FELIZ CUMPLEAÑOS
Lo que veían sus ojos no podía ser cierto, porque Greyback había muerto en la batalla de Hogwarts y no podía encontrarse en esa casa, esa que sería su nueva casa, su hogar y el de su amado Neville, mucho menos ahora que este esperaba un hijo de ambos.
Aquel dia habían llegado a revisar que todo estuviera bien en su nuevo hogar antes de mudarse, Neville quiso separarse de el en un momento del trayecto con la excusa de buscarle el cuarte ideal a su hijo, mientras el comenzaba a lanzar los hechizos de protección sobre su casa. Fue entonces que un ruido llamo su atención llevándolo hasta el desván de su hogar en donde encontró cierto libro que llamo su atención pero más que eso fue un par de mantas mal olientes que le recordaron algo muy lejano como lo era un chico asustado tras una pared mientras un hombre lobo pasaba a escasos centímetros de el con la mandíbula babeante cubierta de sangre a la espera de una nueva víctima.
“Greyback” susurro lleno de pánico, pero aquello no podía ser, no, no podía debía tratarse de algo más, de….
Bajo raudo y veloz en busca de su amado encontrando solo desolación, Neville, su Neville no estaba por ninguna parte y una sombra a la vuelta de un pasillo no solo lo dejaba aterrado, sino consiente que sus más profundos temores eran ciertos.
En la batalla de Hogwarts se había ocultado cual cobarde a la espera de que todo terminara sin importarle la pobre de Amanda que había sido asesinada por ese asqueroso ser siendo desgarrada sin piedad alguna ante su presencia cuando iban camino a la salida de emergencia para que los alumnos escaparan de esa horrenda pesadilla. Odio a McGonagall por lo ocurrido pensando hasta ese dia que aquello solo había sido una treta para castigar a los hijos de los Mortifagos que se encontraban con el que no debía ser nombrado en esos instantes, sin siquiera pensar que muchos de ellos eran inocentes como la pobre chica que había quedado irreconocible a no ser por el emblema de Stlateryn sobre lo que al parecer suyo había sido su túnica escolar.
Dio un salto despavorido al sentir que algo pasaba por sus espaldas, corriendo a toda prisa en busca de su esposo pero encontrándose con la misma desolación de antes.
“El patio”
Pensó esperanzado sin encontrarlo tampoco en ese lugar y dándose cuenta entonces al recordar un hechizo localizador que podía efectuar a su propia sangre con su varita que esta ya no estaba en su poder.
Las cosas no podían estar peor, pues un aullido le había erizado la piel por completo haciendo chocar al retroceder con unos troncos apostados en medio del patio y encontrándose con algo que podía protegerlo en caso de encontrarse con aquel maldito que asediaba a su familia.
Con hacha en mano regreso a casa con la acérrima decisión de proteger a quien amaba aun si la vida se le iba en eso, porque esta vez el no sería un cobarde, esta vez el sería un héroe, aun si debía morir por ello.
Un estruendo llego a sus odios llevándolo hasta la sala de estar que mantenía las puertas cerradas desde su llegada, temblaba de pies a cabeza pensando si aquella bestia tenia ahí a su Neville y si sería una buena idea actuar como un bruto Griffindor y no como un frio Stlateryn pero tras escuchar un grito dentro de este todo rastro de racionamiento se borró de golpe de su mente yendo hacia la puerta que antes de que el llegara a abrirla se abrió de par en par dejando expuesto el rostro peludo y asqueroso de un ser que nada tenía que ver con Greyback pero que estaba claro se trataba de un hombre lobo.
-¡Maldito!- grito al ver en ese hocico sangre y que sostenía algo entre las manos que no alcanzo a distinguir por la ira iracunda que lo invadió.
EL hacha se alzó sobre su cabeza dando un giro limpio para rebanarle de cuajo el cuello aquel monstruo imaginándose que era lo que sostenía entre sus manos no era más, ni menos que la sangre de su amado esposo, de su Neville, escuchando en el trayecto unos gritos despavoridos mientras la cabeza del animal salía volando a través del cuarto para luego de un par de segundos ver como el cuerpo caía inerte sobre el suelo mientras desparramaba sangre como un grifo abierto al tanto que los chillidos horrorizados se alzaban cada vez con mayor fuerza.
La adrenalina del momento desapareció de golpe cuando vio un grupo de personas con gorros y ridículas mascaras de películas muggles, dándose cuenta de quienes se trataban entonces y sobre todo al ver que era lo que sostenía aquel cuerpo tirado a un lado suyo.
¿Un pastel?
Retrocedió unos pasos viendo como un estandarte se erigía sobre su exquisita chimenea con el eslogan de un “FELIZ CUMPLEAÑOS THEO” para sentir luego como sus pies chocaban con algo.
El sonido sordo del hacha al caer fue tan fuerte que hasta el mismo tuvo que taparse sus odios cayendo de golpe sobre sus rodillas al ver como la cabeza de aquel monstruo dejaba entre ver un rostro familiar bajo el primero, demasiado familiar, demasiado amado tanto que su corazón se desgarro de la misma forma que su garganta al soltar un grito despavorido que recordarían todos hasta el dia de su muerte.
-¡Neville!, ¡Neville!, ¡Neville!-
FIN