No soy el
Capitulo I. Todo Cambia.
Todo en la historia cambia. Los cambios son esenciales y nadie puede detenerlos o pararlos. Pero, aun así hay cosas que perduran. Y, la calidez que desprende el gremio Fairy Tail, es una de ellas.
Quince años han pasado desde la tragedia de la Isla Tenroujima. Fairy Tail puedo recomponerse gracias a la recompensa que recibieron al salir ganadores de los juegos mágicos, y nuevamente volvieron a ser el gremio más fuerte de todo Fiore. Nuevos integrantes se han unido a su gran familia.
Yo, Eric Dragneel, soy un miembro reciente de él. Y he de decir que el sentimiento de paz y cariño que desprende es igual al que mi Maestro me describió. Si, Natsu Dragneel, el dragón Slayer del Fuego mejor conocido como el famoso Salamander fue mi maestro.
Natsu me encontró cuando tenía 11 años, cuando mis padres me abandonaron en un bosque a las afueras de Magnolia. Él se encontraba en una misión según se; pero lo dejo todo por mí, hasta el punto de no regresar a su gremio y quedarse a cuidarme. Hasta me enseño como usar la magia de Dragón Slayer de Fuego, con la única diferencia de que mis llamas salen azules, no como las normales.
En ese tiempo que pase junto con mi maestro, el me dio muchas cosas; entre ellas, el estilo de vestir. Uso pantalones abombados, y chaleco abierto; en mi cuello llevo la bufanda de mi maestro, el me la dio cuando termine mi entrenamiento, para luego desaparecer de un día para el otro. También, me dio un apellido, su apellido. Viendo en perspectiva, le debo mucho, por eso sueño con el día de encontrarlo y agradecerle.
-¡Eric-kun! – escuche como me llamaban. Me giro, y me encuentro con Wendy. Ella es una vieja amiga de mi maestro, una Dragón Slayer. Cuando entre al gremio, inmediatamente me hice amigo de ella, por su amabilidad y personalidad. Aunque es 3 años mayor que yo.
-¡Wendy, Hola! –le salude. Ella sonrió, y se sentó a mi lado en la barra. Comenzamos a charlar amenamente.
Luego de unos minutos, las puertas del gremio se abrieron, dejando entrar a un reconocido mago del gremio, Gray Fullbuster. Lo observe por el rabillo del ojo, y me sonroje levemente. El mago de hielo se detuvo unos momentos manteniendo la puerta del gremio abiertas. Yo no entendí por qué hasta que lo vi. Vi a Loxar-san entrando por la puerta que Gray mantenía abierta.
Agache la cabeza, no pude soportar seguir observándolos… tan felices.
-¿Eric-kun? – me sobresalte al escuchar la vos de Wendy.
-¿S-si Wendy? – respondí avergonzado.
-¿Me estabas escuchando? – su tono sonaba graciosamente molesto. Solamente me rasque la mejilla nerviosamente.
-L-la verdad. No. – Murmure – lo siento. – me disculpe. Para luego ver como Wendy inflaba infantilmente las mejillas.
-Que malo, Eric-kun – dijo aun asiendo ese gracioso gesto. No aguante, y solté una pequeña risita. - ¡No te rías!
-Perdón. Perdón – aun me reía, y Wendy comenzó a reír conmigo. Nos estábamos divirtiendo, pero no pude evitar que mi vista se desviara a la mesa en donde Gray se reía de Juvia, quien se encontraba sonrojada y movía los brazos como tratando de que Gray parara.
Secamente pare de reír. Como me arrepiento de haber virado la mirada. De la ira y tristeza que me embargo en ese momento, no escuche que Wendy me llamaba. Mi concentración se enfrasco en observar con mirada afilada a la pareja.
-Ah, ya veo. Así que es por Gray-san. – Wendy me miro con una sonrisa pícara en el rostro. Desvié la mirada muy avergonzado, y seguro que mi cara era un tomate.
-¡Cl-claro que no! – negué. Note como Wendy iba a contestarme, pero la voz de Mira-san le interrumpió.
-¡Escuchad, chicos! – Hablo, y todos le prestaron atención - ¡Esta noche celebraremos la llegada de un nuevo miembro! – al pronunciar “celebraremos” todo se descontrolo. A los minutos, todos comenzaron a beber, gritar y a luchar.
Sentí como Wendy me estiro del chaleco, seguro quería hablar de ese tema. Pero para mí salvación, Cana-san me hablo.
-¡Oi, Eric! – grito desde una mesa, a su lado tenía cinco barriles a Sake llenos hasta el tope. - ¿Te animas a una competencia, mocoso? – pregunto burlona.
Honestamente no me gusta beber, es más ¡Lo detesto! Pero, con tal de salvarme de las preguntas de Wendy, hasta me caso con el alcohol.
-¡Yosh! – Dije con motivación repentina - ¡Prepárate para caer en un coma etílico, Cana-san!
-¡Ya rugiste, mocoso!
-Una competencia con Cana después-
Narración por Gray
-Aaah – un suspiro ronco salió de mi garganta. Tome el bazo que tenía frente a mí y vacié el contenido.
Mire a mí alrededor, y note el gremio que se encontraba casi vacío, de no ser por Mirajane, Cana y ese chico… el aprendiz de Natsu.
-Che – chiste. Como odio a ese pendejo, por su culpa… Natsu ya no volverá.
-¡Hey, Gray! – oigo como Cana me llama, y me giro hacia ella.
-¿Qué sucede? – respondo secamente.
-¡Lleva a Eric a su casa, por favor! – dice sonriente, con un evidente sonrojo en la cara por causa del alcohol.
-¿¡Ah!? ¿Por qué yo? – me quejo. Mi mirada se desvía al chico que esta al costado de Cana, inconsistente. Si será estúpido… mira que retar a Cana, ese chico debe ser un completo impulsivo, tal como tú, ¿No, Natsu?
-Vamos, Gray. Un hombre de 30 no tiene edad para hacer derranches – bromea, y yo suelto un bufido – Además, eres el único que conoce donde está la casa de… Natsu – noto como bajo el tono de voz al mencionar tu nombre, ¿Es que tanto nos afectas?
Pero, pensándolo mejor, Cana tiene algo de razón. Las únicas personas que conocemos la casa de Natsu somos Happy, Lucy, Erza y yo. Además, si les doy las dirección, quizá se pierdan… no, no es eso. No quiero que lo sepan. Porque… es el único secreto que compartimos, ¿No?
-Está bien. – digo para luego tomar en brazos al mocoso, y cargarlo estilo princesa. – Adiós, Cana, Mira. – me despido al salir por las puertas del gremio.
Comienzo a caminar, y el mocoso se mueve, acomodándose más en mi pecho, apretando con su mano la camisa que sorprendentemente no me había quitado.
-Sí, quiero helado… - murmuro entre sueños Eric, con una sonrisa en su rostro. Tch, este muchacho no puede ser más problemático. Juvia me matara si llego a casa más tarde de lo que es.
Esta será una noche larga.
…
-Nee, Cana. Sabes que el maestro y yo sabemos dónde está la casa de todos, ¿Verdad? – Hablo Mira – Yo podía haber llevado a Eric-kun a casa, me queda de paso.
-Ya lo sé, Mira. – La castaña agarro un tarro de Sake y se lo bebió en seco – pero, no te hagas la inocente. Sabes perfectamente lo que pienso.
-Ara, ara~ ¿Soy tan obvia? – comento con una sonrisa pícara la albina.
-Solo espero que Gray no sea un estúpido… - murmuro Alberona, para luego seguir bebiendo.
No soy el
Capitulo I. Todo cambia – fin.
By: Noemi.OneeSan.
¡Feliz cumpleaños, Eric!