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.:Restos de Abril:. por muse darkkness

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Notas del fanfic:

Ni los personajes, ni la canción me pertenecen, sino a sus respectivos autores y esto se hace para llorar un rato XP… bueno, yo si llore al inventarlo y al escribirlo.   

Notas del capitulo:

 

Solo una aclaración Ikki y Hyoga viven en una cabaña rodeada de bosque.

Si pueden leer esto mientras escuchan la canción mejor, pero si no, pues también, es “restos de abril” de Camila n_n mi canción favorita de ese grupo.

Después de 8 meses, esto verá la luz… espero que lo disfruten. 

 

 

 

Restos de Abril.

Ahí estaba, empacando sus cosas en una maleta.

No sabía cómo se le podía hacer tan fácil meter una camiseta tras otra camiseta desordenadamente, no importándole que lo observara desde el marco de la puerta, se quito el reloj de la muñeca y lo coloco sobre la cómoda junto a la cama.

Hyoga suspiró, él le había regalado ese reloj tiempo atrás, específicamente el día de su cumpleaños. Se cruzo de brazos mientras cerraba sus orbes celestes. Un suspiro más y se alejo dejando a Ikki con lo suyo.

Su mundo cada vez se hacía más pequeño con cada pertenencia menos del otro en esa casa, se le desgarraba el alma aunque en su rostro inexpresivo solo había calma. Ikki lo miro por el rabillo del ojo, observando lo que el otro quería ocultar; cada uno de sus movimientos delataban su decepción, sabia a la perfección lo que él quería, pero él no podía… no podía darlo, su más preciado tesoro… su libertad. No quería quedarse atrapado, si lo hacía sentía que moría y él no podía permitir eso, por mucho que amara a Hyoga no podía… simplemente no.

Hyoga cruzo el pasillo hasta el salón, tenía que controlar ese mar de sentimientos que lo embargaba, sabía perfectamente que Ikki podía leerlo a kilómetros de distancia, aunque a los ojos de los demás pareciese inmutable. No quería que él, precisamente él estuviese presente cuando se derrumbase. Lentamente se acerco a un librero, eligiendo un libro que él le había regalado en su primer, último y único aniversario, lo hojeo delicadamente y ante si apareció una fotografía tomada meses atrás, mientras tomaban un helado en un parque de diversiones, donde ellos se veían radiantes, aun a pesar de que en sus rostros no se mostrara nada, pero en sus ojos… en esos ojos llenos de amor… ojos que eran los más hermosos para el  otro…

Un suspiro más…

¡No!

No dejaría… no le daría la satisfacción de verlo llorar, no hasta que se largara… hasta que lo dejara entre tanta soledad…

Dejo el libro en su lugar, pero aun mantenía presa entre sus manos esa fotografía tan especial y se dirigió a una ventana bajando el rostro. Un sollozo murió en la garganta de Hyoga al verlo salir de la habitación que habían compartido durante hace ya algún tiempo, lugar donde se daban calor mutuo… donde se demostraban lo mucho que se aman…

Ikki se dirigió hacia él…

Pero… pero siguió de largo, sin dirigirle una sola palabra, o alguna mirada, algo que dijese “ADIOS”, solo escucho sus pasos dirigirse a la puerta… la perilla girar… el chirrido penetrante de la puerta de madera… el golpe seco de esta al cerrase… y finalmente… nada…

Por la ventana pudo apreciar cómo se adentraba al bosque… su cabello azul, sus brazos fuertes, su pose gallarda, esa maleta sobre sus hombros acariciando su espalda y esos pasos que le alejaban de él, para finalmente perderse entre los árboles.

-Maldito cobarde

Fue la frase rota que salió del pecho de Hyoga, para después lanzar un grito desgarrador y dejarse caer de rodillas, tratándose de sostener del marco de la ventana.

… No lo sentía… ya no podía… sentir la mitad de su corazón…

Una hora, una hora de esperar en la misma posición un milagro, pero lo único que consiguió fue el dolor que se incrustaba en sus piernas al poner un pie frente al otro hacia la sencilla vacía habitación. Se avecino a la cómoda que resguardaba su lugar en la cama para sacar un pequeño dispositivo largo y blanco que abrigaba la otra mitad que no estaba rota en ese cascaron que Ikki le dejo de corazón; para finalmente ponerlo sobre su plano vientre y abrazarse a sí mismo, tratado de darse el calor que él ya no le daría derramando las ultimas lagrimas que juró serian por Ikki.

Las aves volaron de los arboles a su paso, así que paró en seco, “esoeso no estaba bien” él lo sabía, por supuesto que lo sabía… pero… ¿Por qué lo hacía? Dirigió su vista decaída hacia las copas verdes de los arboles, por primera vez miro hacia atrás, no lo había hecho cuando dejo a Esmeralda en aquella isla, ni cuando se despidió de su hermano… pero ahora lo hacía por Hyoga y solo por el…

Un suspiro…

Y se dio cuenta en ese momento que solo por Hyoga, solo por él era capaz…

Dio la vuelta para regresar, esperando que no fuera demasiado tarde.

-¡Hyoga!

Ese grito se escucho por la pequeña cabaña, más que la puerta golpeándose contra la pared.

-¡Hyoga!, ¡Hyoga!

Mas el dueño de aquel nombre jamás salió a recibirlo, nunca acudió a sus brazos como Ikki pensó que lo haría, no se acerco para recibir el beso que los labios del fénix suplicaban regalar…

Solamente la melodía de una canción en el radio antiguo del señor Kido…

Llévate mis sueños

Y el universo que se vuelve tan pequeño

No tengo a donde ir

Me desbaratas

Tu amor fugaz que a veces hiere

A veces mata

 

Se acerco al escritorio cuidadosamente, dudando sobre hacerlo, queriendo hacerlo pero al mismo tiempo temiendo. Observo curioso un objeto blanco que estaba junto al aparato, encima de una fotografía, así que lo levanto… eso… eso era…

-¡No, Hyoga, no!    

Fue lo último que dijo antes de dejar caer su maleta al suelo para salir corriendo de su hogar, con aquello que le daba la fuerza para alcanzar a Hyoga.

Llévate el sur y el sol

Que estoy desorientado

Que vivo congelado

Si no estás a mi lado amor…

 

Mientras que en una cabaña rodeada de bosque se podía escuchar la última estrofa de la canción que sonó en un antiguo radio…

 

 

                                             

 

Notas finales:

Ha

No sé, pero le tengo un especial cariño a este one- shot, al igual que a “.:Hielo rojo:.”

Pero… y a ustedes ¿Qué les pareció?

Besos con conejos

Muse C: 


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