-Nos casaremos cuando crezcamos, te lo juro. – Una radiante sonrisa daba en el rostro de Naruto. A la vez le ponía un pequeño anillo a Sasuke – Se que no es bonito, pero después te comprare uno mejor. - Dijo cuando cruzaron sus miradas.
-Para mí es bonito – Un sonrojo apareció en Sasuke – Lo conservare demasiado, es muy importante para mí – Se dirigió a Naruto y le dio un beso en su mejilla
-Entonces es una promesa – Una gran sonrisa se mostraba en un pequeño rubio de ojos azules que en ese momento estaban brillando dando entender que estaba emocionado.
-¡Sí! – Firmaba a la vez con su cabeza un pequeño azabache que daba su mayor promesa para toda la vida. A la vez juntaban sus manos.
En ese momento Sasuke y yo damos nuestra promesa para toda la vida, pero fue olvidada por ambos cuando crecimos. Aquella promesa fue que me casaría con el cuándo creciéramos pero tiempo después Sasuke se fue de la ciudad dejándome solo ya nunca más lo volví a ver. Pero un día el regreso a la ciudad nuevamente pero el ya no me conocía no sabía quién era.
-¡Ahhh!, Que cansancio – Daba un gran estirón aquel niño rubio pero ya crecido. – Sakura-Chan por cuanto estaremos haciendo esto – Pregunto a su amiga pelirosa.
-Naruto, eres muy flojo. Esto es fácil de resolver – Ponía mas hojas en su escritorio – Solamente tienes que engraparlos y listo – Cruzaba sus manos – Así que muévete, idiota – Daba una vuelta para irse de ahí.
-Se que Sakura-Chan es linda, pero a veces es muy mandona – Pensaba mientras le sacaba la lengua sin que ella se diera cuenta – Además ¿por qué tengo que hacer esto?, hay muchas más personas que pueden hacer esto, excepto yo. – Pensó.
Aun faltaba 10 minutos para irme de ese maldito lugar llamado escuela, ya curso la preparatoria así que ya falta muy poco para lo peor que viene… La Universidad, la carrera y lo que menos quiero hacer en esta vida… El trabajo. Bah.
-¡Bien!, Ya termine – Se levanto de la banca anunciando su éxito que ya había terminado - ¡Me voy a casa! – Recogió sus cosas
-Ese idiota – Pensó Sakura molestada mientras miraba como se iba Naruto
-Entonces me quedan 2 meses de descanso, ¿Qué hare? – Pensaba mientras caminaba por las calles de la ciudad – Amh… - Saco su celular que llevaba rato vibrando - ¿Hola? – Contesto
-Naruto, ¿estás libre el fin de semana?, Shikamaru, Kiba, Ino y yo iremos a una fiesta – Hablo del otro lado de la llamada una chica peli azul de ojos perla llamada Hinata que aquellos momento estaba sonrojada ya que ella le gustaba Naruto desde hace un tiempo pero nunca supo como decírselo.
-Por supuesto, Hinata – Contesto alegre - ¿Cuándo será? – Pregunto.
-Sera el sábado por la noche, cercas de donde vive Ino así que ya sabrás donde – Le contesto
-Ah, claro. Bueno estaré ahí para las 8 ¿Está bien? – Contesto – Pero me preguntaba si querías que te recogiera, vives muy lejos ¿no? - Le preguntaba muy fresco, pero Hinata se puso muy roja cuando escucho eso.
-E-E-E-h?... P-Pues… E-E-Estaría bien – Trataba de hablar bien pero su timidez le ganaba. – S-Solamente… N-No tardes d-demasiado… - Contesto
-Claro – Hablo – Entonces hasta el sábado por la noche, Hinata – Le dijo.
-Sii – Le contesto, pero luego Naruto cortó la llamada
-Bueno es jueves… Aun falta 2 días para ello. – Pensó mientras que guardaba su celular
Naruto se fue a su casa donde su madre lo estaba esperando con la cena ya lista. Su vida era como la típica de un adolescente, salidas con sus amigos. Fiestas, diversión. Era hijo único así que le compraban todo lo que el quería. ¿Que mas podía pedir?.
-¡Ya estoy en casa! – Grito Naruto mientras dejaba sus cosas en un sillón.
-¡Bienvenido! – Dijo una mujer de cabellos rojos, su nombre era Kushina. Madre de Naruto – Llegas justo a tiempo para la cena, por mientras ve a lavarte las manos. Mientras pongo la mesa – Hablo con una sonrisa, en ese instante se miraba realmente linda. Pero cuando la hacían enojar era una pesadilla.
-De acuerdo – Fue directo hacia su recamara, cuando llego se recostó un poco en su cama - Siento como si me vaya a pasar algo… Me siento muy raro – Puso su mano en su frente – Tal vez me vaya a enfermar… No, no es eso… - Miro hacia la ventana de su habitación – Vaya que rápido anocheció – Se levanto de su cama y se fue hacia al baño a lavarse las manos.
Muy lejos de donde se encontraba Naruto, estaba el amor de su vida. Sasuke Uchiha había regresado a la ciudad, pero ya no lo recordaba para su mala suerte. Pero entre sus cosas aún conservaba el anillo que le había dado cuando era pequeño, pero él no sabía quién se lo había dado.
-Ya llegamos… - Anunciaba Itachi, hermano mayor de Sasuke – Vaya está un poco sucio este lugar – Alfin habían llegado a su antigua casa.
-Pues si nos habíamos ido hace 10 años, si no mal recuerdo… - Hablo Sasuke que se encontraba bajando sus cosas – Por algo esta sucio –Digo mostrando algo de orgullo.
-Vaya, ¡tu como has crecido!, todavía recuerdo que eras una insignificante pulga, pero ahora estas de mi tamaño – Agarro del cabello de Sasuke.
-Hm! – Se fue sin contestarle.
-Itachi, no seas así con tu hermano – Hablo su madre a lo lejos – Sabes que se enoja rápidamente, y puede estar así por días – Recordó cuando Sasuke se había enojado por una discusión con su hermano y no le hablo por 3 meses, ni siquiera lo volteaba a ver – Es un gran problema – Hablo bajo.
-Umh – Rio bajo – Esta en una etapa de rebeldía que se le puede hacer, después veras que cuando tenga una novia cambiara repentinamente – Dio una sonrisa
Habían regresado porque querían volver a vivir en ese lugar, aun recordaban a sus amigos y querían ver lo que había crecido el pequeño Naruto, pero el único que no sabia nada era Sasuke. No le importaba en lo absoluto cambiarse de un lugar a otro, en que no lo molestara eso era lo mas importante para el.
-Naruto, ¿recuerdas a los Uchihas? – Pregunto su padre mientras lo miro.
-Emh… ¿Itachi cierto? – Digo un poco confundido.
-Parece que no lo recuerdas… Bueno el punto es que vendrán. Querían verte nuevamente – Le digo
-¡Ah!, Creo que ya se de quien hablas – Digo un poco interesado – Que bien, que vendrán – Comió un poco de arroz – Ya llevaban bastante tiempo que no regresaban para Japón – Hablo mientras se limpio un poco
-Si, vendrán este sábado – Hablo Minato.
-¿Este sábado? – Pregunto sorprendido.
-Hay algún problema – Contesto
-Bueno sobre eso… Iba a tener una fiesta con los chicos. Pero veo que no podre ir – Digo algo triste.
-Puedes invitar a Sasuke, si es que quieres – Le digo.
-¿Sasuke?, ¿Quién es Sasuke? – Pregunto, no conocía a nadie con ese nombre.
-¿No recuerdas a Sasuke? – Digo sorprendido – Naruto, tu una vez enfrente de sus padres y nuestro habías dicho que amabas a Sasuke y querías casarte con el cuándo crecieras. Y le habías obsequiado un anillo que venía en empaquete de un cereal – Recordo.
-¡¿Eh?! – Se quedo muy sorprendido – Enserio?!, ¡Yo había dicho eso! – Intentaba recordar y pocas cosas recordaba – Oh, ya entiendo… Ya se quién es Sasuke… - Un pequeño sonrojo por sus mejillas que se notaba a la vista – En ese entonces… Yo solamente era un niño, no creo que el me recuerde – Digo muy poco desconfiado.