Ahí estaba, sentado bajo un árbol en el parque, disfrutando de la brisa, antes de ir a trabajar. Se preguntaran de que trabajo, soy el presidente de una empresa que ha sido de mi familia desde que mi abuelo, Madara Uchiha, la inicio. Quizás les sea extraño a la mayoría ya que solo tengo 23 años. Pero soy el único que sobrevivió en mi familia. Aun me duele hablar del tema, pero, cuando tenía 15 años, mi padre, mi madre, mi hermano mayor y yo, íbamos de vacaciones. Nos iríamos a pasarla en el campo de mi abuelo. En el momento menos pensado, chocamos. Todos murieron, excepto yo. Y decían que no pasaría nada por no llevar el cinturón puesto, tonto y cruel destino. Solo me salve por tener el cinturón, claro, me salve de morir, pero tuve 2 meses de coma, por un golpe en mi cabeza por el vidrio lateral. Mi abuelo, el único familiar que me quedaba, se encargo de mí desde eso. Quizás querrán saber que paso con las personas del otro auto, es sencillo, ellos también murieron. Según me entere, era un matrimonio de recién casados que se pasaron de copas.
Se me estaba haciendo tarde, pero poco me importa, por algo soy el jefe ¿no? Además, no es como que alguien me espere en el trabajo, excluyendo a mi secretario personal, obvio. Hablando de él, es aquel de allá que va hacia la enorme escuela de enfrente con… ¿Eso es un niño? ¿Desde cuando tiene un hijo? Diría que desde hace unos 5 años, o eso calculo según como se ve el niño. Nunca lo supe, mi cara debe ser un poema ahora. Luego le preguntare sobre él. Aun que, cabe la posibilidad de que no sea su hijo. ¡Pero! ¿¡En que rayos estoy pensando!? Claro que es su hijo, ambos son rubios, ambos tienen la piel bronceada, además, mi asistente es doncel. Lo único diferente, quitando la altura y la edad, es que el varoncito, por que estoy seguro que es un varón, tiene ojos perlas.
No se cuanto me quede pensado en eso, ya camine las 6 cuadras que separan al parque de la empresa. Puede que sea asquerosamente rico, pero me gusta caminar, a veces, cuando ando en auto, me llegan los recuerdos del accidente y me pongo a llorar. Ya estoy entrando en mi oficina. Como siempre, Naruto, mi asistente, me trae unos papeles para firmar y mi segundo café de la mañana.
-Uchiha-sama, aquí le traigo los papeles de la mañana y su café.- Siempre que entro, no espera mas de 5 minutos en traerme todo, no es que me queje, me gusta su entusiasmo y su puntualidad.- ¿Quiere algo mas, Uchiha-sama?
- Hay dobe, ¿Cuántas veces te dije que me digas por mi nombre? Ya se que soy un año mayor, pero no es para que me trates de viejo. Uchiha-sama, como tú dices, es mi abuelo. El cual ya ni se aparece.- Le repito, se que me dice así solo para molestarme, pero me gusta tener la misma conversación todas las mañanas. Creo que no lo mencione, pero estoy enamorado de el. Que extraño ¿no? Enamorado de tu asistente. Es el amor de película más trillado de todos, sin contar con el de las princesas y los príncipes,
-Ya lo se teme, solo que me gusta molestar.- Dice con su zorruna sonrisa, esa de la que me enamore.
-Hoy te vi en el parque a unas cuadras de aquí, ibas con un niño. Es tu hijo ¿cierto?- Le dije mientras firmaba los papeles. Quedo medio descolocado con mi pregunta, pero… Es una buena oportunidad de molestarlo.- ¿Acaso, te enamoraste de mi? Dobe.
-Claro que no, teme.- Me dice con un tierno puchero. Como me hubiera gustado que me dijera que si, pero pronto le confesaría de mis sentimientos.- Se llama Hikaru. Es mi hijito y la luz de mis ojos.- Me dice con una sonrisa, debe de amar a su hijo.- Ahora tiene 5 años.- Lo sabia, nunca fallo.- Y entra en jardín de niños. Es muy sociable y tímido al mismo tiempo.
-¿Y su padre?- Pregunto, ya que todos en la empresa sabemos que el doncel mas sensual de todos, que en este momento esta en frente mió, no tiene pareja. Claro que ninguno sabía sobre su hijo.
-Yo soy su padre,- ¿¡Acabo de escuchar bien!? ¿¡El es el padre!? Pero… ¡Si es un doncel!- Su madre era la mas hermosa de todas las chicas. Tenia cabello azul y ojos perla.
-Pero… Eres un doncel, ¿No tendría que ser que tenga a su papá y a su papi?- Quede un poco desconcertado con lo que me contó.
-No necesariamente.- Me dijo con algo de enfado.- Los donceles también servimos como hombres, por si no lo sabias, teme.- La ultima palabra la dijo con algo de desprecio. Me siento el hombre más estupido e infeliz del mundo por olvidarme de eso.
-Claro que lo se, solo que es mas común ver a donceles con hombres. ¿Cómo que era?- Recién caigo en que dijo que era no que es.
-Ella murió en el parto, y desde entonces, cuido a mi hijito yo solo y no tengo ninguna pareja amorosa.- Lo dijo con algo de tristeza, seguro le debe doler a el tanto como a mi aquel cruel accidente.
-Lo siento, no quise que recordaras nada malo.
-No pasa nada.- Dijo con su típica sonrisa y salio del lugar.
Mar tarde, antes de irnos, lo vi yéndose. Supongo que va a buscar a su hijo, ya que es el medio día.
-¿A dónde vas? Dobe.- Le pregunte, ya que ambos salíamos al mismo tiempo.
-Voy a buscar a mi bebe a la escuela.- Me comenta con una sonrisa.
-Entonces te acompaño.- No le pregunte, básicamente fue una afirmación.
-¿Por qué quieres acompañarme?
-Por que me gustaría conocer a tu pequeño, sabes que me encantan los niños.- Además de ti, pero mi orgullo jamás me dejaría decírtelo en voz alta.
-Está bien.- Respondió algo descolocado, seguro que se le hizo extraña mí respuesta. Y ahí quedo zanjado el tema. Caminamos en silencio hasta la escuela, en donde, muchos niños salían corriendo en distintas direcciones. Pronto veo al único rubio de ojos perlas, que se acerca a nosotros.
-¡Papá!- Grita mientras corre. Se ve tierno, con lo que me encantan los niños. Tendría muchos, si no fuera por que solo estoy enamorado del rubio a mi lado.- ¿Quién es él?- Pregunto extrañado, seguro se dio cuenta de mi presencia. ¿Como no? Seguro que nunca ves que tu padre doncel, viene con un adonis humano como yo, sin contar con mi inteligencia y lo sexy que me veo en traje sin corbata. Ya lo se, soy muy narcisista, pero no lo puedo evitar.
- El es mi jefe, Hikaru.- Le responde mi rubio. Yo le sonrió.
-AH… Es el teme del que estas enamora…- Naruto le tapó la boca. Yo me quede impresionado, esta por decir enamorado, de eso no hay duda. Así que, tengo una posibilidad con el rubio de mis sueños.
-Lo lamento, este niño suele ser muy… Imaginativo, si, eso, imaginativo.- Dice con una sonrisa nerviosa. Esto solo lo delata más, sobretodo el sonrojo que lo hace ver tan adorable.
-¡Papá! Casi me asfixias.- Replico el pequeñito, mientras hacia un puchero igual al de su papi. Hice una sonrisa tonta, me di cuenta por que ambos me miraron raro. En ese momento, también note que no había hablado aun.
-Yo soy Sasuke, el jefe de tu papi como ya te dijo.- Y le extendí mi mano para que la tomara como los varones que somos. Al principio dudo un poco, pero la tomo. Me agache a su altura y le revolví el cabello con mi mano mientras sonreía.- ¿Cuántos años tienes?- Ya sabia pero quería darle confianza.
-Tengo 5, señor.- Dijo con una reverencia, debo admitir que era muy educado.
-Bueno, Sasuke, Hika y yo nos vamos a casa.- Dice agarrando la mano del mas pequeño.
-Entonces, los acompañare. Claro, si no le importa a “Hika”.
-Claro que no me importa.- Dijo, más que feliz. Parte de esa alegría se me contagio.
-¿A caso mi opinión no cuenta?- Pregunto el rubio mayor molesto, con su puchero tan adorable.
-Bueno, si quieres me voy.- Le dije con el amago de irme. Cuando sentí que me estiraban el pantalón. Tremenda fue mi sorpresa al ver que era Hikaru.
-Por favor papi, que vaya con nosotros.- Dijo mirando con ojitos de borreguito degollado. Me enterneció tanto que lo alce a la altura de mi pecho, haciendo que nuestras cabezas queden pegadas una a la otra.
-Por favor, Naru-chan.- Le dije yo también con los mismos ojos.
-Esta bien.- Dijo desganado.- No puedo resistirme ante tanta ternura.
Y así, empezamos a andar hacia la casa de los rubios, con el más pequeño en mis hombros.