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Arlequín por Katsumi_BlingHolic

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Notas del capitulo:

adkjshjgjhgg bueno, este two shot se me ocurrio gracias a mi clase de lectura :D, estaba viendo acerca de los arlequines *-* y me gustó y pensé en hacer un shot JOMGKEY de este tipo *-----*, espero que les guste y le den mucho amor ((:

Kim Eun Ah este es tu regalo de cumpleaños *.*

Enjoy it~ n.n

La verdad esta en el rostro, así que puedes tratar de mentirme.

Quiero morder tus labios y saborear tu sarcasmo.

La mirada no miente al verte, pero si te veo mi boca te mentirá…

A veces eres el viento que mueve mi mundo, en otras ni siquiera eres el aire que respiro.

Escucha en silencio como se rompe el cielo.

Hay algo raro en esto llamado vida.

Sabes que está ahí, pero no lo ves.

Es dañino estar consiente de tu presencia.

Sabes donde tiende mi deseo, pero lo ignoras.

El fuego no purifica, ennegrece…

Mi estima esta bien, mi estima por el mundo es el que esta bajo.

Ebrio como poeta en día de pago.

No me mires con ese tono de voz

~Arlequín~

 

 

 

El viento soplaba fuertemente sobre el casco que cubría su rostro, el ruido de la moto acelerando resonaba por aquella oscura carretera, su traje negro se enfundaba como segunda piel en su cuerpo y los guantes negros cubrían sus blancas manos dejándolo completamente cubierto de pies a cabeza por aquellos harapos. Pisó el acelerador con mucha mas fuerza, como si con el fuera a desquitar todo su coraje contenido por los momentos vividos anteriormente.

 

En su mente las imágenes pasadas pasaban como un flash, recordándole el encuentro bestial con su padre, los gritos, los golpes y aquel signo de batalla plasmado en su mejilla derecha. Sus ojos azules podían ver a través de cristal de su casco la forma en que los árboles desaparecían a su paso por la carretera, dobló en una curva girando por instinto su motocicleta al conjunto con su cuerpo dejando expuesto su cuello, aquel donde portaba un tatuaje con forma de Arlequín y demostrando que él no pertenecía a un lugar cualquiera. En sus ojos se reflejaba la furia, el coraje contenido y, entre ellos, varios sentimientos mas. Solo había un lugar a donde podía recurrir en esos instantes, en ese momento en el que se había quedado sin un lugar, sin un hogar, y ese lugar era mejor que otro para recurrir...

 

"Arlequino's"

 

Aceleró sin ápice de conciencia, poco le importaba si mataba a alguien en plena carretera por ir conduciendo sin cuidado alguno, él solo quería llegar lo mas rápido posible, la situación que había vivido con anterioridad le había dejado una advertencia muy clara grabada en su memoria, debía de advertirles a todos que estaban en peligro, pero mas lo estaba él. Llegar a la base sería algo difícil de hacer para un novato por el simple hecho de que no sabría a quien recurrir y terminaría delatandolos, todo eso en caso de no haber concretado su entrenamiento, sin embargo con él era totalmente diferente, él... era el fundador de dicho lugar. Observó a lo lejos las luces cegadoras de la pequeña metrópoli, poco a poco se iba acercando a ella y sin chistar pisó el acelerador con mucho mas ganas, rebasando los limites de velocidad, pero todo con tal de llegar a su destino, la pequeña entrada al fin le daba la bienvenida con un gran letrero y luces alrededor de este, sonrió al verse a tan solo unos metros de su destino.

 

Las calles desoladas le daban la bienvenida, al igual que lo hizo el letrero del lugar, eran ya pasada las doce de la noche y, obviamente, la gente ya estaba durmiendo y con las luces de sus casas apagadas. Disminuyó la velocidad, prácticamente como si anduviera en bicicleta, con cautela escuchaba cualquier ruido que rodeara su espacio vital, el crujir de una rama lo alarmó, no estaba solo y eso lo sabía muy bien. Volteó su rostro intentando encontrar al o a la culpable de semejante ruido, no encontró absolutamente nada, pero eso sí, estaba mas que seguro que alguien le acompañaba en su jornada nocturna. Paró la moto y la aparcó a un costado del parque, se quitó el casco mostrando su pelinegra cabellera, combinandose con lo oscuro de la noche, sus ojos azules brillaban como dos zafiros, su piel blanca contrarestaba con el lugar y su astuta mirada bagaba por todo aquel sitio, desde la mas oscura esquina hasta el mas remoto rincón.

 

-Hola, Arlequín- la respiración en su cuello le hizo estremecer, pero para nada mostraría aquello. Sonrió de lado y dio la vuelta esquivando el puñetazo de su contrincante.

 

-No esperaba encontrarme un Pierrot perdedor por estos rumbos- sonrió con sorna, el contrario gruñó sin acercarse tanto a él.

 

-Eres muy observador Arlequino- el nombrado chasqueó la lengua y se hizo del desentendido.

 

-¿Yo?- se señaló en un gesto "inocente" con su dedo-. Gracias, pero acostumbro a que elogien mas mis tácticas para matar- el Pierrot bufó. Él simplemente quería reírse a carcajada limpia por lo inepto que podía ser un novato, un Pierrot de alto rango no lo piensa dos veces y se lanza a matarlo, sin embargo, esté era un idiota.

 

-Arlequino- siseó con ira-. Tú- le señaló-. ¿Matar?, ¡Mierda, no me hagas reír!- soltó una carcajada sarcástica, él frunció el ceño. Sigilosamente pasó su mano por su espalda baja, donde colgaba su cinturón con artillería ligera en el, sacó una jeringa con veneno en ella y caminó a paso lento hasta su víctima, el Pierrot ni se inmutó al tenerlo cerca, no se alejó, pensaba que esa sería su oportunidad de matar a un Arlequín.

 

Que gran error.

 

-Creo que no me conoces bien- habló cerca de su oreja, pasó la mano por su espalda y sin esperarlo le plantó la jeringa en el cuello sacando un gémido de dolor de su oponente, se separó del Pierrot y le miró con burla-. Es veneno de Serpiente, ¿sorprendente, no?, es capaz de matar a una persona en menos de diez minutos- el Pierrot fue cayendo ante él, se arrodilló en la acera para después caer en ella, sin poder decir palabra alguna-. Deberían de conseguir gente mejor y no novatos como tú- el Arlequín chasqueó la lengua y bufó al ver como el otro sucumbía ante él-. Que desperdicio- susurró y dejó su marca plasmada en una hoja sobre el cuerpo inerte del desconocido, la cara de un Arlequín sonriendo.

 

Se subió a su moto, se colocó el casco y partió hacia aquel lugar avanzando las pocas cuadras que le quedaban para llegar a su destino, sin embargo había llegado mas rápido de lo esperado y el pequeño Bar estaba cerrado, se volvió a sacar el casco, apagó el motor de su moto, la estacionó en un lugar seguro y bajó de ella, no sin antes guardar las llaves en su bolsillo. Sonrió al verse frente a la puerta del local, el morete en su rostro lucía como un premio, lo hacía ver mas maduro, mas rudo, con un aire matador emanando de él. Insertó la clave en la parte baja de la perilla, nadie mas podía abrir el lugar mas que él y los otros Arlequino's, entró al lugar y encontró todo a oscuras, encendió las luces y cerró la puerta tras de si, el ruido que él hizo alertó a los demás, uno a uno fueron bajando de las escaleras que conectaban a la planta alta. Al verlo todos hicieron una reverencia, su forma de mostrarle respeto y lealtad, eran nueve para ser exactos; Taemin, Jinki, Zelo, Heechul, Siwon, Jessica, Minho, Minji y ,por último, Jonghyun.

 

-Señor, bienvenido- saludó Taemin, su cabello largo y castaño claro, pasado un poco mas abajo de su cuello, le cubría gran parte de su cara al bajar su cabeza y saludar, sus ojos color chocolate le miraban con gracia al levantar su mirada.

 

-Taemin- le llamó severo, con sus ojos azules clavandose en el fino cuerpo del menor-. ¿Cuántas veces te he dicho que me llames Kibum?- el menor solo se estremeció, cosa que le causó gracia al mayor.

 

-Lo siento Señ..., digo, Kibum- corrigió al instante, regresando a su lugar en la fila.

 

-¡Joder!- gritó asustando a todos menos a Jonghyun, quien ya conocía su carácter desde que eran unos niños-. No estamos en la militarizada para que se formen así- no estaba enfadado, por supuesto que no, simplemente le jodía la conciencia que le trataran como a su padre.

 

Todos empezaron a tomar lugar en el Bar, unos sentados en las mesas y otros sentados en la barra, claro, sin darle la espalda a él, eso aliviaba un poco su conciencia de saber que al menos le tenían mucha confianza y lo veían como a un amigo, al contrario de su padre, al cual solo veían como a un jefe. Se quedó parado en el centro, caminó hacia los vinos y se sirvió una copa, se sentó en una mesa y miró a todos con cierta cautela, todos estaban al pendientes de sus movimientos, bien, eso quería decir que pondrían su total atención a lo que él dijera.

 

-Nos hemos metido en un gran lío- Zelo soltó una carcajada ante su comentario, a lo cual él también sonrió.

 

-¡Eh!, menudo lío- dijo Zelo aún riéndose-. Nada de lo que no nos podamos librar, ¿Eh?- la mayoría asintió, como si el problema no fuera lo suficientemente grave.

 

-Seguramente- susurró Minji con sarcasmo-. Si Kibum vino hasta aquí es por algo grave, ¿Cierto Kibum?- asintió borrando la sonrisa de su rostro, poniéndose serio ante la mirada perpleja de los demás.

 

Caminó de nuevo al centro y dio un trago a su bebida.

 

-No es todo tan fácil como se lo imaginan- todos volvieron su atención a él, dejando las burlas de Zelo a un lado junto con su acento español mas que practicado.

 

-Vale tío, de seguro a de ser otro gilipollas- dijo como si nada, encogiendose de hombros como si fuera lo mas normal del mundo.

 

-Zelo...- bramó Jessica sin perder delicadeza alguna.

 

-Dime preciosa.

 

-Callate- todos soltaron a reír ante la valentía de la rubia, solo ella podía hacer a Zelo sentirse pequeño, había de admitirlo, la chica tenía carácter.

 

-Vale lindura- Jessica rodó los ojos y volvió su atención de nuevo a él, parado en centro y con una bebida alcohólica con sabor a uva y licor entre su fina mano derecha.

 

-Respondiendo a tu comentario Zelo- todos guardaron silencio, escuchando al que era su actual líder, él-. Si, puede ser, pero no estamos seguros aún, mi padre está enfadado y me a reprendido dejándome sin un hogar, exclamando a los cinco vientos que yo me metí en este lío y yo debía de salir por mi cuenta, claro, recurriendo a su ayuda en caso de emergencia.

 

-Vaya, eso quiere decir que el problema en verdad es grave Kibum- comentó Heechul, él asintió.

 

-Eso explicaría el morete en tu mejilla- Minho señaló el lado magullado y de tono morado-. Tu padre te ha golpeado- afirmó.

 

-No era para mas- habló Jinki-. ¿En qué problema te has metido?- el mayor de todos lo miró exigiendo una respuesta, una respuesta que él estaba dispuesto a darle por el simple hecho de considerar a todos su familia y a Jinki como el hermano mayor de todos.

 

-Seguro le habéis robado al banco, a que si- Zelo aligeró el ambiente y sacó mas de una carcajada en la mayoría de los presentes

 

-Su mirada dice que no es así- Minji siempre se tenía que dar cuenta de todo, y eso a veces le molestaba.

 

-Minji- regañó Taemin-. Deja que nos cuente con sus propias palabras lo sucedido- la chica asintió sin un ápice de pena o arrepentimiento por sus palabras.

 

-¿Y bien?- Kibum miró apenado a Jinki, quien exigía una respuesta.

 

-Maté al líder de los Pierrot- la boca de todos prácticamente se desencajaba, lo entendía, su padre había intentado matarlo y cuando su hijo lo hace lo considera una vergüenza por ser mucho menor que él, y por supuesto, mas lleno de talentos.

 

-¿Tú hiciste qué?- murmuró temeroso Siwon.

 

-Su hijo, su heredero, anda tras de mí y ustedes- todos se miraron entre sí, debatiendo entre si él estaba loco o no, eso quería pensar.

 

-Demonios...- susurró Siwon.

 

-La has liado tío- comentó Zelo, negando reiteradas veces con la cabeza y con los labios formando una perfecta "O".

 

-Vaya- la voz grave de Jonghyun sonó en la habitación, la relación entre él y el mayor de los Kim siempre había sido muy buena, pero en ese ultimo año se había ido distorcionando a una mas problemática, llevando cada conversación a un motivo de pelea-. Te has vuelto un asesino- chifló-. Aunque de por sí ya lo eras- la tensión en el ambiente podía palparse y cortarse con tijeras, todos se daban cuenta de ello.

 

-Callate maldito perro con complexión de humano- defendió, Jonghyun soltó una carcajada, una carcajada que le supo a ácido.

 

-¡Vamos Kibum, calmate!- Jonghyun le mostró una gran sonrisa burlona, haciendo que su furia incrementara mas de lo normal-. No armemos un escándalo frente a todos- se limitó a gritarle y prefirió centrar su atención en otra cosa, quizás en la copa en su mano.

 

-Kibum- Jessica decidió romper el ambiente tenso que había y eso se lo agradecía demasiado-. ¿Ya tienes plan en mente?- la observó, observó a su alrededor y a todos los que lo miraban, excepto Jonghyun, ellos tenían su confianza depositada en él y el plan que tenía en mente era sumamente peligroso, quizás algunos no regresarían y él no quería arriesgarse a eso.

 

-Lo tengo- afirmó con indesición, el temor en su mirada era palpable-. Pero es peligroso- advirtió.

 

-Tío, somos un equipo, ¿Vale?, si habéis de morir uno, habéis de morir todos- la decisión en la mirada de todos le hacía dudar, pero Zelo tenía razón, eran un equipo y un equipo siempre está junto.

 

-Siempre contigo Kibum- los ojos color avellana de Minho le atravesaron, la decisión en ellos era mas que afirmativa.

 

-Ya que insisten en esto- Jonghyun se levantó del lugar y se estiró, su cabello despeinado color plateado cubría gran parte de sus ojos, lucía realmente como un perro-. Iré con ustedes porque se que me necesitaran- Kibum rodó los ojos.

 

-Con estirarte no vas a ser mas alto- burló Taemin.

 

-Y tú con mucha mas razón- Jonghyun se dio la vuelta y subió a su cuarto a terminar con el sueño que, según él, Kibum había interrumpido, dejando perplejo a Taemin.

 

-Es un imbécil- masculló Siwon, todos asintieron a excepción de él.

 

-Y que lo digas- apoyó Minho.

 

Pero él no decía lo contrario, Jonghyun era mas que un imbécil, es mas, esa palabra le quedaba demasiado corta.

 

*~*~*

 

Habían aligerado considerablemente el ambiente en menos de lo que canta un gallo, las estupideces de Zelo hacían maravillas y después de tanto tomar todos se fueron a sus habitaciones compartidas, puede que el destino nunca estuviera de su parte, en todo el sentido de la palabra, o puede que entre él y Jonghyun todo se hubiera vuelto tan problemático que andar en el mismo ambiente incrementaba considerablemente la tensión entre ambos, no solo en uno. Su actitud había cambiado en los últimos meses, ya no era el mismo niño afeminado que era, había crecido y se hacía cada día mas fuerte y hábil, su forma de pensar también había cambiado y él quería creer que por eso se debía el cambio de Jonghyun para con él. Amaba a Jonghyun en secreto y su "trabajo" le impedía acercarse mas de la cuenta a él, era frustrante pero se había acostumbrado a ello.

 

La habitación estaba a oscuras, podía divisar a la perfección, entre las penumbras, el cuerpo inerte de Jonghyun. Con pasos sigilosos se acercó al otro extremo del cuarto, donde se encontraba su cama y su armario, sacó su ropa y comenzó a cambiarse con toda la cautela del mundo y sin quitar el semblante serio de su rostro, evitando así a hacer el menor ruido posible. Lo habían entrenado para eso, ser cauteloso y dejar de mostrar las emociones, aun si estaba horrorizado, temeroso o feliz, ser inexpresivo era su trabajo. Se terminó de colocar la playera cuando sintió unas manos colarse debajo de esta, estaban frías y los bellos de su nuca por intuición se erizaron, su respiración se volvió pesada, pero aun así no demostró su sorpresa y siguió con la misma seriedad en su rostro.

 

Respiró, uno, dos, tres..., no se mostraría débil, no de nuevo, y mucho menos dejarían que jugaran con él y sus sentimientos, conocía a Jonghyun.

 

-No sé que es lo que pretendes- apartó su mano y se acostó en su cama, sin darle la espalda y mirándolo de frente, tapado de pies a cabeza.

 

-Kibum- la excitación era palpable en la voz del peliplata-. Vamos, un polvo, solo eso.

 

Solo eso.

 

No, para él era algo mas, implicaba sentimiento y él no se dejaría pisotear tan fácilmente y mucho menos caería ante los encantos de Jonghyun.

 

-No- dijo él con voz seria-. Mañana será un día largo y quiero descansar- masculló con los dientes ligeramente apretados.

 

-Bien- dijo rendido, creyó escuchar cierto dolor salir de su voz pero creía que solo eran suposiciones suyas-. Descansa Kibum, te amo- eso ultimo lo susurró pero él alcanzó a oírlo a la perfección, estaba en shock y se vio obligado a despertar cuando vio a Jonghyun meterse a la cama

 

-Repitelo- pidió sin apartar la mirada de la perpleja de Jonghyun.

 

-¿El qué?- cuestionó incrédulo y con una ceja alzada en forma interrogativa.

 

-Después de desearme buenas noches- Jonghyun se sonrojó y eso le causo ternura.

 

-Ah... eso- dijo como si nada y con un sonrojo hasta las orejas-. Yo..., no quiero que esto arruine la poca comunicación que tenemos- Kibum entonces lo entendió, la actitud de Jonghyun con él se debía al simple hecho de su temor a perder lo poco que les quedaba, por eso el se comportaba así, manteniendo distancia creía que le olvidarla pero no fue así.

 

-No lo hará- aseguró, Jonghyun le miró con inseguridad, como si no confiara en sus palabras.

 

Sonrió, sonrió como nunca antes lo había hecho y todo con tal de darle un poco mas de seguridad al mayor de los dos.

 

-Yo...- pareciera como si el tiempo se hubiera detenido. Jonghyun pasó saliva nervioso-. Te... Te amo- confesó mas allá de nervioso.

 

Le miró con ternura y amor.

 

-Jonghyun eres un idiota- en ese momento se lanzó a sus labios, olvidándose de los problemas, de los Pierrot pisándoles los talones, en ese momento todo se olvidó, no habían mas problemas en su vida, al menos no por ese instante.

 

Merecían ser felices una vez en su vida.

 

Poco le importaba todo, las manos de Jonghyun se colaron por debajo de su camisa, esas frías manos que le hacían estremecer hasta la médula, sus labios chocaban entre si mezclando sus sabores, uno frutal y el otro a vainilla. Había entendido que Jonghyun también había cambiado en ese corto lapso en el que él se había ido, estaba mas fuerte, mas ágil y su cabello ya no era castaño claro, ahora era plateado y debía de admitir que ese color le sentaba de maravilla. Ambos habían cambiado, pero lo que mas importaba en ese instante era que estarían juntos, o eso ambos querían creer, no importaba la circunstancia, ellos estarían juntos porque para eso habían nacido, para nunca irse del lado del contrario y amarse para siempre.

 

Poco a poco las prendas fueron cayendo una a una sobre aquel liso piso de madera color crema. Jonghyun los cubrió a ambos con las sábanas cubriendo sus cuerpos desnudos y con una gran erección en cada uno, no se trataba de solo entregarse a un acto carnal, no era solo sexo, no, era hacer el amor y entregarse a algo mas allá de lo pasional y lo carnal, era unir sus cuerpo en algo puro y semejante a un acto de inocencia. Las manos de ambos se examinaban de pies a cabeza, notando un gran cambio en sus cuerpos, las manos hábiles de Kibum recorrían la espalda de Jonghyun, esa espalda morena, fuerte y poderosa. Jonghyun lamía su cuello, lo besaba y lo mordía suavemente, sacando suaves suspiros y jadeos de su boca acorazonada, instintivamente cerrando sus ojos y conteniendo la respiración, Jonghyun arriba y él abajo.

 

Los labios de Jonghyun bajaban poco a poco por su cuerpo, recorriendo su piel, quemándola. La boca ágil del mayor atrapó unos de sus pezones y lamió su contorno como si de una piruleta se tratase, lentamente fue metiendolo a su boca y empezó a jugar con el, lamiéndolo y mordiéndolo como si de el fuese a salir algún líquido blanquisco llamado leche. Llegó a su miembro y sin previo aviso lo metió a su boca, empezando un vaivén suave con ella, metiendo y sacando poco a poco cada parte de su miembro, cerró los ojos con mucha mas fuerza intentando contener sus gémidos, y apretó los ojos.

 

Jonghyun sonrió, se separó de su miembro y le besó los labios, su vista estaba nublada y veía muy poco debido a ello. Observó como Jonghyun tomaba el lubricante, estaba demasiado excitado y sentía que prepararlo sería una perdida de tiempo, su estrada latía por la intromisión de aquel glande en su pequeña estrechez. Tomó la mano de Jonghyun y le detuvo bajo la mirada confusa del otro, su mirada brillosa se conectó con la del mayor.

 

-N...No me prepares~- Jonghyun le miró sorprendido, como si acabara de decir la mayor estupidez del universo.

 

-Dolería- advirtió, y él negó.

 

-No~- respondió jadeante. Jonghyun le miró indeciso.

 

-Bien, preparate- asintió.

 

Jonghyun perfiló su miembro en su entrada y entró en él de una estocada. Sabía que si lo hacía lento dolería mas y podría dañarlo.

 

Unas cuantas lágrimas se asomaron en sus ojos, pero era menos el dolor que el placer. Jonghyun esperó alguna señal para moverse, señal que él no tardó en darle. Con sus caderas le indicó que estaba listo, poco a poco el mayor entraba y salía de él con cierta lentitud, con el pendiente de no dañarle. Los gémidos inundaban el cuarto y lo llenaba de olor a sexo, en esos instantes no les importaba si alguien los escuchaba, si los de la habitación contigua se despertaban debido al rechinar de la cama, nada, nada les importaba en esos instantes.

 

-Ah~- Jonghyun aumentó la velocidad, moviendo sus caderas a un ritmo bestial. Kibum se aferró a sus hombros, arañandolos en el acto, y gimió con mucha mas fuerza al momento en que el pene del mayor tocó su próstata.

 

Los movimientos eran erráticos, ambos perdieron la cordura y solo podían entregarse al amor que les quemaba por dentro y por fuera. Kibum gemía en el oído del moreno y Jonghyun aumentaba la velocidad, ambos perdían la noción de lo que hacían y poco a poco eso se transformaba en pura pasión y amor. Jonghyun termino derramando su esperma dentro del cuerpo de Kibum. No hubo necesidad de siquiera tocar el miembro del menor, él se había venido entre sus vientres sin siquiera tocarse.

 

*~*~*

 

Ambos despertaron viéndose el uno al otro, sonriéndose, sabiendo que todo a partir de ahora sería diferente; por que había quedado mas que claro que ahora eran una pareja y para ello no eran necesarios palabras. Se regalaron mimos durante un buen rato, abrazandose y besándose, decidieron que no podían estar toda la mañana así y decidieron cambiarse para ir al comedor al otro lado de la habitación de Minho, en el piso de arriba. Ese día estaba lleno de ocupaciones y Kibum no podía hacer nada por el dolor en su espalda baja.

 

Había una tarea que cumplir.

 

-¡Vaya noche chavales!- entró gritando Zelo mientras se estiraba y asistía al comedor, observando a cada uno con cierta confidencialidad.

 

-Parece que ya no se dicen "Buenos días"- replicó Jessica tomando su taza de café humeante y dirigiéndose a la mesa para tomarlo.

 

-Jess, Zelo no tiene modales, todos los tiene reservados en su culo- Jessica carcajeó ante el comentario de Minho, atorandose casi, con el café.

 

-¡Todo mundo lo sabe!- gritó Minji sin dejar de reírse.

 

-Vale, vale pues, dejad de reírse- Zelo hizo un puchero y se sentó a esperar el desayuno.

 

Jonghyun y él reían a carcajada limpia. Jonghyun pasó su mano por su cintura y lo atrajo hacia sí. Todos les miraban expectantes y sin dejar de asombrarse ante el radical cambio de humor de los dos.

 

-Preparense para el asalto final- dijo él dándose la vuelta entre los brazos de Jonghyun y mirando a todos seriamente.

 

Todos estaban, ahora si, mas allá de confundidos.

Notas finales:

espero que les guste ((:, dejenme muchos comentarios para que le siga 7.7

jajajaja okno n.n, toda opinion es bienvenida ^^, espero verlas pronto por aqui *-*

nos leemos n.n/


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