…Sanji no hubiese tenido que rescatarle, Sanji no estaría luchando en esos momentos entre la vida y la muerte por la gravedad de sus heridas…
Solo logro volver a la realidad cuando el renito les llamo a la enfermería para darles el diagnostico de su paciente, tomando valor de donde no tenia para poder ponerse en pie y, aterrado, entrar a la pequeña habitación para ver el resultado de su error fatal y las consecuencias que este traería…
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-está en un estado muy grave-les había explicado el renito en su momento, con el tono de voz más serio que habían escuchado nunca- si Zoro hubiese tardado un poco más en derrotar al monstruo marino, Sanji seguramente hubiese acabado reventado por dentro-dirigió su mirada hacia el pecho del rubio, donde la zona derecha de sus costillas estaba completamente entablada y llena de vendas- pero al menos no habrán daños irreversibles en sus órganos internos…-suspiro algo abatido, sentándose en un pequeño banco de madera- gran parte de su estomago fue el que quedo en peor estado junto con sus costillas, las cuales tardaran mucho en sanar. Así que al menos por un par de semanas deberé mantenerle en observación y no podrá ejercer su deber de cocinero- empezó a escribir algo en su pequeña libreta, verdaderamente preocupado- los golpes en la cabeza por fortuna no suelen ser muy graves, pero si son bastante vistosos y sangran bastante. No creo que tenga ningún problema pero…pero lo que realmente me preocupa…es que quizás nunca vuelva a despertar…-frunció el ceño con evidente dolor, logrando mantenerse frio como buen doctor que era- todo depende de su fuerza de voluntad. Su cuerpo puede que sane, pero puede que nunca vuelva a abrir sus ojos…tuve…-hizo una pequeña pausa, manteniendo a todos con el corazón literalmente en la mano-tuve que inducirlo en un coma forzado, es lo único que pude hacer por el…-sus ojos se aguaron, delatando las lagrimas que intentaban escapar de ellos- al menos así pude ahorrarle todo el dolor que debe estar sintiendo si estuviese consiente…para evitarle más dolor del necesario…-
Y desde entonces, Zoro había decidido cuidarle; guardando una pequeña esperanza en su interior de ser el primero en verle despertar, de poder pedirle las disculpas correspondientes. De decirle aquello que por mucho había negado y que ahora, con más fuerza que nunca, expresar aquellas dos palabras que nunca antes había pronunciado: “Te amo”…
Durante tres días y tres noches había visto sufrir a su cocinero sin poder hacer nada para ayudarlo, le había odio gritar de dolor en sueños por el daño que le resultaba algo tan simple como respirar. Había visto una y otra vez como sus vendajes y piel se teñían de rojo, mostrando el camino de las cicatrices que desde aquel día surcarían su cuerpo hasta la muerte…sencillamente, durante aquellos tres días se había hundido en su miseria cada vez mas…
Sus compañeros habían intentado de mil y una formas sacarle de su depresivo estado, pero solo Robin había logrado entender la dura realidad que estaba enfrentando su nakama y dándose cuenta que, para su desdicha, el único que podía ayudarle a salir adelante era justamente el chico que, en aquellos instantes, luchaba inconsciente entre la vida y la muerte, recostado en aquella pequeña cama de enfermería.
-Ustedes no pueden ayudar a Zoro, porque él en estos momentos está luchando una batalla en la que nadie más puede interferir: una batalla consigo mismo-había dicho el día anterior la arqueóloga mientras visitaban al cocinero, dejando su cena en la mesita de noche antes de obligar a los demás a abandonar la habitación antes de que el espadachín pudiese refutar algo al respecto-
Y en cierto modo, Robin tenía razón. Zoro pasaba día tras día sin saber qué hacer, sintiendo como la desesperación le consumía cada vez más, viendo atemorizado como su rubio empezaba a marchitarse poco a poco frente a sus ojos sin poder hacer nada…deseando con todas sus fuerzas que aquel fuese un sueño, una burla del destino. Que el cocinero en cualquier instante se levantaría como si nada, alegando que debía ir a cocinar antes de que Luffy saquease la alacena y devorase todo a su paso…
…pero sabía que no debía engañarse, que no podía mentirse a sí mismo. Porque por más que lo desease, en vez de encontrarse sumido en un apacible sueño Sanji se había hundido en las tenebrosas tinieblas de una horrible pesadilla…
…de su propia realidad…
Cada vez que intentaba ser positivo, de pensar que mientras Sanji estuviese en coma su sufrimiento seria menor, solo le bastaba ver el rostro de su amado, tensado por el dolor y lleno de heridas y moretones, para darse cuenta de lo equivocado que estaba. De lo iluso que era.
Muchas veces le asaltaban dudas que le impedían mantenerse tranquilo, preguntas sin respuestas que poco a poco comenzaban a carcomer su corazón. “¿me odiara?” “¿me culpara por lo que paso?” eran tan solo dos de las cientos de incógnitas que atacaban su mente segundo a segundo a lo largo del día, pero había una en especial, que por más que lo pensase, por más que intentase buscarla, la respuesta no era capaz de llegar…
…“¿Por qué me protegió…?”…
Esperaba al menos que cuando el cocinero despertase, solucionara todas sus preguntas aunque alguno de sus temores se hiciese realidad. Prefería vivi con la amargura del odio y el asco de la persona a quien le había entregado su corazón, que verle morir en aquel estado tan deplorable…
Volvió a la realidad al escuchar como Sanji empezaba a toser con aun más fuerza, alejándose de sus divagaciones y pensamientos al sentir como un líquido viscoso humedecía y manchaba su mano. Bajo su mirada aterrado, comprobando que la tela que había colocado en la boca de Sanji estaba totalmente impregnado en su sangre y que, al ver más de cerca, se dio cuenta de que dos finos torrentes de agua cristalina descendían con la misma intensidad de sus orbes, dejando un camino salado en sus maltrechas y pálidas mejillas.
Su delgado cuerpo empezó a convulsionarse mientras la tos se volvía más fuerte a cada instante. En su desesperación, Zoro abrazo al rubio contra su pecho, rodeándolo entre sus brazos de forma protectora mientras intentaba controlar sus propios sollozos sin éxito, sin poder soportar aquella horrible tortura un segundo más…había sucumbido ante su propio dolor y angustia acumulada por días, la cual ahora salía al exterior en forma de lagrimas y gritos de dolor…
…aquello, había sido demasiado para el…
-Por favor, Sanji, cálmate…-susurro el peli verde en su oído, intentando tranquilizarle sin mayor resultado- estoy contigo…cálmate…tranquilo…-
Repentinamente, el cuerpo del cocinero se detuvo y la habitación se sumió en un aterrador silencio. Alarmado, el peli verde intento buscar sus signos vitales, dándose cuenta de que estos decrecían a una velocidad pasmosa.
Fugazmente, parte de la conversación que había tenido con Chopper la noche anterior acudió a su mente, recordando lo que le había dicho mientras este hacia su revisión periódica y cambiaba sus vendajes:
“-no lo sé, Zoro. El cuerpo de Sanji me tiene preocupado-le había comentado el renito, mientras revisaba sus heridas con cuidado- su desgaste físico es enorme. Inclusive yo estoy sorprendido que siga vivo…-tembló un poco, intentando mantener controlado su tono de voz- temo por su vida…temo que cualquier día la presión sea demasiada y…y su cuerpo colapse…-“
“-¿Por qué…porque me dices esto a mí, Chopper? ¿Por qué a mí y no a los demás?-pregunto preocupado el peli verde, conocía a la perfección al renito y sabia que algo muy grave debía estar ocurriendo para que le hablase de aquel tema solamente a él-”
“-porque si eso llega a pasar, sus signos vitales descenderán rápidamente y su corazón se detendrá-contesto Chopper, mirando seriamente al espadachín- es…es decir…que cuando eso ocurra, si es que llega a pasar, deberás dejarle marchas porque ya no hay vuelta atrás…todo depende de la fuerza de voluntad y las ganas de vivir de Sanji pero esto…esto es…casi como una cuenta regresiva hacia lo inevitable-”
-Sanji…te lo suplico…te lo imploro…no me dejes, por favor…-su voz, al principio suave, empezó poco a poco a adquirir un tono más elevado- haz lo que quieras conmigo…destrúyeme, humíllame, destrózame…pero no me abandones…no me dejes solo de nuevo en este mundo cruel…te necesito demasiado. Por favor, vuelve…no quiero perder a nadie más, no lo soportaría…te-te amo…te amo Sanji…¡¡NO ME DEJES!!-
Tsusuku (o tal vez no xD)