Amigos del chat
I
Lo había conocido en una sala de chat, habían comenzado a hablar porque a los dos les gustaban los videojuegos. Él le había mandado la solicitud para chatear en privado sin la chusma del chat grupal, y lo acepto de inmediato, le parecía un chico agradable.
Al inicio comentaban sobre juegos interesantes, sobre los que habían ocupado parte de su niñez, los dos habían jugado super-mario, Street figther, Marvel vs Capcop, pero el otro chico no había jugado el de Megaman, dijo que no había tenido oportunidad, ese chico solo menciono que era de España, mientras que él era de México.
Un océano los separaba, al principio no era importante, porque tenía con quien hablar de videojuegos. Los dos se mandaban mensajes cuando tenían un juego o consola nueva y se recomendaban uno que otro juego interesante. El que más le gustaba era el de metal slug, antes de que sacaran esa versión que no le gusto. Todo iba bien y comenzaron a tener más confianza, se dijeron pequeños secretos, se describieron físicamente, jamás olvidaría el momento en que le mando una foto suya. Ese chico quien jamás le dijo su nombre, solo que le decían “Nezumi” incluso lo tenía en el Nick del chat y así se acostumbro a llamarlo, cuando vio su foto se impresiono, era un chico extremadamente andrógino y lindo, de piel blanca, ojos grises, cabello grisáceo oscuro, sonrisa ladina, su actitud era realista y cruel.
Le dijo que estaba en el club de teatro de la escuela y que por ser un excelente actor lo ponían en el papel de las chicas (colegio para varones), al parecer no le molestaba estar en esos papeles, le causaba gracia porque los demás chicos caían ante él en el escenario y fuera también, siempre tenía confesiones de esos chicos y de otros de otras escuelas. Nezumi era un chico increíble.
Pero su familia estaba cuarteada, le explico que su madre era una alcohólica y apostaba mucho en las cartas, mientras que su padre era quien se encargaba de la casa y encima de conseguir dinero para los gastos de la escuela, la comida, las deudas que tenía y de vez en cuando le compraba un videojuego, pero jamás le pago una gota de alcohol, ni una partida de cartas a su mujer, decía que ese dinero solo era para el pequeño, la mayoría de su ropa era regalada y de segunda mano, pero jamás se quejaba. Muchas veces, cuando sus padres se peleaban, él se refugiaba en su cuarto y prendía la computadora, si encontraba a Shion conectado, entonces se ponían a hablar, así no tenía que escuchar las cosas que pasaban en su entorno.
Cuando tuvieron sus propias cámaras para hacer video llamadas, las estrenaron con el otro, se conectaban a hacer video llamadas lo más seguido que podían, ahora que Nezumi estaba en preparatoria libre del colegio varonil, con sus padres divorciados y viviendo con su padre que no le permitió a su ex mujer tener la custodia del menor. Estaba agradecido con su viejo por no dejarlo con esa señora.
A los 17 años, le llamo a Shion y le confesó que era algo así como su hogar y que le gustaba mucho, se lo dijo en una borrachera, en su primera borrachera. Shion no supo que contestar, así que evadió el tema pidiéndole que dejará de tomar, fuera a su casa y descansara, pero al poco rato su amigo le había colgado, dejándolo pensativo con ese tono monótono del teléfono.
A los 18 años, Nezumi volvió a llamar a Shion al teléfono diciéndole que su padre había muerto en un accidente en el trabajo, lo habían atropellado cuando salía de su jornada laboral. Le dijo que la compañía demando al conductor y pago los gastos funerarios y su último semestre de clases. También menciono que se quedaría en la casa de su padre. Estaba destrozado y llorando, tanto que le costó a Shion entenderlo, hipaba cada que terminaba una oración o entre palabras. Se quedaron al teléfono toda esa noche. Shion le dijo que lo quería y Nezumi le dijo “Te amo” pero como hipaba mucho, el otro no entendió un carajo, por lo que comenzó a reírse y le dijo que en otra ocasión se lo repetiría.
Shion estaba en primer año de la universidad cuando fue al aeropuerto a recoger a su amigo, al terminar la preparatoria habían decidido que Nezumi debía ir a México a estudiar en su universidad, se quedaría en la misma casa donde el albino. Los dos presentaron exámenes en la misma universidad, uno en la carrera de arte dramático y el otro en sistemas computacionales. Ambos fueron aceptados y vivieron en la misma casa.
En la segunda borrachera del de irises grises y la primera del albino todos los invitados de la fiesta a la que asistieron jugaron a la botella; Shion beso a una chica llamada Safu de la facultad de medicina, al parecer la chica estaba interesada en su amigo, Nezumi fue emparejado con una morena. Shion se levanto molesto cuando vio a su amigo besar a la chica, lo tomo del brazo y lo saco de la fiesta.
“¿Tienes algún pedo?” pregunto el ratón.
“Yo no tengo ningún pedo, tú si” respondió el albino “¿Por qué te dejaste besar por esa tipa?”
Su amigo estaba celoso, jodidamente celoso y el de ojos grises se sorprendió, era la primera vez que lo veía molesto, muy molesto. “Estábamos jugando a la botella, se supone que debía besarla ¿A qué viene esto? ¿Estas celoso?” tenía que saberlo, la ansiedad lo mataba. Llevaba amando a su amigo desde la secundaria.
“¿Y si fuera así? ¿Si estuviera celoso? No me dejarías besarte como la dejaste a ella, cabrón de mierda,” respondió su amigo mientras le daba un derechazo.
“Cálmate pendejo” esquivo el golpe y lo agarro del cuello de la camisa, estampándolo contra la pared. “Ni siquiera me has dejado responder y ya me estas golpeando. No soy un marica Shion” le dijo mientras estaban cara a cara.
“Yo tampoco lo soy” le reto su amigo. El más alto sonrió de lado.
“Entonces no hay nada que temer Shion” besó a su amigo, así como siempre había querido, su compañero lo besaba tímido, su labio inferior temblaba. Lo alzó entre sus brazos, introdujo su lengua en la boca contraria; cuando el aire les falto, se alejo pero aun lo tenía en brazos contra la pared. “No soy un marica” le repitió a su amigo “sin embargo Shion, te amo desde hace tiempo ¿quieres ser mi novio?”
“No soy un maricón ¿entendiste?, puto de mierda” dijo Shion “somos hombres, carajo que eso es raro”
“Sí, es raro y asqueroso, pero estabas celoso hace un momento”
El silencio del otro lo estaba matando, su amigo tenía un ligero sonrojo, suspiro. “Al carajo entonces, dame otro beso” se besaron de nuevo y se hicieron novios.