-¿¡De nuevo?! Muñeco, ya no más por favor.
-Si bien no recuerdo, tú me pusiste esa condición para ser mi pareja oficial.
-Pero eso fue antes, Tae ya no me quiero subir, ¡ya van 3 veces seguidas! Y además, son muchas escaleras
Taemin hizo un puchero, con sus brazos cruzados y me miró directamente a los ojos.
-No, ni lo pienses, eso no funcionará esta vez.
Como ya se le había hecho costumbre, Taemin me convenció con solo decir “Anda Keroro, por mí”. Así fue como terminé mareado de tanto tragar agua. Taemin aún no podía nadar del todo bien por lo que me ocupaba de flotador, hundía mi cabeza al agua y solo hasta que mi cara se ponía azul, me dejaba tomar aire.
Los demás estaban ahí, pero haciendo cosas distintas. JongHyun estaba jugando con Onew en el chapoteadero, obviamente Key estaba solo observando, aunque se quejaba cuando el agua salpicaba su ropa. La mesa en la que estábamos era una tradición en nuestras vistas al parque, era la misma mesa en la que nos sentamos cuando Taemin yo nos hicimos pareja.
-¿Mareado?-Key me pasó una toalla
-Algo, Taemin insiste en una quinta vez.
-Oh tranquilos, vayan despacio, es un lugar público-JongHyun gritó desde el agua. Su cabello chorreaba agua y su cuerpo estaba al descubierto.
-No de esa clase de quinta vez JongHyun, eres un pervertido.
Taemin se sonrojó un poco, pero cuando lo miré, su mirada me recordó la ves del pequeño tobogán, y terminé sonrojándome yo.
-Pero si mírense.
-¿Dónde está Changmin?-dije rápidamente para cambiar el tema
-No vendrá
-¿por qué?
-Sigue herido, este lugar le recuerda a Kyuhyun, la última vez que venimos aún estaban juntos
-Entiendo eso, pero… ¿¡Por qué está Niel aquí!?-Minho levantó la voz, claramente señalando al otro lado de la mesa
-Tu novio me invitó, gracias por preguntar.
-Tú no tienes voz en esta discusión
-Relaja la vena Romeo, prometo no hacer ruido.
Decidí ignorarlo el resto del día. Una quinta vez en el tobogán hizo que Tae dejara de molestarme, y pensar que al principio estaba tan asustado. Nota mental, no mostrarle cosas peligrosas, es adicto a la adrenalina.
Lo miré discretamente, estaba jugando con Youngmin y Kai que habían llegado hace un momento. Kwangmin estaba acomodando las maletas, con acomodar me refiero a tirarlas sobre las nuestras e irse a jugar también. Sus labios estaban entre abiertos, marcando una sonrisa tratando de jalar aire, su pecho subía y bajaba por el esfuerzo que estaba haciendo. Cuando sus ojos encontraron los míos una sonrisa se extendió por mi rostro. Pidió un momento y se acercó a donde estaba.
-¿En qué tanto piensas? ¿Hyun?- le miré y tome su mano, él correspondió entrelazando nuestros dedos.
-No me llamabas Hyun desde que comenzamos a salir, ¿tramas algo?
-Ya viste allá ¿que estará pasando?- giré mi cabeza para ver qué era lo que señalaba, pero me encontré con su cara. Me tomó de las mejillas y me empezó a besar.
-¿Sabes cuáles fueron los peores días de mi vida?-dije apenas unos centímetros lejos de sus labios.
-¿Cuáles?-Nuestras voces eran apenas un susurro.
-La semana que estuviste encerrado en tu casa, con policías y detectives en ella a cada rato-Justo después del aniversario de Jonghyun y Key, cuando Taemin había intentado dispararme con el arma del jefe Lee.
-Minho…
-Prometimos no hablar de eso, ya lo sé
-¿Entonces?
-Tenía que decirlo, ese día me diste un susto de muerte. Creí que ya no te vería jamás.
-Lo lamento
Sus ojos estaban brillantes, se estaba aguantando las lágrimas. Debe sentirse culpable.
-No te disculpes, eso fue hace ya mucho tiempo. ¿Recuerdas este lugar?
Moví un poco la cabeza, dando a entender que me refería a nuestro entorno
-¿Te refieres al parque?
Negué con la cabeza
-¿Te refieres…a esto?
De repente, se levantó y se me aventó en encima tirándome al suelo. Se sentó sobre mi vientre y tomó el cuello de mi camisa. Ah…que recuerdos.
-Dime que sí, dime que si- Y me empezó a zarandear.
-Sí, sí, si- pero me seguía moviendo- ¿Ahora te digo lindura?
Taemin dejó de moverme, pero seguía riendo. Tome sus manos para que soltara mi camisa pero las solté para poder recargarme con ellas y así poder sentarme aún con Tae encima.
-¡Dime lindura!
-¡Lindura!
Había días en los que Taemin me enojaba muchísimo, pero también había días como este en los que me hacía quererlo más.
-Hemos pasado por muchas cosas Tae, el drama siempre parece estar buscándonos.
-Debemos ser muy buenos actores entonces-Fruncí el ceño
-¿A qué te refieres?
-A qué debemos hacer buen drama para que siempre esté buscándonos.
-En eso tienes razón. Quiero agradecer este premio a la academia…-Según los concurso y entregas de premios que mi mamá, así es como se agradece cuando ganan.
-Estás loco
Taemin sostuvo su estómago y comenzó a reír muy fuerte. Me había costado mucho tiempo –y esfuerzo- poder hacerlo reír de nuevo. Los primeros meses fueron duros, no quería salir y mucho menos comer, su madre tenía que hablarme para hacerlo hablar, la muerte de su padre le pegó muy fuerte, y lo entiendo porque pasé por lo mismo, sin la ayuda de Changmin y Key pude haber terminado en otro lado.
-¿Qué pasa si mejor se unen a nosotros?
La voz de Jonghyun nos llamó desde atrás. Al parecer ya todos se habían unido al juego de los gemelos. Un simple juego de futbol americano.
-¿Hay equipos?-Me levante y sacudí mi ropa, después le extendí una mano a Taemin y lo ayudé a levantarse.
-Sí, y Taemin está en mi equipo, tú eres del contrario- Sentí como una vena se hinchaba en mi frente, prometí ignorar a Niel el resto del día pero me la está poniendo difícil.
-No lo hagas enojar Niel, Minho estás en mi equipo junto con Kwangmin. Kai y Key son las porristas-Jonghyun sonrió con su típica sonrisa mientras me aventaba el balón.
-Tú novio es el porrista, yo decido quien gana.
El gemelo número tres hablo y pude imaginar a Key poniendo sus ojos en blanco.
-No tengas miedo Minho, prometo no lastimarte-¿es eso un reto?
-Muy bien, ¡A jugar!-Miré a Niel contestándole el desafío
-Al parecer será más juego de ellos dos que de todos nosotros-Escuché a Kwangmin decirle a Youngmin, pero no importa, Niel empezó y no pienso dejarlo ganar.
Estuvimos jugando un largo rato, sorprendentemente Niel era un buen jugador de futbol y me estaba costando trabajo ganarle, pero le estaba ganando. Bueno, mi equipo estaba ganando.
-Esta es la última ronda, Minho ve al fondo, te mandaré la pelota mientras Kwangmin evita que te tacleen.
Nuestro plan era fácil. Tomé mi lugar en la formación y le sonreí a Niel, eso pareció enojarle, no sabía que era tan competitivo. Escuché el silbato, y escuché el grito de Jonghyun, corrí a donde era que debía de estar y esperé. Mi vista periférica me aviso que Kwangmin había detenido a su hermano y Jonghyun estaba esquivando a Taemin antes de mandarme el balón. Extendí las manos para tomarlo y comencé a correr hacía la zona de anotación, pero antes de poder avanzar más, un cuerpo chocó con el mío y me tiró al suelo con una fuerza extrema. Mi cabeza rebotó contra el pasto y un dolor se extendió por mi cuerpo.
-¡Minho!-Escuché a Taemin gritar y a los demás acercarse, intente hablarle pero las palabras se enredaban en mi boca.
-Muñefghco Mugljklco
-Está diciendo estupideces, ¡quedó tonto!-Key se acercó a Niel- Taemin te va a matar.
-¿Minho? ¿Keroro?-Sentí sus dedos acariciar mi mejilla y colocar mi cabeza sobre sus piernas.
-Muñefghco Mugljklco
-¡Me dejaste sin novio! ¡Niel idiota!
-No es mi culpa, solo estábamos jugando
-Jugar no significa matarlo
Mi vista comenzó a nublarse, creo que voy a desmayarme.
-Muñeco…
-¿Minho? Minho no cierres los ojos, Minho no espérate…
Pero entonces ya no escuché más.
¡auch! ¿Qué fue eso? Algo me pegó en la cabeza. No puedo ni dormir en detención porque los rufianes de atrás comienzan a lanzarte cosas. Con un poco de pereza me toqué la parte dónde me habían pegado, en estos momentos extraño mi…
Un momento, creo que esto lo eh dicho antes.
Me senté bien y busqué con la mirada quién fue, pero nadie mostraba señas de haber lanzado algo, cuando miré al suelo, había un avión de papel a un lado de mi silla.
Es extraño,, recién soñé con algo parecido, no recuerdo muy bien el contenido pero tenía algo que ver con los aviones de papel.
Nada pierdo con levantarlo. Aunque al abrirlo, sentí un Déjà vu.
“Minho, ¿te gustaría salir conmigo?”