con rapidez ni mover su vista.  
 
—Bueno, fue así... pero me gustó trabajar contigo. Ricky es mi mejor amiga pero es muy vaga...aunque si no quieres, por mi está bien.  
 
—No, no. Me parece bien, además Roma cambio su clase de laboratorio por algo de teatro, así que no me supone ningún problema. También me gusta trabajar contigo. —y sonrió con calidez mientras metía los últimos cuadernos al bolso y se ponía de pie.  
 
—Entonces...te veré luego, compañera. —la rubia sonrió mientras descendía del bus y Ferrishyn la vio alejarse junto a la dueña de la melena revuelta y colorida.  
Y entonces por fin, bajo ella también.  
 




 
*** 
 




 
Caminaba por los pasillos abarrotados del colegio con la nariz metida en el horario, haciendo un plan mental para llegar a tiempo a todas sus clases, porque quien sea el que lo haya hecho estaba mal de la cabeza si creía que podría ir del primer piso del edificio A al quinto piso del edificio F en un tris, no era posible, a menos que se teletransportara, lo cual era físicamente imposible.  
Necesitaba encontrar a alguien de su clase para comparar horarios, porque eso no estaba bien. Definitivamente no lo estaba.  
Además no había visto a su asistente, ni recibido un mensaje, una llamada, una señal de humo, ni nada parecido que justificara su ausencia. Si no lograba organizarse estaría en problemas.  
 
— ¡Triiiiiiiiiiish!—gritó alguien a lo lejos con una euforia inconfundible. Phoebe Pie, su hiperactiva mejor amiga. ¿Cómo era posible que dos personas tan absolutamente contrarias fueran mejores amigas? Trish, llevaba desde el preescolar preguntándoselo. De cualquier manera no podía evitar sentirse alegre y aliviada por tener al menos 5 minutos de paz mental, porque eso sí, la mente de Trish y la personalidad de Phoebe eran iguales.  
 
— ¡Phoebe! Me alegro tanto de verte—dijo al tiempo que acomodaba sus cosas como pudo y abría los brazos para recibir a su amiga, quien se tiro a ellos en un acto romántico y muy dramático.  
 
—Trish ¡Mírate! Estás tan linda ¡Me hace tan feliz verte! ¡Te extrañe, te extrañe mucho!—Trish rió.  
 
—Y yo a ti Phoebe...espera... ¿Tu cabello está más esponjado?—preguntó la chica mientras miraba la melena color rosa chicle, rizada y esponjosa de su amiga de ojos azul celeste. — Phoebe soltó una risa estruendosa.  
 
— ¡Síííí! ¿¡No te encanta!? 
 
—Me encanta, sí....oye Phoebe ¿tienes tu horario a la mano? 
 
—Oh un momento—respondió la chica del cabello rizado mientras metía la mano en un bolso bastante grande con estampado de globos— ¡Sí! Aquí lo tienes.... ¿pasa algo?—pregunto mientras las expresiones de Trish pasaban de euforia, a descontrol, a maniaca paranoica a confusión total.  
 
—Tengo...tengo que ver a la profesora Celestia, lo siento Phoebe. ¿Te importa si me llevo tu horario?  
 
—Oh no, adelante.  
 
—Gracias, te veré en clase—y acto seguido echó a correr.  
 




 
*** 
 




 
— ¡Ferrishyn! ¡Querida, por aquí!— Una chica de precioso cabello violeta y peinado en suaves ondas, con la piel blanca como de porcelana, y bellos y expresivos ojos azules corría hacía a ella agitando su vaporosa y corta falda. Roma Belle. Ferrishyn la miró y enseguida sintió como sus brazos se cerraban alrededor de su cuerpo a lo que la pelirrosa reacciono de la misma efusiva manera, algo no muy propio de Ferrishyn y aun menos en mitad de unos de los pasillos donde todos las miraban.  
 
— ¡Roma, estas tan linda! Qué bien te han caído las vacaciones lejos de aquí.  
 
—Oh, cariño, ni lo menciones. Tú estas más bonita que nunca. —Ferrishyn se sonrojo. —Oh mira, ahí está Trish. ¿Quieres acercarte a saludar? 
 
—Bueno...sí...me gustaría...pero, esta con la profesora Celestia, no creo que sea un buen momento.  
 
—Pero que tonta soy. Tienes mucha razón ¿Que haría yo sin ti Ferri?  
 
Trish Sanders era la chica más lista del curso, era una especie de prodigio en las ciencias, el año pasado había sido la compañera de Roma y gracias a eso sus notas habían sido las mejores de toda su vida en ciencias, generalmente se le veía con los ojos pegados a algún libro y sin ver por dónde iba, con un chico de su edad aunque mucho más bajito que cualquier otro llamado Spike (su asistente, según ella) siguiéndole los pasos. Su cabello era muy lacio y bonito, color zafiro con una franja violeta y otra rosada, usaba un flequillo recto que cubría toda su frente, la propia Roma la elogiaba muy a menudo por ello. En el mejor de los casos, Trish iba acompañada por Phoebe, una chica bastante inquieta que agradaba mucho a Ferrishyn.  
 
La chicharra que anunciaba el inicio de clases fue seguida por una abucheo en coro de todos los estudiantes reunidos en el pasillo, comenzaron a avanzar directo a sus salones.  
Luego del largo verano, el nuevo ciclo, las nuevas experiencias, y todo lo que el segundo año de bachillerato prometía, les esperaba bastante ansioso.  
Justo igual que la mirada que Ricky — como le llamaban sus amigos— dedico a Ferrishyn justo antes de verla sentarse en su pupitre.  




 

Notas finales:

Espero les haya gustado :)

Y no olviden dejar reviews, eso me ayuda a mejorar y a motivarme. Gracias por leer :3


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