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Golpe de Suerte por yaoistamoon

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Caminaba un rubio de ojos del color del cielo de camino a su casa, era una tarde templada, ni muy frio ni muy calor; había tomado un camino diferente al que acostumbraba, no quería que nadie que fuese de su familia lo viese con un cigarrillo en la mano, daba largas pitadas sintiendo la tranquilidad que éste le producía, necesitaba relajarse o no aguantaría otro día.

Se cruzó a varias personas en el camino, varias de ellas conocidas del instituto al que asistía, el rubio era bastante popular era atractivo y rebelde algo que sin duda llamaba a varias chicas y donceles a los que volvía loco.

“Naruto como estas?”, “hola guapo” –eran típicos saludos de chicas que lo cruzaban regalándole coquetas sonrisas a las que él contestaba con una arrogante sonrisa de lado.

No quería llegar aun a casa para tener que soportar el martirio al que era sometido cada día; teniendo que estar resignado a la frialdad y monotonía con la que sus familia lo trataba. Minato Namikaze era un doncel bellísimo y padre del rubio, así como Naruto poseía un cabello resplandeciente rubio y unos ojos azules esplendorosos pero su rostro era más aniñado y delicado tal como su otro hijo Deidara Namikaze, doncel hermano mayor de Naruto; el padre de ambos rubios estaba casado con un varón de nombre Kakashi Hatake de cabello plateado, alto y de buen porte, un magnifico semental.

Eran conocidos en el barrio por ser una familia claramente disfuncional, el mayor de los rubios había tenido a su primer hijo con un hombre del cual se desconocía su identidad, lo único que si se sabía era que había sido un hombre casado de una familia muy acaudalada y que el rubio era su amante pero que al embarazarse lo abandono a su suerte; su hijo mayor Deidara era el peor de los tres rubios, vestía cual prostituto, tenía la fama de haber estado en cada cama de Konoha y que a quien más frecuentaba era a un pelirrojo de nombre Sasori que tenía una novia rica o algo por el estilo. La fuente de sustento de la casa era el Hatake que se había casado con el rubio mayor por motivos que hasta ahora no se comprendían pero se creía que Naruto si era hijo suyo, el peligris era reservado, severo, violento y daba a que temer, sin embargo trabajaba en una empresa reconocida a nivel mundial y tenía un puesto bastante considerable.

La pareja de casados no solo tenían problemas entre ellos, se rumoreaba que cuando el rubio mayor había decidido encarrilar su vida y comenzar a comportarse, su marido le metía los cuernos con cuantos secretarios había en la oficina como una especie de cobro y que algunas veces volvía fuera de sí pasado de compas y arremetía contra su esposo cuando sus hijos no estaban. Ninguno de los dos quería  a los rubios menores, Minato creía que por culpa de Deidara el amor de su vida lo había abandonado y por ello se había tenido que casar con la bestia con la que vivía y a Naruto por el simple hecho de ser el motivo que lo ataba y unía a esa misma bestia. Por el lado de Kakashi los motivos ya eran más que obvios.

A pesar de todo, Naruto si quería a su padre rubio por el simple hecho de que era quien le había dado la vida y pensaba que en el fondo no podía odiarlo tanto; se supinia que era su padre, ¿Qué mas podía hacer? Debía quererlo, aunque el peligris no le importase tanto, le daba lo mismo; aunque sabia la clase  de basura que el otro era, en varias ocasiones había intentado golpear a Deidara o abusar de él a escondidas del rubio mayor pero él lo había impedido y de la misma forma lo había ocultado de su padre. Podía soportar los golpes, los insultos, pero no podía ver que abusaran de su hermano que era un doncel bajo sus propias narices, quizá Deidara era bastante libertino y descarrilado, pero sabía que por dentro el pelilargo era el mismo Blancanieves.

Llego a su casa, había acabado el cigarrillo y se dispuso a entrar cuando enfrente de su casa vio un auto negro muy lujoso estacionado, se detuvo un momento y quedo estático cuando del auto vio bajar la más hermosa de las apariciones; un moreno tan bello que resplandecía, su piel tan pura y pulcra, su cabello azabache se veía sedoso, tenía una figura de infarto, simplemente, el doncel más hermoso que pudo imaginar, parecía un sueño, pero era tan real.

Luego de ver bajar al doncel, pudo ver como por la otra puerta bajaban dos varones igual de azabaches pero con apariencias más varoniles e imponente. Uno de ellos tenía su largo cabello amarrado en una coleta baja, el otro tenía el cabello corto, parecía más maduro que el otro y poseía una mirada más fiera que él.

Se sintió morir cuando los bellísimos ojos morenos repararon en los suyos, el tiempo se había congelado, su corazón galopaba a mil por hora y el ambiente supo aún más dulce, melancólica y electrizante; pero toda esa magia desapareció cuando uno de los varones poso su mano en la parte posterior del cuello del doncel suavemente como indicándole que debían seguir. El varón más maduro aunque no por ello se viera viejo, lo miro con una expresión molesta y desafiante, salió de su ensoñación de lo que era ese doncel cuando sintió algo romperse desde el interior de su casa.

Entro rápidamente, dentro estaba su hermano discutiendo acaloradamente con el peliplata que se veía bastante molesto, su hermano vestía unas prendas demasiado atrevidas, seguramente iba a salir con el idiota con el que se veía a escondidas de la novia de éste; junto a ellos yacía un jarrón roto, sus partes desparramadas, el agua regada y las flores marchitas casi inexistentes se desvanecían en el suelo como si se hubieran librado de esa prisión que las tenía muriendo día a día.

-eres una ramera como Minato no sé cómo no me deshice de ti el día que supe que estaba embarazado –decía iracundo el peliplata, Naruto temía que enloqueciera y que en cualquier momento saltara contra el doncel.

-solo un bastardo como tu haría una cosa como esa, yo no tuve la culpa de lo que sucedió con mi padre y

Pero cuando estuvo por mencionar al otro su verdadero padre, el peliplata levanto su mano con ánimos de golpear al rubio cuando el rubio menor se interpuso entre ellos y recibió por su hermano el estruendoso golpe arrojándolo al suelo. A pesar de que Naruto fuera un varón y fuese más alto y corpulento que su hermano mayor, la mano de ese hombre era fuerte como el plomo.

Deidara se asustó y se arrojó al suelo cubriéndose el bellísimo rostro, ese hombre jamás lo había golpeado porque su hermanito siempre respondía por él, era un doncel y las reacciones de ese hombre lo aterraban, comenzó a sollozar hasta que ese hombre se fue dejándolos a ellos dos solos.

-Naru –lloro sobre el rubio menor que se incorporaba tratando de disimular su dolor e intentando verse fuerte e imponente ante su hermano.

-está bien Dei-chan –dijo restándole importancia aunque su mejilla quemara el dolor –no duele tanto, es un maldito cobarde.

-a él no le importa que papi y yo seamos donceles o que tú seas su hijo –lloraba en los fuertes brazos de su hermanito que era mucho más alto que él, a pesar de que debía ser al revés, Deidara se sentía tan protegido en protección de Naruto.

-descuida Dei-chan, tu ve a arreglarte que tu novio ya debe venir a buscarte –dijo consolando al pelilargo que temblaba ligeramente, por más que detestaba que su hermano anduviese con el maldito de su amigo, sabía que Sasori era un buen hombre lo conocía a la perfección ya que era parte de sus amigos más cercanos, Sasori era rebelde y salvaje como él, pero con los donceles era respetuoso y educado.

-estoy arreglado Naru… tú también piensas que me comporto como un prostituto? –pregunto muy dolido, él no podía evitarlo pero era su vida y odiaba que las personas quisiesen meterse en ella.

-claro que no Dei –dijo sonriendo mientras acariciaba el dulce rostro del rubio –yo creo que eres el doncel más hermoso de cuantos he visto y las personas solo arden de envidia por ti –recordaba cuantos bastardos en el instituto debió de moler a golpes por haber llamado al rubio pelilargo así.

-Naru –dijo sonriendo tristemente –de verdad piensas eso?

-por supuesto que si –dijo convencido y escucharon el sonido de una motocicleta fuera de la casa –llegaron por ti precioso.

-puedes decirle a Sasori que me espere un poquito? No quiero que me vea en estas condiciones –dijo refiriéndose a sus ojitos rojos y sus mejillas sonrosadas por el llanto.

-por supuesto que si –dijo ahora si incorporándose y saliendo a recibir al pelirrojo que estaba recostado en su motocicleta con un cigarrillo prendido, Sasori era un varón de esos que desprenden sensualidad y fuego en su andar, en su mirada, en su aroma, en cada gesto y eso enloquecía  al rubio pelilargo. Era tan popular como Naruto, las mujeres también enloquecían por él así como los donceles, ambos eran buenos amigos desde la preparatoria; el pelirrojo tenía un hermanito pocos años menor que él que también era pelirrojo pero sus ojos eran de un precioso color aguamarina, un doncel verdaderamente bello pero que al igual que Deidara era bastante libertino y promiscuo, pero al ser Naruto y Sasori muy buenos amigos le impedía ciertamente al rubio estar con ese bellísimo doncel.

-él ya viene Sasori, se está dando los últimos toques –rio graciosamente –tu sabes, cosa de donceles –y rieron ambos, el pelirrojo saco su caja de cigarrillos y se la arrojo al rubio quien no dudo en tomar uno y prenderlo.

Vio como ese auto aún no había partido y se hacía en recordar al bellísimo doncel que vio antes de entrar a su casa, le platico a su amigo sobre ello quien no tardó en molestarlo por ello.

De inmediato, vieron como el mismo doncel volvía solo al auto a la vez que unos sujetos con mala pinta cruzaban y lo interceptaban. Al rubio le hirvió la sangre al ver como esos miserables comenzaban a decirle una serie de piropos que no tardaron en volverse atrevidas y descaradas proposiciones.

-hoye ese no es tu doncel? –pregunto el pelirrojo al ver como Naruto no tardaba en ir al ver como esos sujetos acorralaban al morenito contra el auto con intenciones insanas.

Eran cinco pandilleros, al ver al rubio trataron de disfrazar su temor, lo conocían del instituto así como la fama del mismo; no querían parecer menos ante ese bellísimo doncel que estaba ante ellos, creyeron podían ganarle, eran  mayoría y no dejarían pasar la oportunidad.

-miren quien es muchachos, el hermano de la zorra –y rieron los demás.

El rubio no tardo en propinarle un fuerte puñetazo que lo arrojó al suelo, vio la expresión de temor que el doncel tenia eso no lo hizo dudar ni un segundo más, defendería al doncel así le costase la vida. Se preguntaba donde estarían lo varones que iban con él en esos precisos momentos, ¿Cómo iba a dejar a un doncel como ese tan desprotegido de esa forma aún más en el barrio como el que estaban?

Uno de los que estaba ahí rompió contra la pared la botella de cerveza que hace un rato había acabado lo cual hizo estremecer aún más al morenito.

-ahora no eres tan valiente o si Namikaze? –dijo en posición de atacarlo, todo eso era presenciado no solo por un temeroso morenito sino por un aterrado rubio que lo veía desde la motocicleta del pelirrojo que estaba más relajado que nunca tomando a su doncel de la cintura.

-Sasori debemos hacer algo –dijo al pelirrojo que lo tranquilizo acariciándolo delicadamente.

-descuida amorcito –dijo transmitiéndole confianza –mira –dijo señalando al doncel que permanecía aun contra el auto indicándole que no podía hacer quedar a Naruto como débil delante de su conquista –tu hermano es muy hábil cariño, descuida, confía en él.

Y cuánta razón tenía, el rubio había esquivado al sujeto y lo había desarmado aun pudiendo darle su merecido a los demás que se venían contra él, mas no advirtió el que aprovechaba la ocasión para hacerse de un trozo de vidrio y arrojarse contra él cortando su rostro dibujándole unas marquitas como bigotes en ambas mejillas.

-te gusta lo que hice zorrita? Ahora te parecerás un poco a tu hermano –cuanto deseo no haber dicho esas palabras; el rubio lo golpeo hasta casi matarlo, al igual que a los demás.

Con un gran dolor en el pecho al haber escuchado esas palabras, el rubio pelilargo corrió hacia él al ver lo que hacían en su rostro. El doncel moreno veía al rubio como un héroe quien lo había rescatado de esos sujetos tan peligrosos, sintió una opresión en su pecho cuando vio como le lastimaban pero no pudo hacer nada.

-estoy bien Dei –dijo restándole importancia, el rubio vio las intenciones de su hermanito, lo admiraba tanto, era un verdadero héroe –te encuentras bien? –pregunto al moreno que aún no salía de una especie de trance.

-yo… te lastimaron –dijo con las mejillas sonrojadas y la cabeza algo gacha, se sentía tan mal de que hubieran herido a su salvador.

-estoy bien –vio como al moreno se sonrojaba aún más cuando él tenía sus ojos fijos en los suyos, se veía verdaderamente hermoso.

-diablos! –escucharon el grito desesperado de un varón que corría hacia el doncel al ver a los sujetos que yacían en el suelo agonizantes.

-aniki estoy bien –dijo tranquilizando a su hermano que parecía desesperando revisando si estaba bien y no le faltaba ninguna parte del cuerpo o no lo hubiese tocado –él me salvo.

El moreno que aún no había visto a los presentes, vio al rubio menor que tenía el rostro con rastros de sangre.

-no sabes cuánto te agradezco el que hayas salvado a mi hermanito –dijo aun sujetando protectoramente al azabache menor –si hubiera alguna forma de

Pero antes de acabar su oración vio al rubio mayor y casi pierde el aliento, sintió un fuerte flechazo tal y como el rubio había sentido al verlo llegar y correr hacia otro doncel.

-mi hermanito es muy valiente –dijo sonrojado por la penetrante mirada del moreno sobre su persona cosa que no estaba siendo pasada por el pelirrojo que comenzaba a acercarse a la escena de los hechos.

-Deidara –rio nervioso por lo dicho por su hermano mayor.

–no lo crees? –dijo esta vez dirigiéndose al morenito que no pasaba por alto la forma en la que miraba al rubio, como una damisela ante su caballero.

-yo… si, lo creo –dijo apenado mirando como el rubio le dedicaba una radiante sonrisa.

-fue un gusto conocerlos, Dei amor tenemos que irnos –dijo el pelirrojo tomando a su rubio posesivamente por la cintura y rompiendo el contacto visual y emocional que se había creado entre su rubio y el moreno mayor.

-Sasori, mi hermano está herido –dijo preocupado al ver a su hermanito, no quería dejarlo como un niñito así que no dijo la palabra que acostumbraba “hermanito”, además que quería aprovechar la oportunidad de que el rubio menor por fin se había fijado en alguien.

-yo creo que está bien amor míralo –dijo tontamente queriendo apartar de una vez por todas a su rubio de aquel azabache que lo miraba tan injuriosamente.

-me gustaría compensártelo de alguna forma –dijo con una tierna sonrisa el doncel menor.

-entonces compénsamelo diciéndome tu nombre –dijo educada y coquetamente, el moreno mayor solo rio con gracia del sonrojo que tenía su hermanito.

-Sasuke! –escucharon un grito detrás de ellos, era el otro varón que venía con los azabaches en el auto.

-padre –dijo el menor viendo como su padre se aproximaba preocupado a ellos viendo a los sujetos en el suelo

–que sucedió aquí?

Pero toda explicación cayo en la boca de los presentes y el asombro del moreno mayor cuando desde la casa de los hermanos Namikaze un peliplata sacaba a la fuerza a un rubio bastante maltratado, lo aferraba con violencia del brazo y murmuraba cosas bastante hirientes.

-ya te dije que no quiero ver más a esa puta en mi casa, así que ve y dile que ya no tiene permitido aproximarse aquí –era evidente que hablaban de Deidara, siempre era sobre Deidara o el incompetente de Naruto pero el peliplata jamás echaría a su verdadero hijo –teníamos un trato y lamento decirte que ya ha caducado.

-Minato –escucharon la exclamación detrás de si los presentes; era el mayor de los azabaches que parecía estupefacto mirando al rubio que yacía en el suelo –suéltalo Hatake o te destrozare el maldito rostro!

-Uchiha? –el peliplata estaba blanco como un papel.

-debía haberlo imaginado del bastardo que trabaja con mi hermano –dijo fastidiado refiriéndose a su competencia, a su empresa rival dirigida por su propio hermano.

-que se siente saber que tu amado rubio es mío? –dijo sorprendiendo a los presentes quienes no salían de su asombro –que es lo que estás haciendo aquí Uchiha? Y no me digas que vienes a fastidiar mi existencia nuevamente, conseguí lo que quería y no volverás a arrebatármelo, él es mío –volvió a recalcar la palabra “mío” pero con sorna.

-Minato... que está sucediendo aquí?

-lo que oíste Fugaku, te deje para casarme con Kakashi –mintió cruelmente haciéndole creer al otro que amaba al peliplata y por ello lo había abandonado, tal y como se lo había ordenado el hermano del moreno hace muchos años atrás –por lo que veo ya conociste a mis hijos –se sentía humillado, era el colmo que luego de haber escapado del moreno con un hijo en su vientre el mismo volviera y estuviera ante él de esa forma.

-ellos son tus hijos? –pregunto notando el gran parecido que tenían.

-son mis hijos –recalco el peliplata mintiendo sobre el rubio pelilargo.

-no es cierto, tú estabas esperando un hijo mío, el mismo Izuna me lo contó a espaldas de Madara –el rubio palideció.

-eso no es cierto –lloro Minato sintiéndose descubierto, su marido lo molería  a golpes ahora que sabía la verdad –Izuna te mintió –pero no convenció a nadie.

-ya lo escuchaste maldito, ahora lárgate de aquí y déjanos en paz , somos muy felices lejos de ti y no irrumpirás en esa felicidad –dijo ya fastidiado el peliplata, los ojos negros del mayor de los azabaches se encendieron como brazas.

-felicidad? Si claro, puedo verlo en tus lagrimas Minato –rio con ironía dándose cuenta finalmente de los que estaba sucediendo ahí.

-padre que está sucediendo? –dijo llorando Deidara pero consiguió solo consiguió que el marido de su padre lo mirara con odio irrefrenable y con deseos de muerte se fuera hacia él para darle lo que tanto tiempo estuvo conteniendo.

Al ver las intenciones del Hatake, Naruto, Sasori e Itachi quisieron reaccionar para defender al doncel pero no consiguieron hacer nada debido a una persona que se les había adelantado rápidamente. Era Fugaku, que se había arrojado sobre él golpeándolo no solo por haber maquinado con su hermano para separarlo de su rubio, sino por haber traicionado su confianza, haber maltratado todos esos años al amor de su vida, haberlo alejado del hijo que era de ellos y que encima ahora tenía el descaro de querer dañar. Lo golpeo con la misma fiereza que Naruto había golpeado a los desgraciados que molestaban a su doncel, parecía que iba a matarlo, el varón despedía cólera pura en cada arremetida, pero el rubio se levantó de inmediato y corrió hacia ellos.

-Fugaku déjalo! –ordeno intentando separarlos, los vecinos estaban escondidos detrás de sus ventanas viendo la escena desde hacía rato como si fuese un espectáculo gratuito –por favor déjalo –lloraba con impotencia.

-padre ya es suficiente –se acercó Itachi tratando de hacer entrar en razón a su padre mientras Kakashi intentaba vanamente defenderse.

-no se detenga –dijo Naruto con crueldad en su mirada, tenía un aura bastante frio lo cual asusto a su hermano mayor quien aún permanecía llorando.

-Naruto es nuestro padre –Deidara no quería que muriese y le asustaba la postura que tenía su hermanito con el varón que era agredido –es tú padre Naruto!

-es un miserable que merece la muerte Deidara –conteste violentamente a  la inquietud del doncel.

El menor de los rubios estaba enfurecido y no dejaría pasar esa satisfacción, se veía bastante aterrador con esa expresión tan cruel en su rostro aun ensangrentado hasta que sintió una cálida mano apretando la suya; esa dulce calidez derritió el hielo del que era preso su corazón en ese preciso momento y al mirar a su costado, pudo ver quien era. Su hermoso doncel moreno lo miraba con esos enormes y brillantes ojos oscuros que lo sacaban de orbita, comprendió su silencio de inmediato.

-Fugaku ya basta –gritaba el mayor de los rubios, pero inconscientemente el moreno lo empujo con fuerza haciéndolo caer estrepitosamente al suelo.

Al darse cuenta del error que acababa de cometer se detuvo de inmediato y fue hacia el rubio que había dejado de llorar y tenía el corazón destrozado, el azabache jamás había hecho con él una cosa como esas. Pero se lo merecía por todo lo que había ocasionado en esos últimos años y enumero sus erradas acciones.

Primero, haber escapado de su casa para evitar heredar los bienes de su familia y vivir dependiendo de los demás; escapo de su padre que pretendía obligarle a contraer matrimonio con su tío Jiraiya y así perdurar su apellido. Segundo, haber hecho a un lado sus sueños e involucrarse no solo con el hombre que amaba con cada fibra de su ser desde su infancia, sino que era un hombre que ya tenía dueña, estaba casado con la mejor amiga de su peor enemiga. Tercero, fue dejarse manipular por el hermano de su amado que estaba obsesionado con él, que acabo por convencer no solo de acostarse con él por comprar su silencio, sino que contrajo matrimonio con quien era el brazo derecho de ese perverso hombre, Kakashi Hatake, su antiguo amigo de la infancia que juro tener su corazón y su cuerpo. El cuarto y más importante, fue conducir a los hijos que adoraba a una vida de miseria por temor, temor a ese hombre, a su padre, a su marido, al rechazo de su amado y el rechazo del amor de sus hijos.

-lo siento tanto Fugaku… -susurro cuando estaba en brazos de su amado, esos que anhelaba cada que su marido lo abrazaba y soñaba cada noche.

-porque te disculpas? –pregunto sintiendo temblar el cuerpo de su doncel amado.

-hice todo mal –su voz estaba cada vez más débil; veía borroso y sentía que el aire le faltaba, comenzó a respirar con dificultad asustando a los presentes.

-papá –grito Naruto corriendo al rubio que se había desmallado –oh por dios esta sangrando! Deidara, llama a una ambulancia.

De las piernas del rubio mayor comenzaba a escurrir sangre, Deidara estaba estático, lo miraba con terror, él siempre sintió pánico de la sangre y verla escurrir de entre las piernas de su padre lo puso en shock.

-Deidara reacciona –dijo Sasori tratando de hacer al rubio volver en sí.

-Itachi! –grito el mayor de los morenos a su hijo.

-ya los llame hace rato padre, vienen en camino –el único que se mantenía con la cordura intacta era Itachi, que sabía  que perdiendo la calma no conseguirían nada.

En un instante la ambulancia llego y cargaron al rubio de inmediato, Fugaku como sus hijos no querían despegarse de Minato pero en la ambulancia solo uno podía acompañarlo.

-está bien –dijo Sasuke sujetando delicadamente el brazo de Naruto para llamar su atención –mi hermano puede llevarnos en el auto.

El morenito tenía los ojitos brillosos, estaba nervioso, jamás había vivido una cosa como esa y estaba asustado, eran demasiadas emociones para un día. El rubio lo miro un poco más calmado, acaricio el rostro dulce de su pequeño doncel y sonrió.

-aniki, verdad que tú nos llevaras? –dijo mirando a su hermano mayor, podía sentir que ya no aguantaba más las lágrimas, su hermano estaba prestando declaración a la policía que acababan de llegar en un patrullero y de a poco se llevaban a los sujetos que lo habían hostigado, además de otra ambulancia que también se llevaba a Kakashi junto con un policía de mirada severa.

Su hermano asintió con una sonrisa tranquilizadora, lo único que a Itachi lo hacía perder la cabeza era Sasuke y su bienestar. Una vez que acabo de relatar lo acontecido y terminar de dar sus datos para presentar una denuncia se acercó a su hermanito que estaba con el rubio menor, a su lado estaba Deidara siendo consolado por su novio pelirrojo, algo que hiso sentir envidia al moreno.

-suban –ordeno Itachi guardando compostura.

De inmediato llegaron al hospital de Konoha, preguntaron por el rubio y el moreno que debieron de haber llegado hace un rato, pero debían esperar en la sala de espera. Fueron hasta que se encontraron a Fugaku sentado con una expresión de preocupación nada disimulada. Sasuke fue hasta él y se arrojó a sus brazos para descargarse a llorar, solo lloraba cuando estaba su padre porque era cuando más se sentía protegido; le daba vergüenza llorar ante el perfecto de Itachi, se hacía sentir menos, siempre débil ante alguien como su hermano.

-está bien Sasu –acaricio Fugaku el cabello del menor para tranquilizarlo, Naruto no pudo evitar sentir un poco de celos y envidia de la suerte del mayor de los Uchihas.

-como esta mi padre? –pregunto Deidara con los ojos rojos por el llanto.

Finalmente Fugaku lo miro pero con los mismos ojos con los que veía a Sasuke, se sentía tan miserable por haber tenido que conocer a su hijo en esas condiciones y haber provocado lágrimas en esos hermosos ojos que eran iguales a los del amor de su vida.

-aun no lo sé –dijo tratando de sonar un poco tranquilo, pero no lo logro, también estaba desesperando por saber sobre Minato.

De repente un medico salió, se asustaron bastante al ver la expresión que tenía sin embargo guardaron calma.

-detuvimos el sangrado, pero me temo informarles que el feto era demasiado débil y no sobrevivió

-mi padre estaba embarazado? –el sobresalto de Naruto no había sido pasado por alto y la sorpresa de los demás al ver que nadie sabía sobre el estado de Minato.

-así es, pero no es todo…

-que sucedió con Minato? –grito el moreno al hombre que los tenía con la peor de las intrigas.

-padre cálmate… lo lamento continúe –dijo esta vez Itachi al ver que su padre estaba por saltar sobre el pobre médico.

-cayó en un coma, no sabemos cuándo pueda despertar –sentencio finalmente.

Todos estaban mudos, no sabían cómo reaccionar ante la noticia; de repente se alarmaron al ver como Deidara se desmayaba, era un doncel tan delicado que había sabido aguantar tanto hasta ahora. El medico lo atendió de inmediato, el desmayo había sido provocado por el estrés y los cambios emocionales tan repentinos.

Luego de haber pasado a ver al mayor de los rubios y cerciorarse que Deidara estuviera perfectamente bien, Naruto se quedó sentado afuera en la sala de espera mientras que Fugaku no se despegaba de al lado de Minato. Estaba solo y se sentía desesperado, no sabía cómo enfrentar la situación, él no tenía trabajo no sabía dónde estaba su padre pero era evidente que con su dinero ya no podría disponer; pensó en las cuentas del hospital y los medicamentos, no sabía hasta cuando su padre estaría en ese estado y además su hermano, ¿de qué manera podría ocuparse de su hermano doncel? No tendrían qué comer ni como mantener la casa.

-Naruto –sintió una hermosa y melódica voz a su lado que hizo palpitar con fuerza su corazón.

-Sasuke –cuanto anhelaba pronunciar el adorable nombre que pertenecía a ese ser tan puro como un ángel y ahora lo hacía –lamento todo lo que sucedió.

-no te disculpes por favor, estoy muy preocupado como para pensar que estas mal por mí también –dijo tristemente.

-es que… son muchas cosas en qué pensar –dijo apenado.

-por eso quería hablarte –lo miro dulcemente –estuve hablando con mi padre y…

-de ninguna manera –sabia en torno a que giraba esa conversación.

-Naruto piensa en tu hermano y tu padre, tú solo no podrás –le dijo con preocupación temiendo que el rubio no aceptase su ayuda.

-conseguiré un trabajo –dijo firmemente –no me mal entiendas Sasuke pero es mi familia y es tiempo de hacerme hombre y sacarlos adelante.

-Naruto entiende y no seas dobe, tu orgullo no te será de utilidad ahora –estaba molesto, ese rol de doncel adorable no lo hacía conseguir lo que quería.

-a quien le dices dobe teme? –miro de mala manera a ese insolente moreno –el que no entiende eres tu Sasuke mi orgullo es lo único que me queda ahora.

-mi hijo tiene razón Naruto –escucharon la voz del mayor de los morenos tras ellos.

-Uchiha-san, no estaba con mi padre? –pregunto intentando evadir el asunto.

-el medico lo está revisando, ahora escúchame me encargare de la cuenta del hospital al menos eso debes aceptarlo –el rubio se quedó pensativo, él ya había ido una vez al hospital cuando era pequeño y su padre lo hizo conocedor de la gran cuenta que debió gastar en él, era muchísimo dinero y no podría basilar con la salud de su padre.

-prometo que le pagare cada centavo –se moría de la vergüenza.

-está bien Naruto, yo no soy un total desconocido… tu padre y yo hemos sido los mejores amigos prácticamente desde que nacimos y además esta… -pensaba en el rubio pelilargo que sabía era su hijo con el amor de su vida.

-mi hermano –dijo bajando la mirada, temía que alejara a su hermano de él.

 

Continuara…

Notas finales:

Diganme que les parecio, les gusto??

diganme que sii, pliss y sabre si tiene futuro o no, se lo que estan pensando: "las actualizaciones de mis otros fics", lo se mis amores estoy trabajando en ellas y muy duro para que valgan la pena..

Reviews plissss, me van a hacer muuuuy felizz :3


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