Ultimo Capitulo:
De las Arenas, Nace una nueva historia.
-¿Cómo ha dicho mi señor...? -Murmuraba el ángel, completamente confundido ante las palabras de su amado dios. Siente como es elevado, nuevamente se encuentra sentando en el regazo del mismísimo Amón, el cual con voz llena de amor pero dureza explico.
"El emperador romano, ha muerto pero detrás de él dejo una sombra de oscuridad. Esa sombra, crecerá con los siglos y reencarnará, dentro de aproximadamente cinco milenios. Yo, he tomado las medidas necesarias para que cuando llegue el momento... Evitemos que el mal corrompa nuestro mundo y vuelva a corromper la paz...."
En un movimiento de manos, el dios hace aparecer once artículos mágicos hechos de oro puro. Cada artículo brillaba con fuerza, teniendo en cada uno el Ojo de Horus el dios del máximo saber-
"Cada Articulo milenario tendrá un espíritu en su interior, el cual en su momento elegirá un mortal para que sea su portador. Son doce artículos, solo faltas tú. Ángel mío, tendrás que permanecer en tu articulo hasta que el momento llegue. Cuando hayas cumplido finalmente tu misión, Te concederé un deseo, cual sea que quieras. Y estaré, eternamente en deuda contigo."
-Mi señor... -murmura el ángel sorprendido viendo ateamente los once artículos que flotaban sobre el- Acepto, mi amado dios. Pero, ¿puedo pedir una condición?
"Cual sea..."
-Mi artículo, quiero que sea únicamente activado por alguien que sea directamente descendiente Del Faraón Atem. Si no es molestia mi deidad...-pide en tono suplicando al dios, este con gesto suave asiente su cabeza.
"Que así sea, mi ángel"...
En un simple Ademan, el cuerpo angelical brilla y se fractura en varias pequeñas piezas diferentes. Cada pequeña pieza entra a una caja dorada la cual se sella completamente. La caja flota junto a los otros artículos milenarios.
"Y así, se ha creado el Rompecabezas del milenio. "
***
Un largo mes había transcurrido tras finalizada la feroz guerra. El faraón, estaba preparándose para su ceremonia de coronación. Desde la guerra el joven se había vuelto frio y distante con una mirada entristecida. No solo hoy lo coronaban, también era obligado a casarse con una mujer traída de otros reinos. El faraón, suelta un largo suspiro lleno de pura amargura, escucha tras de el cómo entran a su habitación, sin voltearse ni nada recibe a su invitado.
-Mi señor...
-¿Que sucede Seth? -murmura de forma decaída nuestro faraón, se voltea con desgane viendo a su sacerdote.
-Venga conmigo... Necesito que vea algo. -El faraón duda de seguirlo, pero honestamente tampoco quería estar en su cuarto. Sin más se dispone a seguir a su sacerdote, van hasta lo más abajo del castillo. Llegan hasta donde sería la cripta donde el padre de Atem, descansaba. El sacerdote prende algunas antorchas e ilumina un mural donde supuestamente no había nada- apareció esta mañana.
El muchacho de piel canela quedo estupefacto ante lo que vio. Era un hermoso mural pintado con la imagen de su amado yugi, con sus alas extendidas, en esa pintura tenia los brazos contra su pecho con las manos contra su corazón. Noto que en ese mismo lugar se veía un ladrillo suelto. Se acercó con delicadeza quitando el ladrillo. Dentro de ahí encontró una pequeña cavidad rectangular que tenía en su interior una preciosa caja de oro puro.
-... ¿Qué es esto? -murmura de forma incrédula abre la caja encontrándose con cientos de piezas de oro. Un rompecabezas, el faraón sonrió luego de un rato. Era una señal, su amado le decía que tal vez, en otra vida iban a volver a encontrarse. Su amor había sobrepasado las barreras de la muerte.-...Guarden esto con mucho recelo y pongan mi tumba justo al lado de este hermoso mural.
-Entendido mi señor...
El día siguió como fue planeado. Esa misma tarde el faraón fue coronado como el máximo gobernante de Egipto, de la mano de su esposa cuyo nombre era Mana. Mientras había celebración el faraón nunca perdió su semblante de seriedad y formalidad. Solo le quedaba esperar, esperar a su próxima vida para reencontrarse una vez más con quien fue y es el amor de su vida.
Varios años pasaron. Los guardias y el sacerdote tuvieron a sus hijos, Dos varones los guardias y una preciosa niña para el sacerdote. El faraón por su parte tuvo un hijo. Que saco unos preciosos ojos amatista. El faraón nombre a la familia construida entre Marik Y Malik como los cuida tumbas de su familia, Mientras que Bakura y Ryou fueron nombrados como los estrategas personales del rey. La vida siguió su cursa como un rio, feroz e indetenible.
***
Los siglos pasaron, la historia del gran Faraón Atem formaba de la cultura Egipcia popular. Mas nadie había encontrado su tumba, hasta que un día un famoso arqueólogo encontró en una tarde de búsqueda el descubrimiento de su vida.
-Ah...! -después de picar roca durante horas logro entrar a una Antigua cripta. Ni bien abrió las puertas de aquel lugar libero siglos de antigüedad y la sombra de un antiguo mal. Esto último obviamente no lo noto. El arqueólogo bajo las escaleras y encontró dos sarcófagos antiguos. Uno era de un antiguo faraón con el nombre borrado y el otro, al parecer su hijo llamado Atem. Se acercó con una lámpara al ataúd de este último y cuando ilumino aquel lugar se topó de frente con un enorme mural de un precioso ángel pintado- Que belleza... -murmura acercándose, noto obviamente el Ladrillo flojo. Lo quito con cuidado y Encontró una antigua caja de oro puro la tomo e intenso abrirla, mas no pudo.
-Esta sellada, Me pregunto ¿Que tendrá dentro? -se pregunta el arqueólogo- sea como sea, de que a Yami le encantara cuando lo vea. Ya sé que le daré de obsequio de cumpleaños...-anunciaba el hombre feliz el cual por cierto era padre.
***
En una hermosa casa estilo victoriano antiguo, un pequeño niño de seis años pintaba sobre una mesita de noche con sus creyones. Tenía hermosos cabellos tricolores piel muy pálida y unos intensos ojos rojos. Estaba tranquilo hasta que escucho abrirse la puerta.
-Papi! -Grito feliz el niño, el cual se lanzó a los brazos de un hombre abrazándolo fuerte- Papi papi volviste!
-Hola Yamichan! -besa la frente de su hijo con amor, aquel hombre lo carga en brazos mientras cierra la puerta tras de él. Se sienta en un sillón, poniendo a su hijo en su regazo- te he traigo algo...-
-¿Qué cosa papi? ...-pregunta emocionado el pequeño tomando la corbatita roja de su padre jugando con ella-
-Ten...-le entrega de su bolso aquella misteriosa caja de oro- Lo he encontrado en una de mis excavaciones y pensé en traértela para ti. Iba a dártela en tu cumple, pero no quise esperar.
-¡Wow! -loa ojitos del niño de iluminaron completamente- Gracias papi! -besa la mejilla del hombre se va corriendo a su cuarto subiendo por las escaleras. Cuando el pequeñito se encuentra sentando en su camita, intenta abrir la caja la cual, se abre fácilmente-¿Que es...? -el niño, toma una de las piezas de oro. La observa con detenimiento y sonríe menormente.
"¡Es un rompecabezas!..."
Próximamente: "Mas allá de la muerte y el tiempo"
Fin.