Hola, mi nombre es Nanami Haruka, tengo unos 15 años y ahora asistiré a la academia Saotome, me trasladé del campo a la ciudad así que para mí es algo extraño aún poder mantenerme al pie con la educación aquí, ya tengo una amiga llamada Tomochika con la cual comparto el mismo departamento, y tengo esperanzas en encontrar mi príncipe azul este año…
Primer amor: Ren Jinguji
El clásico príncipe donjuán
Eran los finales de Enero….
Haruka corría apresurada escuchando en su mp3 la última canción de Hayato-sama, era su cantante preferido, su ídolo, pagaría lo que fuese sólo por tener una cita con él, pero seamos sinceros, su amor por él era completamente imposible, sólo tenía que pisar pies en la realidad, y buscar ese momento estilo shoujo donde encuentre a su amor en una situación un tanto poco común. Por estar pensando demasiado término llegando tarde, genial, ahora tenía que estar castigada por una hora antes de poder ingresar a clases. Entro a la escuela y la llevaron a un salón para que esperara, donde se hallaba un profesor serio revisando unas notas, al poco rato entro un chico extremadamente atractivo riendo de oreja a oreja.
-Jinguji, otra vez tarde ¿no?-El profesor le miro cansado-Si llegas tarde una vez más, te suspenderán por 3 días
-Seh, seh, como sea-Miro a Haruka- Vaya, que linda corderita me encontrado, parece que el castigo no será tan malo con una presencia tan encantadora
-Etto….me llamo Nanami Haruka-Se sonrojo ante su comentario-Pero…usted es mucho más atractivo….como un príncipe
-My lady Haruka, parece que tiene un buen ojo-Tomo su mano y le dio un suave beso en esta-Jinguji Ren, a sus ordenes
-Jinguji, será mejor que te calles-El profesor le regaño-Esto es un castigo, no lo olvides
Haruka no podía dejar de estar sonrojada, Ren le miraba de una manera dulcemente, sentía como su corazón no dejaba de latir por la cercanía del chico. Supo entonces que estaba enamorada, Jinguji Ren, era aquel príncipe que tanto ansiaba. El profesor recibió una llamada así que se fue dejándolos solos a los dos, la tensión se sentía en el ambiente.
-Corderita, creo que no lo había notado antes pero-Ren se río un poco-Creo que estamos en el mismo salón de clases ¿no?
-¿Eh? ¿Mismo salón?-Haruka intentaba procesar datos-¡Es cierto! Jinguji-san ¿Usted es el que siempre falta a clases no?
-Jajaja pues sí, me duele que me recuerdes por no ser precisamente un alumno aplicado, pero sí, ese soy yo-Sonríe de oreja a oreja- Supongo ahora que tengo un motivo para ir a clases
-Oh…-Se sonrojo a más no poder-Jinguji-san no diga esas cosas tan penosas...
-Yo solo digo lo que pienso-Le guiña un ojo-Y puedes llamarme Ren, claro, si lo deseas corderita
Haruka estaba encantada y no dejaba de estar en las nubes en la clase, tanto que no se dio cuenta de que ya era el receso.
-Oye Haruka, despierta de una vez-Su amiga Tomochika le intentaba despertar-¿En qué tanto piensas?
-En Ren…¿No has pensado que sus cabellos anaranjados hacen juego con su piel cálida?-Suspiraba Haruka ilusionada-Creo que es el chico más amable y encantador de todo el mundo
-¿Ren? ¿Hablas del mismo Ren Jinguji? ¡Haruka no!-Tomochika le zarandeaba de los hombros-¿Ya has hablado con él? No creas en lo que te dice, Ren es así con todas las chicas, es un mujeriego en pocas palabras
-¿De qué hablas Tomo-chan? Esta mañana estuvimos los dos juntos y fue muy agradable conmigo-Haruka le defendía-Es más, hasta me puso un apodo, me llama corderita
-¿Corderita? Haruka, así le llama a todas las chicas-Tomochika fue hasta la ventana- ¿Quieres ver a tu príncipe azul? ¡Ahí está! Como todos los días, hablándoles lindo a todas las chicas
Y ahí en la ventana se podía ver a Ren rodeado de muchas chicas que suspiraban por él, mientras este parecía recitar poesía. Haruka se sintió un poco celosa, pero luego quito la idea de su cabeza.
-Quizás es muy popular por ser muy agradable-Haruka le miraba-pero yo haré que pueda verme a mi diferente de sus demás admiradoras
Y Haruka tal como lo dijo aún con las protestas de su amiga Tomochika, empezó a acercarse más a Jinguji, primero empezó a andar con sus admiradoras, en clases le prestaba sus apuntes, le sonreía cuando podía e intentaba averiguar lo que sea de Ren. Como de su familia, supo que venía de una prestigiosa firma financiera y era el tercer hijo, era amante de la poesía y la jardinería, tocaba el saxofón además de que pronto sería su cumpleaños y lo gracioso era que coincidía con el día de San Valentín; aunque para ser sinceros, el pelinaranja andaba últimamente muy extraño, con un semblante algo triste, como si tuviera algún problema o esperara algo.
El día siguiente era San Valentín y Haruka decidida a declararse ese mismo día, fue después de clases al centro comercial para comprar todo lo necesario para chocolates, más no era muy buena con la cocina, así que intentaría como sea buscar la manera de al menos comprar unos buenos chocolates, todo el centro comercial estaba repleto. Luego de ver unos buenos chocolates para comprar fue a buscar un envoltorio especial. Justo en eso vio una cinta naranja con toques dorados, era perfecta, describía muy bien a Ren, pero al momento de tomarla, una delicada mano de dedos largos y finos se topó con la suya.