Eclipse
Todo lo que una vez fue belleza, luz y claridad, hoy se convirtió en tinieblas y oscuridad.
La penumbra habita en toda la ciudad y el sol, oculto detrás de la luna, no nos produce ningún refugio para escapar de las monstruosidades que se han acogido en nuestro hogar.
Hogar, poco antes de nosotros invadir este lugar, era un lugar muerto y seco, sin vida, olvidado por la humanidad y borrado del mapa. Ellos lo llamaban de Erebo, en honor al Erebus, personificación de la oscuridad y la sombra . Nosotros lo llamaríamos de infierno.
Al inicio parecía que era apenas una ciudad abandonada, las casas viejas y ruinas caían en pedazos, sin señal de ningún tipo de vida , animal o vegetal, se veía como las villas de las antiguas historias de fantasmas que les contaban a los niños pequeños para asustarlos, y, si prestabas atención consigues notar que no era simplemente una villa abandonada.
A cada paso mas lejos de la entrada te veías rodeado por una presencia extraña, alguien te vigilaba, te cazaba, se sentía como la presa que un depredador sangriento, frio, calculador, que acechaba una inocente gacela, bella y ligera; al contrario de la ella, tu no tienes ninguna oportunidad para escapar, lo sabes, lo sientes en cada uno de tus huesos, en cada pequeña molécula de tu ser, la respiración se acelera y los latidos de tu corazón resuenan tan alto en tu oídos que el miedo de que alguien lo pueda escuchar casi te hace perder la conciencia.
La espesa neblina que la cubría criaba una extraña y tenebrosa armonía en este lugar fantasmagórico que advertía peligro para todo el que se atreviera a pasar, cada vez que el viento se agitaba, escuchaba el grito de dolor de mujeres y hombres, el incansable lloro de niños pequeños gritando por sus madres, pidiendo auxilio antes de oírse el sonido de carne a ser rasgada, articulaciones siendo quebrados, una y otra vez a todo lo largo de la ciudad.
Te das cuenta del peligro y quieres salir.
De repente eres envuelto en impenetrable oscuridad, tus ojos luchan para ver y tus manos buscan algo fijo que transmita seguridad.
No hay nada.
Vacio, eso fue lo que te envolvió, el Vacio, una tortura que no te permite ver, u oír, ni siquiera sentir, solo estar con tu mente a la deriva enguanto que el sentimiento de ser acechado aumenta cada vez mas, y cuando por fin sientes, son los pulmones quemando por aire, tu luchando con en vano contra la mano que firmemente te sujeta el cuello, que siente tu sangre correr por las venas y observa dentro de tus ojos percibiendo tu miedo, descubriendo que le agrada. Tu visión se va borrando hasta que apenas vislumbras, dos caninos acercándose lentamente a ti, y al sentir un liquido caliente, espeso bajar desde tu cuello, cierras los ojos volviendo a la oscuridad, sabiendo que nunca mas veras de nuevo la luz.
Durante siglos todos los viajantes evitan esa ruta a fin de no chocarse con la extraña ciudad y con el tiempo historia se fueron creando, de seres hermosos de belleza casi angelical, que te tentaban a sucumbir a sus encantos, ofreciéndoteles de propia y simples voluntad, mientras que te prometían la vida eterna y belleza sobrehumana, a cambio de un simples y insignificante precio: tu sangre y tu alma. Que eran esas cosas comparadas con dotes sin igual?
-Vampiros- era así que eran llamados, seres mitológicos de historias fantásticas, bebedores de sangre y sugadores de alma, que utilizaban tus mas oscuros deseos para favorecerse a si mismo, como ya dije, simplemente mitos y leyenda, pero, tal cual toda leyenda este también tiene su pequeña realidad.
Hacia ya mas de 500 años que nadie sabia de ellos, los creían muertos u olvidados en el tiempo, ya no pasaban de unas simples historias que se les contaba a los niños a la hora de dormir, si eso es, eran apenas simples fabulas... hasta el día de hoy.
La emoción de las personas era evidente: luces y adornos por todos los lugares posibles, mascaras, comida y turistas era lo que abundaba, y, quien no lo estaría esto era un acontecimiento que pocas personas presenciaban en su vida: un Eclipse Solar: la Luna se situaría entre la Tierra y el Sol ocultándolo por primera vez en 5oo.
Lo que hace muchos siglos atrás se consideraba artimañas de las Trevas, hoy se celebra con músicas y bebidas.
Faltando poco tiempo todos se preparaban para presenciar esta belleza natural sin siquiera tener en cuenta el peligro que estaba oculto en ella.
-Miren!!! ya va a comenzar!!!- aviso alguien desconocido y tenia razón ya iria a comenzar el espectáculo.
La Luna, oscura y magnifica en su totalidad, fue, poco a poco cubriendo al Sol, hasta quedar un simples y fino anillo de fuego rodeándola en todo su perímetro, la siempre bella y plateada parecía ahora una exótica perla negra de los océanos. Fondo oscuros, llenos de misteriosas, desconocidas criaturas.
ELLOS, no se hicieron de esperar.
Y al ocultarse el ultimo rayo de sol aparecieron, de la nada, caras blancas de cabellos de hueso, monstruos de ojos color sangre, nadie sabe donde ni por que, solo que al siguiente segundo el caos se había apoderado de la ciudad.
Las personas corrían de un lado para otro intentando escapar, huyendo asustadas, viendo frente sus narices a la propia muerte portando de ángel, que estropeado era por sus expresiones mortales y sus labios manchados de rojo. Si, angeles, angeles que ofrecian una muerte rápida y dolorosa.
No se alimentaban como decían las leyendas, solo empezaron a atacar, agarrar a la gente y desgarrar sus gargantas, los niños, las mujeres, los hombres, el olor de cobre característico de la sangre inundo el aire, quería salir de allí, huir de alguna forma, pero antes de conseguir cualquier movimiento, vecindarios enteros exploraron justo delante de mi, vi personas corriendo envueltos en llamas como linternas andantes, llorando y jadeando mis piernas no me respondían, el olor a carne quemada y sangre se misturaban de un modo desagradable, parecía que alguien hiciera barbacoa con salchichas podridas.
Los pulmones se me congelaban impidiéndome de respirar y la piel se me mantenía erizada. Con un golpe sordo caí en el piso y antes de perderme en la oscuridad, recuerdo, haberle rogado a Dios por otra oportunidad de vida. Solo una mas...
***
Cuando desperté, el Sol se estaba ocultando, el eclipse finalizó siendo mostrado por la brillante luz lo que sobro de la visita de los vampiros.
Mis primeros pensamientos fueron de asombro –Estoy vivo- y a seguir de angustia, posiblemente estaba solo en un mundo que había sido aniquilado por "Ángeles".
A medida que caminaba veía imágenes que guardé para siempre en mi memoria; mujeres, hombre y niños, cuellos rajados, cuerpos partidos, miembros separados de su cuerpo, sangre bañando las calles pedazos quemado adornado las paredes, sentía la bilis en mi estomago revolverse y las lagrimas en mis ojos queriendo derramarse, no, no lo haría, no perdería la esperanza, no podía tomar como cierto que este sería el fatídico final de mi pueblo. Si yo he sobrevivido otros también lo habrán hecho, estaba segura, el eclipse duro apenas pocos minutos, no les debió ser posible a los vampiros masacrar a una ciudad entera... O si?
Mi debate interior me agotaba. Existían posibilidades que no me arriesgaba a considerar por mi propia estabilidad de seguro que si Nara estuviera aqui me consideraria no menos que problematico.
-Heeeyy!!!!!-
La voz era inconfundible, solo podía pertenecer a una persona en este mundo, mi corazón se lleno de alegría al darse cuenta que no estaba solo, pero antes de conseguir responder me vi apretado contra su pecho de siendo sujetado por sus fuertes brazos, brindándome el calor que tanto necesitaba y solo ahí me permití llorar, sabiendo que no estaba solo después del Apocalipsis,y que Dios me dio otra oportunidad para vivir.
No fueron necesario palabras para que respondiera a uno de mis miedos.
Lagrimas gruesas corrían por sus mejillas pero no me importe, necesitaba saber, necesitaba respuestas.
Desviando pesadamente la mirada me dio aquella que mas temía.
-Disculpa- sus palabras temblaban al iguar que su cuerpo y me sostenía cada vez mas cerca como con miedo de que huyera o desapareciera en el siguiente segundo. - Fue una muerte rápida, no sintieron dolor.- No estaba seguro de a quien intentaba convencer si a si mismo o a mí, pero las palabras consiguieron calmarme un poco de la agitación que sentía.
Levante la cabeza para darle razón y vi lo que nunca me hubiera imaginado, gruesas lagrimas como las mías bajaban por sus mejillas y terminaban en mi cabello, tenia los ojos fuertemente cerrados y sus labios se movía sin provocar ningún sonido pero en el fondo de mi corazón sabia lo que el esta diciendo: Dios nos salve, María nos llene de gracia, bendita seas tu entre las mujeres y bendito sea el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, reza por nosotros los pecadores, ahora y después de nuestra muerte.
Parece que en estos momentos todo lo que sirva para diminuir el desespero es bienvenido... En este nuevo mundo pos-apocalíptico estábamos solos, no tenemos a nadie mas excepto a nosotros mismo,
-Que haremos ahora?- me pregunto en un susurro casi inaudible mientras que todavía mantenía sus ojos cerrados, intentando huir a la realidad, a la horrible realidad.
"Que haremos ahora?"- esa es una pregunta a la que yo no tenía respuesta. Seguirán por ahí esas bestias? Vendrán tras nosotros? Somos los únicos sobreviviente? Como sobrevivimos? Habrá otros que tuvieron la misma suerte? Nuestros padre , amigos, todo lo que conocemos ya no existe, esta tierra que una vez fue nuestro hogar es ahora algo por conocer, algo a lo que sobrevivir. Que haremos ahora?
- Sobrevivir.