Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

EL PRETENDIENTE por DRAGIOLA

[Reviews - 10]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Harry Potter no me pertenece, sino a J.K.R de quien utilizo esta grandiosa historia para crear fics sin fines de lucro y con el unico fin de entretener.

Notas del capitulo:

Feliz Navidad, Feliz Navidad, Feliz Navidad, atrasada pero en fin Felices Fiestas para todos, las pasadas y las por venir. 

 

 

 

 

EL PRETENDIENTE

 

 

 

 

 

 

 

Y ahí estaba de nuevo, parado en aquella esquina como si no fuera la gran cosa, creyendo que no sabía lo que se proponía como cada dia desde que se me confeso, fastidiándome como siempre.

 

 

-Malfoy-

 

-Ahora no- respondí con fastidio.

 

-Malfoy hey, solo quería-

 

-No me interesa- respondí cortante para que me dejara en paz, aunque sabía que aquello no sería tan fácil.

 

-Sal conmigo-

 

-NO- respondí con firmeza.

 

-¿Por qué no?-

 

 

Le miro con desdén, con la vana esperanza que eso lo denigré o le moleste de tal forma que me deje en paz solo por ello, pero no es asi, ya no más. Y en su lugar, solo veo una estúpida sonrisa en su rostro y es cuando extraño los tiempos pasados.

 

 

-Déjame en paz Potter-

 

-¿O qué? Se lo dirás a tu papito-

 

-¡Cuidado con lo que dices imbécil!- apenas lo amenazo veo su arrepentimiento, pero no es por temor a las represalias, claro que no, el muy bien sabe que mi padre ya no tiene el suficiente poder para hacer temblar ni a una mosca, ni mucho menos el coraje para hacer justicia por sus manos por algo tan vano como esto para terminar la condena que debía finalizar en Azkaban, pero que gracias a sus últimas influencias y a la misericordia de sus conocidos lleva a cabo en nuestro hogar hace más de un año.

 

 

-Perdóname-

 

 

Le esquivo de mala gana, no deseo escucharle, no deseo hablarle, ni verle. Solo pasar de el como todos los malditos días que me quedan de vendita universidad. Entonces siento su mano apresar mi brazo y le miro con ira iracunda sin que a este le importe lo más mínimo.

 

 

-Por favor, solo sal con migo, solo una vez y después-

 

-¡Después!- me zafó de el con violencia –después nada, porque entre tú y yo no puede haber nada Potter, porque entre tú y yo hay un mundo de diferencias, porque entre tú y yo, ya hay una historia o acaso debo recordártelo, ¿debo?-

 

-Pero esa es historia pasada y yo hablo del ahora, de nuestro futuro, de nuestro presente y por eso creo que nos merecemos una oportunidad y-

 

 

No puedo evitar reírme en su cara y es que si el idiota piensa que con ese discursito barato conseguirá algo, está muy equivocado.

 

 

-En tus sueños Potter-

 

-Pues entonces ahí nos veremos, noche tras noche, hasta que me concedas una cita- sonríe con aquella expresión estúpida que ya he aprendido a odiar.

 

-Vete a la mierda- le suelto escuchando una reprimenda de su parte que no estoy dispuesto a recordar.

 

 

Le detesto tanto que solo para quitármelo de encima un buen dia tomo de las solapas a un mago cualquiera en pleno festejo anual y me lo llevo entre risas hasta el cuarto de aseo. Escucho sus paso fuera de este, escucho su indecisión entre hacer o no algo y me divierte, pues estoy listo para darle una lección, la más grande lección que se llevara en su miserable vida y es que yo, Draco Malfoy, seré de cualquiera, menos suyo.

 

 

Y es asi como entre la rendija de la puerta un par de ojos esmeraldas chocan con los míos, fijos, inquietos, curiosos. Para verme gemir, ¡sí! Gemir, agarrarme con desesperación, afianzarme con ímpetu y empujarme sobre aquel que me sostiene contra una pared mientras me jode. Y rio o eso es lo que deseo pero entonces siento como mi compañero cae al suelo y yo a un costado suyo. Una mancha nubla por fracción de segundos mi vista y solo puedo escuchar los reclamos de mi pareja y los insultos de la mole que sin tregua alguna le golpea sin piedad. Me espanto, jamás creía que reaccionara, al menos no de esa forma e intento impedir tal barbarie pero entonces el me empuja.

 

 

-¡No te metas!-

 

-¡Potter acaso te has vuelto loco, suéltalo, déjale ya!-

 

-¡No!-

 

-¡Lo vas a matar déjalo, déjalo!- le insisto intentando de quitarlo de encima del pobre infeliz pero solo consiguiendo que me aparte y me lance un hechizo.

 

-¡Incarcerius!-

 

 

Asi es como debo cerrar los ojos para no ver como continua la sangre emergiendo del rostro del pobre Tim y obligándome a no escuchar sus gritos, sus lamentos, ni los insultos de Potter.

 

 

-¡Nunca más, nunca más, vuelvas a poner tus sucias manos sobre el! Me escuchaste, nunca más, ¡nunca!-

 

 

Desmadejado, lloriqueando en un rincón, el pobre chico apenas y se atreve a mirarme para cuando Potter lo deja en paz para darle como última advertencia una patada en el estómago y tomarme con rudeza de los brazos para hacernos desaparecer del lugar al instante.

 

 

Le exijo que me suelte, que me deje ir, hasta le insulto pero nada parece surtir efecto en él y cuando por fin me pone atención, cuando por fin obedece mi primera orden, me doy cuenta que estoy en un cuarto de baño, en una tina para ser más exactos y que el agua fría comienza a correr sobre mi cuerpo obligándome a lanzar un chillido por esto.

 

 

-¡Pero…que maldita…esta fría!- reclamo para sentirla luego salir tibia, mientras unas manos me arrebatan mi túnica y comienzan a indagar en mi cuerpo -¡pero qué diablos crees que haces!-

 

-Limpiarte-

 

-¿Qué? ¡Suéltame Potter, déjame, déjame ahora!- le grito furioso golpeándolo en la espalda que es lo primero que tengo a la vista.

 

-¡No! ¡él te ensucio, te mancho, debo limpiarte, debo!-

 

-¡Pero de qué demonios hablas Potter!-

 

-¡Pues de! ¡De…de!- me mira con dolor, con rabia, creo que desea apuntar mi entre pierna, creo que desea que entienda algo, mas no lo hare, no, porque está loco y yo no entrare en su locura, no esta  vez.

 

 

Lanza un grito que más que grito parece un aullido de dolor, me tira la esponja con que me refregaba y se marcha dejándome atónito por todo lo que ha pasado y creo entonces fervientemente que la guerra realmente ha hecho meya en la pobre cordura del cara rajada.

 

 

Ya no lo he visto desde ese dia y doy gracias a Merlín por ello, porque no podría soportar verle después de aquello, no porque me sienta arrepentido ni mucho menos, solo que no soportaría la vergüenza que me ha hecho pasar, el verle otra vez me retuerce las entrañas y el pensar siquiera en lo indefenso que me hizo sentir entre sus garras mientras me bañaba, simplemente me repugna.

 

 

Siento las miradas de ira contenida que me dirigen sus amigos y creo saber porque, Potter ha dejado de asistir a sus clases, días que sin duda serán un problema para pasar el año, más que para mí son un verdadero descanso de su acoso habitual. Ellos me observan, me lanzan indirectas, hasta chocan por error conmigo, sin que yo les preste atención, hasta que un dia ya no puedo más y les reclamo.

 

 

-¡Me quieres explicar que te pasa Wesley!-

 

-Eso debería preguntarte yo a ti escoria-

 

 

No pienso empezar una pelea, no cuando me he hecho una buena reputación entre los maestros, no cuando todos si bien me repudian al menos me dejan en paz.

 

-Vete al infierno-

 

-¡No, ahí será donde termines tu maldito hurón!-

 

-Como me llamaste comadreja de mierda- lo sé, no debí hacerlo, mas no puedo arrepentirme ya, ni soportar tanta basura de su parte.

 

-¡Ron, no! No vale la pena, vámonos-

 

 

Sonrió con satisfacción, pues la sangre sucia me quitara un gran peso de encima.

 

 

-Eso, hazle caso a tu…¿novia?- digo sin pensar para desear morderme la lengua pues Wesley se da la vuelta para continuar con la discusión.

 

-Si Malfoy, es mi novia, Hermione es mi novia-

 

-Como si me importara- le respondo con cansancio.

 

-Claro que no te importa, asi como tampoco debe importarte porque Harry no ha venido a clases, cierto-

 

-Y porque debería importarme Granger- le respondo al escucharle tal recriminación de su parte, como si el otro fuera algo mío.

 

-Eres una mierda, no sé cómo el…como mi hermano…¡diablos!- recalca furioso la comadreja agarrándose de las mechas -¡No lo entiendo!-

 

-Tranquilo Ron- le pide la sabionda notando como se pone rojo de ira.

 

-¡No, es que no entiendo cómo pudo pasarle esto!- reclama apuntándome -¡cómo pudo enamorarse de....! Malfoy- dice con desdén.

 

-Que puedo decir, soy irresistible, hasta para el mismísimo chico que venció- les suelto sonriendo lo más campante que puedo viendo su clara de molestia por esto.

 

-Maldito ingrato, al menos podrías darle una oportunidad, después de todo lo que ha hecho por ti-

 

-Basta de sermones Granger, que él no ha hecho nada por mí-

 

-Hablo en los juicios a favor de tu madre y de ti imbécil-

 

-Si lo hizo fue porque era lo justo- contesto molesto pues eso será algo que tendré que cargar hasta mi muerte y lo detesto, tener que deberle algo a ese cara rajada, a ese patético proyecto de héroe por error.

 

-Lo justo- bufa la comadreja –quizás con ustedes pero que hay de tu padre-

 

-Ron, no- le recrimina Granger suplicándole con la mirada que no diga algo, pero es tarde, porque su novio se regocija en soltar lo que tiene atorado en la garganta, pero si piensa que me amilanaré por ello está muy equivocado.

 

-Si Huron, gracias a Harry tu papi no está en este mismo momento pudriéndose en Azkaban, siendo visitado por dementores para quitarle lo poco de cordura que le quedaba antes de entrar nuevamente en este-

 

-Eso no es cierto, el Wizengamot le concedió su venia por sus servicios prestados en el pasado- digo con autosuficiencia para ver su socarrona sonrisa en su pecoso rostro.

 

-Por favor Malfoy, en serio crees que alguien del Wizengamot  se arriesgaría a pedir  clemencia por la mano derecha de Vol…- siento su miedo al intentar nombrar a ese ser que hasta a mí me causo más de alguna pesadilla –Vol…-

 

-Voldemort- termina la frase por él, yendo en su ayuda su noviecita para el tomar aire y continuar.

 

-En serio lo crees-

 

 

No puedo contestar, pues si antes cegado por mi orgullo llegue a pensar eso, si llegue a creer que algo de gratitud aún existía entre ese grupo de vejetes del ministerio para con mi familia, ahora sé que estaba equivocado, pues ni nosotros al estar libres de culpas haríamos tal locura al estar en sus zapatos.

 

 

-Harry lo hizo, les solicito clemencia una y otra vez, hasta que por fin se lo concedieron a cambio de-

 

-¡No me interesa!-

 

-Maldito ingrato es de tu padre de quien hablamos-

 

-A mí no me consta, pero si es asi,  pueden agradecerle de mi parte a Potter por su gesto para con mi familia-

 

-Porque no se lo das tú en persona, quizás en- Granger, Granger, siempre creyéndose más lista que los demás, pero no lo es y se lo voy a demostrar.

 

-Porque yo no se lo pedí y no voy a pagar un favor con otro, mucho menos cuando a mí no me consta-

 

-Pero como puedes decir eso cuando Harry se humillo por conseguirle la libertada a tu padre-

 

 

¿Se humillo? Me pregunto qué tanto fue eso, que tanto habrá tenido que asistir a una que otra fiestecita, que tanto tuvo que fingir estar de acuerdo con alguna política mediocre en su calidad de miembro del Wizengamot gracias a su sobre valorada Azaña de matar al Señor Oscuro y no puedo evitar soltar un bufido que molesta de sobre manera a la comadreja.

 

 

-¡Al menos podrías aceptar salir tan solo una vez con el!-

 

-¡No!-

 

-Solo una vez- me pide casi suplicante Granger.

 

-Jamás-

 

-¡Solo para que se dé cuenta de la basura que eres!- pide exasperado el peli rojo ante mi.

 

-Quizás para ti y para tu hermana eso sea lo ideal Wesley, pero yo no pago los favores que no pido con mi cuerpo- y apenas termine esta frase sentí  un terrible ardor en mi rostro provocado por su monstruoso puño en este.

 

 

 Wesley siempre sería un bruto, con o sin condecoraciones, siempre lo seria y la prueba de ello estaba ahora mismo frente a mí, en mi reflejo, en aquel moretón que por poco no termina siendo peor gracias a Granger que lo lanzo lejos de mí en cuanto se me tiro de lleno para golpearme a sus anchas. Maldito, malditos todos, el, Granger, sus amigos, sus fans, y sobre todo Potter por obsesionarse con mi persona. Pues bien, si solo era eso, si tan solo eso era lo que deseaba, aquella obsesión de Potter terminaría ese dia, asi tuviera que romper mi mayor promesa.

 

 

La expresión en el rostro de Potter era un poema, el muy idiota apenas me vio en la entrada de su hogar no supo cómo reaccionar, ni siquiera como pedirme que entrara teniendo que ser yo quien tomara la iniciativa por él. Se mostraba confundido pero aun asi feliz. Respire hondo, tome valor y le dije lo que tenía que decirle para escuchar la más grande tontería que podía a esas horas del dia.

 

 

-No es eso lo que quiero Draco-

 

-Malfoy- le recalco, pues no quiero ese tipo de confianzas entre nosotros.

 

-Mi amor es sincero Dra…Malfoy, cuando te dije que te amaba no lo hice porque deseaba acostarme contigo, sino porque quiero tener una relación contigo, por eso-

 

 

Quiero reírme, porque ya he escuchado esta sarta de tonterías antes y por ello contra ataco.

 

 

-Me amas, ¿en serio?-

 

-Si-

 

-Que amas de mí-

 

-Todo-

 

-Todo he, asi que amas la forma despectiva en que trato a la gente- el niega con la cabeza mirando al suelo –amas como me mofo de los pobretones de los Wesley, amas como insulto a la sangre sucia de tu amiguita o… amas la forma en como jodia aquel mago hace un mes atrás - Noto su furia contenida en aquel par de ojos que parecen en esos momentos un Avada potente y siento algo de temor, pues sé de qué es capaz pero me resisto, me resisto a tener miedo, me resisto a seguir huyendo y me resisto a dejar pasar esto más allá de este dia. -Tal como creía Potter-

 

-No sé porque te amo, vale- recalca molesto –Pero lo hago, te amo- me dice empuñando sus manos  –Sé que es algo estúpido y que quizás nadie entienda pero alguien alguna vez dijo que el amor era ciego…¡y es cierto! Pues te amo, con todos tus defectos, por más estúpido que suene, te amo-

 

-Pues gracias- suelto desdeñosamente arrepintiéndome de aquella locura por primera vez.

 

-Pero también con todas tus virtudes- dice endulzando su voz.

 

-Vaya, gracias por ello y se podría saber cuáles son-  digo con diversión sin creer que aquel idiota lo haga.

 

-La forma en la que prestas atención en clases, como le ganas a Hermione en ciertas tareas, como arugas la nariz cuando estas molesto, como sonríes cuando realmente te sientes feliz, como le tendiste una mano a Goyle cuando no se lo merecía-

 

-Vaya- solté sin saber porque –Asi que eres mi acosador privado-

 

-No, claro que no-

 

-Creo que esto ha sido un error- digo levantándome de golpe del sillón.

 

-¡Espera Malfoy! Por favor, quédate, si lo que no deseas es que te vean conmigo, está bien, lo entiendo- me dice como si yo temiera a la muchedumbre que de seguro querrá mi cabeza al pensar que he embrujado a su bien amado héroe de pacotilla –Pero qué tal si cenamos a aquí, en mi casa-

 

 

Merlín, como he podido acceder, como he podido, así, claro, para sacármelo de encima de una buena vez por todas.  Y asi es como termino cenando con Potter no solo esa noche, sino otras dos más y luego tres y para cuando me doy cuenta que ya es casi a diario mi madre me llama la atención por ausentarme siempre a esas horas que son las únicas en las cuales compartimos como la familia que somos.

 

 

-Te extrañe ayer, prepare lasaña sabes-

 

-Como podría saberlo si no estuve aquí Potter- el en vez de molestarse por mi ataque solo sonríe como idiota y creo que es adorable, Merlín, he pensado aquello acaso, bueno si, pero solo porque me da lástima.

 

-Vendrás esta noche…a cenar- me pregunta esperanzado y por primera vez siento un pinchazo en mi pecho algo que solo he sentido pocas veces en mi vida y que mi padre me prohibió volver a sentir a menos que fuera por un miembro de nuestra familia…….Pero es tarde y la culpa de ver aquella expresión decepcionada de Potter es más fuerte que yo, y ahora ya no puedo negarme, ya no más.

 

 

Ya no quiero sentir esta culpa, ya no quiero decepcionar a mis padres, tampoco a Potter, pero mucho menos a mí, y es por eso que esa noche he decidido que será la última cena que comparta con él.

 

 

Se sorprende cuando lo beso pero no es el único, pues nunca creí lo delicioso que serían esos labios contra los míos, ni mucho menos lo demandantes que serian.

 

 

Nos vamos a tropezones hasta su cuarto por petición mía y él no se niega para nada.

 

 

Y es asi como terminamos en la cama follando de lo lindo, yo chillando como una venerable puta, mientras el me empina su nada despreciable miembro por el culo haciéndome sentir en las nubes.

 

 

-Mío…mío…mío…- le escucho gemir embestida tras embestida, mientras que yo solo puedo gemir suplicando porque ese momento de éxtasis no se acabe nunca.

 

 

Me agarro a sus brazos desesperado, tanto que le entierro mis uñas para escuchar un ¡siiiiiiiiiiii! Retumbando en el cuarto, siento como abandona mi cuerpo de improviso.

 

 

-Pero que- apenas alcanzo a reclamar para ser dado vuelta y puesto en cuatro.

 

 

Vuelve a inundarme con su miembro, mientras sus manos se afianzan de mis caderas y yo nada de lento, ni perezoso doy mi mayor esfuerzo auto embistiéndome en esa posición cada vez que el cree penetrarme.

 

 

Le agradezco a Merlín, le agradezco a los padres de Potter, le agradezco hasta los idiotas de sus amigos por lo que estoy sintiendo en ese momento y es que es algo que va más allá de mis limites, de mi conciencia.

 

 

-Mas…mas…mas…mas….-

 

 

Me he vuelto completamente loco de placer, estoy a merced suyo, a sus manos santificadas que acarician mis pezones con lujuria, mas no con violencia, de su cuerpo de adonis que me acobija con placer, de su vendito miembro que roza mi próstata continuamente causándome un suplicio ligero que luego se transforma gracias a la nueva posición de mi cuerpo en mi gloria personal y es por eso que no me importa obedecer sus ordenes, que no me importa ponerme meloso, ni mucho menos el aceptar su simiente en mi interior llenándome por completo.

 

 

Merlín, Merlín, vendito Merlín, hace cuanto que no tenía sexo pero sexo del bueno, ni yo mismo podría estar seguro.

 

 

Y entre los brazos, caricias y besos de Potter me quedo dormido, sin saber que ese no será el final que tanto anhelaba, sino el principio de algo que ni siquiera yo sabré como acabar.

 

 

 

 

 

 

 

Fin

Notas finales:

Bueno espero que les haya gustado, este es mi pequeño regalo de Navidad, aun si no esta ambientado en las fiestas, tenia otro pero al final no lo puede acabar a tiempo y lamentablemente no he tenido mucho tiempo por el trabajo, las fiestas y el maldito calor que asota por donde vivo, asi que, bueno subi este.

Como siempre, gracias por leer y mucho mas por comentar, hasta la proxima.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).