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Ave de Oro. por himeko-san

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Notas del capitulo:

HOLA! 

aqui mi segundo "regalo" de navidad, año nuevo y dia de Reyes.(???)

espero que les guste el cap ^^

SE LES QUIERE MUCHO! OWO! 

Capítulo 3: El príncipe de Siria.

El  consejero estaba completamente anonadado y atónito. No despega sus ojos del príncipe proveniente de Siria, ¿Ese ser tan bello, fino y delgado andaba solo con dos guardias?, ¿Aquel ser tan bello, vestido de oro y plata estaba prácticamente solo en tierras ajenas a su patria?, el consejero volteo su cabeza y miro a su amigo heredero. Este se encontraba totalmente perdido en la belleza de ese príncipe y por lo que pudo notar los guardias Marik y Bakura también lo estaban con los dos guardias de ese príncipe. Los demás invitados murmuraban y susurraban cosas entre sí, mirándose sorprendidos y algo confundidos, el nombrado príncipe se encamina a una mesa y se sienta en ella, seguido por sus guardias, los sirvientes se apresuraron en atenderlo, la reunión siguió pero ahora el centro de atención ya no era precisamente el faraón.

Joey, el sirviente de antes se encontraba sirviendo comida y algunas bebidas a los invitados, en eso su vista choco con la imagen del príncipe.

-Wow…-murmura el sirviente de cabello dorado, se distrajo brevemente y por lo cual choco con otro sirviente, haciendo que todo lo que tenía en brazos se le cayera y se rompiera en el suelo. Todos los presentes centraron sus miradas en aquel sirviente de pelo rubio, un silencio frío inunda el salón. Pronto se rompe ante la risa tremendamente burlesca de los guardias del faraón.

-¡Jajajaja,Tan torpe como siempre!...-anuncia burlonamente el moreno.

-¡Un idiota sin igual!...-grita el otro guardia de cabellos blancos cenizos.

Las risas comenzaron a multiplicarse, todos los invitados reían (a una obvia excepción con el príncipe de Siria que solos miraba al sirviente el cual estaba arrodilla en el suelo recogiendo los vidrios de los vasos rotos, sus dos guardias en cambio miraban con molestia a los guardias del faraón)  Se divertían de la desgracia del pobre sirviente el cual se tragaba el orgullo y las lágrimas, El faraón solo mostró una cínica sonrisa y su consejero soltó un pesado suspiro de pena hacia el sirviente, mientras recogía los vidrios se cortó accidentalmente la palma de su mano, la sangre comienza fluir de su mano goteando pequeñas gotas rojas que chocaban con el suelo. En medio de las risas, el nombrado príncipe se levanta de su mesa, causando que las risas de los presentes se detuvieran de forma brusca y fijaran su atención en él. El faraón fijo toda su atención en él igualmente su consejero. El príncipe camina en silencio hacia el sirviente, se arrodilla y estira su mano tocando la mano herida del sirviente de cabellos rubios, este alza la vista totalmente sorprendido.

-S-su alteza…-murmura el sirviente, todo el mundo se encontraba atónito. El pequeño príncipe tomo todos los vidrios sueltos y los coloco en la bandeja, ayudando al sirviente-…Mu…Muchas gracias mi señor…-le susurra el sirviente, el aludido niega con la cabeza.

-Ven, levántate…-estira su mano hacia él, este duda pero toma su mano y se levanta- Nada hay que agradecer, no mereces este tipo de humillación…-le dice en tono ceremonial y serio- Por ello, te ofrezco esto como regalo y disculpa ante el comportamiento deplorable de estos seres…-el príncipe se quita una pulsera hecha totalmente de oro con varios incrustaciones de rubíes rojo y se lo da al sirviente que estaba totalmente sorprendido,  se voltea y mira al faraón a los ojos con una mirada fría y sería- Futuro Heredero de Egipto, sé que en estas fechas pedir esto sería fuera de lugar, pero deseo que me dé a este sirviente….

La sorpresa y la confusión se hiso presentes en todos, hasta en el faraón.

-¿Cómo dice…?-dice el faraón en tono fuerte- ¿Por qué desea que le dé a este sirviente?...

-Con lo que he visto, supongo que solo lo usa para las humillaciones y los maltratos,  aunque sea un sirviente… eso no lo convierte en un objeto para dejar tirado…-dice de forma imponente y fuerte- Si el problema es el precio, le ofreceré una suma que no rechazara…-truena sus dedos, y uno de sus guardias, el alvino tiro al suelo una bolsa al suelo y está al caer se abre mostrando una enorme, enorme cantidad de monedas de oro, diamantes, esmeraldas y rubíes- ¿esto bastara, joven heredero?...

-Ja…-el faraón sonríe de forma un poco burlesca y lo  mira con cinismo- Ese sirviente siempre ha sido una verdadera molestia, así acepto su propuesta. Es más, no quiero el dinero; le regalo a este inútil, haga de él lo que quiera...-le dice recargando su barbilla en el dorso de su mano, mirando la príncipe de forma burlesca, este le devuelve la mirada con severidad y enojo, una mirada muy imponente y fuerte, tanto que hizo perder la sonrisa de superioridad del faraón y recobrar su postura  seria. 

-Muy bien y tome el dinero como ofrenda a los dioses, espero que ellos iluminen su camino y no lo ciegue su egolatría joven heredero…-al escuchar eso, los guardias y algunos invitados soltaron pequeñas risas, el consejero tuvo que contener la suya, miro de reojo a su amigo el cual estaba con su ceño levemente fruncido como obvia señal de enfado- Ahora…-se voltea y mira a quien sería su nuevo sirviente- ¿Cuál es tu nombre?...

-Es Joey, Amo…-murmura el rubio sosteniendo con fuerza la pulsera que el príncipe le había regalado.

-No me llames amo, por favor…-le dice con una sonrisa- Llámame Yugi por favor…

-Eso es irrespetuoso…-susurra el sirviente bajando un poco la mirada.

-No importa, yo no te considero un objeto…-le susurra- te considero un amigo.

-Amigo…-murmura el sirviente sorprendido, el guardia de piel color tierra se acerca al sirviente y le coloca encima un chal color tierra hecho de seda con bordes de oro. Ambos guardias llevan al sirviente a la mesa, mientras el príncipe se quedó observando los ojos del faraón, con una mirada de total desapruebo y decepción.

-¿Qué me miras?...-replica el aludido, con obvia indignación.

-Veo el rostro de un gobernante sin corazón…-murmura el príncipe sorprendiendo enormemente al futuro faraón, el príncipe se encamina a su mesa y se sienta en ella, acompañado de sus guardias y de su nuevo sirviente. La ceremonia continuo sin más problemas, pero aun los invitados hablaban y susurraban cosas del príncipe, más aún después de pedirle a los sirvientes del faraón que trataran a su sirviente como un invitado más, haciendo que el rubio comiera de la misma comida que los invitados y bebiera el mismo vino. El faraón no quitaba sus ojos del príncipe y tampoco dejaba de pensar en lo que había dicho, ¿Un gobernante sin corazón? Que sabía de el de gobernar a un pueblo, apenas era un príncipe. No tenía con que juzgarlo, apretó con rabia los respaldos de su trono aquel faraón nunca había sentido tanto odio hacia una persona.

Bueno, solo a una antes…

-Padre…-murmura con odio en sus palabras.

……………………………..

La ceremonia culmino, algunos de los invitados partían a sus hogares, mientras que otros aceptaron quedarse en el palacio durante la semana de coronación, entre esas personas estaba el príncipe proveniente de Siria junto con sus guardias y su nuevo sirviente, pero antes de que este diera un paso fuera del salón, el futuro faraón lo llamo.

-Principe Yugi…-su voz gruesa y firme hizo detener a aludido, volteándose y mirándolo a los ojos- ¿puede acompañarme, por favor?...

-Yugi…-murmura el guardia de tez alvina- Le aconsejo no vaya, ese Heredero no tiene buenas intenciones con usted,..

-Lo sé, pero no te preocupes. Sé cuidarme solo…-le responde en un murmullo, mira al faraón y se acerca unos pasos a él- Con gusto lo acompañare joven Heredero.

-Perfecto, sígame… -murmura levantándose de su trono y encaminándose hacia afuera del salón.

-Atem…-llama el consejero mirando a su amigo fijamente.

-No te entrometas Mahad….-mira de reojo a su consejero con una mirada totalmente gélida, y sale del salón.

-No se preocupe….-le dice  el príncipe pasando a un lado del consejero- El joven heredero no intentara nada contra mí, y si algo pasa tenga por seguro que daré aviso….el consejero observo incrédulo al príncipe mientras este salía del salón junto al futuro faraón. El aludido sigue al faraón clavando sus ojos en la espalda del heredero, pero aún estaba consciente de su alrededor, caminaban por un largo pasillo, los sonidos de a poco comenzaron a desaparecer, dando señal de que se estaba quedando solo con él futuro faraón.   

Por fin el faraón heredero se detiene y se da vuelta. La mirada del faraón estaba completamente vacía y llena de odio. El joven príncipe da un paso atrás debido a esa mirada, asustado.

-¿Quién te has creído…?-murmura- ¿Para mirarme de esa manera tan desafiante….?

Notas finales:

GRACIAS POR LEER.^^

nos vemos.^^ 


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