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No importa la edad por pri_sasukelove20

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Notas del capitulo:

 

Hola lectores :D Vengo a darles un oneshot cortito y cursi. Mi idea era más larga, pero no estoy con muchas energías U-U aun así quería subir algo a la pagina. Espero les guste.

(Personajes de Masashi)

 

—¡Terminamos!-exclamó emocionada la blonda, parándose del sofá con un bolígrafo en la mano-Un trabajo realmente agotador.

—Pero tendremos una nota alta como recompensa-sonrió el joven alvino.

—Tienes toda la razón-rió-¿Qué hora es?

El joven azabache de ojos carbón observó su reloj pulsera y volvió la mirada a su amiga.

—Las cinco.

—¡¿Qué?! ¡Pasó el tiempo volando! Neji, me espera en la plaza y no me he maquillado-recogió sus útiles a toda prisa-Sasuke, si tienes apetito sírvete, ¿sí? Perdona que yo no pueda.

—No te preocupes-vio la rubia perderse escaleras arriba a su habitación.

Tranquilamente se dispuso a guardar sus elementos en la mochila mostrando una pequeña sonrisa, estarían solos nuevamente y esta vez iría más lejos. Sasuke Uchiha era un joven universitario de dieciocho años que sentía un profundo amor por el padre de su amiga, Ayame Namikaze. Desde que surgió un lazo de amistad entre ellos, se reunían en el hogar del otro. Sasuke quedó embelesado al conocer a Naruto por primera vez, un apuesto rubio de ensueño. No le interesaba la gran brecha de edad que había, el gustar poco a poco se transformó en amor y no pasó mucho que el menor hizo caer en sus garras al adulto de treinta seis años.

Sasuke era apuesto, misterioso, un tanto amargado, presumido pero tenía un buen corazón. Y Naruto pudo verlo, pero pese a ello, huía del joven Uchiha en cuento tenía la más mínima oportunidad. No quería arruinar la vida de un chico que tenía una larga vida por delante, él era un viejo que cada día perdía un poco de su juventud. No podía, no debía caer en ese amor tan tentador.

—No entiendes que te amo-susurró cerrado en sus propios pensamientos.

No habían ido más allá de apasionados y cariñosos besos. El moreno se imaginaba toda una vida con él, una vida de amor y que Ayame aceptase su relación con su padre. No quería a otro hombre en su vida, si no podía ser su rubio, prefería morir solo.

—¡Me voy!-bajó las escaleras sujetando una pequeña cartera ya con los ojos delineados y labios pintados-Mi novio me va a matar si tardo.-rió.

—Típico de él-sonrió.

—Perdona que te deje así sin más-se lamentó-Papá está durmiendo. ¿Quieres que te acompañe a la parada?

—No, está bien. Ve tranquila que yo me arreglo.

—Mil gracias-le besó la mejilla-Dile a papá si despierta que fui con Neji al parque de diversiones.

—Como ordene, damita.

Vio a su amiga salir corriendo por la puerta, se dispuso a cerrarla. La casa estaba silenciosa, habían acabado con la tarea, pero no se iría aun. Su rubio no despertaba desde la llegada de su trabajo y ansiaba besarle con todas sus fuerzas. Ahora que Ayame no estaría en casa, había llegado el momento de demostrarle a ese idiota que él iba en serio y quería estar a su lado. Subió las escaleras ansioso y necesitado del amor que solo ese hombre podía proporcionarle. Sabía perfectamente cuál era su cuarto, entró sigiloso, la puerta estaba entreabierta, sus ojos admiraron la dulce imagen en su interior.

El blondo descansaba en la cama tendida con una camisa blanca entreabierta y unos pantalones negros ajustados. El saco estaba tirado sobre la alfombra junto con la corbata y el calzado, él dormía plácidamente. Se acercó más a la cama matrimonial y su mano rozó con suavidad el hermoso rostro llegando a tantear los carnosos labios que le invitaban descaradamente a ser besados con descontrol.

Cosa que no dudó en cumplir. Se inclinó frente a su cara y sus labios fueron a caer sobre los suyos con ternura, un beso simple pero que trasmitía una infinidad de sentimientos. Sin embargo, él no estaba satisfecho quería más. Entreabrió su boca con la suya y su lengua comenzó a hacerle cosquillas dentro de su cálida cavidad para hacerlo despertar. El resultado fue un beso correspondido, sintió esa mano grande acercarlo más de la nuca y comer su boca con deleite. Se permitió acariciar con más confianza el cuerpo ajeno, su mano descendió hasta su lampiño pecho y le brindó una suave caricia.

El aire comenzó a escasear y cuando se separaron, observó al oji-azul despierto mirándole un tanto abochornado.

—¿Ayame?

—Se fue con Neji al parque de diversiones.

—Ya veo-suspiró-No pasara mucho para que me deje y haga su vida-comentó triste.

—Cuando eso sucede me tendrás a mí-susurró.

—Sasuke…-irguió la mitad de su cuerpo quedando sentado en la cama-No pode-

—Voy en serio con lo que siento-le interrumpió-¿Por qué no me aceptas? Sé que sientes algo por mí, de no sentirlo no hubieras correspondido cada beso, cada caricia que he-

—¡Basta!-gritó enfadado-¿Es que no lo entiendes? Soy mucho mayor que tú, ya he hecho mi vida, tú recién empiezas. No la arruines por un capricho.

El flequillo cubrió sus ojos, sus manos formaron puños y el blondo tragó en seco ante el tenso ambiente.

—¿Sasuke…?

—¿Crees que me importa la edad…? Te abrí mi corazón y tú-enfrentó la mirada azul con los ojos brillosos-Tú sigues con ese maldito pensamiento. ¡Te amo, idiota! ¡Te amo y no es un puto capricho!

—Sasuke… tranquilízate.

—¡¿Por qué te cuesta comprenderlo?!

—¡Sasuke!-elevó la voz enojado-¡Voy a morir antes que tú! ¡Voy a envejecer y dejaré este mundo…!

—¡Detente ya!

El ojinegro repentinamente le tomó fuerte de los hombros y lo tiró contra el colchón seguido de él. Se acostó sobre su cintura impidiendo que se levantara.

—¡¿Sasuke, que estás haciendo?!

—¡Tendré que hacerte entender a las malas!-sostuvo sus muñecas contra la cama.

—Para, para ya…

Sus labios fueron sellados por los contrarios y a pesar de que trataba de poner resistencia, todo era en vano. Porque Sasuke se había quedado muy dentro de él y no había manera de sacarlo, a quien engañaba. La sola idea de imaginar a Sasuke con otra persona le enfermaba de celos, pero tenía miedo, mucho miedo. Cuando él no estuviera, Sasuke estaría solo. Ese dolor es su pecho era tan intenso. Abrazó la espalda del menor con fuerza correspondiendo el ardiente besuqueo.

El azabache pareció relajarse y disfrutar más del contacto. Sus manos tocaron todo a su paso, y podía sentir el latido alocado de su rubio amor. De inmediato, sintió como sus mejillas se empapaban, se apartó siendo sorprendido por las lágrimas que descendían de esos ojos color cielo.

—Naruto-besó su frente y le acarició la mejilla intentando calmarlo-No hagas eso. No llores. Me pones triste a mí también.

—Eres tan insistente…-sollozó-No estaré para ti siempre, ¿lo sabes, verdad?

—Lo sé-susurró, chocando sus frentes y viéndolo directo a los ojos-Cuando eso pase, te seguiré.

—¿Qué dices, tonto? Estás demente… vas a…

—Naruto-volvió a interrumpirle-Es mi decisión, por favor, acéptala. No me pidas que siga sin ti. Cuando eso ocurra, yo no tardaré en volver a estar entre tus brazos. Por amor, haré cualquier locura.

—Sasuke…-no sabía que decirle.

—Te dije que quiero ir en serio contigo. Cuando Ayame se case, espero estar contigo y compartir mis años junto a ti. Hacerte feliz por el resto de nuestras vidas. Así que… no pongas más excusas y  hazte cargo de lo que me haces sentir-tomó su mano pegándolo a su pecho-Mi corazón palpita muy rápido y solo lo hace por ti.

—Te amo-sollozó-Te amo, Sasuke…

—Al fin lo afirmas-sonrió con ternura-besó sus labios con toda la pasión que albergaba y Naruto le correspondió gustoso aferrándose a su espalda.

Sus sentimientos estaban a flor de piel. No había más impedimentos y lo que ambos soñaban al fin podría concretarse, comenzaba a anochecer y la pareja comenzó a desvestirse para entregarse en cuerpo y alma a la persona amada.

A Sasuke no le importa que sea mayor que él, está empecinado en seguir adelante con su amor y hacerlo feliz hasta el último minuto. Y sus palabras eran sinceras, cuando su Naruto abandonara este mundo, él le seguiría sin titubear.

 

 


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