Yumi estaba en la habitación de la castaña, estaba enfadada por el hecho de que Raquel perdonase al rubio, el mismo que intentó forzarla hace unas horas. Simplemente no le parecía bien que con una simple palabra como lo es ''perdón'' olvidase todo lo ocurrido.
Raquel abrió la puerta de su habitación lentamente, encontrandose al demonio pelirrojo tendido en su cama de espaldas a ella y mirando a la pared. Se sentó al lado de sus piernas y la miró fijamente intentando no enfadarla más de lo que ya estaba, pues sabía que debia controlar sus palabras a la hora de hablar con la pelirroja en estado de enfado.
Raquel: Yumi..- acariciaba sus piernas.-
Yumi: Qué quieres?.- decía borde.-
Raquel: No te enfades conmigo..
Yumi: Si quieres perdonar a ese puto idiota hazlo, y si intenta llevarse bien contigo después de lo que intentó hacerte.. que sea fuera de mi vista.
Raquel: Yumi.. debes aprender a perdonar..
Yumi: Nunca se me a dado bien eso.- decía con indiferencia.-
Raquel: No quiero volver a discutir contigo Yumi..- desvió la mirada.-
Yumi se sentó, quedando al lado de la castaña que miraba a otro lado.
Yumi: No sé como puedes perdonarle.
Raquel: No quiero problemas con nadie, además Marcos no es mal chico..
Yumi: Claro que no..- decía con sarcasmo.- Me intenta robar a mi novia, luego la fuerza.. ese chico es un puto santito no?.- decía con frialdad.-
Raquel: Ya basta Yumi, no te alteres..
Yumi: Yo no me altero!.- decía la joven molesta.-
Yumi seguía hablando pero Raquel solo miraba los labios de esta, hasta besarla haciendola callar. La pelirroja tenía los ojos abiertos, pero a medida que Raquel fue profundizando el beso la pelirroja cerró los ojos. Los besos de Raquel provocaban cambios de estados muy notables en la actitud de la joven pelirroja, pasaba de enfado a estar totalmente tranquila, y eso a la castaña le encantaba, solo tenía que besarla para que esta cambiara de parecer.
Yumi: No cambiaré de pensar Raquel..- decía con voz de niña enfadada.-
Raquel: Ahora no importa eso..- pegaba su frente a la de Yumi.-
Provocando que el demonio pelirrojo se sonrojara notablemente.
Raquel: Amo cuando te sonrojas.- reía.-
Yumi: yo..yo..yo..no..- tartamudeaba.-
Raquel volvió a besarla, pero este era un beso más salvaje.- y cuando tartamudeas..- susurraba la castaña. Yumi podía ser fría con cualquiera, menos con Raquel, ella era la única persona con la que Yumi no podía mostrar frialdad alguna. Desde que se conocieron la trató dulcemente, en las discuciones que tenían a veces hablaba con frialdad, pero de nada le servía pues a los segundos se moría de ganas de besar a la castaña.
Yumi: Vale.. hablemos con ese idiota, pero una cosa te digo.
Raquel la miraba divertida.- qué?.- decía sonriendo.-
Yumi: No me arrepiento de nada de lo que le hice.
Raquel: Me parece bien.- sonreía.-
Yumi: Haré un enoooorme esfuerzo en escucharle, pero no prometo nada vale?.- decía la joven con indiferencia.- Y escuchame bien Raquel..
Raquel la miró seriamente pues la joven le hablaba totalmente en serio
Raquel: Vale.
Yumi: Si se atreve a tocarte otra vez, te aseguro que no respondo de mi..
Raquel la miró con una expresión de sorpresa, su voz era totalmente amenazante.- Esta bien Yumi.. solo hablemos.., no tenemos por que ser amigos después de todo esto..- decía la joven mirando a la pelirroja a los ojos.-
Yumi: Yo..- suspiró.- No quiero que esté cerca de ti después de todo lo que ha pasado Raquel.. no me fio.- decía la joven con un tono de tristeza.-
Raquel simplemente la miraba, ya no quería hablar más del tema hasta que hablasen con el rubio y terminasen con el tema de una vez por todas. Yumi devió la mirada y se quedó mirando la colcha de la cama. Raquel no quería ver al demonio pelirrojo triste, por lo que se sentó encima de ella, y acarició su mejilla. Cosa que hizo sonrojar a la pelirroja.
Raquel: Yumi..- decía delicadamente.-
Yumi: qué pasa?.- susurraba.-
Raquel: que..- de pronto sacó la bolsita de golosinas.- que si quieres una.- sonreía.-
Yumi miró inmediattamente la bolsita de gomitas y un brillo en sus ojos hizo presencia.
Yumi: aaaaaaaaaaaww claro que quiero!.- decía alargando el brazo.-
Raquel alejó un poco las golosinas impidiendo a Yumi llegar hasta ellas.- Te las daré, pero antes..- decía la castaña riendo.-
Yumi: Antes que?.- infló los mofletes como una niña enfadada.-
Raquel: Besáme y te las daré.- miraba dulcemente al demonio pelirrojo.-
Yumi se sorprendió un poco de lo que dijo la joven castaña, si más tardar la tomó de la barbilla y la besó dulcemente. Raquel sonrió y le dió la bolsita de chucherías. La pelirroja rapidamente se llevó un regaliz rojo a la boca, (eran sus favoritos). Raquel miraba como su novia devoraba las chucherias poco a poco, le parecía muy tierna, era igualita que una niña pequeña. Yumi miró a Raquel y susurró.- quieres?.- Raquel la miró y asintió con la cabeza. Yumi sacó otro regaliz rojo de la bolsita y mordió la mitad, sujetando la otra con la boca. Raquel no pudo evitar sonreir, se acercó lentamente y mordió la otra mitad del regaliz que sujetaba su novia con la boca, provocando que sus labios se rozacen.
Yumi: Así me gustan mucho más lo regalices.- reía inocentemente.-
Raquel: Ah sí? y yo?.- ponía su carita triste.-
Yumi: Tú me gustas mucho más que los dulces.- decía como si nada.-
Raquel: de verdad?.- sonreía.-
Yumi: Chi.
Raquel: Hagamos la prueba.- reía.-
La castaña se levantó y tomó la bolsita de chucherías alejandose de Yumi, dejó la bolsita encima de una mesita de la habitación y ella se apoyó en el escritorio, dejando a Yumi en el centro a 2 metros de ella y las chucherias.
Raquel: Qué eliges Adams?.- reía dulcemente.-
Yumi se levantó de la cama. Miraba la bosa de golosinas que estaba aún llena, y luego miró a Raquel apoyada en el escritorio. Empezó a caminar hacia la bolsita de chuches parandose en frente de ellas. Raquel la observaba con el ceño fruncido, pero la pelirroja no tocó las chucherias y fué directa a Raquel, que aún tenía el ceño fruncido.
Yumi: No pensarías que me iria con las chuches no?.- reía.-
Raquel: Pues no lo sé, quizás ellas te besan y ..- decía la joven algo molesta.-
Yumi: Y?.- sonreía burlona.-
Raquel: Nada!
Yumi se pegó a ella y pegaron sus frentes.- Y qué?.- volvió a preguntar la pelirroja.-
Raquel: Y nada..- sonrojo.-
La pelirroja mordió la oreja de la castaña provocativa. Raquel la miró de reojo y se alejó un poco de ella, quería vengarse por haber ido antes por las chuches que por ella directamente.
Yumi: donde vas?.- reía.-
Raquel: Vete con tus dulces y golosinas..- desviaba la mirada.-
Yumi: no seas gruñona.- sonreía.-
Raquel: Gruñona yo?!, anda y vete con tus chucherias!.- dijo la joven intentando disimular una sonrisa.-
Yumi: Nooo
La pelirroja besaba a Raquel, quien no hacia nada, después se volvió a alejar un poco más.
Yumi: Jooo Raquel.- mueca de enfado.-
Raquel: Anda y vete con tu chuches!
Yumi: No.
Raquel: sí.- sonreía.-
Yumi: Nop.
Raquel: Por qué?.- miraba al demonio pelirrojo con curiosidad de lo que podía decir.-
Yumi: Porque te amo ati y a ellas no puedo..- se sonrojó.-
Raquel: No puedes.. qué?.- sonreía.-
Yumi se acercó a la oreja de la castaña y susurró con voz provocativa.- hacer el amor como haré contigo ahora.- lamió la oreja de la castaña.-
Raquel al oir esto quedó totalmente estática y su corazón se aceleró rapidamente, era increible todo lo que el demonio pelirrojo le provocaba con tan solo pronunciar unas palabras.