Propuesta
-Veamos una película después de estudiar.- me dijo Kibum sonriendo. –Tenemos que aprobar los exámenes con buenas calificaciones.- salimos del colegio y tomamos la ruta larga para llegar a mi casa, era la más cercana al colegio y después de todo a mis padres les agradaba Kibum.
-Está bien.- dije. –Hablé con SeKyung.- comenté al aire. Él alentó el paso, noté que había suspirado pero luego se apresuró y me sonrió. –Vamos de mal en peor.-
-Oh qué pena.- dijo.
-Ya no sé qué más hacer con ella.- comenté sonriendo irónico. Me gusta eso lo sé pero Kibum es Kibum.
Descripción
Él es un poco más alto que yo, cabello negro y corto, perforaciones, de piel blanca, con sus ojos peculiarmente rasgados, con sus labios rosas y ese piquito que se alza al centro de ellos, delgado tal vez más de lo normal.
Con un gusto exquisito para la moda. Pero a la vez, alguien cálido y comprensible. Responsable y respetuoso. Inteligente. Pero con miedo en sus ojos que no suele expresar pero sé notarlo. Determinado pero caprichoso. Elegante pero sin dejar la humildad que lo caracteriza.
Todo eso y más es mi Kibum. No tiene comparación. Simplemente es el mejor.
Duda
-¿Jonghyun?- escuché su voz dudosa. –¿Qué vas a hacer con ella?-
-No lo sé.- suspiré mientras me jalaba la corbata para respirar mejor.
-Suerte con tu decisión.- me sonrió y volví a sentir cálido el pecho.
-Gracias, espero hacer lo mejor.- sonreí y él también. ¿Me gusta?
Probablemente más que SeKyung.
-¿Estudiaremos y luego vemos la película?- pregunté mirándolo, él desvió sus ojos, está pensando.
-Podemos primero ver la película y luego estudiar, así no se nos olvida nada.- aunque pareció sugerencia, lo tomé como orden. Eso será.
-Me parece perfecto.- dije y él asintió efusivamente. Llegamos a casa. Entramos.
Ruptura
-Siéntete cómodo.- le dije mientras él se acomodaba en la sala de estar.
-Gracias.- me contestó. Tengo que hablarle a SeKyung y finalizar la relación, estamos tan mal que no podremos seguir adelante sin ofendernos más.
-Haré una llamada. No tardo.- él asintió mientras encendía mi tv. Salí al jardín.
-¿Oppa?-
-Sí, escúchame.- suspiré. –Ambos sabemos que ya no funcionamos como pareja. No nos lastimemos más, SeKyung, terminemos con esto.- dije un poco nervioso ¿y si dice que no?
-¿Seremos amigos?- preguntó esperanzada.
-No veo por qué no.- contesté. –Solo amigos.- afirmé.
-Gracias por todo, Jonghyun.- asentí, me sentí libre.
Pícardía
Regresé a la sala de estar, ahí estaba él buscando alguna película en internet, había conectado el tv con la portátil. Entré hasta estar a su lado. Me notó por lo que me miró sonriendo.
-¿Qué veremos?- me preguntó.
-Cambio de planes.- le dije y él alzó las cejas sorprendido. –Haremos algo más entretenido que ver películas o estudiar.- me miró extrañado. Tomé su mano para llevarlo a los uno de los sofás, en dónde me senté. Dirigí su cadera hasta ponerla sobre mi pelvis, él se dejó manipular. Captó mi idea sonriendo con picardía.
Relamió sus labios mirándome. Asentí.
Besos
Movía su pelvis sobre la mía. Empezaba un excitante roce.
Acercó su rostro al mío, me miró a los ojos y sonrió para empezar a besarme.
Cooperé moviendo mis labios, lento y pausado. Suave pero exquisito. Sentía ese piquito sobre los míos. Los abría y cerraba.
Su lengua se mostró ante la mía, pequeña y cálida, pero viva y escurridiza.
No logré domarla.
Sus manos pasaron a mi nuca, jugaba con mis cabellos. Escuchaba sonidos húmedos emergentes de nuestras bocas.
-¿Me detengo?- cortó uno de los besos y susurró sobre mis labios.
-No, sigue disfrutando, Kibum.- le dije sonriendo. Suspiró.
Miedo
Se inclinó y rozó mis labios con los suyos.
-Entonces continuemos.- susurró cerca de mis labios, después besó mi mejilla para empezar a bajar por mi cuello, hizo a un lado la camisa que aun tenia puesta, mordió mi piel y jaló un poco, lo que me pareció sumamente excitante.
Pasé mis manos a su cintura, empecé a marcar de nuevo ese vaivén, él se dejaba hacer y suspiraba de vez en cuando. Le retiré la camisa del colegio poco a poco, me gustaba verlo así de sonrojado. No es la primera vez que hacemos esto.
Aunque todavía tengo miedo.
Corbata
Su pelvis se movía segura sobre la mía, sentía su miembro despertar cada vez más. Pasó sus manos a mi pecho, iba a quitarme la corbata pero justo la tomó para jalarme de ella, haciendo que acercara mi rostro al suyo.
De nuevo sus labios sobre los míos, más pasionales, más mojados, más atrevidos.
-Ya estás duro, Jonghyun.- susurró al separarse de mis labios.
-Gracias a ti.- se sonrojó al escucharme.
-Estás loco.- susurró riéndose.
“Pero por ti, Kibum” pensé.
Tomé su cadera para indicarle un nuevo ritmo, uno que era más rápido rozando lo agresivo. Él incrementó mirándome gustoso.
Continua
-¿Nos detenemos?- me preguntó al mismo tiempo que su pelvis dejaba de moverse.
-No.- me limité. –Sigue Kibum.- abrí los ojos solo para ver cómo seguía montándome, sus piernas estaban abiertas, sus manos sobre mi pecho y sus pompis caían pausadas sobre mi pelvis.
-¿Estás seguro?- me volvió a preguntar, tomó la corbata que aun tenia puesta, ya que no dejó que me la retirara porque “solo será un polvo”. –No me detendrás después.- me jaló haciendo que me sentara, me recargué sobre mis palmas tras mi espalda.
Solo le sonreí.
-¿Quién quiere que te detengas?- le pregunté y sonrió.
Ritmo
-Tú lo pediste.- advirtió.
Su cadera empezó a moverse en círculos, frotando directamente su pene contra el mío. Pasó sus manos a su pecho, tocándose para mí. Delineaba su silueta como si alguien más lo tocara, gemía y suspiraba con los ojos cerrados, lo estaba disfrutando.
Tomé su cadera y marqué de nuevo el ritmo, él cooperó haciendo las embestidas más placenteras. Sentía su cuerpo contraerse aun sobre la tela, me encantaba ver sus mejillas rojas y a él tocándose como yo lo haría.
-Ahh~ Jonghyun~ más, más.- sus gemidos eran lo más hermoso que pude escuchar en esta tarde.
Embestidas
Pasó sus manos hasta llegar a su miembro despierto para tocarse.
Se masturbaba para mí, miraba mis ojos y sonreía pícaro. Sin duda le gusta que lo mire. Llevó una de sus manos a su boca y lamió su dedo índice.
Simulaba embestidas y gemía ocasionalmente.
Me estaba volviendo loco.
-Ki, Kibum~- gemí también al sentir más contacto con su piel di un par de embestidas más, dejaba caer su cuerpo contra el mío aplastando mi pene de manera exquisita. Arqueé mi espalda y presioné mis ojos. Estoy cerca del orgasmo. Por sus gemidos, diría que él también lo está.
Negación
Seguía embistiéndolo sobre la tela. Sus ojos presionados y el entrecejo fruncido, el rosa de sus mejillas y el escaso sudor que se formaba, todo me indicaba que está cerca. Pero yo también, me aferré a su cuerpo, lo presioné contra mi miembro y sentí el beso de un ángel.
Eyaculé contra su cuerpo, él también lo hizo presionando mi corbata.
Nos quedamos estáticos.
-Kibum.- lo llamé. Abrió sus ojos y me miró cansado. –Tomé mi decisión.- le dije firme. –Eres tan maravilloso que me atrapas. Terminé con SeKyung. Quiero que seas parte de mi vida.-
-gracias… pero no.- sonrió.