Xiumin se encuentra en su habitación mirando cosas en su ordenador. No sabe como ha acabado mirando lo que le muestra la pantalla. No sabe si llorar, si gritar, si simplemente dejarlo estar. Un nudo se le forma en su garganta. ¿Por qué las fans escriben cosas así de él? ¿No ven todo el esfuerzo que ha puesto ya? Así solo consiguen que se sienta peor a cada día que pasa, y ya no sabe que hacer para poder cambiar eso.
Sin darse cuenta nota como sus mejillas empiezan a estar mojadas. Por más que se limpia lo ojos las lágrimas siguen cayendo.
-Min Seok hyung. – dice Chen abriendo la puerta de la habitación.
Xiumin lo más rápido que puede minimiza la ventana del buscador y se vuelve a limpiar la cara lo más rápido que puede.
-¿Qué pasa? – pregunta Chen sin entender las acciones de Xiumin – ¿Estás llorando? – vuelve a preguntar a pesar de la obviedad.
-No, es q…
-No me digas que no. – le corta Chen sin dejarle terminar la frase – ¿Qué ha pasado? – insiste.
-De verdad que no pasa nada. – dice ahora más seguro Xiumin.
-A mí no me engañas. – continúa tajante Chen acercándose a Xiumin – ¿Qué estabas mirando en el ordenador que lo has quitado cuando he entrado? – sigue preguntando intentándolo hacer a un lado para mirar el ordenador.
-Jong Dae no. – dice Xiumin tratando de que no mire el ordenador.
-Hyung no hagas que haga una cosa que no quiero hacer. – dice forcejeando – ¿Qué es eso que estabas mirando? – continúa ganando terreno – Ya lo tengo, ¿pero qué…? – es lo único que dice Chen al abrir la ventana que estaba mirando.
-Kim Jong Dae, sal de aquí. – dice Xiumin intentando sonar serio.
-Hyung, ¿qué haces mirando estas tonterías? – pregunta volviéndose a Xiumin que se limita a mirar al suelo.
-No son tonterías. – se limita a responder.
-Claro que lo son. – contradice – Y odio que veas estas cosas, todos odiamos que te pares a leer la sarta de tonterías que van soltando algunas por ahí. ¿Por qué te empeñas en hacerte daño? – continúa intentando hacerle entrar en razón – ¿A caso no has perdido ya bastante peso? No sé si es que la gente está ciega o tienen un problema mental, pero por si no lo has notado se te marcan hasta las costillas.
-No me eches sermones Jong Dae. – continúa Xiumin sin cambiar su expresión – Nosotros vivimos de nuestra imagen y si a las fans no les gusta hay que cambiarla.
-Deja de decir tonterías. – se empieza a cabrear Chen – Te tenemos dicho que tú como estás, estás bien. No, antes estabas bien, ahora no lo estás. ¿Qué fue de mi hyung que se presentaba como un baozi y mostraba a todos su preciosa cara redonda? A las fans que de verdad le importas les gustarás, gordo o flaco, si de verdad te quieren eso no les debe importar.
Xiumin sin poder evitarlo comienza a llorar. Lleva sus manos a sus ojos tapándolos. Se siente mal consigo mismo y también con el resto. Se supone que es el mayor pero siempre tiene que cargar con que parece el más joven, eso si te paras a pensarlo no es del todo malo, pero él también quiere tener un bonito cuerpo que mostrar, claro que no es tan fácil como parece.
Chen se siente impotente y ve como el otro llora y no sabe que hacer para consolarlo pues sabe que aquí las palabras no bastan. Ya han hablado mil veces con él y no tiene caso seguir intentándolo. Pero algo en él hace que se mueva y llegue hasta donde se encuentra su hyung. Lo abraza y Xiumin se acomoda en su hombro. Chen empieza a notar como su camiseta se moja a causa de las lágrimas del otro y deja un pequeño beso en su cabeza. Se separa un poco y toma el rostro de Xiumin todo rojo entre sus manos estableciendo el contacto visual.
-¿Cómo le voy a gustar a alguien Jong Dae? – pregunta Xiumin – Si ni si quiera me gusto a mí mismo, ¿cómo? – vuelve a preguntar Xiumin.
-Para eso tengo respuesta. – dice Chen con una sonrisa mientras con sus pulgares limpia la lágrimas que derrama Xiumin – Hyung, eres amor, tienes un encanto natural para gustarle a la gente, más allá de lo que digan unas pocas idiotas. – continúa diciendo Chen – ¿Sabes una cosa hyung? – pregunta Chen recibiendo como respuesta un simple movimiento de cabeza de Xiumin en señal de negación – A mí me encantas. – termina de decir uniendo levemente sus labios a los de Xiumin.
Xiumin se queda quieto, no sabe que hacer, se queda helado al tacto de Chen. Al ser incapaz de moverse, no es capaz ni de apartarse ni de devolverle el beso. Realmente no sabe como corresponderle porque su cerebro no es capaz de emitir ninguna respuesta.
Chen se separa y se encuentra con los ojos de desconcierto de Xiumin. Su expresión le provoca una carcajada que lo deja aún más desconcertado.
-Min Seok hyung, no me mires así. – pide Chen intentando no reír – No hice nada malo.
Xiumin sigue sin decir nada, sus neuronas no conectan entre sí y no es capaz de elaborar una respuesta para darle, ni buena, ni mala.
-¿Min Seok hyung? – pregunta Chen zarandeándole un brazo – Te autocongelaste. – dice Chen riendo.
-¿Por qué hiciste eso? – consigue preguntar finalmente Xiumin.
-¿Por qué hice qué? – le intenta trolear.
-Me acabas de besar, no hagas como si la cosa no fuese contigo. – responde Xiumin.
-Tú has sido el que ha dicho que no le puedes gustar a nadie. – explica Chen – Y hyung, a mí me gustas. Pensé que por ser yo si te lo decía no me ibas a creer, por lo que he decido mostrártelo con un pequeño hecho, pero tampoco fue para tanto. – termina de explicar secando una lágrima que se escapa de uno de los ojos de Xiumin.
-Lo estás diciendo para hacerme sentir bien. – dice Xiumin sonriendo levemente.
-No hyung. – niega Chen – Ya te he dicho que me gustas, y mucho. – dice colocándole la en la nunca – Te lo he demostrado hace un momento, ¿o crees que voy besando a cualquiera que se me pone delante? – pregunta Chen riendo – De todos modos, si quieres, puedo volver a demostrártelo. – susurra haciendo que Xiumin dude pero asienta levemente y despacio con la cabeza.
Chen vuelve a unir su boca con la de Xiumin, pero ahora profundiza levemente y es correspondido. Sin profundizar, mantienen el beso, unos simples movimientos de labios hasta que Chen se separa despacio.
-Eres hermoso hyung. – susurra despacio – Mi baozi hermoso. – vuelve a susurrar haciendo que las comisuras de sus labios se marquen provocando que una leve sonrisa también aparezca en el rostro de Xiumin.
Por ese pequeño gesto Chen vuelve a juntar sus bocas en un beso, ahora un poco más rápido, un poco más sucio, mucho más deseado.