La noche oscura se encumbre sobre su cabeza, eleva su mirada al cielo viéndolo completamente oscuro, un suspiró escapa de sus labios, sintiendo el frio e húmedo viento chocar contra su rostro, un escalofrió que recorre su espalda, alertándolo.
Un sutil roce sobre su mano lo asusta y aprieta sus puños, pero nada está cercano a él, se intenta convencer a sí mismo que aquello solo es invención de su mente, aun así apresura su paso, cerrando mejor su oscura gabardina, maldiciéndose por haberse quedado tanto tiempo en el local.
-¿Asustado?-aquella pregunta resuena en el medio de la oscuridad paralizándolo, siente un cálido aliento chocar contra su barbilla, baja con rapidez su mirada pero no hay nadie cerca de él.
Siente un sutil y casi imperceptible roce contra sus dedos, su mirada intenta en vano buscar a quien esta torturándole de aquella manera, pero se ve a sí mismo parado en el medio de aquella sucia y oscura calle sin nadie alrededor.
-Tranquilo-murmura una voz detrás suyo, su corazón late desbocado, y el sudor frio comienza a recorrer su cuerpo, se mueve lentamente, sintiendo unas manos calientes sobre sus manos apresándolas- no te hare daño.
-¿E-Enserio?-pregunta con un nudo en su garganta.
-Enserio-murmura con burla, sintiendo una lengua recorrer lentamente su oreja haciéndolo temblar- seria un desperdicio hacerte daño.
-¿Eh?-a pesar de ser una cuestión sale de sus labios en forma de suave gemido, sorprendiendo incluso a él.
-Sumamente tentador-susurró con voz grave, causando estragos en la mente de JongWoon, confundiéndolo y dejándolo perdido.
Sus ojos se cerraron solo una fracción de segundo, estaba seguro de ello, pero cuando los abrió de nuevo no estaba en el medio de la calle, estaba en una enorme habitación oscura donde apenas y si lograba ver algo, y hacia calor, un calor desesperante, sin pensarlo mucho comenzó a despejarse de sus prendas hasta quedar solo con su ligera playera y sus pantalones puestos.
Las mismas manos cálidas se aventuraron bajo su playera erizando su piel, que contrastaba violentamente contra su piel fría, unos labios comenzaron a recorrer su cuello haciéndolo suspirar, aferrándose a la nada.
Cuando fue consciente de sí mismo, estaba sobre lo que parecía ser una cama, completamente desnudo, y aquellos ojos rojos y profundos lo miraban, atravesándolo, haciéndolo sentir completamente vulnerable, bajó un poco la mirada viendo aquellos perfectos y blancos dientes formando una sonrisa sarcástica.
-No-jadeó cuando aquellos penetrantes ojos desaparecieron de su vista y comenzó a sentir unos labios recorrer su pecho, haciendo su sangre hervir, ¿Qué clase de sueño maligno estaba teniendo?
Cuando aquella boca suave rozó su miembro despierto, gimió aferrándose a la suave tela bajo su cuerpo, enterrando sus dedos en ella, retorciéndose de placer, aquella boca se apropió de su miembro, sintiendo un algo completamente desconocido recorriéndole haciéndolo gemir y jadear.
-P-para- jadeó cuando unas manos comenzaron a recorrer sus muslos masajeándolos sintiendo como si los quemaran lentamente, causándole un doloroso placer, nublándole la mente y los sentidos.
-Delicioso-dijo aquella voz, alejándose de su miembro dejándolo a punto del orgasmo- serás únicamente mío-murmuró sobre sus labios que se encontraban resecos, sus ojos se cerraban pero debía evitarlo, no quería cerrar los ojos y dejar de verlo.
Sintió algo frio y duro chocar contra su virginal entrada estremeciéndolo, de nuevo aquella sonrisa apareció frente a sus ojos y aquel objeto de adentró en el de forma ruda haciéndolo gritar de dolor, mientras unos dientes atravesaban su piel haciéndola sangrar.
-Me gustan los escandalosos en la cama- dijo con burla, mientras un brillo intenso se posó sobre su pecho haciéndolo estremecerse, al tiempo que él lo que tenía dentro, que ahora sabia era un vibrador fue encendido.
Sintió el frio filo de lo que creía era una daga sobre su pecho serpenteando sobre su piel, mientras el vibrador entraba y salía casi con violencia de él, y simplemente podía jadear y gemir, cuando comenzó a oír como recitaba algo en latín, algo que le resultaba conocido de algún lado, pero en ese momento su mente ignoraba.
El vibrador salió de su cuerpo, siendo rápidamente remplazado por el miembro de aquel extraño ser con quien estaba, entró en él de una sola, sintiendo su cuerpo partirse a la mitad dolorosamente y su sangre quemar su cuerpo entero.
Las embestidas comenzaron de forma acelerada, haciendo que sus manos se aferraran a los fuertes hombros ajenos, sintiéndose desfallecer, sus piernas fueron tomadas con fuerza, mientras los dedos de aquel extraño dibujaban líneas inconexas.
-¡M-más!-jadeó sintiendo como golpeaba contra aquel dulce punto que lo hacía ver galaxias enteras, sintió la risa ajena chocar contra la piel de su cuello, para después sentir el aumento de velocidad y ferocidad en las embestidas haciéndolo jadear hasta sentir como su garganta ardía.
Sintió un par de mordidas sobre su cuello haciéndolo jadear, al tiempo que un líquido cálido y espeso caer sobre su pecho, donde se encontraba su corazón, las embestidas fueron más violentas golpeando contra su cuerpo, las palabras en latín volvieron a resonar en sus oídos, momentos antes de llegar al orgasmo.
-pro aeterno unitis-jadeó la voz llegando al orgasmo.
Su cuerpo cayó exhausto, su respiración acelerada, su corazón latiendo desbocado y un extraño calor y frio recorrer su cuerpo, hasta salir por sus labios por un suspiro.
Cerró sus ojos, oyendo a lo lejos la risa de aquel extraño, cuando sus ojos se abrieron de nueva cuenta se encontró a sí mismo acostado sobre su cama, la luz entraba por las cortinas, se intentó sentar, pero un dolor punzante sobre su espalda baja le impidió todo movimiento, asustado se quitó de encima la cobija viendo marcas en todo su cuerpo, pero la que más llamó su atención era unos cuernos de carnero sobre su pecho, la tocó sintiendo como ardía ante el contacto.
-¿Qué clase de sueño fue ese?-se preguntó algo asustado, viendo sobre su muñeca una pequeña marca que tenia de leyenda propiedad de KyuHyun.