Pov Sasuke
Habíamos terminado de ver aquella película, luego de botar el envoltorio de palomitas salimos del cine para volver al auto. Corría un viento horrendo y el hielo se incrustaba en las mejillas comenzando a dejar gran parte de mi rostro adormecido.
-es hermoso ~ - escuche aquella vocecita que logro sacarme de mis pensamientos, tome la mano de mi esposo sin decir nada, solo asintiendo con ligereza mientras mis dedos se entrelazaban con los ajenos y mi vista se perdía en la nieve, nieve que estaba más alta desde que llegamos al cine.
Caminamos con cuidado en dirección al coche y yo a regañadientes solté la mano de Naruto corriendo hacia el parabrisas para quitar todo el hielo que se había alojado ahí durante la película, el frio era insoportable, apenas podía respirar con normalidad mientras mi cuerpo intentaba regular el calor .
-entra ya! –me dijo el rubio haciéndome sonreír de manera instantánea, no cuestione sus palabras, solo me metí al auto y me acomode el cinturón de seguridad mirando al menor de reojo notando como sus manos se extendían hacia mi
-no siento los dedos...están fríos –me dijo alojando un hermoso puchero en sus labios, no dude por un minuto y como era costumbre tome sus manos junto las mías y las sople repetidas veces esperando que el frio se fuera y que él pudiera sentir sus manos otra vez
30 minutos después…
Encendí el estéreo poniendo una canción la cual odiaba, pero aun así la canté a viva voz solo para escuchar la risa del rubio, el sabia cuanto La odiaba, pero ahí estaba yo, cantándola con sentimiento como si fuera una de mis canciones favorita.
-ya ~ detente…-dijo una vez que me estacione, esperando que el semáforo me diera la luz verde
-odio esa canción –dije sonriendo ladino mirando fijamente a los ojos del contrario, desviando mi atención luego hacia el semáforo
-lo sé ~ -el me miró, lo sabía porque sentía sus ojos azules clavado es mi, así que volví a verle – sabes ~ tengo una teoría… –expectante y con algo de extrañeza le mire mientras mis cejas se alzaban con ligereza
- ¿a si? ¿Cuál es esa? –pregunte notando como se quitaba el cinturón de seguridad y se acomodaba de lado, tomando mi rostro con sus manos tibias, ese solo contacto me hizo sonreír y no paso mucho cuando deje caer mis labios sobre los contrarios en un leve roce
-se siente mucho mas placer cuando lo haces dentro de un auto ~ -agrego en un susurro y vi como las comisuras de sus labios se alzaban creando una sonrisa coqueta
Callé, no articule palabra alguna, solo me dedique a besar aquellos suaves labios, ladeando mi rostro para encajar los míos a la perfección, explorando su boca mientras generaba ese excitante jugueteo entre nuestras lenguas. De a poco iba perdiendo el control.
Pose mis manos en la cintura del menor y rápidamente las cole bajo su ropa, su cuerpo caliente y mis manos frías hacían la combinación perfecta. Deslicé las yemas de mis dedos por su torso, notando como ya le era más difícil respirar, sus dedos se incrustaban en mi cabello revolviéndolo a su antojo, cosa que a mí personalmente me encantaba
Jale su labio inferior comenzando a deshacerme de aquella molesta ropa, acariciando su piel cuanto podía y dejándome hacer por él. Adentré mi lengua nuevamente una vez que sus labios se separaron abriendo paso hacia mí.
No podía sentir nada, todo se había esfumado, siempre era así, apenas el me tocaba todo parecía desaparecer, solo estábamos él y yo, haciendo esa noche perfecta, perfecta hasta cierto punto, pues a mis ojos de verdad todo se había esfumado, no pude percatarme cuando el camión choco contra el auto haciendo volar a Naruto por el parabrisas.
Yo También tengo una teoría sobre los momentos, momentos de impacto. Mi teoría es que estos momentos de impactos, estos destellos intensos que cambian la vida para siempre. Acaban definiéndonos .
FLASH BACK/
4 años atrás…
-Sí, muchas gracias… está bien entiendo –
Estaba pegado en aquella fila para sacar la certificación de mi choche, no sé cuantas horas había pasado ahí, solo que estaba cabreado de esperar, en cualquier momento perdía los estribos, después de todo no era alguien con mucha paciencia.
Si, la paciencia no era uno de mis fuertes ni tampoco la tolerancia, varias veces he pensado en que hay más cosas malas que cosas buenas en mi, si… esto es en lo que pienso mientras hago la fila además de aniquilar con la mirada al rubio que ha estado más de media hora en el mostrador.
“¿Cuánto más va a tardar? ¿Qué tanto está haciendo? ¿Por qué la fila no avanza? “eran alguna de las cosas que escuchaba en la interminable fila y aunque yo también tenía mucho que decirle al chico preferí callar una vez que vi como se disculpaba con la gente mientras caminaba hacia la salida.
Entonces me quede estático, mirando sus ojos azules intenso y su cara de vergüenza, cosa que me hizo sonreír, dirigiendo mi atención esta vez no solo a sus ojos si no que a su ser entero, le mire de pies a cabeza y como si aquello no fuera suficiente volteé para verle una vez que había pasado de mi, notando como él se había volteado para mirarme también y sonreírme de una forma la cual no sabría cómo explicar.
Lejos Unos de mis momentos favoritos, por mucho…
Entonces tenía dos opciones, o me quedaba en la fila o iba tras él.
-Hey ~ ¡espera!-dije deteniéndome una vez que el volteo para verme, sonriendo mientras sus ojos se clavaban en el piso
-olvidaste tu certificación –agregue extendiéndole el documento y el sonrió apenado tomándolo y rascando su nuca
-me gusta venir a hacer la fila por horas, el documento solo es una felicidad extra – dijo con un sarcasmo obvio y se echo a reír, le mire y reí también, pero bajo, apenas audible.
-bueno, gracias… -dijo volteando, entonces supe que se me estaban acabando las escusas, desvié mi mirada hacia un pequeño logo que se encontraba en el vidrio de su auto
-el instituto de las artes… ¿eres profesor? –pregunte en un acto desesperado para que él no se fuera, pues había algo en el que me llamaba la atención, giro y me miro con un poco de confusión, examinándome con aquellos ojos azules y negó a mi pregunta.
-estudio ahí ~
-sabes sé que esto puede sonar un poco acosador pero, leí de tu certificación que vivimos en el mismo sitio – dije y vi como sus ojos se abrieron posterior de una pequeña risa
-si es algo intimo… ¿también eres de konoha?- pregunto mostrándome nuevamente su sonrisa, la verdad… es como si esta no desapareciera, como si viviera en su rostro, entonces me pregunte si aun cuando duerme sonríe así de hermoso.
-estaba pensando, que como somos de la misma parte, podríamos ir a beber o a comer algo.
-claro… -me dijo sin dudarlo ni un segundo y le puso llaves al auto comenzando a caminar, mientras yo sonreía de manera amplia-
/Play Back/
Cada uno es la suma total de todos los momentos que hemos experimentado… con toda la gente que hemos conocido. Y esos momentos que se convierten en nuestra historia son nuestros “grandes éxitos” de recuerdos que tocamos y volvemos a tocar en nuestras mentes una y otra vez…
-¿Cómo esta? –fue lo primero que escuche una vez que Salí de pabellón, pero era obvio que esa pregunta no era por mí, sino por él.
El era alguien de muchos amigos, alegre y con un gran corazón, por lo que se rodeaba de personas con mucha facilidad, yo en cambio, era todo lo contrario, alejaba a todo quien intentara acercarse más de lo necesario, pocas veces hablaba y cuando lo hacía solo ocupaba las palabras precisas, excepto con Naruto, con el es todo diferente.
-aun está dormido…-dije acomodándome en la camilla, mirando como uno de los amigos más cercanos se tomaba el cabello suspirando.
-¿entonces porque tu estas bien!!? –se exalto el chico gritándome mientras sus ojos se aguaron en unos segundos, le mire fijo aniquilándolo con la mirada, sin intenciones de contestas aquello, pero sabía bien la respuesta, Naruto se había quitado el cinturón, pero eso era algo que no quería compartir con ellos en este momento.
3 horas después…
-¿Cómo esta? –pregunte de pie frente a la cama de Naruto, mientras la doctora me explicaba unas cuantas cosas que no entendía, entonces escuche un leve quejido y mire como los ojos de mi menor se abrían
Entonces mi rostro cambio, la sonrisa se instalo en mi cara ya ahí se quedo, mientras el miraba todo el lugar con una confusión evidente
-¿Naruto? Estas bien, estas en el hospital, tuviste un accidente – dijo la doctora
-¿Cómo te sientes- articule esas palabras con dificultad, pues la angustia y la alegría se había atorado en mi garganta
-me duele la cabeza –murmuro apenas, mirándose los tubos que estaban en su brazo y examinando todo, entonces la doctora dijo que iría por algo para el dolor
-¿alguien más salió herido doctor?- fue ahí cuando mis ojo se abrieron de par en par, ¿me estaba hablando a mi?
-Naruto… ¿no sabes quién soy?-pregunte y he de admitir que la respuesta daba miedo, por primera vez sentí el pánico apoderarse de mí.
- ¿no es mi doctor? – dijo arrugando el entrecejo, entonces me acerque y me senté en la silla que estaba alojada a un lado de su cama, tome su mano y le mire fijo
-Naruto, yo soy tu esposo… Sasuke –dije y una opresión en mi pecho comenzó a hacer que este se acelerara al ver como el rubio quitaba su mano rápidamente al escucharme, aquello dolió más que ninguna otra cosa.