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Hueles a Fresas por ByouBunJikan

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Notas del fanfic:

LEMON

eheh, explícito

Notas del capitulo:

Hola! espero que les guste

Los personajes son propios

Recuerden que han sido creados por mi mejor amiga y por mi :3

 HUELES A FRESAS
 
Kaito y Yun vivían en las afueras de la ciudad de Tokyo, ya que les gustaba la vida al aire libre con tranquilidad y todas las comodidades sin el hostigamiento de la ciudad al salir de casa. 
 
Les importaba poco tomar tiempo de anticipación para llegar a tiempo a todos sus trabajos, ellos vivían tranquila y felizmente en una casa donde no tenían vecinos ni nada que los pertubara a ninguna hora del día o noche. 
 
En ocasiones, se quedaban despiertos toda la noche jugando juegos de mesa, platicando, comiendo un par de bocadillos y teniendo tiempo de calidad, ya que como ambos tenían trabajos de casi tiempo completo no tenían mucho tiempo para dedicarse.
 
Una mañana, Yun despertó y se sentó en la cama, se estiró y miró el calendario pegado en la pared 
 
-Hoy tengo el día libre...- pensó mientras veía que el otro lado de la cama estaba vacío -Pero él no... seguro se esta bañando- pensó para luego levantarse de la cama vistiendo una camiseta de Kaito.
 
Se le veía a cierto castaño sin ropa interior caminar con una holgada camiseta de resaque gris por la casa, se encaminaba a la cocina a preparar algo para desayunar: Emparedados con una taza de té y fruta picada, colocó todo en una charola y regresó a la habitación, al estar ahí dejó la charola en su escritorio, ahí fue cuando se encontró a su novio, quien lo abrazaba por la cintura y depositaba en su mejilla un beso de buenos días
 
-Se ve delicioso el desayuno de hoy-
 
-No tuve que esforzarme mucho, pero tu debes de esforzarte con el cuello de tu camisa- dijo cuando al darse la vuelta para verle notaba un pequeño desarreglo en su novio -Eres ingeniero civil, debes verte presentable siempre- dijo Yun, besándole de forma comprometedora mientras sus manos lo tomaban de los hombros y se colocaba de puntitas
 
-Mi amor, vas a hacer que quiera faltar hoy al trabajo si sigues besándome así cada que me despido de ti- dijo Kaito, tomando a su novio por la cintura y apegándolo a su cuerpo -Y vistiendo así me vueles más loco-
 
Yun rió satisfecho por el comportamiento hambriento de su novio y se dio la vuelta, tomando el emparedado para dárselo a su novio, hizo que bebiera el té y que comiera un poco de fruta y luego hizo que se fuera a trabajar
 
-Nos vemos cuando regreses, ¿vale? te estaré esperando muy ansioso-
 
-Por supuesto que si mi amor- se acercó a el antes de salir por la puerta camino al trabajo y le robó un apasionado beso
 
Al irse en ese deportivo azul, Yun cerró la puerta y empezó a limpiar la casa, a dejar todo limpio  e impecable para luego ir a su cuarto para terminar unos trabajos finales para tener el resto de la tarde libre. 
 
Al terminar más rápido de lo esperado, fue a la cocina a hacer inventario, fue al mercado y llenó la despensa con lo necesario, luego fue a la sala de estar para ver un rato la televisión, quedando dormido por unas cuantas horas.
 
Al despertar se preparó algo de comer y luego fue a ducharse, pensando en qué hacer para la cena, cuando de repente pensó en una idea retorcida para darle de comer a su novio tan adorado.
 
Salió de la ducha y se vistió con ropa simple, fue a la cocina y preparó un perfume de rosas blancas con fresas, al tenerlo, espero dos horas, así estaría totalmente listo para poder usarlo, mientras la loción se fermentaba, Yun fue a buscar qué ponerse
 
-Hmmm.. ¿qué podría ponerme?- pensaba mientras miraba en cajones y el armario, hasta que dio con una caja debajo de su cama -Oh... ésto le gustará- fue al baño a vestirse
 
Al salir ya vestido con ropa un tanto ajustada, fue a la cama y se recostó, ya era muy noche, y Kaito podría llegar en cualquier momento, así que fue a la cocina y regresó a la habitación con la loción, se roceó varias veces en todo el cuerpo con la y apagó todas las luces, se metió a la cama y se hizo el dormido, ya que ya había escuchado el auto de Kaito estacionarse en la entrada de la casa.
 
-Tadai...ma- dijo un pelinegro entrando a la desalumbrada casa, dejó sus cosas en el sofá y caminó a la cocina, hurgó en el refrigerador y sacó tres fresas, metiéndolas a su boca una a una -Creí que seguiría despierto, bueno, no importa, seguro estaba muy cansado- pensó mientras entraba a la habitación, la cual estaba con una vela prendida del lado donde él dormía, bajo el recipiente que sostenía la vela había una nota 
 
''Espero y te haya ido genial en el trabajo, si para cuando llegas me vez dormido, te deseo y descanses muy bien. Con muchísimo amor, tu novio, Yun''
 
Dejó la nota donde estaba y empezó a desvestirse hasta quedarse en ropa interior, se sentó en la cama para sacarse los calcetines y luego persibió en el ambiente un agradable olor a fresas, volteó a donde estaba Yun y al quitar las sábanas pudo ver una vestimenta algo... provocadora
 
El joven castaño con finas facciones y cuerpo delgado, vestía un short blanco de elástico con un encaje negro en las mangas del short, que apenas cubría sus glúteos y unos dos centímetros más. Una camiseta holgada sin mangas que parecía estar cortada, ya que solo cubría una parte del torso, despedía un aroma a fresas realmente delicioso.
 
Kaito se acostó en la cama y se acercó con sigilo, Yun por haber esperado se había quedado totalmente dormido. 
 
Kaito se posicionó de tal manera que su naríz pudo aspirar el olor en el cuello del menor, coló sus manos a las caderas de éste y con una de ellas separar un poco sus piernas para darle comodidad a la cercanía
 
-Mi amor... ya llegué del trabajo- dijo Kaito, besando el cuello del menor
 
-Mmmm...- se le escuchaba adormilado mientras sus manos buscaban las de Kaito -Bienvenido a casa- dijo en un susurro, sonriendo para el mayor
 
-Mi amor... hueles a fresas- las manos del mayor tocaban del vientre a los muslos del menor con suave insistencia, besaba su cuello y le susurraba al oído, en ocasiones lo lamía
 
-Mmmm- emitió un gemido suave al sentir esas manos -Cariño...- suspiró y sintió cómo Kaito se acomodaba de manera en que su erección rozaba con su entrada aún con la ropa puesta -Mmm... se siente... bien- dijo, moviéndo de manera impulsiva sus propias caderas apr aque chocara con mayor frecuencia
 
-Mi amor, sabes muy bien que tu olor me vuelve loco- decía, tocando sus tetillas, haciendo círculos, lamiendo del lóbulo al hombro -Estoy realmente excitado- dijo, moviéndose de tal forma que pareciera simular una penetración
 
-K-Kaito- un tono de voz erótico se dejó escuchar -Ta-también yo- dijo mientras se retorcía y movía sus caderas de enfrente hacia atrás, tratando de buscar más contacto con el miembro de su novio
 
Lo manoseó y luego buscó su miembro, lo masajeaba sobre la ropa y le hacía de caricias
 
-¿Te encanta provocarme verdad cariño?- decía Kaito, acariciando sus tetillas, moviéndose de tal forma que sintió cómo el cuerpo de su novio se retorcía de placer
 
-Aaah! K-Kaaito!- gemía y jadeaba increíblemente mucho en tan solo un par de caricias, había vuelto a estar en sus cinco sentidos y tener toda esa atención en su cuerpo lo ponía muy ansioso
 
-¿Qué sucede mi amor?- le dijo moviéndose cada vez más rápido
 
-Y-yo... aaah!!!!- se había corrido y había arqueado su espalda, echando su cabeza hacia atrás, dejando a Kaito libre entrada a que le besara apasionadamente
 
-Vaya... estabas muy excitado...- dijo a su oído, recorriendo con sus manos la silueta de su novio, besaba su mejilla, su cuello, su hombro y seguía restregando su miembro con él. -Amor... sigo aún muy excitado, ¿me dejarás continuar?-
 
-Lo hice con la intención de jugar toda la noche mi amor- dijo el castaño, dándose la vuelta para luego treparse sobre él -Quiero que me hagas tuyo y al mismo tiempo me dejes mostrarte un lado travieso de mi-
 
Después de declararle sus intenciones empezó a lamer y chupar sus tetillas, era una escena muy provocativa para Kaito, ya qu ever a su adorable y tierno novio hacer eso con la ropa que traía lo hacía realmente excitarse mucho.
Cuando la boca de Yun se hartó de las tetillas de su novio, fue lamiendo desde el nacimiento de su pecho hasta las caderas, volteando a ver a su novio 
 
-Espero que te guste- le dijo para luego deshacerse de su ropa interior, quedó con los ojos muy abiertos al ver que su novio poseía un miembro realmente grande, tragó saliva y comenzó a lamerlo con mucha ansiedad, él mismo se estaba excitando de solo pensar que estaba chupando y lamiendo aquella parte del cuerpo de su novio que le provocaba gemidos y jadeos imparables
 
Kaito estaba realmente extasiado, veía a su novio tan delgado e indefenso hacerle una felación con tanta dedicación que lo volvía loco, no podía simplemente dejar de verlo. En ocasiones sus lamidas y chupadas daban en el punto clave, eso lo ponía con ganas de tirarlo al colchón y comérselo por horas, pero sabía que era algo que Yun deseaba con ansias hacer de inicio a fin
 
-¿Qué tal lo hago amor?- le preguntó Yun a su novio mientras metía y sacaba completamente su miembro, sus manos se encargaban de sus testículos
 
-Lo haces muy bien amor... no creí que lo hicieras tan bien- dijo realmente excitado, estaba tratando de contenerse pero no podía, sabía que en cualquier momento se iba a correr en su boca porque había que ser honestos, Yun era bueno en todo lo que se porponía a hacer bien
 
-Me alegro mucho mi amor- le dijo antes de que volverlo ameter a su boca su novio se corriera, había quedado con la cara toda llena de su semen, se veía realmente provocativo
 
-Tus ideas te hacen ver tan devorable mi amor- Kaito lo agarró del torso y lo jaló a su cuerpo, ahora que lo tenía todo encima de él empezó a devorar sus labios, los cuales tenían un poco de su esencia
 
-Mmmm aah, Kaito, estoy realmente excitado- le decía entre besos, moviendo sus caderas contra las de Kaito
 
-Me volveré un lovo y me comeré a mi presa- susurró a su oído, colando sus manos bajo la camisa y quitándosela, dejándolo solo con aquel short y  ropa interior.
 
Intercambiaron posiciones y lo tomó de la cintura con ambas manos, empezó a devorar su torso sin pena alguna, lamer sus tetillas, dejarle chupetones, provocarle placer al mayor roce de su boca con su piel. Después puso su mano sobre su short mientras lo besaba al estilo francés y lo comenzaba a masajear, ahí fue cuando descubrió que su adorado novio solo cargaba aquella tela y no ropa interior
 
-Eres realmente un pervertido mi amor- le dijo al oído, quitando ese short ya tan húmedo para luego colocarse entre sus piernas.
 
Empezó a preparar su entrada cuando Yun gemía de placer con solo sentir los dedos de su novio dentro de él
 
-Amor mmm... Yo aaahh- s ehabía vuelto a correr -Go-gomene- dijo jadeante, se le veía a su miembro que no pensaba dejar de estar erecto, realmente estaba excitado
 
-Vaya... primero con solo roces, ahora con mis dedos, ¿así que excitado está siempre que cuando entro en ti te vuelves loco?- dicho esto lo penetró y lo escuchó gritar de inmenso placer, sentía cómo su novio se aferraba a él por la espalda y le gemía y jadeba en el oído, podía sentir que dentro de Yun había una explosión de inmensa excitación
 
-Aaahh aaahhh K-Kaito!!! Yo, yo..-
 
-¿Si amor? mmmm- preguntaba mientras no dejaba de moverse dentor de su novio, ahí dentro era tan estrecho que moverse era un completo placer
 
-Yo ... Te Amo!!!!!- gritó justo cuando ambos se corrieron, ya que el menor se corrió y se contrajo, apretando el meimbro del mayor y provocando que también se corriera
 
-Yo también te amo Yun- susurró a su oído, saliendo de él, acostándose a un lado para luego abrazarlo por detrás, ambos estaban muy agotados por tan emocionante sesión de amor carnal
 
-Espero que te haya gustado mi regalo improvisado- dijo mientras se daba vuelta en el abrazo y le miraba a los ojos
 
-¿Improvisado?- dijo mientras con una mano jugaba con unos mechones de Yun -¿Qué quieres decir con eso?-
 
-Huelo a fresas, porque hice una loción de rosas blancas con fresas para mi el día de hoy, quería usarla y quería seducirte para cuando llegaras a casa, pero cuando te escuché llegar vine al cuarto, deje la vela y la nota, me iba a hacer el dormido, pero me dormí por completo y leugo tus caricias me despertaron- dijo mientras su cuerpo sentía el pecho del mayor, colocando sus manos en sus hombros
 
-¿Sabes? Aun hueles a fresas...- dijo, tomándolo de la nuca y atrayéndolo para besarle y luego decirle -te amo-
 
Se cobijaron bien y cayeron dormidos hasta el siguiente día, un día que iba a ser igual que otros, pero ahora con la expectativa de que las noches podrían tener una forma de entretenimiento un tanto más... seductora.
 
FIN

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