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Celos por Yuikochan

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Notas del fanfic:

No hay mucho que decir aparte de que soy tan Baekren shiper que cuando he visto a Jason con Ren solo he pensado "propiedad del tigre, las manos lejos, chaval". 

Y de mis burradas mentales pues burradas de fics. 

Agradecimeitnos a Alex, Mikan y Kuru, que me dan demasiadas ideas perturbadoras XDDD 

 

 

 

Jason llevaba todo el viaje sonriéndole.

Era simpático y agradable. Guapo, si, también. Gracioso. Llamaba la atención y aún más con ese pelo rosa fucsia tan chillón que llevaba. Se estaba esforzando mucho en agradarles. Y aunque seguía sintiéndose como un extraño en el grupo no les caía mal. Bueno, a Baekho le ponía de los nervios y a JR un poco también. Minhyun y Aron intentaban ocuparle para que no fuera obvio para las cámaras, pero él no se despegaba de Ren.

Las fotos juntos en el aeropuerto, en el fanmeeting, las que ellos mismos habían subido a twitter…

Si, claro, todo era una estrategia de márquetin, si las fans le veían llevarse bien con Ren, que era sin duda alguna el miembro más popular del grupo, había más probabilidades de que le aceptaran ¿no?

Pero no. Claro que no. Bueno, igual las fans si, algunas, pero a algunos de los Nu’est no parecía gustarles mucho. Más bien dicho, al novio de Ren no le hacía la más mínima gracia verle pegadito a ese estúpido de pelo fucsia. ¿Que se había creído? ¿Que podía llegar y quedarse con la princesita del grupo? ¿Que podía ganarse a la muñequita encantadora? Pues no. De eso ni hablar. No iba a quitársela a él, que llevaba ya dos años esforzándose cada día por complacerle, por hacerle feliz, que no siempre era fácil. Se sentía herido en el orgullo de verles tan juntitos. No, peor aún, de ver que a Minki no le molestaba. Le dolía, joder, le dolía. Confiaba en Ren, si, claro, confiaba en que tal vez no se acostaran la primera noche. Pero las intenciones de Jason eran obvias, y la respuesta natural de Ren también.

No, no y no. De eso nada. Iban a enterarse. Los dos. Incluso JR se estaba de su lado. Aceptar que Ren era de Baekho vale, pero que el chino ese viniese de repente y se lo quedase no, para nada. Si era necesario unirían fuerzas, en lo que hiciera falta.

Aunque pensando eso les venían a la mente ideas no muy agradables para ninguno de los dos… Pero si, por mantener a Ren lejos de Jason lo que fuera necesario.

Bueno, en realidad no, no iba a compartirlo con JR tampoco. Por más líder que fuera.

 - Vigila Minki.

Le apartaba de los fans, de los periodistas, como si le protegiese. Como si fuese su maldita función protegerle. “Lleva dos años cuidándose solito” le hubiera gustado gritarle “no te necesita”.

De hecho, lo que le hubiera gritado más bien hubiera sido un “no le toques, es mío”. Pero no podía encararse a él realmente hasta que no llegasen al hotel y estuviesen solos…

Pero cuando llegaron Jason le cogió por los hombros  como si fuesen amigos de toda la vida, le invitó a una copa y le sonrió como si no pasase nada.

Es que el chico era simpático. Le caía bien. De verdad. Pero le caería aun mejor si mantuviese las manos (y la mente) lejos de su novio. Mucho mejor.

Que cansado era estar con alguien tan perfecto como Minki, le salían rivales constantemente…

Peor no, no iba a dejarse amedrentar por esa sonrisita de bobo de aspecto inocentón. No era que creyese de verdad que Ren quisiera serle infiel, pero… bueno, le conocía, todos le conocían lo suficientemente bien como para saber lo que le costaba mantenerse en una sola cama.

Pero esa noche no. Para nada. Esa noche iba a quedar tan molido que no podría levantarse para irse con nadie más. Se lo había prometido a si mismo. Esa noche de sexo salvaje y desenfrenado hasta la extenuación que siempre le pedía. Si, eso le daría. No podría ni pensar en irse con nadie más.

Rechazó la copa, rechazó el abrazo y agarró a Ren del brazo para arrastrarle a su habitación. Era muy obvio, si. ¿Y que? Como si no supieran ya todos que iban a necesitar tapones para dormir esa noche…

Minki se reía.

- Celoso…

- No lo sabes bien.

Su mirada era intensa, feroz. El pequeño antes rubio maknae había planeado burlarse de sus celos, pero con esa mirada casi violenta fija en él le pasaron las ganas de reírse y burlarse de nada.

Esa mirada gritaba “Vas a ser mío”. Y no podía desear nada más.

Se acercaban sin siquiera darse cuenta, mirándose fijamente y perdiéndose entre sus ojos oscuros de intenso deseo. Para cuando sus labios se rozaron la tensión era palpable. Se devoraban, se enredaban, se perdían entre las caricias ajenas, las prendas volaban y la temperatura aumentaba.

Baekho rodeaba su cinturita, pegándole a su cuerpo, sus pechos desnudos en contacto, Ren hundía los dedos entre los músculos de su espalda, mordía sus labios, enredaba su lengua con la suya y aguantaba la respiración cuando los dientes de Baekho se clavaban en su cuello.

El calor se agolpaba entre sus piernas, su erección crecía, presionando el muslo ajeno. Le sentía a él también.

Le arrastró hasta la cama, y le empujó para que cayera sobre el colchón con un chirrido de muelles. Se apartó de la cara los mechones ahora caoba que habían caído sobre sus ojos, se soltó el pelo y cuando quiso darse cuenta Baekho estaba sobre él, agazapado como un tigre a punto de atacar.

Como una bestia.

Se deshizo de la poca ropa que les quedaba, sus cuerpos ya totalmente desnudos frotándose, piel con piel. Jadeaban de puro deseo, temblaban. Baekho le acariciaba, rápido y certero, casi no podía respirar.

Apretaba entre los dedos las sábanas finas. Cuando le hizo girarse se prestó con ganas. Pronto estaba dentro suyo, embistiéndole con fuerza. Y él gemía, gemía y jadeaba. El rítmico vaivén y las estocadas duras. Dolía a la vez que le saturaba de gozo y placer. Le hacía estremecerse y temblar.

Llegó al clímax y se corrió. Mordía la almohada para ahogar los gritos, y aun así estaba seguro de que le podían oír des de las demás habitaciones.

Tampoco importaba lo más mínimo.

Aún sentía su cuerpo estremecerse. Jadeaba intentando recuperar la respiración, apenas podía moverse. Baekho le besaba, desde el pecho hasta los labios. Los ojos, las orejas, el cuello. Lamía y succionaba, mordía y le besaba, acariciaba sus labios que instintivamente se movían buscándole para besarle.

Volvían a enredarse, a devorarse.

- Baek… - murmuraba entre sus labios. – Baek…

Siempre se les hacía incomodo hablar durante el sexo. No era como si hubiera nada que decirse si podían sentirse, si podían decírselo todo con besos y caricias. Pero cuando murmuraba su nombre entre jadeos, cuando le llamaba con sus labios de corazón y las mejillas sonrojadas… Sentía que era suyo, solo suyo. Lo único que deseaba.

Y entonces se acordaba de sus sonrisas con Jason, de cómo andaban cogidos del brazo en el aeropuerto, de cómo le había abrazado. Le invadía la ira. Sentía el cuerpo ardiente de celos.

Era suyo. Minki era suyo. Nadie más tenía derecho a tocarle.

Y pensando eso devoraba de nuevo sus labios con ansias. Apretaba su cuerpo contra el suyo. Y él se removía entre sus brazos, rozando su piel con la suya, mordiendo sus labios a su vez, siguiendo con su lengua el movimiento de sus bocas enlazadas. Su cuerpo extasiado volvía a despertar, se enredaban como si pudieran fundirse en uno solo. El sabor de sus labios, de su piel, de sus suspiros, de sus dedos finos en su espalda, de su cintura estrecha entre sus brazos fuertes. Tan frágil, tan delgado.

Suyo.

Ren le apartó para mirarle a los ojos, sonriéndole juguetón. Cuando sonreía sus ojos se volvían sensuales, sus labios curvados, provocativos. Era la más clara tentación a la lujuria, todo su cuerpo desprendiendo esa esencia a pecado. La piel pálida, suave y tersa, sus músculos flexibles, ágiles, la forma como se movía…

- ¿A que ha venido ese ataque?

¿Y le preguntaba? Como si necesitase motivo alguno más que su cuerpo tentador, sus ojos oscuros de pestañas largas, sus labios de corazón gritando “devórame”.

Pero si, claro, tenía motivos.

- Como si no fuera obvio…

- ¿Estás celoso? ¿De Jason?

No respondió, no era necesario responder. Devoró sus labios, su cuerpo. Quería demostrarle que era suyo. Quería demostrarle que él era todo lo que necesitaba.

- No te pongas así por Jason... Es bueno chico… - “y eso es precisamente lo que no me gusta de él” - ¿No te parece mono?

- No.

Ren solo se rió.

- Si lo es. Es mono… ¿Tienes miedo de que me vaya con él?

Le susurraba al oído. Su voz era un murmullo sensual, el ronroneo de un gatito en celo.

- No vas a irte a ninguna parte.

Y le abrazaba para demostrarlo. No iba a escapar de sus brazos, no estaría entre los brazos de nadie más.

- Tienes miedo que sea él quien comparta mi cama. Quien me abra de piernas…

- No. – Gruñía, buscando de nuevo su cuerpo, enredándose. Volvía a estar dentro de él, embistiendo. – Eres mío, no suyo. – Embestía, y jadeaba. Rabia y lujuria a partes iguales, mezclándose e impulsándole - No te irás con el. Eres mío.

Se lo repetiría hasta la extenuación, se lo dejaría bien claro, se lo demostraría de todas las formas posibles. Suyo, de nadie más.

- Eres mío Rennie, eres mío.

Jadeaba, mordiéndose los labios, arqueado, tenso y caliente. Apenas podía oírle, pero podía sentirle. Le sentía en todo su cuerpo, le sentía en su alma. Sentía como le reclamaba como suyo, como le suplicaba que le perteneciera igual que él era suyo.

Baekho se había entregado a él mucho tiempo atrás. Y Ahora ansiaba poseerle, en un sentido mucho más profundo que lo físico.

Y, por algún motivo, no importaba cuantas veces Minki se lo repitiera, parecía no ser capaz de entenderlo.

“Soy tuyo Dongho, igual que tu eres mío yo soy tuyo” hubiese querido decirle, pero los gemidos se agolpaban en su garganta y no le dejaban hablar. No podía ni pensar en decir nada coherente. Gemidos y jadeos escapaban de sus labios sin control, nada coherente.

- Eres mío.

“Si”

- Solo mío.

“Completamente tuyo”.

No respondía, y Baekho, preso de la  ira, embestía con más fuerza. Apretaba con dureza sus muñecas, aprisionando sus manos. El sudor recorría su cuerpo, casi febril.

- Eres mío.

Minutos más tarde ambos jadeaban. Sus cuerpos aún enlazados exactamente igual que cuando el orgasmo les había alcanzado. Baekho se sentía exhausto, extenuado. Ni siquiera podía moverse, ni siquiera podía pensar. ¿Estaría Ren igual de cansado? ¿Habría conseguido agotarle?

Sintió sus dedos finos acariciando su oreja, el beso suave en su sien, su respiración sonriente y como se removió para incorporarse.

No, no estaba para nada exhausto. Cansado, si. Pero enérgico, como siempre.

Como si nunca tuviese suficiente.

- Dongho…

Se forzó a moverse, le abrazó aun medio inconsciente. Ni iba a irse, no iba a marcharse.

- ¿No puedes confiar un poco más en mi? ¿Cuándo te he engañado?

- Nunca…

- ¿Entonces? – sonrió y suspiró – Siempre estamos con lo mismo. Soy tuyo, soy completamente tuyo, igual que tu eres mío. ¿Cuántas veces más necesitas asegurarte de ello?

Le miraba. Aún a oscuras sus ojos brillaban, sus dulces labios de corazón. Sentía su cuerpo delgado bajo sus brazos. Su aroma, el sabor de sus besos. Era perfecto. Era total y absolutamente perfecto.

Y era suyo

- No es que no confíe en ti, es que… - ¿Cómo encontrar las palabras? ¿Cómo decírselo? - Cielos, eres perfecto. ¿Que te retiene a estar conmigo? ¿cómo puedes conformarte solo con alguien como yo?

Sacudió la cabeza con una sonrisa.

- Tonto… - Se acercó a besarle, mucho más lento y tierno, mucho más suave y dulce. – También te amo. ¿Lo sabes verdad?

- Si.

- ¿Entonces?

- A veces no me creo que haya tenido tanta suerte…

- Ash… que tonto puedes llegar a ser… - no esperaba una respuesta. Rió y le besó, y se estiró para mirar la alarma del móvil sobre la mesita. – deberíamos dormir creo…

Le abrazó, arrastrándole sobre la cama, sobre él.

- Aún no – respondió sonriente – no he terminado contigo…

¿Baekho pidiéndole más? Ok, no iba a quejarse, para nada.

- Me consientes porque fue mi cumpleaños ¿verdad?

Sonreía sentado sobre su cuerpo, sintiendo su piel desnuda, le acariciaba los labios y giró la cabeza para atraparlos entre sus labios y mordisquearlos.

- Por supuesto. ¿Te gusta tu regalo?

- Si – respondió inclinándose sobre él – mucho…

Cuando sus labios se unieron ya no los pudieron separar. Se enredaban, muy pegados, cayendo en un interminable torbellino de placer.

 

La mañana les sorprendió extenuados, pero despiertos.

- Nooo… - se quejaba Baekho al sonido de la alarma – ya casi me dormía…

Ren se reía, haciéndole cosquillas para sacarle de la cama.

- ¡No, no, noo!!! Para para, a estas horas no Rennie. – no lo soportaba, se escurría intentando alejarse hasta que se cabreaba. – No.

Y Ren paraba, hasta que conseguía abrazarle, besarle, y seguir con las cosquillas.

Hasta que JR abrió la puerta y apareció detrás con los ojos rojos y una cara de cabreo monumental.

- ¡¿No os parece que ya está bien?! ¡Joder! ¡Que hay gente que si necesita dormir por las noches! – entró en la habitación sin miramientos, sin que le importase lo más mínimo que estuviesen completamente desnudos, sin siquiera las sabanas por encima que no habían deshecho. – ¿Es que no os dais cuenta siquiera de lo mal que huele? Abrid la ventana como mínimo ¿no? Lo que hay que ver. ¡Os quiero con el pijama en cinco minutos, que llegan las estilistas a vestirnos! ¡¡¡Ya!!!

Ren le miraba fijamente, como si no le importara lo más minimo. Hizo una mueca y se levantó, ignorando el hecho de que iba completamente desnudo.

- Ok, ok, pero no me grites que no eres el único que no ha dormido…

- …

Detrás de ellos Baekho y Jason se descojonaban. Cogió su pijama y mientras se lo ponía volvió junto a su novio, le besó y le susurró al oído.

- Si te pongo suficientemente celoso puede suponer otra noche sin dormir? – No sabía si reírse, atragantarse o desmayarse. La última le parecía buena opción, se parecía bastante a dormirse… - Vamos Jason, - le llamó yendo hacia él, ya vestido - que le buscaremos el pijama a Baekho.

- Jeje.

Se colgó de su brazo mientras el otro sonreía como un idiota y se lo llevaba de allí.

Baekho se planteaba seriamente si no le salía más a cuenta asesinarle…

- … A veces le odio mucho…

- Yo más Baek, te aseguro que yo más…

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

¿Demasiado ida de olla? ¿se entiende? ¿Os ha gustado? ¿No os ha parecido un asco sin coherencia? XDDD 

 

revs! revs! 

Y para más Baekrens id a mis fics que tengo varios publicados XD (¡Mañana cap nuevo de ámame profe! ^^)

Gracias por leer!


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