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Express Wife por ChizuruTakachan

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Notas del capitulo:

 

 

Juro por dios que odio los celulares!!  ToT

 

Sólo espero que la chica que me pidió este fic lo termine de leer!!! Porque mi reputación fue bulleada, me quedó muy ñoñis, y estoy a punto de aventar mi teléfono por bullero. 

 

 

Volviiii!!!! 

 

 

Creo.

 

 

27 Mayo 2019

         

 

 

Kohara fue llevado por el personal de la clínica. Me hacían preguntas de cosas que yo no sabía nada. Una enfermera llegó corriendo con su historial médico en una carpeta y de pronto me vi sólo en un apabullante silencio, el cuál fue interrumpido por el sonido de mi celular.

“Ji Yong! Estás muy atrasado…” 

“No podré llegar a la cena. Kohara… creo que ha perdido al bebé.”

“Lamento escuchar eso! Tomate tu tiempo. Si necesitas unos días, no dudes en hacerlo! Has adelantado mucho el proyecto, esto es delicado y tienes que estar a su lado. 

“En verdad se lo agradezco.” 

Me había dedicado a mi trabajo todo este tiempo, a mi persona. He sido un miserable!  Pasé horas esperando noticias, hasta que decidí llamar a mi madre y ella llegó asustada, esperando encontrarme mal herido. 

“Ji Yong. Que ha pasado? Estás bien?”

“Es Kohara mamá! Hace horas que lo recibieron y no sé nada de él, ni de mi hijo.”

“Ji… Él es a quién compraste? Fuiste tú quién lo golpeo y casi dejó morir de hipotermia!”

“Soy un imbécil mamá…” -Me deshice en sus brazos como cuando era pequeño y tenía que admitir que había hecho la peor travesura temiendo su regaño.

“Kwon Ji Yong?” -Un médico salió de improvisto guardando cierta distancia al vernos tan afectados. “Soy yo” -Me recompuse con la mayor dignidad posible, al tiempo que la mano de mi madre daba un pequeño apretón en mi hombro, mostrándome su apoyo. 

“Hemos mantenido en observación al paciente Kohara Kazamasa, sufrió una amenaza de aborto muy sería. Hizo algún esfuerzo considerable? Algún enojo de importancia? Revisamos su expediente, el paciente no había tenido problemas de presión en todo este tiempo, se había mostrado muy saludable y sólo el ligero cuadro de depresión era la observación en su embarazo”.

“Discutimos. A los pocos minutos de ello le encontré como le traje. Fue mi culpa”. 

“Entiendo. Le daremos 24 horas para mantenerle en observación, dentro de ese periodo analizaremos la posibilidad de practicarle la cesárea o no. Por el momento logramos mantener el saco en su lugar y evitar fugaz del líquido amniótico. Le recomiendo se vaya a descansar y por la mañana nos traiga ropa para el paciente y el bebé, en caso de requerir hacer la cesárea.” 

Mamá estuvo acompañándome toda la noche. Sé que estaba decepcionada de mí. Limpiamos juntos el piso, no pude soportar el remordimiento de que por mi egoísmo casi muere ese bebé. Tuvimos que revisar todos los cajones del ático buscando lo necesario para llevarle a Kohara.

“Mira Ji…”  Mamá me mostró una caja azul de madera, dentro estaban los documentos de identidad de Kohara, papeles que entendí eran recetas e indicaciones médicas. Algunos cd's y varias impresiones pequeñas, dónde se veía en un fondo gris obscuro y pixeleado, una mancha casi en forma de frijol. Conforme las revisaba, esa mancha tomaba una forma de mayor dimensión y claridad, hasta que en una mamá sonrió. “Es un niño.” -La miré con los ojos abiertos-. “En esta imagen se alcanza a ver el sexo del bebé. Supongo que ni eso sabías."

Saqué todos los papeles, encontrando en el fondo un mameluco azul. Era todo lo que encontramos del bebé. Revisé minuciosamente hasta el cesto de ropa suciaía y no, no había nada más. 

“Debe ser muy triste vivir en una jaula de oro y no tener dinero ni para lo indispensable de tu bebé. Cuando yo tenia el tiempo de Kohara, tu habitación era el lugar más hermoso de la casa. Cada día compraba algo nuevo para tu llegada, algunas veces compré ropa para un niño de mayor edad, porque al verla en el aparador imaginaba lo hermoso que te verías. No sé que pudo orillarlo a vender su alma como lo hizo, pero no debe haber peor castigo que vivir la etapa más bella de la vida, como prisionero.” -Mamá terminó de guardar los artículos de baño de Kohara en un neceser, al tiempo que suspiraba con lástima.

“La banca rota de su padre. Kohara llamó un par de veces a Japón, lo hice llorar cuando vi el recibo telefónico. Me pidió permiso para dar el número de aquí, pero nunca le han llamado.”

“Cariño, no es tu culpa que su familia se haya olvidado de él. Es tu culpa que esté muriendo de pena, debiste dejarlo libre. Lo correcto será pasarle una pensión para el niño y dejarlo hacer su vida. Tú sólo le has hecho la vida más difícil.” 

Un móvil vibraba sobre la cómoda, yo nunca le había comprado uno, de hecho sólo le daba dinero justo para los taxis de sus consultas. Yo estaba acostumbrado a hacer las compras, a él sólo le dejaba una cantidad muy pequeña por si necesitaba algo de emergencia. El teléfono dejó de vibrar y al revisarlo sólo habían tres números registrados: el móvil de Amano, la casa de Amano, y el de la clínica. Llamadas entrantes provenían de los mismos, nada de su familia en Japón.  Apagué el teléfono y lo dejé sobre la cama. Me ponía de mal humor esa amistad con el portero. Mamá se fue temprano para poder llegar a su trabajo, no tuve más remedio que hacer unas compras antes de ir al hospital.     

 

 

~*~SHOU~*~  

 

La enfermera había sido muy amable en explicarme la situación. Mi bebé seguía en su lugar a pesar de estar en riesgo, no quería perderlo. 

“Tendrás que portarte bien jovencito. En las siguientes horas tienes prohibido levantarte, así que oprime el botón cuando necesites algo”. 

“Es usted muy amable. No me levantaré .” 

Aunque quisiera, no tenía fuerza ni para tener los ojos abiertos. Apenas salió la enfermera, las lágrimas se escapaban de mis ojos, tenía tanto miedo. Estaba por quedarme dormido cuando la puerta se abrió, sólo limpié mis ojos para que no me regañaran por estar llorando. Escuché ruido de bolsas y al abrir los ojos vi a Ji Yong, vistiendo un pants muy costoso.

“Te desperté? Cómo te sientes?” -sólo apreté mis labios y con mis manos cubrí mi rostro.- “Ey… No llores. Le hará mal al bebé. “ 

Quería gritarle. Quería maldecirle. Quería correr hacia la ventana y arrojarme al vacío para morir con mi hijo y no volverle a ver nunca más.  Ahora lo recuerdo perfectamente, en cuanto él azotó la puerta del baño, un pinchazo en mi vientre se agudizó. Algunas veces los movimientos del bebé eran muy molestos, pero nada a comparación de eso. Ni siquiera pude quejarme de dolor, cuando mis pantalones estaban siendo mojados, me asuste tanto al ver el color rojizo, quise pedir auxilio pero mi garganta estaba cerrada. Traté de llegar a mi habitación y llamarle a Shinji, él sabría que necesitaría ayuda de inmediato, yo nunca le llamaba. Apenas pude llegar a la escalerilla, de pronto todas mis fuerzas se iban, todo daba vueltas y el zumbido en mis oídos me aturdía más. Al sentarme y recargar mi frente contra el barandal, sentía mi cara caliente, mi bebé se movía con violencia, no saldríamos de esta. 

Yo esperaba que con suerte,  Ji Yong se iría a su dichosa cena y ni nos miraría al pasar. Era su culpa. Si él no fuera un niño mimado acostumbrado a hacer lo que quere, nada de esto estaría pasando.  “Mamá me ayudó a elegir lo necesario para tu estadía, y cómo el doctor dijo que debía traer ropa para el bebé, compré todo lo que la dependiente me recomendó. Mira! Vi esto y pensé que te gustaría.” -Ji Yong sacaba de las bolsas ropita de bebé, yo sólo le miraba inexpresivo, nadie me garantizaba que al hacer la cesárea mi bebé seguiría con vida. Todos decían: habrá que esperar.- “No te gustaron? Por que si es así, podemos cambiarlos. Eso no es ningún problema.”

“Cuando la empresa de mi padre estaba en pie, yo también pensaba que con devolver las cosas bastaba para deshacerse de lo que no me agradaba. Hoy sé que no sirve de nada. Lamento que haya tenido que faltar al trabajo, suficiente ha hecho con eso, como para encima tener que ir a cambiar algo de tienda en tienda. Se lo agradezco, pero debería guardar los tickets, tal vez tenga que hacer devolución de todo al no haber un bebé para ponérselo. Todavía está a buen tiempo de llegar a su oficina. Si me intervienen, pediré que sólo dejen el mensaje con su secretaria “. 

“Kohara… Yo lamento haberme portado como…”

“No es necesario. Nada de esto era necesario.” 

Traté de acomodarme de lado, dándole la espalda, sin darme cuenta me quedé dormido. Me despertaron para comer y él ya no estaba. El sonido de mi ritmo cardiaco y el del bebé era lo único que se escuchaba en la habitación, infinidad de veces me revisaron y para la hora de la cena Ji Yong regresó, atendiendo las indicaciones de la enfermera, ya que pasaría la noche conmigo. El silencio le incomodaba más a él que a mí. Yo vivía con eso todo el tiempo. Cuando estaba por dormir de nueva cuenta, le oí reírse y llamarla boba. El rápido teclear enviado sus mensajes me decían que hablaba con su novia. 

“Puedo hacerle una pregunta? -Le Asusté al hablar de la nada. “Que sucede?” -Incómodo guardo su teléfono y se removió en el sillón. “Por qué si tiene novia, no se casa con ella y tienen un hijo? 

“Porque para eso te compré a ti”. 

“Sí, pero no le gustan los hombres”. 

“Sólo fuiste un error. Debías ser una preciosa chica castaña de enormes ojos y no un tipo con algo colgándole entre las piernas”. 

“Ah.” 

“Lo siento. No quise decirlo de ese modo”. 

“No hay problema. Más claro ni el agua. Por eso me golpeo? No sabía que yo era hombre hasta ese momento? 

“Exacto.”

“Ah…”

“Kohara…”

“Sí? “

“Por qué sólo tenías un mameluco para el bebé? No me cabe en la cabeza que el dinero de todos estos meses te lo hayas comido. Por qué no me dijiste que necesitabas más?” “El dinero de los taxis? Bueno, sí me lo comí. -Me avergoncé en admitirlo-. Cómo dijiste que todo lo referente a los chequeos, lo cobraran a la tarjeta, pues no tenía que preocuparme por los exámenes o medicamentos. Shinji-san me hacía el favor de llevarme y traerme, nunca me aceptó el dinero de los taxis, saliendo de la clínica me llevaba a comprar golosinas. Todo se me antojaba!”

“No me refiero a eso. Te habló del dinero que te dejaba en el cajón de la cocina cada semana, aunque no me había puesto a pensar en tus antojos, tal vez debí haberte dejado más.”

“No sé. Yo nunca tomé dinero de ahí, precisamente porque no sabía en que momento lo necesitaría para cuando las contracciones se dieran. Luego me di cuenta que ya no dejabas dinero, cuando lo platiqué con Shinji-san, se ofreció en llevarme. Él sabía que tu me dabas techo y comida, no sabe que me compraste.”

“Ahora entiendo. Por eso el portero no te cobraba nada, porque se llevaba el dinero de ahí.“

“No. Shinji-san, las pocas veces que entró al apartamento, fue para dejar mis cosas en mi habitación, yo siempre le esperaba en el sofá por lo agotado que llegaba. Él no sabía lo del cajón.”

“Lo dices en serio? No lo estás encubriendo?”

“No miento.”

“Pero si tu ni él lo tomaron… los únicos que estamos ahí somos tú, Hee Jin y yo. Hee Jin…” 

Fue lo último que le oí susurrar al quedarme dormido.     

 

Notas finales:

Listop(?


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