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El cliente habitual por Kumasshi

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Notas del fanfic:

Tal vez haya Lemmon, tal vez haya BDSM, la verdad no sé, la verdad, me encantaría que lo hubiese gkfdf pero no se me da escribir ese tipo de cosas. Mi imaginación dirá qué pasará porque ni yo lo sé jds):

 

Notas del capitulo:

Éste es mi primer fic yaoi y la verdad no sé muy bien como se hace u_u y por lo mismo quiero que me dejeis reviews para saber si les ha gustado o no n_n también veré con eso si subo o no el 2do capítulo, que por cierto está listo n_n

Todos los personajes de esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto.

 

CAPÍTULO 1: CAMBIANDO EL RUMBO


¿Qué le puedo servir el día de hoy? -Pregunté al cliente que estaba sentado frente a mi.
Lo de siempre - Me respondió.
En seguida vuelvo, señor -Me retiré de la mesa y me dirigí hacia la cocina sonriendo, me sentía alegre.

Mi nombre es Uzumaki Naruto, trabajo en uno de los restaurantes más elegantes de la ciudad de Konoha.
¡Naruto! -Dijo mi mejor amiga.- ¡No puedo creer que siempre se siente en la mesa que tú atiendes! -Me alegó con gracia, frunciendo el seño.
Lo siento, Sakura -me reí- ¿Qué más puedo hacer? He de ser su favorito -sonreí y me rasqué la nuca con la mano derecha-
Es el cliente que da las mejores propinas... -Se acercó Ino, una chica una rubia que usaba una coleta que le llegaba hasta la cintura.- Es un pesado, pero su propina compensa la forma en la que nos trata -Se quejó-
¿Nos? -reí burlándome de ella- Si mal no recuerdo, Ino, desde la primera vez que cruzó esa puerta, sólo se ha sentado en mis mesas -Seguí burlándome. Luego recordé que mi cliente me estaba esperando, así que tomé el pedido y lo llevé hasta su mesa-

Lamento la tardanza. -me disculpé- Aquí tiene.
Muchas gracias -Me dijo el moreno que tenía como cliente. Sentí una mirada punzante y estoy seguro de que me ruborizé a más no poder, me ponen nervioso las miradas constantes-
Avíseme si necesita algo más, ¿sí? -Me alejé de la mesa y me dirigí nuevamente a la cocina, aún sintiendo su mirada en mi espalda-
¿Saben algo? -Llamé la atención de mis compañeras de trabajo- aún después de que lo he atendido todos los días durante los últimos 3 años, aún no sé su nombre. La verdad, no sé nada de él.
¿Uh, y por qué ese interés repentino, Naruto? -Me preguntó Ino, demostrando claramente una doble intención en la pregunta, cosa que no capté en ese momento-
No es repentino, la verdad. -de verdad que era estúpido- siempre me lo he preguntado, pero no sé, me da cosa. Tiene... algo así como un aura maligna -me reí-
¿Por qué no se lo preguntas? -Insistió con sus insinuaciones. Supongo que pensó que ni yo era tan tonto como para preguntarle cosas personales a una persona como él. Se notaba a kilómetros que no era una de esas personas.
Tal vez lo haga -volví a reír-
En ese momento, mi cliente habitual llamaba para pedir la cuenta. Sí que comía rápido.

Entonces... deséenme suerte -Dije algo emocionado, aún me avergüenzo de eso-
¡No, Naruto, esp-! -Ya era tarde, estaba al lado del moreno.

Muchas gracias por habernos preferido -Le dije con una sonrisa tan grande que me dolían los cachetes- Oh, antes de que se vaya... -jugué con mis dedos-
Ya dejé propina -Me dijo-
¡No, no, no! no es eso. La propina está bien, de verdad. Lo que quería preguntarle era... -me puse más nervioso que nunca- etto... bueno... ya sabe que usted viene aquí todos los días y... me preguntaba cuál era su nombre.
-Con su mirada tan seria como siempre, tomo aire para responder- Sasuke... Uchiha Sasuke.
Hermoso... -Se me escapó- ¡No digo que usted sea hermoso! -Al notar mi error, comencé a decir más estupideces de lo habitual- ¡Su nombre es hermoso, no usted! Quiero decir ¡no le digo que usted sea feo, no lo es, créame!

No sé qué estaba pensado cuando dije eso.
Nunca he sido una persona a la que le cueste hablar, menos con un desconocido, pero, justo en ese momento, yo... "No le digo que usted sea feo, no lo es, créame" le dije, en otras palabras, que era un 'hombre bonito'...

¿Cuál es tu nombre? -Interrumpió mis pensamientos- No esperarás que yo te dé el mío sin saber el tuyo, ¿verdad? -Un extraño tipo de sonrisa de formó un su cara, creo...-
¿M-Mi nombre? Mi nombre... ¡Ah, sí! ¡Uzumaki Naruto!
No hay necesidad de gritar, Naruto. -Mi nombre sonaba como un poema cuando lo decía él-

¿Qué? ¿Qué tipo de pensamientos estaba teniendo?

Nos vemos mañana, a la misma hora. -Hizo un gesto con la mano y se retiró.-
S-sí... -Fue la única palabra que pude articular-

Volví a la cocina y tomé mis cosas, después de todo ya era la hora de salida. Sasuke siempre era el último cliente en irse.
¿Qué te dijo? -Me preguntó Ino-
No le respondí, me sentía abrumado, demasiado cansado, demasiado estúpido, demasiado confundido, demasiado todo. Hice un tipo de gesto con la mano como el que hace la gente guay cuando se despide, pero creo que no me salió del todo bien... luego de eso salí a estacionamiento y me dirigí a mi auto. Coloqué las cosas en el asiento trasero y conduje hasta el lugar donde solía vivir.
Al llegar a mi departamento, ví a mi más reciente vecino, Kiba.

¡Hola, Naruto! -Me dijo éste. Kiba era bombero, tenía unas marcas rojas en la cara, se había quemado durante un incendio.-
H-hola... ¿Te vas? -Le pregunté, fingiendo confusión-
Síp, no sabía que en este lugar no aceptaban mascotas, ¡y sin mi Akamaru no voy a ninguna parte!

Kiba también era un fanático de los perros. Tenía uno llamado Akamaru, era muy pequeño y de color blanco. Escuché unos rumores por el departamento de que practicaba zoofilia en su tiempo libre, cosa que era difícil de creer, ya que los bomberos no suelen tener tiempo libre.

Oh, qué lastima -Le mentí-
Realmente no me importaba lo que estaba diciendo, a penas lo escuchaba. Desde que había llegado hacía dos semanas que no me agradaba mucho. La verdad no me agradaba para nada. Se escuchaban constantes ruidos de ladridos del otro lado de la pared, de hecho, fui yo quien lo había acusado al gerente, ese perro me volvía loco. Sabía que en menos de una semana, llegaría otra persona a ocupar el lugar, me sentía algo emocionado, tendría un nuevo vecino. Esperaba que no fuese tan molesto. Me preguntaba cómo Kiba podía vivir ahí siendo bombero. Debía reconocerlo, el lugar era carísimo, yo vivía ahí sólo por mi buena paga y mis propinas.
Saqué la llave de la puerta y entré, dejé su chaqueta tirada en el sillón y di un salto en la cama.
Es hermoso llegar a casa después de un día largo -Pensé-
Eran cerca de las 10.30 de la noche, y era ¡Viernes! es decir, que sólo me quedaba el sábado por trabajar. Tenía el domingo y el lunes libres. Al pensar eso, me sintí algo apenado.
Ahora que lo pensaba, mi cliente, Uchiha Sasuke iba todos los días, pero todos decían que nunca lo habían atendido. Entonces, si iba todos los días, alguien más debía atenderlo los días que yo no estaba. O tal vez esos días no iba.
Cuand pensé eso, me sentí basante alagado, de una... extraña manera.
A pesar de tener 21 años -en ese entonces- aún no comenzaba la universidad. Había pensado estudiar medicina cardiovascular, pero es una de las carreras más caras. Por eso, estaba desde los 18 trabajando en ese restaurant para ahorrar dinero.
"Voluntad de Fuego", así se llamaba. Desde que fui a la entrevista de trabajo, nunca supe por qué se llamaba así, pero me gustaba.
Más entrada la noche me di un baño de tina para liberar las tensiones de un día cansador. Recordé la cara de Uchiha Sasuke, su ropa, su forma de hablar. La primera vez que lo vi...

Era mi primer día de trabajo, no sabía qué hacer, estaba nervioso, no conocía a nadie y todo lo que el gerente me había dicho, se me había olvidado. En ese momento en el que sentía ganas de llorar, Sakura se me acercó y me ayudó, fue mi primera amiga en el trabajo. En ese entonces, Ino gustaba de mi, aunque nunca le hice caso. No era como si la ignorase, simplemente no le daba importancia.
Se me habían designado 3 mesas. La 3, la 4 y la 7. Mi primer cliente, y hasta ahora el más frecuente, Uchiha Sasuke, se sentó en la mesa 7. También era la primera vez que iba a ese lugar, pero se lo había recomendado su jefe, por lo que debía de ser bueno.
Me acerqué a su mesa y le pregunté que quería de una forma muy grosera. No estaba acostumbrado a hablar con elegancia. Sasuke contuvo una risa ante ese acto, y simplemente me sonrió. Eso me ayudó a relajarme y después pude comenzar hacer las cosas tan bien como las hago hoy.

Mientras pensaba en todo esto, no se había dado cuenta de lo que ocurría en mi cuerpo. Perdí la concentración cuando sentí un dolor en la entrepierna.
Al mirarme, una erección acechaba bajo el agua. No pensé ni el porqué ni el como, simplemente bajé mi mano hasta mi miembro y comencé a masturbarme lentamente. Me sorprendí cuando noté que lo hacía pensando en el Uchiha. Al cabo de unos 10 minutos, llegué al orgasmo y al momento de eyacular de mis labios salió la palabra "¡Sasuke!"
Al salir de la tina quise olvidar todo eso, me sentí como un maricón. ¿Qué tipo de heterosexual se masturba pensando en otro hombre?
Dudé.
Hice como si lo hubiese olvidado todo, no quería pensar en que no fuese heterosexual.


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