El bar habia abierto sus puertas hacía varias horas ya, y dentro parecia que nadie estaba de ánimos para festejar.
Las mesas si bien estaban repletas, solo algunas risas se escuchaban a traves de la musica que emitia la banda de blues que tocaba en vivo, y luego más que murmullo, ningun otro sonido llenaba el lugar.
En la barra unas cuantas personas bebian en copas y vasos alargados mientras reian acompañados por alguien, y algunos solitarios que bebian mientras miraban su reflejo en el espejo que recubria todo la pared y estantes que estaban detras de los bartenders, lleno de distintas botellas con loquidos de colores extravagantes y alto contenido de alcohol.
Un pelinegro esbelto, de dedos largos y ojos profundos, estaba sentado solitariamente en la dichosa barra. Sostenía en una de sus manos lo que parecía ser un vaso de whisky on the rocks, mientrás que con la otra se presionaba la sien izquierda. En sus ojos ardía la furia y se ahogaba el dolor, su expresión era inexplicable, y la cantidad de vasos vacios a su alrededor pasaban ya a los dos dígitos.
La madrugada se hacía profunda para él en aquel lugar, allí la conoció, la amó y fue allí también dónde todo terminó. Parecía costumbre de él recordarla cada noche entre las paredes de aquel antro, o mejor dicho buscarla. Creyendo inutilmente que un día volvería y todo sería como antes, aquella rubia le había arrebatado un trozo de él, de su corazón y dolía profundamente.
Empinaba el codo para terminar de beber lo que sería su doceavo trago, y ya sin noción de las superficies, golpeó bruscamente el vaso sobre la barra pidiendo otra bebida.
- Dae, sir... sirveme otra...- se dirigia al barman agitando los hielos en el contenedor de vidirio ya vacio.
- Mira, no quiero que tengamos problemas otra vez por aquí porque andes acosando a todas las rubias que encuentres en el bar que te hacen acordar a tu ex- decía mientras preparaba una bebida que parecia ser un sex and the beach- así que si prometes quedarte tranquilito, te sirvo otro, ¿ok?- dijo entregando la bebida a su dueña.
-Seeeeeeeeeeeeeh- arrastraba las palabras- don't worry Darling~~- expresó mientras alzaba su dedo pulgar en aprobación y sonreía satisfecho.
- Aish.... ¿qué voy a hacer contigo Choi SeungHyun?- negaba con la cabeza DaeSung a la vez que le servia la bebida en el vaso.
En ese mismo momento entró al bar un grupo de jovenes escandalosos que reían a carcajadas.
Parecian ser un grupo de modelos, hombre y mujeres, eran todos altos, de buenas figuras y un tanto llamativos en comparación con las demás personas en el bar.
SeungHyun giró la cabeza para ver de donde provenía tanto escandalo y al mismo tiempo lo hizo DaeSung.
Y lo único que pudo divisar el pelinegro fue aquella cabellera rubia y larga que caía sobre un tapado de piel gris. Y no pudo quitar más los ojos de la persona dueña de ese cabello.
Mientras bebia, cada vez más, sus sentidos se bloqueaban y actuaba por instinto. Así era como no dejaba de quitarle la vista al grupo, apoyando sus codos y su espalda sobre la barra, mientras bebia emocionado su decimo cuarto trago, la noche parecia ponerse un poco más interesante.
Sabía que no era ella, lo sabía, pero... necesitaba aplacar sus necesidades, sus frustraciones y sus deseos en otro cuerpo.
Él, el dueño de la cabellera dorada, sabía que habia sido observado desde un comienzo. Era modelo, podía percibir las miradas con facilidad.
Ya no llevaba el tapado puesto, ahora solo llevaba una camisa holgada, negra con detalles en dorado y de su cuello colgaban unos collares con puas. Un pantalon bastante ajustado, color plateado y unos zapatillas blancas, simples.
Todos en la mesa sabian quien era el famoso él, G-Dragon, modelo de las revistas más importantes del país y dueño de una belleza exquisita, pero quien no lo conociera, podría facilmente confundirlo con una mujer. A simple vista, sus rasgos son femeninos y su vestimenta es muy ambigua también. Y quién podía caer en aquella ilusión mas que el bingu choi SeungHyun.
- Mmm, JiYong Oppa~ -le susurraba una de las modelos en la mesa mientras se acercaba a su oido para decirle algunas palabras - No se si lo hayas notado, pero aquel joven en la barra estuvo mirandote todo el rato desde que llegamos... ¿lo conoces de algún lado?- la chica alejo sus labios del rubio para poner su oido, ansiosa por la respuesta.
- Ah, Dara-Noona~ no sería tan desconsiderado de no saludar a aguien que conozco-dijo frunciendo el ceño- No sé quien sea, pero solo me observa... debe ser algún fan de mi trabajo, solo espero que no sea ningun loco...- Dijo mirando detenidamente al nombrado, para luego sonreír- aunque, ahora que lo veo mejor, es un poco de mi tipo- expresó, para luego relamerse extasiado.
Dara se tomo ambos brazos, fingiendo tener escalofríos -aaah~ Estoy sintiendo pena por ese chico si cae en tus garras- bromeo soltando una risita complice.
- Sabes que lo que quiero lo tengo, no hay 'No' como respuesta para el gran Kwon jiYong- dijo autoseñalandose con el pulgar y sonriendo malicioso, con aires de grandeza.
- Lo sé, por eso siento pena por él- dijo riendo a carcajadas mientras el otro miraba, a su ahora presa, ansioso por el momento de tenerlo entre sus manos.
El rubio se levanto, el pelinegro lo observaba, el otro parecia decir algo a la mesa, mientras sonreía volteaba hacia la barra y sus miradas se encontraron, una sonrisa de lado se dibujo en el rostro de GD, mientras caminaba firme, SeungHyun se humedeció los labios con la punta de su legua. Eso pareció ser suficientes señales para ambos.
Antes de llegar a donde estaba el mayor, JiYong cambió su dirección hacia los baños, y tras él el pelinegro lo persiguió siguiendo sus pisadas. Lo vio entrar al baño de hombres, lo que le pareció raro, pero SeungHyun pensó que solo estaba jugando, era una chica bastante atrevida, lo que lo alentó aun más.
Entró al reducido lugar para encontrarsé con un espejo que lo reflejaba en su totalidad, se acomodó un poco el cuello de su camisa para culminar su acción con una sonrisa triunfadora. Miró el lugar en busca de aquella cabellera rubia, pero no parecia estar ahí. Comenzó a caminar en el estrecho pasillo, entre la pared y los cubiculos donde se hallaban los baños, cuando sintió que lo jalaban del brazo metiendolo en uno de aquellos espacios diminutos de cuatro paredes, para luego cerrar la puerta con pestillo, y en cuanto pudo darse cuenta estaba siendo deborado por los labios de aquella 'rubia' que deseaba con desespero.
Lo abrazó torpemente por la cintura mientras GD lo besaba efusivamente mientras enredaba sus finos dedos entre los cortos cabellos del mayor. Sus lenguas jugueteaban entre ellas, parecian complementarse perfectamente, hasta que la falta de oxigeno los separó escasos centimentros. Se miraron a los ojos, y ninguna palabra hizo falta para que se entendieran, GD tomo por los hombros a Seunghyun y lo sentó sobre el sanitario.
- ¿Qué es lo qu...- Las palabras del pelinegro fueron cortadas por un pequeño beso del menor, que luego siguio un camino de besos bajando por el cuello del menor, abriendo uno a uno los botones de la camisa del mayor, marcando cada rastro de piel nueva que se exponía ante sus ojos, lo que hacía soltar profundos suspiros al pelinegro. Hasta que el menor se encontró con los pantalones, donde se podía notar ya la sobre excitación de SeungHyun, la cual le provoco una sonrisa, estaba haciendo bien su trabajo.
Abrió el cierre de auqela pantalon, y tomo su miembro de entre sus ropas, bajo sus labios al pene del mayor y comenzo a succionarlo desmedidamente, acentuando la fuerza en la punta del este, haciendo que la sensación sea totalmente placentera para el mayor.
El pelinegro no sabia si era por la borrachera o que estaba demasiado excitado, pero aquella mamada era la mejor que le habían dado en la historia, no sabia quien era esa rubia tan atrevida, pero... le encantaba. Lo tomó por sus cabellos largos y rubios bruscamente, obligandolo a que lo mirara a los ojos.
-No, no, no - expresó negando con su cabeza- No quiero acabar así, quiero hacerlo dentro tuyo- le dijo mientras soltaba el mechon de cabello que sostenia para bajar a su rostro y delinearle los labios con su dedo índice, el cuál atrapó dentro de su boca, lamiendolo sensualmente, lo que provocó aún más al mayor, quien lo obligó a levantarse, para tomar sus pantalones y bajarlos bruscamente junto a su ropa interior... La cara de SeungHyun fue indescriptible cuando se dio cuenta que su hermosa dama era en realidad... un hombre hecho y derecho.
- What the... Fuck?!- Expresó, parecia que todo el efecto del alcohol se había esfumado en ese instante, JiYong no entendía lo que sucedía, ¿podía ser que ese chico no supiera que él era un hombre? ¿Podría ser que no supiera quién era él?. Estaba ebrio pero no lo suficiente como para ignorar que él era el famoso G-Dragon, por favor, ¿quién podría ignorar a la figura más famosa de todo Corea?.
-Puede ser que tú... ¿no sepas quién soy yo? - lo miró estupefacto.
-Hasta hace unos instantes eras la rubia de mis sueños y ahora resulta que eras... el rubio de mis sueños- dijo con una mueca de preocupación- ¡Por dios esto no tiene sentido!- se tomaba la frente con una mano, tratando de aclarar que era lo que estaba pasando.
- Dejate de sentimentalismos y terminemos con esto- dijo un poco disgustado- te prometo que no te olvidaras de mi ni de esta noche jamás en tu vida- se sentó sobre el, y comenzó a besarlo desaforadamente, deborandolo con sus labios. Sus lenguas se complementaban y jugueteaban entre ellas, mientras que el menor meneaba su pequeña cintura con una lentitud que volvía loco cada vez más a SeungHyun, haciendo que su miembro volviera a reaccionar otra vez luego del shock.
Se separaron escasos centimetros, mirandose a los ojos, y viendolo así, Seung no creía que fuera tan malo, además de que era muy lindo sabía como ponerlo a pesar de ser un hombre.
- No está tan mal, ¿no?- le dijo para luego besarle el cuello, mordiendolo y succionandolo violentamente.
- Mhhg... - los gemidos salian de la boca del mayor inundando el lugar- ...Es excelente...- dijo para tomarle con una mano la cadera y levantarlo escasos centimetros, mientras con la otra sostenia su pene para acomodarlo en la entrada de JiYong - ... Pero podría ser mejor- expresó para entrar violentamente en él, arrancandole un gemido ahogado que lo terminó de excitar. El menor comenzó su vaivén ritmico sobre SeungHyun quien lo miraba extaciado, jamás habia visto esa expresión en ninguna de las mujeres con las que estuvo, y tampoco se sentía tan estrechas como se sentía el interior de ese chico, podía sentir como su miembro palpitaba, y a medida que la velocidad aumentaba, podía sentir los espasmos del menor, haciendo que su excitación culminara y ambos acabaran juntos. Y el ritmo fue bajando lentamente, el meneo incesante de GD se volvió en uno calmo, tratando de conservar la sensación de placer por unos segundos más. Cansado se recostó sobre el hombro de Seung que subia y bajaba debido a su agitada respiración.
-Fue.. muy bueno- le dijo el pelinegro a lo que GD solo sonrió.
- Lo fue, pero la proxima vez tiene que ser mucho mejor- dijo sensualmente - aún tienes mucho que aprender.
-¿Eh?- dijo sorprendido, nunca habia vuelto a salir con las chicas con las que se habia acostado por despecho.
- Claro... ¿Pensaste que esto solo quedaría así?- dijo con aires de grandeza - deberías averiguar un poco sobre mi y mi personalidad- dijo riendo levemente.
- Oh... fuck- expresó el mayor - Prefiero conocerte poco a poco...- le dijo mientras le acariciaba aquel cabello rubio.
-También es una opción- le dijo sonriendo.