Cosas que Sanada odia por AmanthaB

Sanada no odiaba la navidad. No directamente, simplemente odiaba cada cosa insignificante de la navidad. Odiaba que Yukimura comprase un árbol de navidad. Odiaba que Akaya, tras esto, se dedicase a comprar adornos para el árbol; cada adorno más extravagante que el anterior. Odiaba que Akaya comprase dulces y cosas para la cena navideña. Odiaba que —unas semanas antes de la bendita navidad— Yukimura le dijese a Akaya que decorasen el árbol y este le dijese que sí como un niño pequeño con un nuevo juguete. Odiaba prácticamente poder ver los brillitos en los ojos verdes de Akaya. Odiaba que, al momento en el que Akaya y Seiichi estaban decorando, no pudiese resistirse a la mirada de ambos y terminase ayudando el también. Odiaba todo eso porque en esas fechas Akaya y Seiichi le exigían mucha atención, como gatitos de pocos meses, y él no podía resistirse a ninguno de los dos. 
Sanada podía ser muy romántico enamorado, era cierto, sin embargo era demasiado complejo admitir que se había enamorado de dos personas y para ser específicos: de dos chicos. Y que esos chicos se aprovechasen de su enamoramiento para obligarles a cosas que no le gustaban le dejaba mal parado… ya se empezaba a generar mala fama. A pesar de que ya llevaban años juntos, todavía le sorprendía el poder que tenían esos dos sobre su persona, y le sorprendía aún más el notar que incluso parecían tener más poder sobre sí mismo que antes. 

De Seiichi en parte lo comprendía, porque había sido su primer amor desde siempre y no era de sorpresa que tuviese ese poder sobre él, sin embargo Akaya era extraño y complejo para sí mismo. Desde el primer momento, cuando se apareció para desafiarlo le había llamado la atención pero luego reforzó ese interés mostrándose de diferentes formas. Podía ser ángel, demonio o una mezcla de ambos, cuando Akaya tenía catorce años era un joven esforzado —y no había cambiado con los años— y por eso le gustaba tanto. Daba todo de sí mismo en todo, a pesar de su forma de ser en la cancha, y eso le gustaba porque le recordaba de alguna forma a Yukimura. Sin embargo, luego Akaya dejó de recordarle a Yukimura y empezó a gustarle por sí mismo, no porque lo comparase en ciertos aspectos a Yukimura. Luego se enteró de la atracción entre Yukimura y Kirihara, y decidió entrometerse en medio. El cómo terminaron en una relación entre los tres era una historia larga, sin embargo todo empezó de esa manera. La primera navidad que pasaron juntos fue cuando tenían dieciséis y quince años (Yukimura, él y Akaya respectivamente). Desde entonces se había dado cuenta del amor que profesaba Kirihara por la navidad y sabía que era algo malo. 

A él desde siempre no le había gustado la navidad y sin embargo Akaya junto a Seiichi habían logrado que generase algo diferente a solo odio por la navidad. Si era con ellos, a Sanada le gustaba la navidad. Por solo una razón, porque la pasaba con sus novios.