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Cómo domar al amor de tu vida por Aomame

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Notas del capitulo:

Fugaz, ligero, sin hambre, sin temor, así es tu beso que me derrumba por dentro

Cómo domar al amor de tu vida

El Beso

El día de las elecciones del consejo estudiantil, conocí los celos. Más bien, reconocí aquellos sentimientos como tales.

-Kaname, deja de mirar por la ventana y pon atención-dijo Takuma.

-¿para qué? Hoy son las elecciones, los alumnos ya saben por quién votar.

Mi amigo frunció el ceño y se levantó, para acercarse y ver lo que yo veía por la ventana.

-de nuevo él-suspiró.

-sí-dije atontado- de nuevo él.

Zero estaba abajo, era el receso y jugaba junto con sus compañeros futbol. Yo lo observaba correr, tener el balón, pasarlo, quitarlo, moverse, meter gol, correr más…con la camisa del colegio abierta (no usaba camiseta), sudaba y seguramente estaría empapada.

Un chico de cabello castaño, con la misma pinta despreocupada que Zero, se le acercó y pasó su brazo por su cuello colgándose de él por un momento. Estaban de pie en una esquina del campo, en un momento donde, por alguna razón, no tenían acción, un momento, quizás tan solo una fracción de minuto. El chico de cabello castaño le dijo algo a Zero, y apretando su abrazo juntó sus cabezas amistosamente al tiempo que ambos reían.

¿Quién infiernos era ese? ¿Por qué diablos parecía tan cercano a él? ¿Tan… tan… familiar? Y entonces lo sentí por primera vez, esa punzada asquerosa en mi pecho y que al mismo tiempo me revolvía el estomago. Sin darme cuenta golpeé el marco de la ventana, Takuma que estaba a mi lado volteó a verme y chasqueó la lengua.

-Takamiya san-dijo

-¿qué?-lo miré molesto

-el chico que acaba de abrazar a Kiryuu kun, supongo que por eso te enojaste ¿cierto? Bueno pues  ese chico es Takamiya san

-Ya-dije mirando el juego en el que Zero volvía a tener participación, pero yo no podía ver de nuevo el juego con la naturalidad con la que lo estaba haciendo minutos antes. Ahora tenía otra cosa para ver o más bien para vigilar: Takamiya.

Me di cuenta de algo que no había prestado atención antes pero que seguramente siempre estuvo ahí, Takamiya y Zero jugaban uno con el otro, se complementaban en el partido, era como si el uno supiera lo que el otro estaba pensando. Era magnifico para el equipo claro, pero para mí era frustrante, me pregunté si yo en algún momento tendría la posibilidad de compenetrarme tan bien con Zero, algo me dijo que probablemente nunca nos llegaríamos a entender con tanta armonía, y eso, precisamente eso, me frustraba.

-Te dije que dejes de ver por la ventana-me dijo Takuma y cerró las persianas casi sobre mi nariz.

-¡Takuma!

-Kaname, pareces un niño caprichoso. Kiryuu kun te dijo que no le gustas. Sé que te duele el hecho de que no le gustes a alguien pero…

-¡No! No es “alguien”, Takuma. Se trata de él. Si le gusto o no al resto de las personas, no me interesa. Solo él. ¿Entiendes? Solo él puede afectarme de verdad.

Takuma suspiró y con sus dedos índice y medio entre abrió la persiana, miró por ahí un segundo y la cerró de nuevo.

-el partido terminó-anunció-¿por qué no vas e intentas algún avance?

-Takamiya debe estar ahí.

-en ese caso, quítalo de ahí.

Me sonrió, le sonreí.

-después de todo eres muy inútil aquí así como estas-continuó mi amigo- solo me pregunto, si ganas la elección ¿Serás igual de inútil?

+++

El receso aún no había terminado, y encontré a Zero sentado en unas bancas cerca de la pequeña cancha donde había estado jugando. Estaba solo y por más que miré a mis costados buscando a Takamiya no lo encontré

-Hola-le dije deteniéndome a su lado.

-Hola-me contestó y fijo la vista en mí frunciendo el ceño- ¿cómo me dijiste que te llamabas

-Kuran Kaname-suspiré y él tronó los dedos como sí dijera “¡ah sí! ¡Así se llama!” deje eso de lado y mejor pregunte otra cosa- ¿te dejaron solo?

-fueron a votar o algo así.

-¿tú no iras?

Zero me miró de nuevo y me sonrió de medio lado.

-Te dije que votaría ¿o no?

-sí –dije y sin preguntarle me senté a su lado-¿así que ya lo hiciste?

-sí-me dijo y con una tranquilidad pasmosa se quitó la camisa y murmuró algo acerca de que estaba mojada y no podría usarla en  clase.

Lo miré, su torso era delgado pero no era escuálido, para nada, tenía los músculos marcados con suavidad casi con elegancia. Su piel era clara y lisa, quise tocarlo, no lo hice, pero ganas no me faltaron.

-tengo una camisa de repuesto en mi casillero ¿si quieres…?

-¿de verdad?-dijo y me sonrió-te lo agradecería.

-por cierto-dije-te traje esto.

Le tendí una botella de agua que compré en la tienda de la escuela antes de salir a buscarlo. Zero me miró con el ceño fruncido y luego tomó la botella con tranquilidad.

-¿por qué tanta amabilidad?-preguntó

-te dije que me gustas-señale la botella-y eso es solo porque pensé que podrías tener sed.

-ya-dijo él, me sonrió y abrió la botella-pues gracias. Aunque te dije que tú no me gustas…

-lo sé.

Zero no me contestó nada, bebió un poco de la botella y luego para refrescarse se echó el resto del contenido en la cabeza, el agua escurrió de su cabello al cuello, del cuello al pecho; y mis ojos ávidos se bebieron cada gota que recorría lo que mis labios no podían.

-Vamos-me dijo poniéndose de pie y limpiándose el agua con la camisa que ya estaba más que empapada.

+++

La camisa le quedaba perfecta, quizás éramos de la misma talla. Me sonrió cuando terminó de abrochársela.

-gracias, sempai-me dijo

-Zero

-¿uhmm?

-ya sé que no te gusto, pero…podría llegar a gustarte…

-¿lo preguntas o lo afirmas?-dijo levantando la ceja. Mi idea era preguntar pero cuando dijo eso caí en cuenta que mi entonación no había reflejado mi intención.

-¿hay alguna diferencia?-pregunté

-bueno...- se colocó la corbata y la anudó de forma asimétrica y floja-digamos que lo segundo me gusta más que lo primero.

Me quedé de piedra, qué significaba eso, no lo sabía- ah… ¿y eso es bueno?

Él me sonrió de nuevo-depende-dijo y echó a caminar, yo lo seguí y salimos de nuevo al patio.

-¿depende?-dije-¿depende de qué?

Zero no me contestó, se limitó a mirarme y a meter las manos en los bolsillos de su pantalón.

-¡Zero!-alguien lo llamó y tanto él como yo nos giramos.

Takamiya venía corriendo hacia nosotros. Se detuvo a unos pasos, y nos miró a ambos alternativamente.

-¿qué tal?-me dijo en forma de saludo, y si esperar respuesta le habló a mi acompañante-¿dónde te metiste? Cuando llegue ya no estabas.

-me fui a cambiar de camisa

-ya… pues vamos o se enfriará

-¿lo conseguiste?-a Zero le brillaron los ojos, Takamiya asintió y mi corazón di un vuelco cuando mi peliplatado  lo abrazó-¡Eres un maldito genio! ¡Vamos!

-Zero-lo llamé-¿A dónde vas?

-A comer-dijo- antes de que acabe el receso, y además Kaito me consiguió ramen.

Sin más se fue, probablemente iba a regresar a la banca donde lo encontré. Pero Takamiya se quedó parado a mi lado.

-déjame adivinar-dijo- ¿Kuran Kaname, no?

-Sí

-¿aun te gusta Zero?

-sí… ¿cómo sabes que…?

-él me lo dijo-Takamiya metió las manos en sus bolsillos y sonrió de lado-quiero decir que no hay nada que no me diga.

-¿ah sí?-dije

-bueno, pues suerte con eso-dijo y sacando sus manos de los bolsillos agitó su mano a forma de despedida- por cierto, vote por ti- y se fue por el mismo camino que Zero.

Aprendí un par de cosas ese día:

  1. Takamiya tenía un nombre de pila: Kaito. Y lo sabía porque para mi mala suerte Zero le llamaba así, lo cual significaba que eran muy cercanos. Y sin embargo su relación me era un completo misterio y…
  2. A Zero le gusta el ramen.

 

++++

+++++++

En la tarde después de clases, los candidatos nos quedaríamos a esperar los resultados de la elección. Mi mente estaba en otro lugar y Takuma lo notó, me mandó a pasear de nuevo; a esas alturas me estaba dando cuenta que mi amigo iba a ser un vicepresidente muy eficaz.

En mi paseo me tope con la práctica de los clubes. Estos como siempre se quedaban un poco más de tiempo después de clases. Hasta hace poco, antes de iniciar con la postulación a presidente del consejo estudiantil, también asistía a un club. Era el club de ajedrez, no es el más popular pero yo me divertía bastante.

Llegué al tiro con arco, todos vestían sus bonitos kimonos, blancos y azules, con porte. Zero estaba ahí, por supuesto. Dispuesto a recrearme la pupila me quedé bajo la sombra de un árbol y observe la práctica.

Zero tomaba las fechas entre sus dedos y las colocaba en el arco, tensaba la cuerda, el hombro bien alineado, la espalda recta, lo pies separados, firmes en el piso, y entonces ¡zas! La flecha salía disparada y daba en el blanco con un limpio ¡Tac!

Una y otra vez observe ese movimiento, hasta que, mi corazón se congelo de nuevo. Takamiya Kaito también estaba ahí, y parecía ser un sempai porque se acercaba a los demás y les corregí a las posturas, con un ligero golpe en las partes donde estaban mal. Hasta ahí, podía decir que estaba bien, pero no lo estuvo en absoluto cuando se acercó a Zero. Corrigió una postura que era prácticamente perfecta, pero no lo hizo con el golpe acostumbrado, sino con un acercamiento  cálido. Rodeándolo por la espalda, levantó su codo unos milímetros y luego de frente movió ligeramente el brazo que sujetaba el arco y acomodó su rostro inclinándolo un poco. Era un contacto muy cercano, casi íntimo. Me enfade, me enfade como nunca y entonces comprendí que ese enfado, eran celos.

++++

Al término de la práctica espere en los casilleros de zapatos para primer año y al poco rato vi a Zero con su mochila de entrenamiento colgando de su brazo, se detuvo en uno de los casilleros y se quitó los zapatos para cambiárselos.

-Zero-dije, él dio un respingo y me miró.

-¿tú de nuevo?

-yo de nuevo-dije con el ceño fruncido-Quiero preguntarte algo.

-¿qué?-Zero terminó de acomodarse los zapatos y se irguió frente a mí con ese aire de siempre, completamente despreocupado.

-Takamiya y tú ¿qué relación tienen?

Él frunció el ceño pero al mismo tiempo sonrió.

-¿por qué quieres saber?

-Porque… porque me gustas, ya te dije. Y él, ese Takamiya, se te acerca demasiado… ok, entre amigos es normal ser cercano,  pero no parece que sean amigos normales, así que quiero saber qué tipo de relación tienen. Aunque, aunque eso no significa que voy a rendirme ¿entiendes? ¡No voy a renunciar a ti!

-¿ah?

-Así que dímelo para saber contra que debo pelear-continué al calor de mi enojo pero más que nada de mi desesperación. Tomé  sus brazos con mis manos y mis dedos presionaron en ellos mientras hablaba, no fui consciente de eso hasta que en medio de mi arenga, él apartó mis manos soltándose.

-Espera-me dijo-Espera Kuran…Acaso tú… ¿estás celoso?

Lo miré a los ojos, sus orbes violetas parecían sorprendidos. Aunque no entendía por qué, era algo normal. Cuando te gusta alguien, y ese alguien no te hace caso a ti, pero si a los demás o a alguien en especifico, es obvio que estés celoso ¿o no?

-Sí-dije- ¿y eso qué?

-espera-repitió- ¿entonces hablabas en serio? Con eso de que te gusto…

-¡por supuesto!-dije-¿por qué no lo sería? Acaso tú… ¿no me creíste la primera vez que te lo dije?

Zero se rascó la cabeza y me sonrió tranquilamente.

-la verdad es que no-dijo- no podía ser, quiero decir, eres el tipo con el que todas las chicas quieren, eres inteligente y atractivo, básicamente del  tipo principesco. Justamente eso, eres un príncipe, así que ¿Por qué te fijarías en un hombre y sobre todo en alguien como yo? Por eso pensé que estabas de broma…

-¿por qué bromearía con algo tan serio? ¿Y luego contigo, alguien con quien no había cruzado palabra hasta ese día?

-Precisamente por eso es difícil de creer-dijo y recargó la espalda en el mueble de los zapatos-¿así que vas en serio eh…?

Asentí.

-interesante-dijo-preguntaría el porqué, de verdad me intriga, pero creo que ni tú lo sabes ¿ne?

Saberlo, así lo que se dice saberlo, pues no, no tenía idea de porque me gustaba. Pero era así, me gustaba, me gusta mucho, hasta lo indecible, y estaba seguro que con el tiempo ese gusto no desaparecería, al contrario, se fortalecería se convertiría en otra cosa, en algo más. En amor, un verdadero amor. Eso era lo que pensaba, pero era demasiado cursi como para decírselo.

-solo es así-suspiré.

-interesante-repitió-…Kaito y yo…-comenzó y se detuvo para mirar mi reacción; sin que yo se lo pidiera, había vuelto a la conversación inicial-tienes razón, somos más que amigos normales.

Algo presionó mi pecho, ese algo asfixiante y doloroso.

-pero no te vayas tan lejos-terminó él.

-¿qué no me vaya tan lejos?-dije apoyando mis manos a ambos lados de su rostros en el mueble de los zapatos, de esa manera no había forma de que se escabullera-¿qué tan lejos debo irme? ¿Algo tan lejos como que son amantes?  ¿Es eso? ¿Son amantes?

Para mi desconcierto, a pesar de que yo era consciente el tono duro de mis palabras, Zero estaba tranquilo, su mirada clara permanecía posada sobre mí con amabilidad, casi incluso, con ternura. Y curiosamente se calmaba la furia en mi interior.

-¿sirve de algo que te lo diga?-respondió con esa misma tranquilidad-lo seamos o no, Kuran, dijiste que no renunciarías a mí ¿cierto?

¡Ack! ¡Eso fue un golpe bajo! Kiryuu Zero era altanero, seguro de sí  y un maldito. Podía verme en el futuro persiguiéndolo eternamente como un idiota y aun así ser feliz. Podía verme queriéndolo más y deseando que me tratase mal, anhelando con un suspiro los dulces momentos en los que me tratara bien. Y solo hay una definición para eso: masoquismo.

Acababa de descubrir en mi interior un núcleo masoquista, un núcleo que me decía que yo estaría ahí para él, siempre. Hasta convertirme en un amante enfermizo… ¿eso estaría tan mal? ¿Me perdería a mí mismo? ¿Estaría dispuesto a?

Lo miré a los ojos y él no apartó la mirada -¿por qué lo haría?-había sadismo en sus ojos, pero también algo tierno, algo acogedor en ellos, algo que escapaba de todas la miradas. Algo que jamás había sido entregado y quise en ese momento, que ese algo, fuera mío.

-así es-dije lentamente-no renunciaré a ti.

Doble los codos, y la distancia que nos separaba se redujo, mi cuerpo y estaba a menos de un paso  del suyo y con mi torso ligeramente inclinado hacia él, podía sentir el aire tibio que exhalaba. Podía, con un tan solo inclinarme más, atrapar sus labios con los míos. Casi podía imaginar su sabor, su textura…

-¿qué sucede?-dijo él-¿vas a besarme o no?

-¡¿eh?!-me tomó desprevenido, me despegue un poco de él y lo miré sintiendo mis mejillas acaloradas, en ese momento seguramente estaba sonrojado.

Zero  metió las manos en los bolsillos de su pantalón y me sonrió de medio lado.

-de verdad vas en serio…

-¡por supuesto!

Sin dejar de sonreírme, sin sacar las manos de los bolsillos, tan solo dando un paso al frente, me besó. Un beso simple, apenas un contacto entre labios cerrados, rápido, pero certero.

Me descolocó por completo, me aturdió y él aprovechó para escabullirse, tomó  su mochila y se giró una vez en la puerta.

-eres interesante, Kuran Kaname-dijo y me sonrió-solo por eso, te dejaré intentarlo. ¡Hasta pronto!

Y se fue, dejándome en ese lugar de pie y confuso. Yo era interesante, y solo por eso me dejaría intentarlo… ¿intentar qué? Con los dedos en mis labios intente recobrar en mi mente el beso que me había dado, fue imposible. Había sido un contacto tan fugaz, tan efímero… quería otro, otro contacto pero, más profundo.

Intentar…claro, pensé cuando por fin mi mente se aclaró, intentar conquistarlo, intentar enamorarlo… tenía carta blanca para actuar, no me reprimiría, aún si salía con el imbécil de Takamiya.

Sonreí y regresé con mi equipo de campaña, de un humor notablemente mejor, pero con la cabeza aun en las nubes.

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++++++

El ojo de Takuma 1

Kaname lleva tres suspiros y estoy harto.

Le anuncié nuestro triunfo en las elecciones y lo único que dijo fue “ah sí, que bien” tanto trabajo, tanto, para que me  salga con ese desganado festejo.

-Oye Kaname-le dije- Deja ya de estar como idiotizado. Está bien que Kiryuu kun te haya dado una especie de oportunidad pero…

-me besó-dijo

-si ya lo sé…-rodeé los ojos, llegó con esa historia y era lo único que parecía importarle de ese día-oye, mira esto.

Él volteó a verme y le tendí una boleta de votación doblada a la mitad.

-es un voto que no pudo contarse, pero creo saber de quién es-le dije al tiempo que él lo tomaba-es un voto para ti, seguro.

Kaname desdobló la hoja y sonrió.

En el papel, venía escrito con letra ligera y traviesa:

                                                                 Voto por el príncipe idiota

Era obvio que el votante olvidó cual era el nombre de Kaname y decidió escribir una descripción en su lugar, el voto no valía en términos electorales pero a mi amigo ese voto le regresaba el interés por las elecciones.

-Zero dice que soy un príncipe-me dijo con esa cara de imbécil que tiene cada que pronuncia ese nombre.

-y tiene razón-le espeté-sobre todo por lo de idiota.

Notas finales:

Wola!! Espero que les haya gustado!

Como se pueden dar cuenta es un fic relajado así que espero que les haya relajado un poquito


En otro orden de ideas, creo que el domado será Kaname jejeje 

Bueno, lo dejo en suspenso pero uds qué creen? ¿Kaito será el amante de mi Zero?

"El ojo de Takuma" es el titulo de los extras que pondré de vez en vez, basicamente es el punto de vista de Taku chan con respecto a su amigo que ahora cachetea las banquetas, como dicen en mi pueblo...

bueno, hasta la proxima!!

                                               continuará...


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