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Donde nace el sol por girlutena

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Notas del capitulo:

FELIZ NAVIDAD!!!!!!!! 


acabo de terminar este capítulo...así que lamente su hay alguna falta ortográfico o algo no encaja, prometo solucionarlo en el próximo capitulo.


Me alegra mucho que tenga muchos 


visitantes *-*!!!!!!


 

Si alguien le hubiese dicho que todo lo que soñaría iba a convertirse en realidad, él no lo hubiese creído. Se sabía también que existía un pozo en el que tan solo los  “especiales” podrían ver en su interior pero se encontraba en las profundidades del Bosque Negro, donde estaba prohibido ingresar por órdenes de los reyes.


Él no lo supo, pero cuando tan solo era un niño –elfo-, su hermano lo encontró mirando las profundidades del pozo, sus ojos azules se encontraban perdidos y nublados, mientras que su cuerpo se encontraba estático.


Legolas se dio cuenta de esto, cuando aquel sueño que tuvo antes de partir de Rivendel se empezaba a repetir una y otra vez, cada noche avanzaba cada vez más. Todas las noches Amroth era despertado por los gritos de Legolas y como negarle el –dormir juntos- ninguno de los dos les había contado a sus padres, pero cada día que pasaba los ojos azules del menor se iban opacando, su enorme y sincera sonrisa ahora era una fina línea en sus labios.


Amroth a sus veintiocho casi veintinueve años,  se había convertido en un elfo alto y muy habilidoso con el arco, sus ojos color ámbar brillaban con intensidad cada vez que se comunicaba con Elrohir.


A comparación de Amroth, el pequeño Legolas empezó a crecer aislado de todos, ya no jugaba en el bosque y ahora pasaba todo su tiempo entrenando con arco y su daga. Con diecisiete años Legolas había sido conocido como uno de los mejores guerreros, gracias a su gran fuerza y resistencia, que podría tener el Reino del Bosque Negro, junto con Amroth.


En los cinco años que habían pasado, el menor no volvió a nombrar el nombre del varón <Aragorn> pero siempre podía oír los rumores del príncipe de los Hombres y su relación con la elfa Arwen o también podía oír como su hermano hablaba emocionado de todo lo que Elrohir le contaba.


Casi en todo ese tiempo la familia había recibido la visita de Eärendil. El mayor tan solo iba con la pobre excusa de “ir de visita”. Cada vez que el mayor llegaba, Legolas se escondía en su habitación y Amroth nunca se separaba de él.


Los >hombres> tenían una un extraño ritual para celebrar sus fiestas, aquella fiesta que tan solo se celebraba una vez al año, donde todos se reunían para cenar y regalas extrañas cosas, donde los niños se veían emocionados por recibir sus regalos y un delicioso aroma a pavo recién horneado se podía oler en el ambiente.


A veces  Eärendil desaparecía por algunas semanas sin decir nada trayendo en su rostro mas que una extraña sonrisa.


Elros había permitido que Elladan, Elrohir y Aragorn adornaran la Casa con luces de colores y pequeños objetos de brillantes colores. Los cocineros preparaban suficiente comida para todos los elfos, el delicioso aroma de pavo y lechón recién horneado,  junto con coloridas ensaladas


Boromir miraba divertido como Aragorn subía a los árboles para colocar las luces de colores, mientras que Elrohir se encargaba de la comida y Elladan de la decoración interior.


Hace unos días Aragorn y él habían hablado con Eärendil. Ese día el mayor les había hablado sobre un trabajo que tenían que hacer, el mayor había sido tan “sutil” en usar la palabra “guardaespaldas” para su joven prometido. Así que esa sería su última navidad en aquel lugar, viéndose como una gran familia.


Un suave olor a lavandas llegó hasta sus sentidos, el pelinegro cerro sus ojos sintiendo la presencia de la elfa, para sentir como colocaba suavemente su mano sobre su hombro.


-Boromir. ¿Es verdad lo que ha dicho mi abuelo?


-Depende de lo que haya dicho.


-Ha dicho que Aragorn y tú irán en busca de su prometido y lo llevaran a llevaran a las Tierras Imperecederas después de que se casen.


El mayor miró fijamente a la morena, sus ojos negros brillantes junto con su cabellera larga y sedosa amarrada con una fina trenza y una corona de flores, aquel aroma a lavandas que enamoraría a cualquiera, excepto a su mejor amigo.


-¿Quién es su prometido?


-No lo sé. Arwen, será mejor que regreses con tu abuelo.


Después de dejar a la elfa con ganas de seguir hablando mas, salió de la casa, adentrándose al pequeño pueblo de Rivendel, mientras que los árboles lo atraían al centro.


Elladan empezaba a colocar los regalos debajo del gran árbol, decorado con brillantes bombillas y luces de colores, mientras que Elrohir colocaba la cena en la mesa, todos los elfos junto con los dos hombres se sentaron juntos para pasar una de las últimas noches.


Arwen se sentó al lado izquierdo de Aragorn, la bella joven intentaba llamar la atención del moreno, con innumerables temas de conversación, pero la mente de Aragorn estaba en otro lado.           Boromir estaba al lado derecho de su amigo, la cena, como la mayoría que tenían, pasó en silencio y lleno de tensión.


-Abuelo. ¿Cuándo será mi boda? –Aragorn abrió los ojos al sentir como el codo de Boromir se enterraba en sus costillas, llegándose a atorar con el vino.


Desde hace unos meses las sonrisas de Eärendil no daban una buena sensación. Los ojos carbones de Aragorn se detuvieron en el rostro del elfo mayor, recordaba el primer día en el que llegó junto con la elfa y fue ese mismo día en el que se desentendió con Legolas.


Inconscientemente apretó con fuerza la delgada copa entre sus dedos, sintiendo como el vino se derramaba en su mano, ensuciando el blanco mantel. Sus ojos se opacaron aún más cuando noto la sonrisa burlona del mayor.


-Su boda se realizara cuando Aragorn y Boromir regresen de su viaje.


 


Casi otro año mas había pasado desde la última visita que habían tenido por parte de Eärendil, Thranduil no le había comentado nada a su esposo, temiendo de su reacción, pero el tiempo se le acababa y él aún no había decidido nada y lo peor era que Amdír se estaba dando cuenta de su extraño comportamiento ya que evadía cada pregunta.


Amdír entro lentamente al dormitorio donde se encontraba Thranduil leyendo algunos documentos. El mayor levanto su rostro para mirar al de su esposo y verlo con la mirada agachada y sus manos hechas puños.


-Querido. ¿Estás bien?


-Claro amor. ¿Por qué preguntas?


-No lo sé. Dímelo tú. Últimamente siento que me evades, ya no me tocas o ni siquiera me miras…acaso es que…ya no te… -Thranduil no pudo seguir escuchando mas a su adorado elfo, así que lo callo con un demandante beso, sintiendo como el menor derramaba finas lágrimas.


-No es eso, querido, es solo que…-El mayor tomo delicadamente la mano de su esposo y lo sentó sobre sus piernas. –La última vez que vino Eärendil me pidió algo, tan solo me dio un año para pensarlo, pero aún no sé qué decidir.


-¿Qué fue lo que te pidió?


-Me pidió la mano de Legolas. –El elfo menor dejó de respirar, abriendo y cerrando sus ojos sucesivamente, mientras colocaba sus manos sobre el pecho de su esposo, intentando levantarse de sus piernas.


-¡¿Y lo estás pensando?! ¡Debiste decirle que no!


-Entiende que no puedo elegir algo como eso tan fácilmente. Eärendil  pudo haber visto el futuro de Legolas, él sufrirá mucho y antes de eso, prefiero hacer un contrato con Eärendil que antes de ver a mi hijo sufriendo.


Amdír tomó asiento en el mueble de dos espacios, cubriéndose el rostro acongojado con sus dos manos, sintiendo la frustración de su esposo.


-¿Qué haremos?


-Creo que sería lo mejor hablar con los chicos. –Amdír coloco suavemente su mano sobre la de su esposo, intentándole darle apoyo, Thranduil acaricio tiernamente la mejilla de su esposo, para darle un dulce y casto beso sobre sus labios.


 


Amroth se encontraba en el enorme jardín, dentado debajo del enorme sauce, en sus manos estaba un libro de tapa gruesa de color verde, delante de él se encontraba su pequeño hermano, practicando con su arco. El joven suspiró, mientras que miraba entristecido a Legolas entrenar. Vio como el menor dejaba el arco para correr donde su Ada que venía con  su padre hacía donde él estaba.


Los mayores se sentaron debajo del sauce, Amdír acariciaba los cabellos rubios del menor, mientras que Thranduil agarraba fuerzas para hablar.


-¿Qué sucede padre? –Los ojos tan parecidos a los de Amdír, le miraban directa y profundamente, mientras que la sonrisa tranquilizadora de su Ada se hacía presente en su rostro.


-¿Recuerdan la última visita de Eärendil? –El rostro de Amroth se descompuso en un microsegundo, arrugando su ceño, mostrando tan solo una línea con sus labios. Mientras que el cuerpo de Legolas se separó de su Ada para resguardarse en los fuertes brazos de su hermano.


-¿Qué tiene que ver?


- Eärendil tiene el don de ver el futuro de algunos de nosotros y pudo haber visto el de nuestra familia. –Thranduil pudo ver como Legolas se abrazaba aún más fuerte a su Amroth y como sus grandes ojos verdes, miraban aterrorizados a su hermano.


-¿Y qué ha visto? –La voz de Amroth se escuchaba molesta, mientras que con su brazo abrazaba la cintura de Legolas.


-Hijo, tranquilo. –Por primera vez Amdír habló. Tomó delicadamente la mano de Amroth, intentando tranquilizarlo, pero aun así este, no soltaba al menor. –Tan solo queríamos decirles lo que él nos dijo.


Los ojos de Amroth pasaron de su Ada a su padre, pidiéndole perdón e indicándole con la mirada de que pudiera continuar.


- Eärendil pudo ver el futuro de Legolas.  Nos pidió que le diéramos en matrimonio  a Legolas.


El sonido del viento soplar y golpear las ramas se podía escuchar claramente, ninguno dijo nada, Amroth agacho su rostro acongojado, podía sentir el cuerpo del menor temblar entre sus brazos, su corazón se apretaba fuertemente. Odiaba a Eärendil, desde el primer día en que lo conocieron, vio como su hermano fue cambiando su actitud, volviéndose mas frio y alejándose de muchas personas.


-Hermanito. Creo que es hora de que les digas la verdad. –Thranduil arrugo su frente, mientras que Amdír abría sus ojos, ellos sabían que algo pasaba pero nunca dijeron nada, pensando en que algún momento su pequeño hablaría.


Legolas apretó la vestimenta de su hermano secándose las finas lágrimas que caían de sus azulejos.


-Yo…desde hace un tiempo…yo…he podido ver el futuro.


Thranduil cargo al menor para sentarlo sobre sus piernas y secarle delicadamente el rostro lleno de lágrimas.


-Dime mi niño. ¿Desde cuándo puedes verlos?


-Desde antes de irnos de Rivendel.


-¿Por qué no nos lo has dicho antes? –Legolas agacho su rostro entristecido cuando escucho la molesta voz de su Ada.


-Hermanito, cuéntales lo que has estado soñando, hasta ahora. –Pero el menor negó rápidamente con su cabeza, ocultando su rostro en el pecho de su padre.


-Vamos, hojita. Cuéntanos.


-Yo…ví…mi boda con Eärendil.


-Legolas. Eso aún está por verse. Aún no le he dado mi respuesta a Eärendil.


-Padre…yo…si no me caso con él…habrá destrucción. ¡Yo lo ví! ustedes morirán ¡Yo no quiero que mueran!


Thranduil sintió la desesperación de su hijo, cuando empezó a temblar y volvió a llorar sobre su pecho. Amroth mantenía su ceño fruncido, mientras que Amdír, intentaba calmar sus finas lágrimas.


El mayor llevo en sus brazos el cuerpo dormido de Legolas, para depositarlo suavemente sobre su cama, beso sus cabellos rubios, para luego regresar a su habitación donde su esposo se halla con la mirada perdida por la ventana. Thranduil se sentó sobre su cama, cubriendo su rostro con sus manos.


-Él lo sabía.


-No puedo dejar que esto pase.


- Él ya lo ha decidido. –Thranduil abrazó al menor por la espalda, sintiendo como su cuerpo se estremecía con pequeños espasmos. Amdír su volteo lentamente escondiendo su rostro en el pecho del mayor.


 


La noche podía sentir fría y triste, todos ya yacía dormidos, pero una pequeña luz se podía ver por una ventana. Aragorn podía ver la primera estrella posarse sobre el cielo gris, recordando los ojos zafiros y las inocentes caricias del menor de los elfos, recordando la primera vez, en el que lo vio, cuando cruzo el muro y martirizándose siempre de haber olvidado por un segundo al menor.                                     Con su único deseo y propuesta en mente fue a dormir soñando con el reencuentro que tendría con su amado elfo


 

Notas finales:

 


Espero que hallan pasado una bonita navidad!!!


Les deseo lo mejor y tambien....


espero algun review que siempre es bueno leerlos *-*


(:


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