Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Bienvenido a casa por Kurara

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Título del fanfic: Bienvenido a casa

Parejas: Wonkyu

Tipo: Yaoi.

Género: Familiar, romántico y fluff.

Clasificación: {G}

Advertencias: Ninguna.

Comentario de la Autora: Este One-shot es el vigésimo sexto de la serie de la familia ChoiCho que estoy escribiendo. Se pueden leer independientemente, lo único que necesitáis saber es que Siwon y Kyuhyun se han hecho cargo de Suho, el hijo de la hermana de Kyuhyun, tras la muerte de esta. Pero si queréis leerlos todos, los encontrareis ordenados en mi perfil de autora.

Notas del capitulo:

 
*Asoma la cabeza desde una esquinita y pide perdón a voces por demorarse tanto en subir el siguiente shot de esta familia*
Bueno... Hola!
Tengo mucho que decir de este shot a parte de disculparme por haber tardado tanto en subirlo.
Realmente estoy muy ocupada con la universidad, éste es mi último año y me absorbe demasiado, ahora ya estoy empezando mi proyecto final de la carrera y me temo que las cosas sólo van a ir a peor a partir de ahora, por lo que es posible que esta historia se quede estancada durante un tiempo.
Me gustaría que este shot os lo tomarais como el final de una primera temporada o algo así. Tengo muchas ideas en mi cabeza para continuar con ella, pero como ya he dicho, no dispongo del tiempo para ello, por eso creo que lo mejor es dejar un pequeño "final" para que cuando pueda ponerme a ello, pueda tomármelo con más ganas y empezar una segunda temporada como Dios manda.
No sufráis, os prometo que la continuaré, sólo os pido paciencia.
Y pasando a hablar del shot que aquí os dejo, me gustaría deciros que lo tuve en mi cabeza desde el mismo momento en que decidí hacer esta serie sobre la ChoiCho family, allí por el segundo shot o así, pero tardé mucho en escribirlo porque debía esperar al momento correcto y este momento es ahora, en el número veintiséis. Cuando lo leáis, comprenderéis porqué digo esto.
Esta historia, personalmente, es mi favorita de toda la serie. La trama, la forma en que conseguí escribirla, las sensaciones que creo que logra transmitir, la cantidad de tiempo que estuvo gestándose en mi cabeza... Todo ello ha hecho que sea mi shot favorito, espero que lo leáis con cariño.
En cuanto a la dedicatoria, este shot también es especial por ello, hay tres personitas que se colaron en mi vida un día como hoy hace cuatro meses y se merecían una dedicatoria en esta serie que es tan característica nuestra, además es un perfecto regalo de Navidad^^ Pixie, Rosale, Suho; este es mi regalito familiar para vosotras. Estoy muy feliz de haberos conocido y que me hayáis invitado a formar parte de esta extraña familia que hace que me olvide de todo y me pase horas pegada a la pantalla del portátil aunque me esté muriendo de sueño! Os quiero mucho! Así con cosas gheis y escarcha y todo <3
Y sólo me queda desear a todo el mundo una magnifica y mágica Navidad!

Bienvenido a casa

 

Tumbado en el sofá, con las luces y la televisión apagadas, Siwon estaba mirando al techo  con la cabeza llena de pensamientos. Estaba tan inmerso en su mundo que ni siquiera oyó a Kyuhyun entrar en casa. Hasta que el menor no encendió la luz del salón, no fue consciente de su presencia.

 

-Wonnie... -le llamó sorprendido de verlo allí-. ¿Qué haces a oscuras? -preguntó echando a andar hacia él mientras se quitaba el abrigo y los guantes.

 

-¿Nieva? -preguntó Siwon al ver el gorro de lana del menor con algunos copos de nieve.

 

-Sí, ha empezado cuando salía del restaurante -respondió Kyuhyun inclinándose un poco sobre él para darle un beso.

 

-Estás frío -comentó Siwon cuando Kyuhyun se apartó de sus labios.

 

Kyuhyun rió.

 

-Es que hace frío -le explicó desenrollándose la bufanda-. Estamos en noviembre.

 

Siwon asintió.

 

-¿Has acostado ya a Suho? -preguntó Kyuhyun.

 

-Sí, hace un rato -afirmó el mayor incorporándose un poco para dejarle espacio a Kyuhyun en el sofá-. No quería acostarse hasta que llegaras, pero de poco no se me queda dormido encima de la cena -comentó divertido.

 

Kyuhyun rió.

 

-¿Cómo ha ido la tuya, por cierto? -preguntó Siwon.

 

-Bien -afirmó el menor-. Sólo ha sido una cena de despedida. Na Young ha acabado hecha un mar de lágrimas y después querían irse a no sé dónde a beber, pero me he venido antes.

 

Siwon asintió.

 

-Bueno y ahora -comentó el menor sentándose en su regazo, de lado-. ¿Porqué no me cuentas que haces aquí a oscuras?

 

-Nada, sólo... pensaba -respondió el mayor colocando una de sus manos sobre su rodilla.

 

-¿Pensabas? ¿En qué pensabas? -preguntó Kyuhyun.

 

Siwon pareció dudar unos segundos.

 

-Tengo que hablar contigo, Kyuhyun -dijo repentinamente serio.

 

-Pues hablemos -aceptó el menor-. Cuéntame ¿qué pasa?

 

-Yo... He conocido a alguien en Hong Kong...

 

Kyuhyun le miró abriendo los ojos sorprendido.

 

-Cuando dices a alguien... -empezó entrecerrando los ojos.

 

-No, espera. No quería decirlo así -negó el mayor al percatarse de lo malinterpretables que eran sus palabras-. Es un niño -aclaró.

 

-¿Un niño? -preguntó Kyuhyun sorprendido.

 

Siwon asintió.

 

-Tú... ¿Has pensado alguna vez en que tengamos un hijo? -preguntó.

 

-Ya tenemos un hijo, hyung -le recordó Kyuhyun.

 

-No, ya, osea... me refiero a otro...

 

-¿Quieres adoptar un niño chino? -preguntó Kyuhyun sorprendido al comprender.

 

-No, él es coreano -respondió Siwon.

 

-A ver, hyung. Espera que no me entero -le detuvo-. ¿Quieres hacer el favor de empezar con esta historia otra vez? Desde el principio a ser posible -le pidió.

 

Siwon resopló.

 

-A ver... -empezó tratando de aclarar su mente-. En Hong Kong, nuestra empresa hace algunas donaciones, entre ellas a un orfanato de la ciudad -le explicó-. Hace un par de viajes, me llevaron a conocer el sitio y los niños que viven allí -le contó-. Hay un niño coreano viviendo allí.

 

-¿Un niño coreano en un orfanato chino?

 

Siwon asintió.

 

-Sus padres se mudaron a Hong Kong por trabajo. Arreglaron los papeles y consiguieron la nacionalidad para toda la familia, pero ellos murieron hace cuatro años en un accidente y los servicios sociales se hicieron cargo del niño porque no tiene más familia, ni siquiera aquí en Corea...

 

-Pobrecito...

 

-El caso es que desde que lo conocí he estado pensando en que... bueno... me gustaría... adoptarlo -soltó al final.

 

Kyuhyun le miró.

 

-¿Qué piensas? -quiso saber Siwon.

 

-Yo... bueno... no sé, hyung -confesó el menor-. Nunca había pensado en eso... Pensé que con Suho habíamos cumplido el cupo -bromeó.

 

Siwon se mantuvo en silencio, dejándole tiempo al menor para que pensara en ello.

 

-¿Crees que estamos preparados? -le mostró su preocupación.

 

Siwon rió.

 

-Ya hemos cuidado a uno Kyuhyun, no creo que otro sea mucho más difícil -le explicó-. Además él es mayor que Suho.

 

-¿Es mayor? -preguntó sorprendido-. ¿Qué edad tiene?

 

-Once -respondió Siwon-. Suho por fin tendría su tan ansiado hyung -dijo divertido.

 

Kyuhyun rió.

 

-¿Crees que se lo tomaría bien? -interrogó Kyuhyun-. Quiero decir... sí, puede que nos haya pedido un hermano, pero... ¿y si después cree que le quitamos atención o algo? -imaginó-. Ya sabes que está mucho más apegado a nosotros desde que se enteró que no... que no somos sus padres -murmuró.

 

Siwon acarició su mejilla con una mano y la deslizó hacia su nuca, enredando sus dedos suavemente en su cabello y atrayéndolo hacia él para dejarle un suave beso en la mejilla.

 

-Somos sus padres, Kyuhyun -aseguró.

 

-Sí, lo sé -afirmó el menor apoyando su cabeza en su hombro-. Pero... ¿te acuerdas cómo se lo tomó?

 

-Como para olvidarlo... -murmuró Siwon.

 

-¿Y si cree que queremos otro hijo porque ya no lo queremos? O lo que sea...

 

-Pues le haremos entender que le queremos igual que antes -aseguró Siwon-. Pero bueno, si se opone desde ya, pues dejaremos el tema...

 

Kyuhyun alzó la cabeza para mirarle.

 

-Pero...

 

-No voy a obligar a Suho a aceptar un hermano que no quiera -aseguró Siwon-. Además, creo que nos estamos precipitando mucho. No es como si fuera a traer al niño mañana mismo -bromeó.

 

Kyuhyun sonrió.

 

-Entonces... ¿qué? ¿Te parece bien? -preguntó Siwon un tanto nervioso.

 

Kyuhyun asintió y buscó la mano que descansaba sobre su muslo con la suya para entrelazar sus dedos con ella.

 

-Me parece bien -aceptó.

 

Siwon sonrió feliz y estiró su cuello para darle un beso al menor.

 

-Pero... ¿crees que podremos adoptarlo? -preguntó-. No creo que vaya a ser tan sencillo...

 

-Sí, también he pensado en eso -afirmó Siwon-. No creo que vaya a ser fácil -aceptó-, pero tampoco es como si no tuviéramos ninguna oportunidad -supuso-. Los dos tenemos trabajo estable, casa, un hijo al que ya hemos criado y que no es conflictivo ni nada parecido... Además en el orfanato ya me conocen, he ido un par de veces a verlos y creo que a él le gusto porque se pone contento cuando me ve -le contó-. Dice que hace mucho tiempo que no hablaba en coreano con nadie y no deja de hablar y hablar cuando estoy con él...

 

Kyuhyun escuchaba al mayor con una sonrisa. A Siwon le brillaban los ojos de la emoción y Kyuhyun podía ver la dicha en ellos. No creía que pudiesen haber tomado mejor decisión.

 

-Pienso que lo mejor sería que trataras de adoptarlo tú solo... -le dijo el menor una vez ya estuvieron metidos en la cama, después de una larga charla sobre el chiquillo. Kyuhyun ni siquiera le había visto y ya le parecía conocerlo.

 

-¿Yo solo? -preguntó Siwon sorprendido-. Pero... será nuestro hijo...

 

-Sí, lo sé -afirmó Kyuhyun colocándose de lado, sujetándose con un codo para poder mantener su cabeza en su mano-. Legalmente se supone que Suho es el mío, pero eso no significa que no seas su padre -le recordó.

 

-Pero...

 

-Creo que tendrás más posibilidades de que la adopción prospere si no saben que tienes pareja.

 

-Pero las parejas siempre tienen más posibilidades de conseguir una adopción que los solteros, Kyuhyun -trató de hacerle comprender.

 

-Sí, las parejas heterosexuales -especificó Kyuhyun-. No creo que te sea beneficioso que sepan que convives con un hombre.

 

-No voy a esconderme de eso, Kyuhyun -aseguró el mayor-. Sabes que nunca me ha importado lo más mínimo lo que la gente pensara y creía que tú eras igual -añadió mirándole serio.

 

-Sí y no me importa, ya lo sabes -aseguró Kyuhyun-. Pero tienes que ser racional en este asunto Siwon, sabes tan bien como yo que apenas te pondrán pegas a la adopción si la solicitas tú solo. Eres un hombre profesionalmente exitoso, con dinero en el banco como para criar a tres niños y con una casa a tu nombre...

 

-Además de que soy encantador...

 

-Además -aceptó Kyuhyun sonriendo divertido-. Creo que será más fácil si no estoy de por medio.

 

-Pero yo quiero que lo conozcas y trates con él antes de tomar la decisión definitiva...

 

-Bueno, lo haré si quieres -aceptó-, pero puedo ser simplemente tu amigo o... hermano...

 

-Amigo -sentenció Siwon-. Amigo está bien -añadió haciendo una mueca de horror ante la palabra hermano.

 

Kyuhyun rió y se acercó a él para abrazarlo.

 

-Entonces, ¿cuando vamos a Hong Kong? -preguntó Siwon acomodándose a su lado.

 

-No corras tanto -le detuvo Kyuhyun-. Antes hay que hablar con Suho -le recordó.

 

Siwon asintió.

 

-Tendremos un desayuno movidito entonces -apuntó el mayor.

 

Y Kyuhyun rió.

 

 

Suho se lo tomó sorprendentemente bien. La idea de tener un hyung le parecía tan maravillosa que ni siquiera reparó en el hecho de que eso invalidaba por completo aquella extraña conversación que había tenido con sus appas el día que le dijeron que sería imposible tener nunca un hyung porque él había sido el primer niño en llegar a aquella casa y por lo tanto siempre sería el mayor en ella.

 

A partir de ese momento, Suho no hacía más que preguntar cuando llegaría su hyung. Kyuhyun y Siwon, sorprendidos y agradecidos por la actitud del niño, decidieron planear un viaje para que Kyuhyun conociera al chico. Al final decidieron que irían en dos semanas, cuando Siwon debía volver a pasar una semana allí por su trabajo.

 

De ese modo, dos semanas más tarde, ambos salían de su habitación del hotel en el que se hospedarían para ir al orfanato. Iban solos, habían preferido dejar a Suho en Seúl, al cuidado de la hermana de Siwon. Suho había puesto morros y había hecho un berrinche porque él también quería conocer a su nuevo hermano, pero Siwon y Kyuhyun prefirieron dejarlo en Corea con la excusa de que no podía saltarse la escuela.

 

En realidad, Siwon y Kyuhyun no habían dejado que Suho les acompañara en ese viaje porque, si al final la adopción no podía llevarse a cabo, no querían que el niño se llevara una desilusión. Que se la iba a llevar igual de todos modos cuando le dijesen que no podría tener un hermano, pero creían que si no llegaba a conocerlo, el mal trago podría hacerse más llevadero. De todos modos, esperaban que las cosas fuesen bien y no tuvieran que darle semejante noticia al pequeño.

 

Cuando Siwon estacionó el coche que la empresa le había dado para su estadía en China en el orfanato, Kyuhyun pudo ver que se trataba de una institución religiosa. Siwon le había contado que aquellos niños estudiaban en el mismo lugar, había un par de profesores que impartían clases, por eso habían decidido ir a visitarlos por la tarde, cuando las clases hubiesen terminado.

 

El edificio era más grande de lo que él se esperaba, era un edificio de ladrillo algo antiguo pero no demasiado aviejado a desgastado, al menos no daba esa apariencia por fuera. Estaba rodeado por una alta valla metálica. A Kyuhyun no le gustó la comparación pero le dio la sensación que aquel lugar parecía una cárcel. Sin embargo cuando bajó del coche y rodearon el edificio para buscar la entrada, Kyuhyun vio que al lateral del edificio había un gran patio dónde varios niños jugaban a fútbol, sólo entonces se le ocurrió pensar que aquella valla tal vez estuviera allí para evitar que algún balón escapara a la carretera y, tras él, uno de aquellos chiquillos. Prefirió tomarlo como una medida de protección a una de retención.

 

-Ven, es por aquí -le indicó Siwon.

 

Kyuhyun fue tras él y le siguió al interior del edificio. Un pequeño hall les recibió en el que una mujer estaba sentada tras un escritorio.

 

-Señor Choi -le saludó en chino.

 

Siwon le devolvió el saludo y presentó a Kyuhyun como su "compañero de trabajo" antes de sumergirse en una densa conversación de la que Kyuhyun rápidamente desconectó al perderse en ese amalgama de palabras y oraciones en ese idioma que no dominaba del todo.

 

Cuando Siwon finalmente detuvo su charla con la chica, ésta les hizo una venia y les indicó que pasaran a la siguiente habitación. Kyuhyun y él le hicieron caso y pasaron al lugar.

 

-¿Qué te ha dicho? -preguntó Kyuhyun.

 

-Que podemos pasar a verle, está en el patio -le informó-. El director no está ahora por lo que deberé pasarme mañana o al otro para empezar con los trámites.

 

Kyuhyun asintió y siguió a Siwon por el pasillo. Parecía cómodo en aquel lugar, sabía por dónde moverse, lo que le hacía pensar a Kyuhyun que Siwon había ido más veces a ese orfanato de las que le había contado.

 

-¿Cuántas veces has estado aquí? -le preguntó.

 

-Unas cuantas -confesó-. Me trajeron aquí por primera vez hace... dos viajes -calculó-. Desde entonces he venido un rato cada día que he estado en Hong Kong.

 

Kyuhyun se detuvo sorprendido en el pasillo.

 

-¿Porqué no me lo habías dicho antes? -preguntó sorprendido.

 

Siwon se encogió de hombros.

 

-No sé -respondió-. Al principio sólo venía porque a él le gustaba hablar con alguien coreano -le explicó-. Y cuando tuve que volver la primera semana lo dejé muy triste así que no quería hablar de eso -le contó-. Y la última semana que estuve aquí, traté más con él y me cogió confianza. Ahí fue cuando pensé que quizá deberíamos adoptarlo -confesó-. Y bueno, cuando encontré el momento... te lo dije -le recordó.

 

Kyuhyun asintió.

 

-Sí, bueno, pero parece como si hubieras tenido esa idea desde el primer momento que trataste con él -se explicó Kyuhyun.

 

-Puede ser -respondió Siwon-. A lo mejor de forma inconsciente siempre lo pensé -aceptó-. Pero no le des más vueltas -le pidió acercándose a él-. No traté de ocultártelo -aseguró deteniéndose frente a él-. Te lo dije en cuanto lo creí oportuno -sentenció antes de inclinarse un poco y darle un piquito rápido.

 

-¡Hyung! -exclamó Kyuhyun mirando a ambos lados del pasillo-. ¿¡Estás loco!? -preguntó cuando se aseguró que nadie los había visto.

 

-Pero si no hay nadie -se defendió el mayor.

 

-Vas a terminar echando todo esto por tierra -le regañó echando a andar por el pasillo-. Ahora somos "compañeros de trabajo" -le recordó haciendo el signo de las comillas con los dedos-. ¿Está claro?

 

Siwon rió y le siguió.

 

Cuando salieron al patio, otra chica se acercó a Siwon para hablar con él, al parecer estaba vigilando a los niños mientras jugaban. Siwon de nuevo le presentó como su "compañero de trabajo" y le preguntó por el niño. La mujer les señaló hacia los chicos que jugaban a fútbol y Siwon asintió antes de echar a andar hacia el patio por uno de los laterales, tratando de respetar los límites de ese campo de fútbol imaginario. Kyuhyun fue tras él mientras miraba a los chicos, tratando de encontrar el rostro de aquel chiquillo de once años del que Siwon le había enseñado una fotografía.

 

El chico fue más rápido en verlos.

 

-¡Hyung! -la palabra en coreano fue inconfundible.

 

Un chico alto y delgado se separó corriendo del grupo de jugadores y se dirigió con grandes zancadas hacia dónde ellos se encontraban. No dudó ni un segundo en tirarse hacia Siwon, el cual ya le esperaba con los brazos abiertos para darle un gran abrazo.

 

-¿Cómo has estado, pequeño? -le preguntó revolviéndole el pelo de forma cariñosa.

 

-Bien -aseguró el chico con una sonrisa de oreja a oreja-. ¿Cómo has estado en Seúl? -le preguntó-. ¿Te quedarás más tiempo aquí esta vez?

 

Kyuhyun podía ver la emoción en los ojos negros del chico y como brillaban expectantes.

 

-Me quedaré una semana -respondió Siwon tratando de no decirle que se iba a quedar el mismo tiempo de siempre.

 

Pero el chico bajó la vista apenado.

 

-Pero, mira -trató de animarlo Siwon-. Hoy he traído a alguien que quiero que conozcas -le explicó.

 

El chico subió la vista de nuevo y se quedó unos segundos mirando a Kyuhyun.

 

-Hola -le saludó-. Soy Cho Kyuhyun.

 

El niño le hizo una ligera inclinación con la cabeza antes de quedarse viéndole fijamente.

 

-¿Eres el novio de hyung?

 

Kyuhyun agrandó los ojos sorprendido por las palabras del niño antes de que Siwon se echara a reír como un escandaloso.

 

-¿Se lo has contado? -preguntó Kyuhyun sorprendido.

 

Siwon asintió.

 

-Sí, claro que lo sabe -afirmó-. Te dije que no me escondo.

 

-Pero, hyung -le regañó-, esto puede traernos problemas para... seguir viviendo en Hong Kong -se corrigió a tiempo al ver la mirada de advertencia de Siwon.

 

Por un momento se le había olvidado que habían acordado no decirle nada al niño todavía sobre aquello. Al igual que no querían desilusionar a Suho si la adopción no era aceptada, tampoco querían darle esperanzas al niño por si la cosa no salía a flote.

 

-¿Es que los gays no pueden vivir en Hong Kong? -preguntó el niño extrañado.

 

-No es que no puedan -respondió Siwon-, pero está muy mal visto -le explicó-. Sobre todo en este tipo de sitios -añadió señalando el edificio, refiriéndose a la institución religiosa en la que se encontraban-. Así que mantengamos esto en secreto, ¿vale? -le pidió Siwon.

 

El chico asintió con una sonrisa.

 

-¿Juegas a fútbol con nosotros? -le preguntó señalando al grupo de niños que seguían jugando sin él.

 

-No -negó Siwon-. ¿Porqué no charlamos un rato? -le propuso.

 

El niño asintió no muy seguro y miró con algo de reticencia a Kyuhyun, como si por estar él ahí, no pudiese dirigirse a Siwon como lo hacía normalmente. Pero Kyuhyun trató de hacerle sentir cómodo y no pasó mucho tiempo antes de que el chico estuviera hablando por los codos como si los conociese a ambos de toda la vida. Siwon tenía razón el niño era un parlanchín. Para cuando fue la hora de dejar el orfanato, el chico no quería dejarlos marchar. Siwon tuvo que prometerle que volvería al día siguiente con Kyuhyun, lo que obligó a Kyuhyun a cancelar su vuelo de la mañana siguiente. Iba a quedarse un día más en Hong Kong.

 

Cuando al día siguiente regresaron al edificio, el chico ya les esperaba mirando impaciente a través de la valla que rodeaba el patio. Cuando Siwon y Kyuhyun ingresaron al edificio, no tardaron nada en ver al niño llegar corriendo por el pasillo para saludarles a los dos con un abrazo, con Kyuhyun pareció dudar un poco, pero al ver que éste le abría los brazos de igual modo que Siwon, no dudó en abrazarlo también.

 

Kyuhyun salió con él al patio, pero Siwon se disculpó diciéndole que debía tratar unos asuntos con el director del orfanato antes. El niño no se puso quisquilloso, sabía que el mayor trataba asuntos sobre las donaciones a la institución con él, así que le pidió que no tardara mucho y tiró de Kyuhyun para sacarlo al patio.

 

Inesperadamente, Kyuhyun se encontró a los pocos minutos parado frente a una de las improvisadas porterías de fútbol de aquel patio, recibiendo balonazos de más de veinte niños. Siwon le encontró de esa guisa y no pudo evitar echarse a reír al verle. En todo el tiempo que llevaban juntos, no le había visto practicar un solo deporte y, ahora, se lo encontraba de portero entre un cubo de arena y una botella de plástico que hacían las veces de postes.

 

-¡Hyung, no te rías y ven a jugar! -le apremió el chico al verle y Siwon no dudó en unirse al juego.

 

Para cuando llegó la hora de marcharse, los tres estaban empapados en sudor y faltos de aire. Kyuhyun se despidió de él diciéndole que regresaba a la mañana siguiente a Seúl y el niño de poco no se les pone a llorar, menos mal que Siwon le aseguró que él se quedaría todavía unos días. El niño se abrazó fuerte a Kyuhyun antes de despedirse. Kyuhyun le prometió que vendría a verle más adelante y el chico pareció quedarse más contento con esa promesa.

 

 

Siwon no le contó nada al niño hasta que no pasaron tres meses de trámites y tuvo la palabra de los servicios sociales y el orfanato que el chico podría marcharse con él a Corea cuando hubiesen arreglado todos los papeles pertinentes, pues durante aquellos tres meses habían comprobado las referencias y demás requisitos que necesitaba cumplir para poder adoptar. El director del orfanato le dijo que el hecho de estar soltero había alargado más el asunto, pero como era uno de los inversores principales del orfanato y tenía buenas referencias de la empresa y una casa con un cuarto ya listo para el niño (el cuál en realidad era el de Suho, pues llegó una inspectora por sorpresa a su casa para asegurarse que el domicilio contaba con todo lo necesario para el cuidado y la manutención de un niño y la mujer tomó el cuarto de Suho como el disponible para el chico, impresionada de que ya estuviera listo incluso sin estar seguro de que la adopción sería aprobada) el asunto terminó saliendo favorable para él, además que él también había presionado un poco al comité diciéndole lo atento que era con el chico y lo mucho que el pequeño lo apreciaba.

 

De ese modo, cuando Siwon estuvo seguro de que las cosas saldrían bien, habló con él. El niño rompió en lágrimas cuando Siwon le dijo que, si él quería, podría irse a vivir con él, Kyuhyun y Suho. Siwon ya le había hablado de Suho. El niño no podía ser más feliz en ese momento, Siwon era una persona que se había portado muy bien con él y al que quería casi como un padre, no podía imaginarse que en poco tiempo, podría dejar aquel orfanato y marcharse con él. Siwon no se separó de él en todo ese día y le prometió que seguiría yéndolo a ver cada día que estuviera en Hong Kong hasta que los papeles que faltaran por arreglar estuvieran listos.

 

Un mes más llevó arreglar los papeles. En el momento que Siwon firmó el papel que le otorgaba el título de padre legal del chico, no pudo evitar pensar en Kyuhyun y en Suho, lo que les habría gustado a ambos estar ahí en ese momento.

 

Cuando el chico se despidió de todos sus compañeros y cuidadores del orfanato, Siwon lo llevó a su hotel, esa noche la pasarían en Hong Kong y a la mañana siguiente cogerían el avión a Seúl. Esa noche, Siwon le ofreció dormir en otra habitación si así lo quería, pero él le pidió si le dejaba dormir con él. Siwon asintió con una sonrisa y ambos se metieron en la cama de matrimonio de la habitación de Siwon.

 

-¿No puedes dormir? -le preguntó Siwon ya bien entrada la noche, pues el chico no dejaba de dar vueltas en la cama.

 

-Perdón -se disculpó.

 

-No tienes que pedirme perdón -negó el mayor arropándolo un poco con la sábana-. ¿Qué es lo que pasa?

 

-Estoy nervioso... -confesó el chico-. ¿Y si no le gusto a Suho? ¿Y si Kyuhyun hyung se cansa de mí? ¿Me devolverás al orfanato? -preguntó asustado.

 

Siwon pasó un brazo por encima de su cintura y le atrajo hacia él tratando de reconfortarlo un poco.

 

-Nunca tendrás que volver al orfanato -declaró con voz segura-. Nosotros nunca te devolveríamos a él -aseguró-. Kyuhyun no se va a cansar de ti y a Suho seguro que le gustas -trató de convencerlo-. Ya sé que es raro que no le hayas conocido todavía, pero...

 

-Sí, ya lo sé -afirmó él-. No podías arriesgarte a que descubrieran que Kyuhyun hyung y tú sois los appas de Suho...

 

Siwon asintió.

 

-Pero... Yo... Hyung... no quiero volver al orfanato... -insistió.

 

-No volverás -aseguró.

 

-¿Me lo prometes? -le pidió enseñándole su dedo meñique-. ¿Aunque Kyuhyun hyung se canse de mí? ¿Aunque Suho no me quiera como hermano?

 

-Te lo prometo -afirmó Siwon entrelazando su meñique con el del niño y juntando sus pulgares-. Siempre vas a tenerme a tu lado. Pase lo que pase.

 

El chico le sonrió y se acurrucó un poco contra él, Siwon lo arropó de nuevo y se acomodó a su lado. Varios minutos más tarde, cuando pensaba que el crío ya se había dormido, volvió a hablar.

 

-Hyung...

 

-¿Qué? -preguntó mirando hacia abajo para verle con el rostro escondido en su pecho.

 

Hubo un largo silencio en el que Siwon creyó que el chico solamente había hablado en sueños, pero al final el niño dijo una última palabra:

 

-Gracias.

 

 

Cuando los rayos de sol se filtraron por las cortinas de la habitación, el niño despertó, parpadeando repetidas veces antes de conseguir acostumbrarse a la luz de la habitación. Miró a su alrededor y al reparar en el reloj despertador de la mesita de noche, de repente, recordó algo.

 

-Hyung... -llamó a Siwon-. Hyung... -insistió zarandeándolo un poco.

 

Los párpados de Siwon temblaron un poco antes de abrirse del todo.

 

-¿Qué pasa? -preguntó-. ¿Tienes hambre?

 

-No -negó el chico-. ¿A qué hora sale el avión? -preguntó.

 

-Eehh... -Siwon trató de despejar su mente-. A las once, pero tenemos que estar en el aeropuerto a las nueve -aclaró mirando al reloj de la mesita viendo que todavía eran las seis y media de la mañana-. ¿Porqué te despiertas tan temprano? -aún les quedaba otra hora de sueño.

 

-Hyung... ¿podemos ir a un sitio? -le pidió.

 

Siwon le miró confundido.

 

-¿Un sitio? ¿A estas horas?

 

-Es importante -insistió el niño-. Tengo que ir antes de que nos marchemos...

 

Siwon dudó unos segundos. Era temprano, pero como se entretuvieran mucho podían llegar a perder el avión.

 

-Está cerca -aseguró-. Podemos ir andando...

 

Siwon le miró dándose cuenta de la insistencia del chico, por su expresión parecía importante.

 

-Está bien -aceptó-. Pero no podemos demorarnos mucho -le avisó.

 

-Será poco rato -le prometió saltando de la cama para llegar hasta sus maletas y sacar de ella ropa de calle.

 

Siwon se puso en pie y le imitó.

 

Cuando Siwon se vio cuarenta y cinco minutos después en el cementerio, abrazado al pequeño mientras sollozaba, pensó que lo mejor habría sido negarle al chico su petición. Pero también lo comprendía, el niño quería despedirse de sus padres antes de dejar el país.

 

-Mira... No sé muy bien como funciona eso, pero... Si quieres... podemos hacer que trasladen sus tumbas a Seúl -trató de consolarlo-. Podrías visitarlos más a menudo...

 

Pero el niño negó antes de que le diese tiempo a decir algo más.

 

-Ellos querían ve-venir a Hong Kong -le explicó entre lágrimas-. Era su deseo venir aquí y vi-vivir aquí. Así que... deben quedarse aquí.

 

Siwon asintió y le abrazó con más fuerza.

 

-Te traeré siempre que quieras -le prometió.

 

Y el pequeño asintió agarrado con fuerza a su cintura.

 

 

A mediodía, el niño retorcía nerviosamente el bajo de su camiseta en el asiento trasero del taxi. Había pasado todo el viaje en avión durmiendo y en un abrir y cerrar de ojos se vio en Seúl. No tenía muchos recuerdos de la ciudad, pero tenía ganas de volver, estaba emocionado con ello, pero en ese momento los nervios podían más. Sobretodo cuando Siwon le dijo que Kyuhyun no había ido a buscarles al aeropuerto porque Suho había estado tan nervioso el día anterior que no había podido dormir nada y ahora era imposible despertarle. Eso le sonó a excusa, seguro que Kyuhyun no había ido porque se arrepentía de haber dejado que Siwon lo adoptara. Seguro que ya no lo quería en la casa.

 

Todos sus temores se acrecentaron cuando se vio parado frente a la puerta del piso al que Siwon le había llevado dentro de aquel gran edificio. ¿Y si Kyuhyun ya no le quería con ellos? ¿Y si Suho no quería un hermano? ¿Y si Siwon se cansaba de él? ¿Y si un día se enfadaban con él y lo echaban?

 

-Tranquilízate -le pidió Siwon buscando en sus bolsillos las llaves del piso.

 

Pero le era imposible. Sus manos sudaban y sentía la garganta seca cuando Siwon dio con la llave y abrió la puerta. De repente, sintió que algo golpeaba contra él, bajó la vista asustado y se encontró con que un niño de cabellos morenos abrazaba su cintura.

 

-¡Hyung! -le llamó mirándole con unos grandes ojos chocolate.

 

-¿Suho? -preguntó.

 

El niño asintió con una enorme sonrisa y giró la cabeza para mirar hacia el rellano.

 

-¡Appa! -exclamó mirando a Kyuhyun parado en el recibidor con una gran sonrisa-. ¡Ha llegado!

 

Kyuhyun asintió y dio dos pasos hasta detenerse frente a ellos y agacharse un poco para abrazarlos a los dos a la vez.

 

-Bienvenido a casa, Minho.

Notas finales:

Y bueno, hasta aquí por el momento. Muchas gracias a todas por leer estas historias, no habría sido posible llegar hasta aquí sin vuestro apoyo, vuestros comentarios siempre me animan a escribir. Espero que cuando pueda publicar los siguientes, sigais apoyándome.

Tened una hermosa Navidad!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).