- Date prisa, el sol casi se pone! - Gritó Kai por encima del hombro mientras corría a la cima de la duna. Ruki gruñó en respuesta y siguió a un ritmo más lento, jadeando de cansancio. No era que como si nunca hiciera ejercicio, pero correr por una colina empinada y tratando de mantenerse a la par con las largas piernas del más alto no se le hacía una tarea fácil.
Cuando finalmente llegó con Kai se inclinó y puso sus manos sobre las rodillas, tratando de recuperar el aliento. El baterista se volvió hacia él y frunció el ceño con decepción.
-Sabes que si dejaras de fumar serías capaz de seguir mi ritmo.- Comentó antes de revolver su bolso en busca de su cámara, Ruki en tanto le lanzó una mirada asesina a su manera y se enderezó de nuevo.
-Deja de sermonearme, el tabaco no tiene nada que ver con esto. ¿Para qué me arrastraste aquí de todos modos?- Pateó la arena y puso mala cara. No es que no le gustara estar allí, pero había esperado algo diferente cuando Kai lo invitó a salir.
- Porque hay un día hermoso aquí afuera. - Kai suspiró contemplando la vista, cámara en mano. -Hay algo con este lugar ¿sabes? Puede hacer que se te olvide la realidad, te hace sentir que vives en un mundo diferente. Ahora deja de distraerme porque realmente quiero hacer unas fotos, la iluminación es increíble en este momento.-
Poniendo los ojos en blanco Ruki se hizo a un lado y dejó a Kai hacer de las suyas. Hasta la fecha nunca logró entender el amor del mayor por tomar tantas fotos, más decidió guardar silencio por una vez. Tal vez si se mantenía la boca cerrada sería capaz de volver a casa pronto y hacer algunas de las cosas que él había querido hacer.
-Ahora nosotros! - Gritó el baterista alegremente después de un tiempo, pasó un brazo sobre el hombro de Ruki y sostuvo la cámara a un tanto de distancia. -Vamos, Ru -chan, la sonrisa- Se quejó en voz baja cuando el otro hombre se cruzó de brazos y frunció el ceño frente al dispositivo. Lo único que consiguió fue una sacudida de la cabeza mientras fruncía más el ceño.
Después de un profundo suspiro Kai utilizó sus famosos ojos de cachorro mientras continuaba rogando a Ruki, notando cómo el arresto del otro no parecía disiparse. Pero claro, el cantante era terco y se esforzó por no ceder, más Kai movió su cara cada vez más cerca, todavía murmurando en voz baja, hasta que finalmente le dio un beso en los labios.
Ruki se rindió al contacto rápidamente y cerró los ojos, profundizando. Envolvió sus brazos alrededor del hombre más alto y le acercó un poco más, disfrutando de la sensación que le provocaba los labios de Kai moviéndose contra los suyos. Siempre había algo en esos besos que le daban ganas de más.
Un repentino destello penetró sus párpados, haciéndolo saltar hacia atrás, sorprendido miró alrededor furioso. Kai sonrió tímidamente y levantó la cámara.
- Lo siento, no lo pude resistir.- Explicó una vez que enfrentó la feroz mirada de Ruki . - Ye ves como un loco ¿sabes? – El baterista continuó con la incertidumbre.
Ruki le sonrió maliciosamente, una idea repentina le había llegado a la mente.
-Bien, puedes hacerlo. Puedes tomarme cuantas fotos quieras.- dijo en voz baja , trazando una línea en el cuello de Kai con el dedo.
El baterista sonrió nerviosamente y retrocedió.
-¿Qué, aquí? ¿Ahora mismo? - El más bajo se encogió de hombros y se sentó, desabrocharse la camisa lentamente.
-¿Por qué no? No hay nadie alrededor de todos modos, y yo siempre he querido probarlo en un lugar como este. Si quieres también puedes hacer videos con esa cámara, más te aconsejo que la dejes en algún lugar para que tus manos estén libres para otras cosas... –
Sonrió con satisfacción cuando Kai, después de sólo unos segundos de vacilación, presionó algunos botones y colocó la cámara sobre una roca frente a ellos.
-Siempre supe que eras un pervertido.. - Afirmó con aire de suficiencia mientras tiraba al baterista sobre sí.
-FIN-