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Malas situaciones. por Scarlett_Rose

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Notas del fanfic:

Nombre Fic: Malas situaciones.

Anime & Manga: Shingeki no Kyoji.

Autor: Hajime Isayama.

Pareja: Jaeger Eren x Rivaille [Levi]

Resumen: A Eren se le presentaban siempre muchas situaciones para poder toquetear la cabo Levi, ya fuera usando su forma titánica o aprovechándose del sueño tan pesado que tiene el pequeño-pitufo-gruñón. 

Notas del capitulo:

Ame totalmente a Levi, y bueno, sencillamente el cabo es un total uke, estaba frustrada porque no podía escribir lemmon, sin embargo en cuanto comencé con este one shot, la inspiración fluyo como agua. La primera parte viene de una imagen que tengo en mi móvil y la segunda es de un Doujin Ereri muy mono. Espero les guste y bueno tengo pensando hacer más Fics de esta monísima pareja.

S.R.

Capítulo Único: Titán Perverso.

 

            Chasqueo la lengua frunciendo el ceño, incluso más de lo que ya lo tenía ¿Por qué demonios tenía que andar de niñera de un maldito mocoso? Sí, la trasformación de Eren seguía siendo inestable, pero es a él qué. Sí se desayunaba a alguien, como había intentado con Ackerman le daba igual, siempre y cuando el pobre desgraciado no fuera de su escuadrón o entonces sí, el chico no podría regenerarse las bolas -porque los titanes no necesitaban de su aparato sexual, y si no lo necesitan entonces no era necesario regenerarlo-.

 

El punto es que le daban una o dos veces por semana al bosque que había en Rose para que entrenara baja su forma de titán. Usualmente Irvin o la loca de Hanji se encargaban de supervisarle, pero hoy, casualmente los dos estaban ocupados. ¡Cerdos! Como sí andar de putos vagos, fuera trabajo.

 

Se cruzó de brazos, observando con ojo crítico, y de pronto tuvo ganas de patear al chico. Eren humano, ya era un puto gigante para tener solo quince años, entonces titán le hacía sentir como una miserable hormiga.

 

—¿Qué tanto miras, mocoso? —gruñó acuchillando con la mirada al ojiverde. Sí el bastardo intentaba algo sospechoso, le clavaría sus espadas en el trasero sin ninguna misericordia. Levantó la cabeza al cielo, pronto anochecería y él aún tenía papeleo pendiente.

 

Que mierda de día perdido.

 

—Eren —le llamó tan frío e indiferente como siempre—, Acércate y bájame de aquí.

 

No había llevado su equipo tridimensional, y podía ser el hombre más fuerte del mundo, pero tampoco era superman.

 

Con dos largos pasos el titán se acercó, alargando los dedos para ofrecerle su palma como transporte. Levi saltó con gracia, al menos Eren titán era obediente. Miró de cerca esas orbes verdosas, Eren le mantenía a la altura de su rostro, como si esperara algo.

 

Rodó los ojos para ponerlos en blanco, se puso una mano sobre la cadera, mientras que la otra se acercaba, Eren ladeo la cabeza, y su largo cabello oscuro se ondeó con el viento. Le palmeo la punta de su nariz, y después con más confianza, acarició el puente como si fuera su cachorro.

 

—Buen trabajo. Ahora bájame, Eren.

 

Nada.

 

Levi enarco una ceja, ¿Estaba sordo? Abrió la boca para soltarle su orden junto con algunas embellecedoras palabras made in Rivaille. La mano del titán dejó de sostener el menudo cuerpo, dejando que cayera unos cuantos metros. Levi se mantuvo callado, pese a que estaba cayendo, sin embargo se negaba a gritar como un marica. Lo que no esperaba era el duro golpe contra esa misma mano traidora.

 

Los dedos largos, y delgados le rodearon como si fuera un maldito muñeco de trapo, el hombrecito entrecerró los ojos, ligeramente -pero muy ligeramente- mareado. Mierda, podía rodar como puto trompo con el equipo tridimensional pero una pequeña caída al vació le dejaba fuera de combate.

 

Despabiló cuando aquel rostro se fue acercando. Mierda ¿Acaso Eren se había salido de control? ¿Lo iba a devorar? Chasqueo la lengua, mosqueado, porque si terminaba como desayuno de ese puto mocoso sería por su propia culpa, y es que bajo la guardia para acariciarle como recompensa, así o más marica.

 

—Eren, maldito moc—.

 

El titán sostuvo con los dientes la camisa pulcramente blanca del capo, Levi observo la acción en cámara lenta, Eren acababa de hacer tiritas su limpia camisa, dejando su torso desnudo.

 

—Tú maldito mocoso, te mataré. Definitivamente lo haré, te cortare aquello que te cuelga entre las piernas…

 

Las palabras se le atoraron en la garganta, la punta de su lengua babosa y llena de bacterias se metía entre sus piernas, acariciando con insistencia su entrepierna. Levi tensó el cuerpo, podía sentir lo caliente y húmeda que estaba, intentó cerrar las piernas, sin embargo lo único que logro fue flexionarlas y dejar -sin querer- el espacio suficiente para que Eren continuara “lamiendo” su entrepierna.

 

—A-ah… Hnn, E-Eren.

 

Con el pulgar y el índice sostuvo los brazos del cabo. Movió de arriba para abajo su lengua, dando especial atención al bulto que se formaba, Levi arqueo la espalda, gimiendo sin poder evitarlo. Sufría espasmos por el placer que estaba recibiendo, mordisqueo su labio inferior e inevitablemente comenzó a mecer su pelvis contra aquella lengua intrusa.

 

Cerró los ojos, abochornado, no debía dejarse llevar. Y no porque no estuviera disfrutándolo, no, todo lo contrario se sentía tan bien que estaba a punto de correrse, sin embargo, no era la maldita situación para esto.

 

—Pa-para. Eren, hnm… De-detente ahora, mocos—ah.

 

Gimió en alto, cuando al fin él se corrió, se sentía cansado y su cuerpo se sentía pesado, pero no, quería patear el trasero de ese mocoso impertinente. Lo iba a hacer, definitivamente le cortaría las pelotas, claro que ese fue su último pensamiento antes de dormitar sobre esa enorme mano de titán.

 

::: ::: :::

 

Eren estaba nervioso y temblaba como hoja contra el viento. No quería ver ni por error el cabo, estaba mil por ciento seguro que hoy sería su último día de vida. Pero no pudo evitarlo, siendo titán todos se veían tan pequeños, y Levi -a ojos de Eren- más que pequeño, se veía tan lindo y desprotegido, que cuando menos supo, ya le estaba lamiendo de esa forma.

 

—Eren —le llamó Petra sonriendo con dulzura—, Ya va a estar el desayuno, ¿Podrías ir a despertar al cabo?

 

Iba a negarse rotundamente, sin embargo pronto escucharía esos comentarios sobre lo inútil que era. Rodó los ojos y aire pesimista fue hasta la habitación del teniente. Tocó con suavidad, o mejor dicho temor, pero no hubo respuesta.

 

—Ca-cabo Levi, voy a pasar —dijo empujando la puerta de madera, como sospecho, la habitación del teniente era pulcramente limpia y ordenada. Deambulo la mirada hasta el bultito sobre la cama—, Lamento tener que perturbar su sueño, pero…

 

Rivaille le daba la espalda, su hombro subía y bajaba de forma acompasada, tenía la manta hasta el cuello, y su cabello, al menos esos mechones largos que enmarcaban su rostro estaban esparcidos sobre la almohada.

 

Sí regresaba con la derrota pintada en el rostro, seguro le comenzarían a molestar, puso las manos sus costados, sacudiendo sutilmente al cabo.

 

—Teniente, es hora del desayuno ¡Teniente Levi!.

 

Nada, aunque le giró para dejarle boca arriba, el teniente seguía durmiendo. Eren enarcó una ceja, subiendo un tanto el volumen de su voz, sacudiendo con más fuerza ese cuerpecito.

 

—Heichou… ya es hora de…

 

—Matarte de una puta vez… —siseó con voz -casi- demoníaca mientras arrastraba el cuerpo al interior de su manta, dejando sólo a la vista la coronilla de su cabeza.

 

Eren se quedó quietecito, imaginando una muerte lenta y dolorosa, al menos hubiera querido toquetear un poco más al cabo. Ladeo la cabeza confuso, al no sentir golpes, ni escuchar palabrotas. Levi seguía durmiendo.

 

¿Es bueno que alguien duerma así? Podría aprovecharse para hacerle todo tipo de cosas, podía manosearle. Subió la pierna, apoyando su peso en su rodilla, hundiendo el mullido colchón, sus manos se deslizaron sobre la cama, llevándose consigo la manta, dejando descubierto el cuerpo del cabo.

 

La cabeza de Levi se ladeo ligeramente, metió la mano debajo de su espalda, para sostenerla y medio levantarle, está podía ser la segunda vez en que le veía tan indefenso. Restregó sus mejillas melosamente buscando un contacto “tierno”, después volvió a recostar a Levi.

 

Acarició su mejilla y beso su frente, escuchando un ronroneo-gruñido de parte del cabo, descendió con un camino de besos hasta su boca. Sus manos acariciaron su pecho, y entonces Rivaille se revolvió ladeando completamente la cabeza.

 

Desabotono su camisa, bajando para lamer el botoncito erecto. Metió las manos dentro de la camisa, sosteniendo los costados de Levi, continuo chupando y lamiendo el pezón comenzando a escuchar los suaves gemidos del cabo.

 

Levantó la mirada, sorbiendo el pezón para después lamer alrededor. Levi jadeo suavecito casi en un suspiró. Acomodó mejor el cuerpo, con una pierna entre las del menor. Se estiró para besar de nuevo esos labios.

 

—Todavía no despierta. Aun así… ya no puedo detenerme.

 

El rostro de Levi seguía tan tranquilo, como nunca ha estado. Saboreo con lengua esos labios, sosteniendo la pierna del cabo, le manejo para flexionarla, acariciando su muslo. Desabotono su pantalón y bajo la cremallera, deslizando con facilidad toda su prenda baja.

 

Se deslizo con una lluvia de besos, hasta llegar a su desea entrepierna, puso la pierna de Levi sobre su hombro, deslizando el brazo por debajo de la misma para poder sostenerle con firmeza, y dejar espacio. Hundió la cabeza en su entrepierna, con la mano libre sostuvo todo su eje, lamió el glande, saboreando el pre-semen.

 

—Ah… ah…

 

Eren se separó, el sexo de Levi comenzaba a gotear, haciendo más húmedo su entrepierna. Flexiono la otra pierna del cabo, abriendo de par en par sus muslos. Mordió ligeramente la punta, chupando con intensidad todo su eje, envolvió con su lengua e introdujo.

 

—Ah… ¡Hgm!… Ah —Levi se estremeció, temblando ligeramente, apretó los dientes, moviendo el rostro hacía su costado, subió la mano para estrujar su camisa.

 

«Está goteando más… Cabo Levi»

 

Bombeo el falo, mientras su boca chupaba la punta, departiendo lamidas sobre toda su longitud.

 

Levi giró el rostro llevando la mano hacía su boca, empujo los dedos, jadeando cada vez más ronco.

 

—Detente… Eren.

 

Eren estaba acariciando con el índice el orificio de su sexo, cuando escucho su nombre, se levantó y apoyándose en sus brazos, encaró al teniente.

 

—¿Ya te has despertado? ¿Heichou? —pregunto, sin embargo Levi continuaba con los ojos cerrados, lo único diferente era lo agitado que estaba—, «¿Está medio dormido? Pensé que lo había imaginado»

 

Regresó sobre sus pasos, y la tranquilidad breve que le había dado al cabo se esfumo, pues retomó el bombeo oral hacía el miembro de Levi. El cabo se llevó el antebrazo a su boca, arqueando la espalda y mientras la otra se enredaba en cabellos oscuros.

 

—¡¡Uu ah…!! De… ¡Detente! —dijo con un estremecimiento. Se estaba corriendo y ahora menos que nunca, iba a parar, lamió toda la longitud, provocando otra convulsión de placer en el pelinegro.

 

Se corrió con fuerza, manchando incluso parte de la sabana. Levi abrió los ojos perezosamente, aun podía sentir el cosquilleo del orgasmo, levantó el cuello para ver hacía abajo, encontrándose infraganti al ojiverde.

 

—Um… er… esto… puedo explicarlo. H-hay una buena razón por la que estamos así… —balbuceo temiendo lo peor, especialmente cuando esa mano sostuvo su cabello, tironeando para hacerle subir—, ¿Te-teniente?

 

Levi le miraba fijamente con aire soñoliento, acarició el rostro del menor con la mano libre, sospechando que era un sueño. Pestañeo con suavidad, las pupilas le pesaban y se iba a quedar dormido.

 

Malo, malo. Para Eren no había sujeto más lindo e indefenso, y de nuevo su cuerpo le domino, para cuando quiso notarlo, penetraba con fuerza ese delgado cuerpo, sus manos sostenían con firmeza la cadera del cabo, evitando que bajara su trasero, tenía las piernas pegadas como lapas a las del teniente.

 

—¡Ah! ¡Oye… espera…! —gruño Levi con el pecho contra el colchón, quería decir algo, pero la garganta se le llenaba de gemidos.

 

El sexo de Eren, le embistió con fuerza hasta llegar a su próstata. Arqueo la espalda con fuerza.

 

—Ahora es tan estrecho aquí. —dijo en un jadeo vulgar.

 

—Ah… De… detente… Hnm… Aahh

 

Esa era una voz que nunca había escuchado, sostuvo con fuerza el sexo del cabo, bombeando al mismo ritmo que sus embestidas. A estas alturas, seguro ya estaba muy despierto, sin embargo ya no había marcha atrás. A cada penetración golpeaba sus testículos contra ese respingón trasero, creando un sonido sensual.

 

—Nn, de… ten… Idiota, detente. —gimió apretando los ojos, sentía el cuerpo caliente y de nuevo sentía ese delicioso cosquilleo—, ¡Para…! Ya basta… M-me ¡Voy a correr!

 

Embistió con más fuerza, primero sintió el semen caliente entre sus dedos, sus paredes internas se contrajeron, presionando de forma alucinante su pene, se corrió en su interior, cayendo cansado sobre su espalda.

 

Levi se removió para quitarlo de encima. Sí, ahí estaba “amable” mirada de SU cabo.

 

—¿Bu… buenos días, teniente? Ya está el desayuno.

 

—Te matare, mocoso… —se intentó levantar sin embargo su cadera protesto— Cu-cuando pueda ponerme en pie, te cortare las bolas, nunca más podrás usar a tú amiguito, Eren.

 

Notas finales:

¡Gracias por leer!


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