Era una mañana fría, una suave llovizna azotaba contra la ventana pero eso no fue lo que hizo que Alemania se despertara, se incorporó despacio al sentir una fuente de calor al lado de él. Volteo a su izquierda y encontró a cierto italiano recostado, últimamente era común despertarse y verlo ahí. Se detuvo un momento para contemplar como dormía pero casi inmediatamente salió de la cama para vestirse. Mientras se ponía su traje lo único que podía oír era el susurro de la lluvia y la cálida respiración de Italia. Alemania suspiró, con esas tranquilas exhalaciones incluso se podía sentir relajado, pero ignoró el sentimiento ya que ese era un día importante y no podía distraerse, en la junta internacional de ese día daría a conocer su compromiso con Inglaterra.
Ésta había sido decisiones de sus superiores, o mejor dicho de la mayoría de los integrantes de la ONU. Eran asuntos políticos y aunque la mayoría de las veces él estaba de acuerdo o prefería no expresar su opinión, ahora si sentía como si algo se lo impidiera. Volvió a voltear hacia el dormido italiano y dio un suspiro acercándose hacía la cama. "Italia, ya deberías despertar".
"Veee~~ buon giorno Alemania" dijo el recién despierto aún con una cara soñolienta.
"Vístete rápido que la reunión empieza a las doce y es lejos."
"Ahh~ pero yo quería hacer pasta para desayunar" respondió Italia haciendo pucheros y volviendo a enterrar su cara en la almohada.
"¡No hay tiempo para eso! Aparte…¿pasta…en el desayuno?" Alemania sacudió su cabeza intentando ignorar eso último mientras se dirigía a la puerta. "Como sea sólo procura estar listo lo mas pronto posible" dio media vuelta para salir de la habitación.
"¡Por supuesto capitán!" Italia se volteó rápidamente para estar frente a Alemania llevando una mano a su cabeza en un saludo militar.
Alemania cerró la puerta y se dirigió hacia la cocina. A veces no entendía a Italia, como podía tener tanta energía desde que despierta sobretodo en una mañana como esta, aún cuando en su casa siempre hace calor y él odia la lluvia. Pero prefería no intentar entenderlo, hace años se había rendido y descubrió que esa forma inexplicable de ser era una de las cosas que lo hacían único.
Entró a la cocina y empezó a sacar pan y salchichas para hacer un desayuno rápido, pero se detuvo a pensar que tal vez sería la última vez que podría desayunar con Italia por lo menos en un largo tiempo. Decidió cocinar algo que fuera del agrado de ambos y a juzgar por el clima algo caliente no vendría nada mal, así que sacó algo de café que tenía guardado y prendió la cafetera. También saco unos croissants, los colocó en un plato y lo puso en la mesa. Convencido de que eso sería suficiente regresó a su plan inicial y prendió la estufa para calentar unas salchichas. En eso Italia apareció en la cocina con un traje color caqui que Alemania le había preparado desde antes y le había dicho que lo usara en ocasiones especiales.
"Uwaaaaah que bien huele Alemania~~" dijo Italia sentándose en la mesa y agarrando una pieza de pan dulce.
"Hoy comeremos café con salchichas así que no comas más pan" empezó a freír las salchichas.
"Sabía que hoy estabas de buen humor." Italia dio la última mordida a su pan. Al contrario, Alemania no estaba de buen humor, lo que en esos momentos lo invadía era un enorme sentimiento de nostalgia, porque bien sabía que iba a extrañar a ese italiano y esta era su forma de despedirse. "Normalmente sólo me darías queso y jamón por haber venido sin invitación" se encogió en su silla avergonzado porque recordó que justo eso era lo que estaba pasando.
"Esta vez es mejor así porque si no ni siquiera hubieras recordado la reunión de hoy." la cafetera anunció que el café estaba listo y Alemania sirvió dos tazas aproximando una a Italia.
"En ese caso me alegra haber venido." Italia sonrió y le dio un sorbo a su café soltando un suspiro relajante.
Alemania sabía que el adiós era difícil, sobretodo después de tantos años con la misma rutina con el único que parecía comprenderlo y no juzgarlo, su único amigo. Su corazón dio un vuelco pero mejor se concentró en depositar las salchichas en los platos, después los colocó en la mesa, uno delante de Italia y el otro en frente donde él se sentaría.
"Grazie" Italia volvió a sonreír y empezó a comer. ¿Cómo podía sonreír tanto?
"Bitte" Alemania regresó la atención a su propio plato e igualmente empezó a comer.
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Terminando de comer se dirigieron hacia España, donde la reunión tendría lugar. Aún estaban a tiempo y Alemania quería permanecer el mayor tiempo posible con Italia. El avión tardaría aproximadamente dos horas en llegar hasta Barcelona, mas el tiempo de traslado tendría más o menos tres horas para poder hacerse a la idea de que ya no estaría cerca de Italia. El camino se hizo eterno y no pudo hablar mucho con su acompañante ya que se quedó dormido casi inmediatamente después de que el avión despegó. Pero aún así pudo calmarse al ver que Italia se acurrucaba en su brazo susurrando en su sueño cosas como 'pasta' , 'sálvame Alemania' o 'aléjate Inglaterra'.
Ahora que lo veía de esa forma, Italia incluso podría llegar a odiarlo ahora que Alemania iba a ser tan cercano a Inglaterra. Eso era lo que más lo ponía nervioso y lo último que quería que pasara, que aquél que siempre le tenía una sonrisa lo odiara o le temiera. Para ahuyentar esos pensamientos que lo ponían incluso más ansioso de lo que ya estaba decidió cerrar los ojos un momento y recargar su cabeza sobre la del italiano.
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Llegaron al edificio donde se llevaría a cabo la reunión de ese día, ambos países iban caminando el uno al lado del otro hacia la sala designada. Italia balbuceando como siempre, hablando sobre comida, chicas lindas o lugares a los que quería ir con Alemania, lugares a los que tal vez nunca podrían ir juntos. Mientras, Alemania lo escuchaba con un semblante firme pero con ojos relajados y una ligera sonrisa queriendo escapar de sus labios.
Al entrar pudieron ver que otros países ya habían llegado como Austria, Japón, Rusia, Holanda, Bélgica e… Inglaterra…
¡Maldición! Alemania quería pasar por lo menos un poco más de tiempo sin tener que verlo pero al parecer eso sería imposible, de todas maneras no tenía muchas esperanzas para eso ya que era de los primeros en llegar siempre. Mientras observaba a Inglaterra éste le devolvió la mirada haciendo ademán de querer hablar con él pero Alemania en estos momentos no estaba de humor como para escuchar su acento británico. Para evitarlo desvió su mirada y buscó a España para poder ver el itinerario de la reunión y que el tema no lo tomara por sorpresa.
"Veee~ luces inquieto Alemania." ¡Maldición! Ahora Italia había visto a través de él pero al verlo a los ojos pudo ver que lo veían con preocupación.
"No sucede nada, sólo quiero hablar con España para ver el itinerario" volvió a pasear sus ojos por la habitación esperando encontrarlo, sin éxito aparentemente.
"Ah, seguro ha de estar con fratello" Italia otra vez sonrió de aquella forma despreocupada y risueña como siempre lo hacía. "Por cierto iré a buscarlo. Ci vediamo Alemania~" Italia se fue hacía la puerta agitando su mano despidiéndose.
"Tschüs." Alemania sólo vio como Italia se alejaba transformando su expresión seria a una de ligera tristeza. Se dispuso a irse a sentar pero sintió una mano en su hombro.
"Tenemos que hablar" se dio vuelta y se encontró con Inglaterra. Perfecto, había intentado evitarlo todo este tiempo pero al bajar su guardia un momento fue atrapado.
"Deberíamos esperar a que empiece la reunión." Alemania quitó la mano de Inglaterra de su hombro.
"Como sea pero hay que arreglar varias cosas." Inglaterra lo miró con ojos serios. "Primero, tú serás el que lo anuncie ya que eres la mayor potencia" bufó. "España te dirá cuando tienes que decirlo y solamente sigue el protocolo, los superiores ya tienen todo planeado así que esto es mera formalidad."
"Entendido" Alemania respondió frío y cortante ya que no le fascinaba toda esta idea, aunque, al parecer a Inglaterra tampoco.
"¡¡Veneziano!!" Italia entró a la sala de juntas jalando a Romano del brazo. "¡Ya suéltame bastardo!" Romano agitaba el otro brazo para safarse del agarre de su hermano menor.
"¡Alemania! ¡Alemania! Traje al anzuelo."
"¿Anzuelo?" Alemania e Inglaterra miraron con confusión a Italia.
"Disculpen todos la tardanza" España entro justo después de los hermanos italianos. "Tomen sus asientos y empecemos la reunión" sonrió confiadamente aunque con una mirada de ligera vergüenza.
"Así que a eso se refería con anzuelo…" Todas las naciones presentes tomaron sus asientos en la mesa redonda y España inició formalmente con la reunión. Alemania estaba sentado en frente de Inglaterra y entre Italia y Austria, ya que su hermano no había llegado, y seguramente no llegaría ya que no le interesaban este tipo de reuniones largas.
Alemania volteaba a ver a Italia de vez en cuando, otras veces a quien estuviera hablando, al techo, al suelo, a todo menos a Inglaterra, quería evitar su mirada lo mejor posible. Intentaba seguir el hilo de la reunión pero era casi imposible ya que la ansiedad se lo estaba comiendo vivo. Volteo a ver a Italia quien solo se mecía en su silla esperando a que la reunión acabara, Alemania pensó en agarrar su silla y plantarla firmemente en el suelo como siempre hacía pero decidió dejarlo así y mejor disfrutar de esos detalles tan peculiares del italiano.
España se levantó de su silla llamando la atención de los países. "Concluyendo con éste tema pasaremos al siguiente, Alemania." España apuntó su mano hacia donde estaba Alemania y éste tardo un segundo en reaccionar.
"En la última reunión que se llevo a cabo en la Organización de las Naciones Unidas se ha decidido que Gran Bretaña y su servidor Alemania formarán una alianza de bienes y apoyo económico para contrarrestar la crisis que viene asechando. Estas acciones también se están tomando para que el Reino Unido se una a la Comunidad Económica Europea y a lo largo de unos años poder adaptarlo para que cambie su moneda por el euro y mejoren las relaciones comerciales con el resto de Europa." Todos los países permanecieron callados, algunos sorprendidos, otros confundidos "Y como mi país será el que le brinde el mayor apoyo y con quien forme una alianza de bienes significa que nos…uniremos" Alemania intentó ver un punto fijó en la pared ignorando las miradas andantes de todos, sobretodo la de una al lado suyo que había dejado todo juego y que lo miraba con los ojos abiertos como platos y la garganta seca.