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Mi vida se va contigo por maya nanakase

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Notas del capitulo:

·Disclaimer·

·Naruto ni ninguno de sus personajes me pertenece,son obra y propiedad de M.Kishimoto·

♥ Mi vida se va contigo ♥


En una de las tantas habitaciones de un inmenso Hospital,tan inmaculado como cualquier otro,tan deprimente,lleno de gente que espera noticias de sus familias...

En ese lugar,parecido a una funeraria,se encontraba un pelirrojo,con la mirada perdida en la nada,sus brazos se apoyaban en al marco,con una mirada soñadora miraba al más allá.

Ese chico,era tan solo un niño de 12 años,sus orbes eran de tonalidad turquesa,en esos ojos no se veía el brillo que se vería en cualquier niño,en sus ojos se reflejaba el miedo y desilusión.

Su corazón latía sin freno.

Ya eran tres largos años internado en ese hospital,era para deprimirse más de lo común,sabía que su hilo de vida iba a ser cortado. Por eso se sentía tan...¿deprimido?.

No por eso no sonreía,de echo sí lo hacía,dedicaba hermosas sonrisas a todas las personas que conocía. Incluso bromeaba y siempre mostraba buen humor.

Pero...

Su enfermedad ya estaba comenzando cobrar factura,siquiera podía levantarse a caminar,le era simplemente doloroso.

Su enfermedad no era muy rara,se trataba de un tumor cerebral,el problema era que no se podía operar. Dejando al pobre infante sin una pizca de esperanza de vida.

—Gaara...—le hablo su madre,sacando al pequeño pelirrojo de su mundo de ensueño,él le dedico una hermosa sonrisa a su madre. La cual sintió su corazón encogerse de tristeza,se acerco a su niño y lo abrazo con mucho amor y cuidado—te amo mi pequeño—soltó en un gemido lastimero.

Gaara era un niño de piel nívea,llegando a parecer nieve pura y perfecta,sus cabellos rojizos eran acariciados por las suaves manos de su madre,quien se negaba a dejarlo ir. Las gemas turquesa eran rodeadas por unas enmarcadas ojeras,producto de el sufrimiento que le causaba su enfermedad,provocando un severo insomnio en el joven.

Madre e hijo esperaban al nuevo doctor que se iba a dedicar a atender al  pelirrojo.


Esa tarde llego el nuevo doctor al hospital,él se iba a hacer cargo del pequeño niño e iba a tratar la enfermedad. Su nombre era...

Hatake Kakashi.

Un doctor sin duda reconocido,su reputación en sus casos lo llevaron a ese en especial,claro que siendo Kakashi,no dudo ni un minuto en aceptar.

Se adentro a la habitación del menor de los Sabaku No,dando una leve mirada a su paciente,pero de forma rápida se dirigió al expediente. Y no le gusto para nada lo que ahí leyó,ese niño,ese pequeño ángel de mirada aguamarina...tenía sentencia de muerte desde que le diagnosticaron su enfermedad. Sintió tanta pena por él,era tan joven,aún con tanto que vivir por delante,y en pocos meses la vida se le iba a ser arrebatada.

Cuando el Doctor Hatake vio detenidamente al joven,su corazón palpitó sin freno,golpeando una y otra vez,cual tambor en un carnaval. Sus ojos brillaron con intensidad ante tal imagen,era ver la cosita más dulce,perfecta y hermosa del mundo.

Sintió nauseas por ese ser al que todos llamaban Todo poderoso. Era tan injusto,esa personita que tenía enfrente era tan puro e inocente,¿así se lo quería llevar?,habiendo tantos seres manchados de pecados,llenos de pura maldad. ¿A esos si los dejaba seguir viviendo?.

Después de sus pensamientos de injusticia el peliplata se acerco al pelirrojo...


··········
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··········


El tiempo pasaba,los días y las noches continuaban su curso sin detenerse,sin importarles nada. El Doctor Hatake a medida que pasaba el tiempo,más amigo del Sabaku No se hacía,iba casi todas las tardes de la semana,reían y charlaban juntos.

Gaara se había encariñado muy pronto con el Doctor,eso lo noto su madre cada vez que los llegaba a ver juntos. Así que se decidió a preguntar...

—Gaara...—llamó la atención,el niño lo miro curioso—quiero hacerte una pregunta...

—¿Si?—pregunto con inocencia,mientas inclinaba levemente su cabeza,algo que se le hizo muy tierno a su madre.

—¿Qué...qué sientes cuando estas con el Doctor Hatake?...

—...—se sonrojo hasta las orejas,compitiendo con su cabello en una carrera que estaba a punto de ganar—etto...si-siento...mu-muchas...ma-mariposas...en...en e-el estómago...—susurro tocando con sus dos manos su plano viente por encima de la bata de Hospital,con un fuerte y adorable sonrojo en sus mejillas.

—¿E-eh?—Sabaku No Karura estaba muy sorprendida,conocía esos síntomas,¿cómo no?,si ella los había sufrido con el padre de Gaara;Tadashi.En sus labios se apreció una curvatura triste,pero un poco feliz,almenos Gaara tenía la posibilidad de conocer el amor antes de...no quería ni pensarlo—Hijo...

—¿Qué sucede?—dijo con voz tierna.

—Eso que siente por Hatake-san...es...es amor...

—...—No pudo siquiera balbucear,su rostro estaba como el de un tomate maduro,sus manos temblaban levemente y su boca estaba ceca—¡no es cierto!—gritó en tono de reproche,a lo que la pelicastaña lo miro sorprendida—y-yo...no puedo...a-amar a...al-alguien...mayor que yo...por...casi 18 a-años...—musitó apenado.

Su madre sonrío,se levanto del asiento en el que se encontraba y salió de la habitación,dejando al pobre Gaara en un revuelo de pensamientos.

El Doctor si era apuesto,tenia su cabello todo alborotado,rebelde,color plata,su piel era de tonalidad blanquecina. Poseía una cicatriz en su ojo izquierdo,algo que llamaba mucho su curiosidad,siempre usaba un cubre bocas,lo que lo hacía aún más interesante de lo que era. Para los ojos del infante,Kakashi era todo una curiosidad.


Pasaron los días y Kakashi se sentía cada vez más nauseabundo,un ser repugnante,no entendía cómo podía sentir amor por un niño,UN NIÑO.¿Estaba mal de la cabeza o qué?. Él nunca había sentido atracción por un pequeño infante,pero...Desde la primera vez que vio a Sabaku No Gaara,sintió toda esa adrenalina recorrer todo su cuerpo.

En la tarde,cuando Gaara y él estaban platicando,el niño le hizo una pregunta que provoco un ligero sonrojo en sus mejillas.

—Kakashi-san...¿qué se siente estar enamorado?—preguntó con notable inocencia,jugando con sus manos con nerviosismo.

—Hmp...—carraspeo al sentir su garganta ceca,desvió su mirada para el lugar contrario a donde se encontraba Gaara—cu-cuando...estás enamorado...sientes...cientos de m-mariposas en el estómago—respondió sintiendo él mismo como mariposas revoloteaban en su estómago.

Gaara recordó en ese instante lo que su madre le había dicho,entonces si estaba enamorado de su Doctor. Ya no importaba cuantos años tuvieran,no importaba nada,solo quería liberar sus sentimientos. Se armó de valor y entonces...

—Y-yo...—comenzó con los nervios a tope—m-me...e-enamore...de...us-usted...

Kakashi sintió como su corazón dejaba de latir por un segundo...pero cuando se recupero,no supo cuándo ni como se encontraba presionando esos suaves labios contra los suyos. Se sentían suaves,aún más que el terciopelo,carnosos y sabrosos como dos maduras frutillas. El menor correspondía de forma inexperta y tierna.

Cuando un balde lleno de verdad y conciencia sobre lo que estaba haciendo cayó encima de él,se sintió como un maldito pedófilo.


··········
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··········


Después de ese beso,Kakashi sentía que no se podía controlar cada vez que estaba cerca del pequeño pelirrojo. Por esa razón,cada vez que lo tenía cerca lo devoraba,literalmente,a besos.

Con el paso del tiempo Gaara  se iba debilitando más y más,ya casi no podía mantenerse despierto por los horribles dolores que le daba.

Una mañana,con nubes esponjosas y grises en el cielo,Gaara sintió que su cuerpo dolía más de lo normal,sentía sus huesos doler como si martillos lo golpearan. La puerta se abrió y dejo ver a su ángel de la guarda,por que así era como lo veía,como su ángel de la guarda.

—¿Cómo te encuentras Gaara-chan?—pregunto el mayor mientras caminaba hasta su amado niño.

—Kakashi-kun...

—¿Si pequeño?...

—No quiero estar aquí—hipó mientras lagrimas comenzaban a acumularse en sus verdosos ojos.

—Esta bien...pero no llores mi pequeño—susurro con amor,acarició la mejilla rosácea de Gaara y de dispuso a sacarlo de ese lugar.


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Llegaron a un hermoso parque,con flores y niño correteando por doquier,imponentes árboles se elevaban por los cielos,dando escondites perfectos a niños que jugaban a las escondidillas. Un delicioso aroma a flores adornaba el aire,al igual que el olor tan natural de los árboles,a hojas húmedas. El cielo se había despejado un poco,teniendo aun una que otra colada nube esponjosa.

Gaara contemplaba todo con un  tinte de felicidad,todos esos niños correteando,las madres cuchicheando de cosas sin importancia,padres con otros padres hablando del partido de Football de la otra noche. Era una imagen muy linda que guardaría en su mente hasta que la muerte lo llevara hasta el más allá. Kakashi lo había dejado un momento para comprarle un helado y a él un café bien cargado,cuando llego,sostenía en su mano izquierda un cono de helado de fresa y en su mano derecha tenía un vaso. No le quito su turquesa mirada en ningún momento,sentía que ese momento sería el ultimo que pasará con su ángel,entonce lo supo...Quería pertenecerle a Kakashi...a Kakashi y solo a Kakashi.

—Kakashi-kun...

—¿Si pequeño?—pregunto llevando un poco de café a su boca.

—Quiero...quiero ser tuyo—soltó con firmeza,sintiendo en la garganta un nudo que le prohibía hablar. Kakashi escupió todo el café que se había llevado a la boca,como si ese liquido lo hubiera quemado.

—¡¿Cómo?!—exclamó nervioso,con la mano que sostenía el vaso temblando,pero...¿temblando de qué?. Sus mejillas estaban coloradas y miraba al niño de manera muy sorprendida.

—Qui-quiero ser...tuyo...d-de igual...fo-forma que Okasan y Otosan lo hacían...cu-cuando...decían...qu-que se a-amaban...—tartamudeaba con nerviosismo,tratando de no mirar los ojos de Kakashi y descubrir que este lo miraba repulsión.

—¿Eso es lo que deseas?—entrelazo sus manos con las del infante,provocando que éste lo mirara.

—H-hai...—sus hermosos ojos brillaron al saber que Kakashi iba a hacer lo que le pedía...


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Llegaron al departamento del peliplateado,para desencadenar besos incontrolables...

Con mucho cuidado Kakashi deposito a su pelirrojo amado en su cama matrimonial,dejando suaves besos en cada rincón del menudo cuerpo. El pelirrojo con gemidos placenteros sentía las manos del mayor acariciar su piel.

—Ka...kashi...—soltó un jadeo incitador,el mayor lo contemplaba,era tan hermoso,tan lindo,tan inocente y tentador.

Se apodero nuevamente de los carnosos labios del menor,incitando a esa húmeda y caliente lengua a jugar con la suya más grande. Sus mano recorrían cada lugar en el cuerpo de Gaara,haciendo que suspiros se quedaran atascados en sus bocas. El calor fue aumentando a medida que los besos se hacían cada vez más apasionados,más llenos de necesidad.

Con delicadeza Kakashi comenzó a despojar al pelirrojo de su ropa,que no era mucha por ser del Hospital,era toda azul y los pantalones de un color celeste claro. El ojiaqua decidió que no iba a quedarse atrás,por lo que movió sus pequeñas manos hasta la camisa del Hatake,desabrochando la prenda hasta que ésta,al estar desabrocha se abrió por sí sola. Contemplo el bien formado cuerpo de su Doctor,sintiendo cosas raras a su parecer,quería probar esa piel,sentía la extraña necesidad de saber qué sabor tenía la piel de su ángel de la guarda. Y así lo izo,su lengua,de forma tímida y nerviosa se acercaba al cuello del peligris para poder probar.

Eso no pudo ser más tierno ante sus ojos negros,dejaría que Gaara le hiciera lo que quisiera y como quisiera. Pero él también quería darle placer a su pelirrojo. Con demasiada suavidad comenzó a marcar ese inmaculado cuello como de su propiedad,siendo precavido de no lastimarlo.

De a poco fue bajando y bajando,pasando por el ombligo y jugando con su lengua en aquel lugar,continuo bajando hasta toparse con un pequeño bulto en la entrepierna del menor. El peli escarlata suspiraba con los ojos bien cerrados,dejándose hacer por el mayor. Mientras tanto el oji azabache bajo el bóxer,dejando a su vista un pequeño miembro erecto de tanta excitación.

Sonrió.

Gaara no podía ser más hermoso de lo que era,dejo que su lengua se degustara con el sabor del oji aguamarina,pasando por la superficie,de superior a inferior. El menor en actos de reflejos levantaba su cadera y abría más sus piernas,dejando a la vista de Kakashi una entradita rosada y pequeña.

Se excitó ante tal visión,se sentía duro y su pantalón ya se le hacía estorboso,apretando más y más,se metió por completo el miembro de Gaara en su boca ante sus pensamientos.

—¡Ahg~!...—soltó un melodioso jadeo al sentir tanto placer,sentía que se podía derretir en ese momento,incluso pensó que estaba en el cielo junto a su amado ángel de la guarda.

Kakashi lo vio cerrar sus ojos y abrir su deliciosa boca,lo que aprovecho para meter tres dedos y dejar sus largos y finos dedos en la pequeña boca del Sabaku No,dejando a la lengua de Gaara a cargo de la lubricación. Sus ojos no dejaban de ver al pelirrojo,sintiendo su cuerpo encenderse como vela ante esa delirante visión. Cuando sintió sus dedos un poco resbalosos los saco de la boca del hermoso pelirrojo. Se medio levanto para poder mirar esos ojos que tan idiotizado lo tenían.

—¿Seguro?...—pregunto,necesitaba mucho la respuesta de Gaara,no quería hacer algo que su niño no  quisiera.

—H-hai...—respondió con sus mofletes sonrojados y su respiración subiendo y bajando de forma apresurada.

Con esa afirmación fue introduciendo un dedo en la cavidad anal del menor,sintiendo lo estrecho que era.

Un calor le rodeo,sintiendo pequeñas punzadas de dolor en su parte baja,no pensó que iba a doler tanto. Dejó que un gemido adolorido fuera soltado,al igual que unas cristalinas gotas de agua.

Kakashi quiso detenerse,pero su niño se lo prohibió con tan solo una mirada.

Su dedo comenzó a moverse de forma circular tocando las paredes internas en busca de algo,ese algo que haría estallar en delirio y placer a su hermoso ángel. Hasta que...lo encontró.

—¡Ah~!—grito el más pequeño,pero no se escuchaba dolor,más bien se escuchaba placer. Lo que hizo que una sonrisa apareciera en su perfecto rostro. Lo había logrado—¡ah..Ka-Ka-Kakashi...ku~n...!—su respiración se agitaba más fuerte,no solo estaba siendo golpeado en su próstata,sino que también estaba siendo atendido en su entrepierna.

—Gaara—susurro con la voz ronca,se levanto aún sin sacar su dedo de ese lugar tan delicado,se apodero de los labios tan carnosos y deliciosos del peli rubí en un beso lleno de locura y pasión. Otro de sus dedos se fue adentrando en ese lugar,intentando ensanchar aquella cavidad.

—Hu-hug...—comenzó a respirar rápido por la boca,sintiendo que el aire que le llegaba por la nariz era muy poco—K-Kakashi-kun...h-hága-me suyo...—el mayor se sintió desfallecer en ese preciso momento.

Elevo las caderas del menor,haciendo que sus piernas se enrollaran en su cintura,saco sus dedos y los lambió con entera gula,degustando el delicioso sabor de la esencia del pequeño. Se puso en posición entre las piernas del más joven,que cerraba sus ojos fuertemente y apretaba las blancas sabanas,quizá...eso no era una buena idea.

Lo fue penetrando con lentitud,si,necesitaba estar dentro de él,pero más que nada no quería hacerle daño. Gaara mantenía sus parpados cerrados con entera fuerza,apretando las sabanas,queriendo que el dolor pasara de una vez.

Quería que todo ese dolor pasara de una vez,que se fuera y diera paso al placer. Sus ojos se ocultaban intentando calmar aunque fuera un poco ese intenso dolor en su retaguardia.

—Me detendré si así lo quieres...—susurró en un delirante jadeo lleno de placer,su hombría era apretada de forma exquisita por las cálidas paredes internas del menor. Pero si Gaara le pedía que lo dejara ahí,él haría lo que su amado pelirrojo dijera,aunque eso le costara.

—Iie...—musitó. Sus brazos rodearon el cuello del peli plata,acercando su boca al oído del mayor,para susurrar con suavidad.—Q-qui-quiero...ser...tuyo..

El Hatake sintió derretirse ante esas tres palabras,era todo lo que necesitaba,era lo que hacía latir su corazón con locura. Con necesidad unió sus labios en un beso eterno,que quedaría grabado en sus mentes aún después de la muerte. Kakashi movió levemente su cadera,haciendo que su miembro agrandara un poco más el ano antes virgen,ahora de su propiedad.

—Gaa...—la voz se le fue cuando el peli carmín movió sus caderas de adelante hacia atrás. Una onda de placer le recorrió todo el cuerpo,de pies a cabeza. Sus ojos azabaches se clavaron en la pared de su habitación.

El aire le llegaba escasamente a sus pulmones,sus labios se unían en besos apasionados,separándose de inmediato por el tan necesitado oxigeno.

—Ah~...Ka-Kaka-shi...kun...

Jadeaba con suavidad el pequeño. Tener dentro al peli plata se sentía muy raro,la forma en que ese gran miembro palpitaba dentro de él. La forma en que cavaba más y más en sus tripas. Todo eso se le hacía muy extraño.

Aunque no por eso no le gustaba,al contrario,le gustaba hasta cierto punto. Y es que la hombría del doctor era tan grande,o al menos eso pensaba,que presionaba su próstata sin la necesidad de moverse.

Sus ojos aqua se clavaban en el inmaculado techo de esa habitación,alguna que otra lagrima cristalina rodaba por sus colorados mofletes. Su cabello como el fuego se encontraba húmedo por el sudor que expulsaba su menudo cuerpo.

—Hmm—soltó un leve suspiro entrecerrando sus parpados,sus manos viajaron a las piernas pálidas,decoradas en las rodillas con un rojo,las fue subiendo hasta posarlas en sus hombros,y así llegar más adentro en ese diminuto ano.—¿Me mu...?.

—H-ha-hai...—tartamudeo,con sus finas,delicadas y pequeñas manos acaricio la ancha espalda del mayor. Arañó ese lugar,provocando más placer al albino.

—Tsch...

Se quejó.

Sus caderas comenzaron a moverse,de forma lenta y pausada,con suma delicadeza. Si,estaba tan excitado que llegaba al punto de doler su erección,pero no iba a lastimar a su pequeño. Primero prefería cortarse las venas antes de hacerle daño a su delicado ángel.

Las penetraciones fueron aumentando su ritmó. Las mejillas de Gaara estaban rojizas intensamente,su cuerpo se derretía de delirio,su voz melodiosa y encantadora resonaba,golpeando y rebotando el las inmaculadas paredes de aquella habitación como única testigo de su desbordante amor. Sus jadeos se entremezclaban con los roncos gemidos del albino,sus manos se paseaban por toda la ancha espalda del mayor.

Mientras que las manos del oji negro se deleitaban ante el toque de la suave piel del peli carmesí,era tan suave,más que la seda más fina,o el terciopelo más exquisito. Sus orbes oscuros no dejaban de contemplar como el pelirrojo suspiraba,gemía y jadeaba de placer.

Sonrió feliz.

Era el único que vería esas hermosas expresiones,el único. Se acerco con lentitud al rostro del oji turquesa,presionando sus labios en un beso cargado de amor. Fue correspondido de manera un poco torpe,pero con igual amor.

Entre jadeos,llegaron al éxtasis,tocando con sus dedos las nubes,alcanzando el cielo,sintiéndose livianos. Se unieron en un beso extraño,en un abrazo tierno,pegando sus cuerpos sin querer separarse del otro.

—Kakashi-kun—susurró Gaara,con la voz un tanto apagada. Su mirada aguamarina iba oscureciendo de a poco. Sus manos aún se aferraban al cuello del peli gris,sin querer soltarlo.

—Te amo Gaara...no sabes cuanto te amo...—le dijo dando un pequeño y casto beso en la frente del oji agua. Su corazón latía aceleradamente,una sonrisa de divisaba en sus labios,se acurruco en el cuello del menor,sintiendo su fragancia impregnar sus fosas nasales.

—Yo...también...te amo...Kakashi...kun—musitó de forma apenas audible,tanto que por poco y el albino no lo escuchaba.

El corazón del doctor se detuvo al sentir como los brazos del Sabaku No caían de forma pesada a los costados,rebotando en el colchón y dejando al fin su cuello. Sus ojos se desorbitaron,abriendo sus parpados en demasía,mientras sentía como el cuerpo pequeño bajo suyo comenzaba a enfriar.

—Gaara...Gaara—llamaba desesperado,queriendo que aquello que presentía fuera falso y no real.

Se irguió en su lugar,mirando al menor en busca de una insignificante señal de vida,se acerco al pecho pálido,posando su oreja en donde,cubierto por capas de piel,se encontraba el corazón. Espantado no escucho nada,ni un leve latir,ni una suave respiración,ni una caricia...

Solo un ultimo Te amo que se llevo su aliento junto al amor de su vida...


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Se había ido.

La persona que llego a su corazón,llenando de amor aquel lugar antes vacío,aquel en el que antes no había nadie.

Ahora contemplaba con una mirada opaca,sin vida,sin brillo aquel ataúd negro,ese pedazo de madera que portaba al amor de su vida,esa madera que lo apartaba de él para siempre. No derramaba lagrimas,a diferencia del resto que se encontraba en ese sombrío lugar. Sus lagrimas ya se habían secado ese día en el hospital.

Ese en que hizo de todo por que el amor de su vida no se fuera,que no lo dejara solo,sin nadie,sin su amor.



—¡Gaara,por favor no te vayas!...—gritaba con desesperación,intentaba de todo para reanimar la vida del peli escarlata. Se negaba rotundamente a dejarlo ir.

—¡Kakashi...controlate!—gritó una rubia de dos coletas,con su mirada ámbar miel llena de tristeza,era la directora del Hospital. Agarro fuertemente los hombros del más joven,lo hizo mirar sus ojos,lo que nunca espero fue encontrar los ojos azabaches de Kakashi vidriosos por las lagrimas.—Él ya...se fue...no podemos hacer nada más.—Le dijo de forma queda.

El peli plata abrazo con fuerza a la rubia,sin creerse que en realidad estaba de nuevo solo en ese inmenso mundo,sin su peli escarlata.


Se permitió derramar una lagrima,que viajo por su mejilla,perdiendose en la mascara que cubría la mitad de su rostro. El ataúd fue enterrado,junto con su niño amado.


··········
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··········


Ya había pasado toda una larga semana. Los días estaban lúgubres,sin vida,el sol no había salido en toda esa semana. Llovía a cantaros,las nubes grises opacaban el cielo,grandes gotas cristalinas golpeaban a la gente que pasaba.

Iruka Umino caminaba a paso preocupado,su mente echa un revoltijo no dejaba de sacar una y otras conclusiones. En toda esa semana Kakashi no se había visto,lo que preocupaba mucho a Tsunade,todos los que conocían al doctor se encontraban muy preocupados.

Por eso,ahora caminaba rápidamente,subiendo dos escalones de una,solo deseaba llegar al departamento del peli plata y encontrarlo leyendo uno de sus tantos libros pervertidos de Icha Icha Paradise.

Llego a una puerta conocida,en ese departamento se hospedaba el hombre de la mascara. Golpeo varias veces la puerta de madera con sus nudillos,pero nada,ni una voz,ni un ruido. Nada.

Preocupado,se hizo unos pasos para atrás y tomando la velocidad necesitada se fue contra la puerta,abriéndola de un golpe. Todo estaba a oscura,las ventanas bien cubiertas para que ni un solo rayo de sol entrara,las luces apagadas.

El Umino tuvo que hacer un poco de esfuerzo para ver bien y no golpearse,pudo ver entre tanta oscuridad una ventana,se dirigió a ella de inmediato y la abrió. Sus ojos azabache voltearon a ver en el sofá,y lo que vio no le gusto para nada.

Ahí,bañado en un liquido carmesí,soltando un olor a muerte,ahí,se se encontraba el peli gris,ya sin vida. Se llevo una mano a la boca,conteniendo las ganas de gritas y salir corriendo a intentar que el albino reviviera.

—Kakashi...—musitó con la voz apagada—¿tanto lo amabas?...—preguntó,aun sabiendo que no iba a recibir respuesta. La imagen de un niño pelirrojo apareció en su mente,mientras con su mano sacaba un celular para llamar a Tsunade.


·.·.·.·.·

Mi vida se extingue...
Como una vela en una tormenta...
No tengo vida sin ti...
No tengo amor,ni sentimientos...
Solo quiero volver a verte...
No dejare de amarte...
Me iré contigo...

Mi alma se va contigo...
Mi amor se va contigo...
Mi felicidad se va contigo...


♥ Mi vida se va contigo ♥

Notas finales:

Aw~...¡sorpresa Maya-san!...

Ya termine de editar tu Oneshot. ¿Te gusto?. Bueno eso me lo dices por Face.

Si no te gusto la edición,lo puedes borrar que yo lo entendere.

También espero que a los demás le haya gustado. Dejen sus Comentarios a Maya-san.


Si les gusto le edición,pueden buscarme como Beta,con gusto brindo mi ayuda.

Espero que te haya gustado tu sorpresa,Hani-san.

 

Editado por; SasuGaa I Love

Bye.


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