LA GUARIDA
Estaba agotado y quien no lo estaría luego de correr tan endemoniadamente en busca de un sitio seguro en donde poder quedarse hasta que todo terminase. Y era precisamente por eso que no se había dado cuenta que junto a él alguien más había entrado a su refugio llevándose una desagradable sorpresa al tenerle ante él.
-Este es mi guarida- le gruño al otro que parecía más preocupado en mirar el lugar que a el -asi que por favor, sal de aquí-
-Cuan pequeño es este sitio- comento mirando su alrededor soñadoramente.
-Exacto, por eso no hay lugar suficiente para dos, asi que…retírate por favor-
-No crees que es hasta un poco oscuro-
-¿Oscuro? No, no está bien…- rebatió mirando hacia su alrededor - ¡oye no me cambies de tema!-
-¿Cambiarte de tema?-
-Sí, quiero que te vayas, este lugar no es lo suficientemente grande para los dos, tú mismo lo has dicho-
-¿Quién, yo?-
-¡Si tú! Asi que por favor, amablemente te pido que te largues de mi hogar-
-A esto le llamas hogar-
Era increíble, primero se metía en su guarida sin invitación y ahora le salía con eso, definitivamente se marcharía por las buenas o por las malas.
-Si no te gusta márchate-
-Lo haría pero…-
-¿Pero qué?-
-Por donde-
Por más que busco y rebusco aquella guarida no poseía salida alguna, increíblemente era inexpugnable, un sueño hecho realidad luego de haber estado por tanto tiempo a la intemperie en un mundo completamente extraño y hostil pero que en esos momentos se volvia una verdadera pesadilla al tener que compartirlo con alguien total y absolutamente extraño y hasta algo loco para el.
-Oye, no crees que desde que llegamos, esto se ha ido, no sé cómo decirlo…bueno, achicando-
-Son ideas tuyas- le dijo intentando de ignorarle como siempre.
-No, no lo son, en serio este lugar me da escalofríos a veces-
-Pues a mí no, este es mi hogar y me encanta-
-Sí, sobre todo por la comida- menciono al ver como en una esquina de la cueva había un nuevo manjar para degustar.
-Pues no soy el único- reclamo un tanto avergonzado al recordar como al principio se había negado a compartir la comida por temor a no tener más en el futuro y como luego se diera cuenta que sus temores eran infundados al notar como mágicamente esta aparecía en su refugio.
-Si, a mí me encantan los postres a ti no-
-No claro que no- decía ocultando un pastelillo tras sus espaldas.
-Mira- apunto hacia un artefacto extraño que entraba a su hogar -¿Qué crees que sea?- pregunto intentando de tocarle pero siendo detenido por el otro.
-¡¿Acaso te volviste loco?! Ni siquiera sabes lo que es y ya lo quieres tocar-
-Lo siento, es que es tan bonito-
Le observo un instante dándole la razón, era diferente a todo lo visto en su refugio hasta ahora pero no por eso significaba que fuera de utilidad, más aun asi…
-Pensé que no debíamos tocarlo- reclamo molesto su compañero al verlo alzar su mano.
-Claro que no, es que…es tan raro-
-Si- contesto rozando con un dedo el artefacto para gritar de dolor al instante.
-¡Te dije que no lo tocaras idiota!-
-Lo siento, es que, tenía curiosidad- respondio mirando su dedo raspado.
-Estas bien, te duele-
-Sí, un poquito, ¡Hey mira se mueve, se mueve!- indico al artefacto que ahora ya no estaba en diagonal y que se movía en espiral para ir directo hacia ellos.
-¡Cuidado!- advirtió poniendo a su compañero tras de sí al ver como aquella cosa por poco le arrancaba la cabeza de cuajo -¡Ahí viene otra vez agáchate!-
-¡Pero que rayos es esa cosa!- preguntaba aterrado el otro aferrándose al supuesto dueño de casa.
-¡No lo sé pero hay que evitarlo a toda costa!- grito moviéndolos a ambos a otra esquina en donde sin darse cuenta quedaron sin salida.
-¡Ahí viene, ahí viene!-
-¡Tranquilo, tranquilo, aquí no nos encontrara, esta esquina es hueca y ahaaaaaaa!-
-¡Que sucede!-
-Nada- respondio apenas.
-¡Estas herido, lo estas!-
-¡No salgas de ahí, ni te atrevas!- le advirtió furioso al notar como intentaba salir de sus espaldas.
-¡Pero, pero y tú!-
-¡Ahaaaaaaaaaa, quédate ahí imbécil o si no te….maldita cosa! ¡Ya déjanos en paz!- reclamo provocando un remesón en su guarida que hizo alejarse finalmente aquella cosa.
Detestaba que le tuvieran lastima y más que el no parara de mirarlo con cara de lastima.
-Seguro que no necesitas ayuda-
-Por supuesto-
-Oye, si tú quieres yo puedo encargarme de la limpieza desde ahora-
-¿Tu?- dijo en tono risorio pues desde su llegada jamás lo había visto hacer aquello.
-Pues sí, después de todo es lo menos que puedo hacer-
-Has lo que quieras- contesto viendo como dia tras dia su compañero se dedicaba a limpiar sin reclamo alguno en su contra por su ya nulo apoyo en esos enseres.
-¿Qué miras?-
-Eso- respondio cortante su compañero viendo un punto nulo de su refugio.
-¿Y qué rayos es eso?-
-Bueno, es el lugar por donde esa cosa apareció-
-¿Estás seguro?-
-Si-
-Creo que…que deberíamos comer-
-Sí, solo déjame verla por un rato más, si-
Parecía obsesionado con ese punto inexistente arriba de sus cabezas, tanto que hasta se había olvidado de sus recientes que aceres adquiridos, provocando su molestia inmediata, además de su preocupación al notar que tampoco se estaba alimentando apropiadamente y que si lo hacía era simplemente porque él le obligaba.
-Ya deja de mirar eso que ahí no hay nada-
-Pero si lo hay- respondia fervientemente el otro -lo hay y te lo demostrare- dijo intentado de treparse por las paredes hasta llegar a él.
-¡Pero que rayos crees que haces!-
-No te preocupes-
-¡Acaso te has vuelto loco!-
-Te demostrare que aquí hay………-
Ambos se callaron de golpe al ver como una luz brillante comenzaba a mostrarse desde aquel lugar en donde el otro decía que había algo para cegarlos por un instante para luego desvanecerse.
-¡Te lo dije, te lo dije!-
-Baja de ahí…ahora- advirtió lleno de pánico agarrándolo de las piernas para arrastrarlo hacia abajo.
-¡Pero qué haces, ahí algo y de seguro es importante!-
-Ahí no hay nada, más que dolor-
-Pero que rayos dices- le recriminaron para ver como nuevamente la luz volvia a aparecer pero con mayor refulgencia.
-¡Vamos hacia atrás ahora!-
-Espera-
-¡No, debemos retroceder!- pedía casi suplicante al no poder ver que era lo ocurría a su alrededor.
-Pero es tan bella- decía soñadoramente intentando de zafarse del agarre del otro.
-¡Pero que rayos haces! ¡¿Acaso no te das cuenta que puede estar esa cosa ahí?! ¡¿Acaso quieres que te maten?!-
-¡Pero que rayos es eso!- chillo lleno de pánico al ver algo aún más raro y extraño ante él.
-¡Te lo dije!, ¡vámonos hasta atrás, vamos!-
-¡Ahí viene, ahí viene!-
-¡Tranquilo, tranquilo!-
-¡Vamos a morir, vamos a morir!-
-¡No, no lo haremos, no hoy, no lo haremos, malditos este es nuestro hogar, nuestro hogar!-
-¡Prométemelo!- pedía entre lágrimas -¡hazlo!-
Tomo con cuidado y cariño su rostro entre sus manos para decirle lo que tanto anhelaba -Te lo prometo- sonriéndole, para luego dejar tras de sí una mueca aterrada al ser arrastrado de sus brazos dejándolo horrorizado por lo que aquella luz que a simple vista era tan inofensiva y hermosa, había resultado ser.
-¡No, devuélvemelo, devuélvelo!- chillaba sin poder creer lo que su curiosidad había provocado sin darse cuenta que aquella luz no solo se había incrementado de nuevo, sino que había regresado con esa cosa extraña que le resultaba tan extrañamente familiar.
Frio, miedo, llanto, todo era uno a su alrededor y el pánico un complemento más a su tortura para luego dejarse arrastrar por el cansancio y el olvido.
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-¿Cómo están?-
-El primero no creo que lo logre pero el segundo, ese si tiene más posibilidades pero aun asi…no podría asegurarte nada-
-Es horrible-
-Ni que lo digas, no entiendo como hay gente que haga este tipo de cosas-
-Están en su derecho Harry-
-¡Lo se maldita sea, sé que es el derecho de cada bruja el interrumpir su embarazo pero se supone que eso deberían hacerlo al principio y no al final de este!- menciono furioso el mendi mago al ver aquellos niños tan pequeños en las incubadoras.
-Vamos cálmate, que nada sacas poniéndote asi-
-Pero Hermione, acaso no te enteraste, uno de ellos nació sin una de sus extremidades debido a esto-
-Lo sé- contesto un tanto apenada al saber el porqué.
-Y fue a causa del maldito aborto fallido- dijo entre dientes furioso.
-Lo sé pero debes pensar positivamente- dijo notando como le miraban, como si se hubiera vuelto loca -Sin ese intento fallido aquel mendi mago jamás nos habría informado acerca de ella y sin eso, no podríamos haberla encontrado antes de que tuviera a los niños y les hubiera matado a ambos tras haberlos parido-
Observo como su amigo veía a ambos niños, absorto en aquella imagen, aun recordando de seguro cuan injusta era la vida, pues ahí estaba el con Malfoy insistiendo hace años por la mera oportunidad de adoptar a un niño sin importar la edad que tuviera sin siquiera ser tomados en cuenta por el pasado del rubio.
-Hay personas que no merecen ser madres- soltó amargamente.
-Lo se Harry, al igual que sé que hay muchos que merecen ser padres- le sonrió con una idea en mente.
Las cosas no salieron tan fáciles como ella había pensado pero con un poco de perseverancia e investigación, más el apoyo absoluto de varios de sus amigos por fin el mayor anhelo de su mejor amigo se hacía realidad y ella era parte de ello.
-No puedo creer que esa bestia fuera liberada después de lo que hizo-
-Bueno, ella se declaró insana mentalmente antes del parto, además que puso como base los traumas de la guerra-
-Por favor, como es posible que todavía sigan tomando en cuenta aquella treta- bufo molesto un rubio.
-Bueno, aun lo hacen pero gracias a ello, ella accedió a esto- sonrió la castaña sosteniendo a un niño entre sus brazos -¿Quieres cargarlo papa?- pregunto al rubio que no pudo disimular por más que intento una gran sonrisa de satisfacción al escuchar aquel apelativo y aún más al ver como aquel pequeño y diminuto ser extendía sus manitas al verle.
-Ven aquí mi pequeño Scorpius-
-¿Scorpius? En serio le podrás asi a mi sobrino- reclamo un colorín.
-Es un digno nombre para el futuro heredero Malfoy-Potter, Wesley y lo más importante, es un nombre de estrella como lo dicta la tradición Black- sentencio el rubio viendo una mueca en el rostro del otro dirigida inusualmente no hacia él, sino a su esposo.
-Bueno, por lo menos pudiste ponerle el nombre al pequeño James-
-Sí, nuestro pequeño gran milagro numero dos- dijo Harry besando con delicadeza la cabecita de su hijo mayor, quien aun debía ser tratado con cuidados especiales a causa de la pérdida de su piernecita y una que otra herida causada antes de su nacimiento.
-No tienes miedo de que ella, bueno, cambie de opinión- pregunto un tanto dudoso su amigo siendo codeado por su esposa al instante por esto.
-Eso no pasara Ron- le recrimino la castaña molesta -Ella estuvo más que dispuesta a firmar los papeles de adopción-
-Sí, sobre todo cuando le dijiste quien quería adoptarlo y como le ayudaría a que le bajaran la sentencia-
-Malfoy si Hermione no hubiera usado esas cartas, ahora no tendrías una familia ingrato-
-Ya, ya, por favor chicos no peleen, al menos no frente a los niños, está bien- pido Harry viendo como todos agachaban la cabeza avergonzados por su actitud, inclusive su rubio -Ahora, Draco llevémoslos al cuarto si, están cansado-
-De acuerdo-
-Lo siento hermano, no quise extralimitarme-
-Está bien Ron, regresaremos en seguida- dijo el moreno subiendo las escaleras tras su pareja.
-Crees que estén bien- le pregunto nervioso su rubio precioso y extremadamente posesivo con ese par de angelitos desde que llegaran a sus vidas -Porque de todas formas a ellos yo no les caigo bien, asi que podría quedarme aqui-
Le abrazo por detrás apoyando su mentón en su hombro.
-Olvídalo Draco, tú te vienes a comer conmigo-
-¿Pero?-
-Los niños estarán bien, además necesitan descansar-
-Pusiste las protecciones-
-Si papa-
-Y las mágicas-
-Si mama-
-Esta…Potter yo no soy la mama- reclamo el rubio persiguiendo a su pareja que había huido de su alcance con una gran sonrisa.
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“Oye, ¿estás bien?”
“Si y tu”
“Si”
“Que bien”
“Oye…no te parece que esta guarida es más grande que la anterior”
“No, no lo creo”
“La extrañas”
“….no…creo que ya no…”
“Ya no hay nada que temer”
“Lo se…lo sé”
“Aquí seremos felices”
“Lo se…siempre que estemos juntos”
“Siempre…hermano, siempre”
Fin