Entonces esta es mi teoría, que aquellos momentos de impacto define quienes somos pero lo que nunca consideré fue ¿Qué si un día no pudieras recordar esos momentos?
Habían pasado un par de días desde que Naruto despertó y a decir verdad el proceso no era demasiado alentador, todo parecía normal, todo parecía estar bien, salvo por una sola cosa; el no recordaba, no se acordaba de nada vivido en los últimos 5 años, ni del gato al que solía alimentar, ni de sus amigos ni de mi, su memoria había suprimido todo tipo de recuerdos y eso me hacía sentir frustrado
Tal vez frustrado no era la palabra correcta, tal vez podría suplantar esa palabra con “muerto” si, porque no me sentía vivo, era como si todo lo que hago estuviera en automático, comer, dormir, he incluso reír, esa última pareciera que en los últimos días también se hubiera borrado de mi sistema. De alguna forma sentía como el antiguo “yo” había vuelto, pues como no, si el yo adorable y bueno vivía solamente por Naruto y ahora resulta que como él no está, pues esa parte de mi se fue también.
Mientras caminaba me cuestionaba a mi mismo un montón de cosas, el que “hubiera pasado” permanecía como una duda constante en mi cabeza. tal vez si mi calentura se hubiera mantenido hasta la casa, si hubiera sido un poco mas paciente y hubiera controlado mis impulsos esto no estaría pasando, el me recordaría, me sonreiría como todas las mañanas, lo más probable es que haría ese delicioso café y se sentaría a mi lado viendo como desayuno, pagaría un par de cuentas y al verme salir se tiraría a mis brazos, nos besaríamos como si fuera el último, le diría cuanto le amo y él me correspondería, entonces iría al trabajo con esa estúpida sonrisa implantada en mi cara.
Eso pienso a cada segundo, es imposible detener aquellos recuerdos que me invaden, pareciera que la vida quisiera restregarme en la cara todo lo que he perdido, hacerme ver que todo lo que amo y todo por lo que vivo , se me ha ido, como agua entre los dedos, se me escapo tan rápido que no alcance a nada.
~o~
Era hora de visita y luego de toda mi divagación de cada mañana me dirigí como de costumbre a la habitación de mi menor, aun mientras caminaba hacia esta albergaba la pequeña esperanza de que cuando me viera se lanzara a mis brazos y me digiera lo mucho que me ama, pero no, todo lo contrario. Una vez que llegue al cuarto note que él no estaba, entonces entre toda la confusión y el pánico que sentí, mi cuerpo se tenso al punto de notar como mi estomago se revolvía y mientras mi mente me jugaba una mala pasada pensando en mil y una cosa que pudo haber sucedido, intente mantener la calma,Respire hondo y note como bajaba la saliva con cierta dificultad, mire otra vez para confirmar que su ficha médica había desaparecido, entonces me dispuse a salir de la habitación, busque a la enfermera que atendía a Naruto y le pregunte donde estaba.
No pude respirar con normalidad hasta que esta me dijo que se había cambiado de habitación, a una costosa, entonces pensé en el lio que se había hecho, pues yo no tenía dinero para pagar la habitación ni los cuidados que se le estaban dando a mi esposo, aun así no le di mayor importancia a eso.Subí las escaleras tal y como me lo había dicho la enfermera, me adentre por el pasillo y a la izquierda pude ver la puerta que tenía el nombre de mi amado. Trague saliva y toque despacio sin esperar a ser invitado a entrar, gire el plomo de la puerta y la abrí con cuidado viendo a Naruto tendido en la cama, a su lado se encontraban dos personas las cuales no había visto en mi vida.
Me sentí extrañado e incomodo, la verdad no puedo explicar perfectamente mi estado de ánimo en ese momento, toda la confusión me tenía desconcertado por lo que no hice nada más que poner mi mejor cara y adentrarme en la habitación
-hola ~ tú debes ser… Mmm Sasuke ¿no? –me dirigió la palabra la pelirroja que se encontraba al lado de Naruto, pude notar como esta mantenía su mano sobre las del rubio y me miraba con cierta sonrisa un tanto falsa.
Ella era hermosa, definitivamente hermosa, no había otra palabra que definiera a aquella mujer, su pelo liso, rojo y largo el cual llegaba mas abajo de la cintura le daba cierto toque de elegancia, además sus facciones delicadas y esa sonrisa entre amable y sínica combinaba a la perfección con sus ojos azules, sin mencionar el escaso maquillaje que le hacía ver más joven.
-uchiha Sasuke –dije tajante pues no tenía la menor intención de ser amable, entonces observe al rubio que se encontraba al lado, le mire de arriba abajo, cada facción, la examine cuidadosamente notando el parecido que ambos tenían con Naruto
-Sasuke, soy minato namikaze, y ella es kushina – dijo apuntando a la mujer tras el –somos los padres de Naruto –agrego posteriormente a lo cual no tuve reacción, pues el parecido era impresionante.
Me acerque y estreche mi mano con firmeza, el rubio correspondió de igual forma y en sus ojos pude notar la desaprobación y el desprecio ante mí, entonces le mire de la misma manera, fue como un choque instantáneo, el no me agradaba así como sabía que yo tampoco le agradaba
No solté su mano hasta que la mirada confusa de mi pequeño rubio me saco de mi transe, entonces le mire sonreí como pude, tratando que toda esa atmosfera extraña desapareciera, aun así el ambiente estaba tenso, podía sentir las miradas tajante sobre mi por parte de los padres de Naruto
-¿Cómo? ¿Somos esposos y no conoces a mis padres? –pregunto él con asombro, frunció el ceño con ligereza para luego alzar las cejas
-no te gusta hablar de eso- respondí en seco, pero en cierto modo tratando de ser amable.
Pov Naruto
Si tengo que contar como me sentí en aquel momento pues lo mas perecido seria “incomodo” no entendía bien que era lo que pasaba, ni porque mi padre y Sasuke se miraban de aquella forma, como si se odiaran de toda la vida, así de intenso. Lo más extraño de todo es que no se conocían. ¿Cómo llevas 5 años de matrimonio y tu esposo no conoce a tus padres? Es ilógico, además ¿Por qué no me gustaría hablar con mis padres? Para mí la familia lo es todo
Entonces comencé a pensar que tal vez Sasuke no era el hombre que me decía ser, porque nada concuerda con sus descripciones, pero en cierta forma algo me dice que debo creerle. Solté un leve suspiro, se habían puesto a discutir frente a mí y la verdad con todos estos pensamientos rondando mi mente, pareciera como que en cualquier momento fuera a explotar. Entonces no supe que hacer. Sasuke quería que me fuera a vivir con él, mientras mis padres insistían en llevarme a casa.
-pienso, que debería a casa con el –luego de ese pequeño comentario de mi parte, vi los ojos asesinos de mi padre clavarse en mi, se acerco y tomo mi mano negando mientras su mirada se suavizaba
-cariño, no sabes lo que estás diciendo, lo mejor para ti es estar en casa –dijo con un tono acogedor, entonces mire a los ojos del azabache quien parecía inmóvil, pude por unos segundos ver el dolor en ellos, ver lo perdido que estaba, entonces negué y sonreí de manera amable
-Sasuke tiene razón, debo ir a mi casa, tal vez así pueda recordar y si no, siempre podre volver con ustedes –murmure tomando la mano de mi madre y padre, asintiendo mientras les daba a entender que todo estaría bien, que era lo mejor.
Entonces ellos dejaron irme y según la doctora ya estaba listo para el alta, me cambie de ropa una vez que escuche la noticia. Estaba aterrado, no recordaba tener tan mal gusto para vestirme, me mire un par de veces y suspire resignándome. Salí del baño y Sasuke estaba esperándome en la habitación, traía un bolso con lo que supuse era mi ropa, sus ojos negros no dejaban de recorrerme, me sentí cohibido , pero preferí restarle importancia, pase de él y fui hasta mi padre le abrasé y luego hice lo mismo con mama, ya era hora de despedirse, una vez de que escuche todo lo que tenía que oír como “puedes volver a casa cuando quieras” y “cualquier cosa no dudes en llamar” voltee hacia Sasuke
-¿nos vemos ya? – pregunte, a lo que el asintió, se despidió apenas de mis padres susurrando “lo cuidare bien” y dejo la habitación, le seguí apresurando un poco el paso, cada cierto tiempo el me miraba de reojo asegurándose de que estuviera bien.
No dijo ni media palabra, nada de nada, el cargaba mi bolso y caminaba fuera del hospital y como si los ratones le hubieran comido la lengua apunto a un auto el cual supuse que era el suyo. Una vez que quito el seguro subí al asiento del copiloto y me acomode esperando por el
-entonces a casa – dije tratando de romper aquel silencio incomodo que me ponía de los nervios, Sasuke asintió y pude notar lo nervioso que estaba, apunto a mi cinturón y una leve sonrisa se alojo en su rostro
-ponte eso, por seguridad –dijo y soltó una pequeña risa, a la que me uní con rapidez
De pronto ya no me sentía incomodo, aunque él era cortante y un poco frio, el hablar era algo fácil, respondía a todas mis dudas sin hablar de mas, como si sus palabras estuvieran contadas. No recuerdo cuanto paso antes de llegar a “casa” mis ojos se encontraban pendiente de las acciones del pelinegro sin mencionar que toda mi atención también estaba puesta en el azabache, escuchaba atentamente cada palabra y mientras me describía pude notar como sus ojos brillaban, amplió su sonrisa sin despegar la vista del camino. Pero todo se esfumo una vez que se estaciono, sus ojos habían perdido el brillo y sus labios se habían fruncido con ligereza
Baje del auto y tome mi bolso, nervioso mire hacia todos lados, esto era nuevo, diferente a lo que me imaginaba. Pero al fin y al cavo mi casa, solo que no podía recordarla, espere a Sasuke en la entrada como cuando llegas por primera vez a un lugar, tímido e inseguro, después de todo, para mi si era la primera vez ahí.
El abrió la puerta y entro primero, cosa la cual encontré de muy mala educación, pero reste importancia a ese gesto y me adentre en la oscura vivienda. Fue entonces cuando Sasuke encendió la luz y de la nada había mucha gente.
Ahora todo daba vueltas, había gente por todos lados, carteles e incluso un pastel, como si se tratara de un cumpleaños sorpresa, entonces no supe que hacer, jamás había visto a estas personas o por lo menos yo no las recordaba, aun así estas se acercaban y me abrazaban como si nos conociéramos de toda la vida, no supe que hacer, por lo que no correspondí a sus abrazos ni mucho menos a sus “es bueno verte” pues no lo sentía. En ese momento lo único que quería era desaparecer, sentía como mi cerebro palpitaba cada vez que alguien extraño me abrazaba y me decía lo mucho que se alegraban de verme, algunos lloraban y todo esto me hacía sentir molesto, por lo que me disculpe y entre al primer cuarto que encontré.
Era amplio y hermoso, la cama matrimonial se encontraba en una esquina, el color crema de las paredes me hacía sentir nostálgico pero reconfortado de alguna manera y los muebles antiguos le daban cierto toque de sofisticación al lugar, las luces a comparación con las del salón eran mucho más suave, como si se estuvieran agotando, eso hacía que todo pareciera más tranquilo. Porque eso era lo que necesitaba, tranquilidad, estar a solas para que mi cerebro dejara de clamar silencio.
Me senté en una pequeña silla la cual se alojaba en uno de los costados de la habitación, era la silla de un escritorio donde se encontraban un montón de documentos y papeles por doquier, me mire en el espejo que estaba en la pared y toque el hueso nasal, masajeándolo con suavidad. Pude ver las fotos pegadas en el espejo, las tome con cuidado, eran mías, mías y de Sasuke
Entonces la nostalgia me invadió, sin saber porque sentía deseos de llorar, de gritar, de tirar todo lo que estuviera a mi paso, me contuve lo más que pude hasta que le vi entrar.
-¿Cómo estás?-pregunto y aquello me hizo sentir más molesto, arrugue el entrecejo con obviedad y gire para poder verle
-¿Qué como estoy? ¡! Pues llego con un dolor de cabeza horrible y lo primero que veo es gente que no he visto en mi vida!!, todos me abrazan y me dicen lo mucho que me extrañaron, no supe que hacer y tu simplemente vienes y me preguntas que como estoy!!! –exclame molesto, mis ojos se habían aguado, lo note porque ya le veía borroso, no tenia pena si no rabia, la verdad que en aquel momento no podía distinguir bien
-yo pensé que era una buena idea –
-¿una buena idea dices? Pues NO fue una buena idea – dije remarcando el no, entonces suspire calmándome un poco –quiero descansar, ¿puedes dejarme solo? –agregue mientras le veía asentir, no me miro en ni un momento, solo salió de la habitación y pude distinguir con dificultad el “buenas” que había salido de su boca en un susurro casi inaudible, pero no respondí, solo cerré la puerta y me tire en la cama, necesitaba descansar.
Pov Sasuke
Aquello había sido horrible, no recuerdo haberme sentido tan mal en mi puta vida, creí que todo era suficientemente malo pero no, él tenía que gritarme haciéndome sentir la peor persona del mundo. Estaba furioso, pero no quería amargarle más la existencia, por lo que no dije nada, solo escuche y Salí de la habitación sin ser capaz de terminar la frase de “buenas noches”
Me dirigí al sillón, pues ya no podía dormir en mi cama, me recosté y apoye mi cabeza en el brazo del sofá, poniendo mis manos en mi regazo, deje salir un par de suspiros mientras intentaba conciliar el sueño, pero este mes no había sido el mejor, todo parecía ir de mal en peor, por lo que no pude dormir, a cambio de eso solo pude traer a mí, recuerdos, dolorosos recuerdos
/FLASH BACK/
Entre al salón ya arto de la música a todo volumen, eras mas de las 12 de la madrugada y Naruto aun trabajaba en su escultura, si bien a él le relajaba escuchar música fuerte, esta vez no estaba dando resultado, se le veía frustrado, por lo que tome un poco de arcilla y moldee una horrenda figura, me gane tras el rubio dejando caer mi mentón sobre el hombro ajeno y le enseñe la figura.
-ven a la cama conmigo, anda, yo se que quieres venir a la cama –dije en un tono extraño, moviendo la figura para que pareciera que era esta quien hablaba
-no ~ no estoy de humor Sasuke –entonces supe que debía atacar a su punto débil, baje mis manos por los costados de su torso y comencé a hacerle cosquillas, reí pues era gracioso ver como se retorcía hasta quedar en el suelo, entonces me pose sobre él y le bese repetidas veces, quitándome y sentándome mientras miraba la escultura
- Creo que esta obra está avanzando muy bien, ya sé que no está terminada pero estoy viendo un estado de ánimo, es abstracta pero no sé, me parece muy poderosa –dije volviendo la vista hacia Naruto, el me miraba con esa sonrisa ladina y ese brillo en sus ojos, soltó un suspiro como lo hace la gente cuando está enamorada
-me amas con pasión – dijo y yo asentí respondiendo a eso con un “te amo como un loco”-lo se porque esa es mi escultura –musito apuntando hacia la otra mesa –y…esa es la mesa donde dejo lo que sobra de la arcilla-agrego apuntando lo que yo creía que era su escultura y no me dio ni tiempo de sonrojarme o dar alguna excusa y el ya se encontraba besándome.
Entonces todo lo que hice fue corresponder a aquella cálida acción, acomodándome entre las piernas del menor y dejando que sus manos temblorosas recorrieran mi rostro, amaba eso, después de todas las veces que le había hecho mío, el seguía temblando como si fuera la primera vez.Me pose con cuidado sobre el tratando de no aplastarle mientras que con mi rodilla estimulaba la entrepiernas del rubio, ahogando en aquel eufórico beso todos los jadeos y quejidos provenientes del menor. Deje que el enredara sus dedos en mi cabello mientras los míos bajaban hábilmente por el torso del más bajo, comenzando a desabrochar su camisa. Entonces me desprendí de sus labios bajando los propios por su cuello, acariciando sus costados mientras me entretenía mordiendo la manzana de Adán.
En medio de la noche comencé por desesperarme, quería su cuerpo más que cualquier otra cosa, más que su cuerpo deseaba y ansiaba unirme a él, se uno, por lo que no tome el tiempo de desabotonar su camisa, solo la rasgue quitándola rápidamente y dejándola caer por algún lugar de la sala
-me gustaba esa camisa~… - murmuro y entonces no pude evitar sonreír amplio
-te comprare miles –dije apenas en un susurro bajando mis labios por el tibio pecho de mi menor, pasando la lengua por este y marcando un pequeño camino de besos y succiones. No tarde mucho en llegar a sus rosados pezones, los cuales apreté gustoso mientras dejaba marcas en el cuello del menor
El temblaba bajo mi cuerpo y aquello me excitaba de sobre manera, podía sentir la presión en mi entrepiernas, y también lo duro que se encontraba Naruto. Por lo que enrede las piernas de él sobre mis caderas y le cargue hasta la habitación, notando como este se aferraba a mi espalda, abrí la puerta y no me tome la molestia de cerrarla. Estaba ansioso por lo que le tire a la cama y sonreí con cierta malicia y deseo en mis ojos, de apoco desabotone mi camisa la deje caer al piso
Volví a acomodarme sobre Naruto y esta vez sentí sus cálidas manos sobre mi espalda, me acomode mejor entre las piernas del contrario, dejando que sus manos exploraran lo que quisieran, deje que mi aliento chocara en el oído del menor mientras me movía lentamente para generar una exquisita fricción entre nuestros miembros, entonces me dispuse a jugar con el lóbulo de su oreja.
Mientras mi diestra acariciaba y estimulaba los rozados pezones del menor, mi zurda no perdía el tiempo y buscaba como desabrochar el pantalón contrario, deslice mis labios hasta la curvatura del cuello del rubio volviendo a morder su manzana, mientas emitía sonoros gemidos con suavidad, diciendo su nombre una y otra vez sólo para excitarle poco a poco.
Vi como aquello traía resultados, en unos pocos minutos pude deleitarme por los sonoros gemidos del rubio. Desabroche su pantalón y lo baje junto con su ropa interior, estaba ardiendo, podía sentirlo sin siquiera tocar su cuerpo. Su miembro duro pedía a gritos un poco de atención y yo deje todo lo demás para entretenerme con la erección de mi menor
Baje mis manos hasta el miembro de Naruto y comencé un suave vaivén el cual iba en aumento, cada vez más rápido. De vez en cuando mi pulgar presionaba su glande sacándole placenteros gemidos, notando como su espalda se encorvaba. Mis labios por otra parte habían dejado la oreja del menor para devorar sus labios, explorando la cavidad del contrario, sintiendo su suave y adictiva textura, comenzando ese exquisito jugueteo entre sus lenguas, esa lucha insaciable que ninguno de los dos queríamos terminar.
Me detuve para mirar el rostro ajeno, aproveche para retomar el aire el cual se me había agotado en aquel beso, me relamí los labios y deje un precoz beso sobre los contrarios, baje con lentitud y de la manera más placentera que encontré, dejando un camino el cual terminaba en los oblicuos ajenos, bese esa zona dando pequeños mordiscos mientras mis manos se alojaban en el trasero de mi menor, separándole un poco las piernas, acomode mi cabeza y con lentitud introduje el miembro de Naruto en mi boca, no sin antes dejar que mi cálido aliento chocara con este.
-Mmhg~ …- le escuche gemir y seguí con lo mío, note como sus dedos se enredaban en mi cabello dando pequeños jalones y empujando para que pudiera engullir todo su miembro, poco a poco su mano fue mostrándome el ritmo el cual le hacía sentir un placer inimaginable, seguí con lo mío mirando de vez en cuando al menor, notando que mordía su mano para reprimir sus quejidos.
Acomode su miembro dentro de mi boca y una vez que me sentí el liquido pre seminal en mis labios metí sin aviso alguno mi índice en la entrada del contrario, escuche su suspiro y espere a que se acostumbrara para comenzar a mover mi dedo dentro de su cálido interior, Mientras mi lengua le daba atención a su duro miembro. Con un poco de malicia roce mis dientes en la extensión del mas bajo solo para oírle gemir y así fue, apenas mi dientes rozaron su miembro, se escucho un placentero gemido rebotar en la habitación. Metí un segundo dedo y comenzó a moverse de manera instintiva
-no, no ...Voy a aguantar, ti...Tienes que hacerlo .. – me dijo y deje su miembro para mirarle mejor, sabía que no estaba bien preparado pero Naruto estaba deseándolo, por lo que no proteste, saque mis dedos con cuidado y me deshice de mi propia ropa, una vez que ambos nos encontrábamos desnudos separe las piernas del contrario posándome nuevamente sobre estas, Aloje una de sus piernas sobre mi hombro manteniendo la otra alzada.
-avísame si duele- murmure mientras el tomaba mi rostro y me besaba, esta vez de una manera mucho más dulce, yo correspondí de la misma forma, dejando todo mi amor y cariño en aquel pequeño y hermoso contacto. Acomode mi erecto miembro en la entrada de mi esposo y lentamente me introduje
-hhmg~… -se escucho un gemido rebotar nuevamente en la habitación, esta vez era mío. El estar dentro de él hacía que mi cuerpo se tensara, ya no era capaz de controlar mis gemidos ni mucho menos de parar aquella corriente eléctrica la cual se apoderaba de mi columna haciéndome estremecer junto a Naruto cada vez que le embestía.
Comencé a embestirle con mucha más fuerza una vez que estaba seguro de que Naruto se había acostumbrado a la intromisión de mi miembro, entonces le bese para fundir y ahogar nuestros gemidos. Ahora todo estaba en silencio, solo se podían oír pequeños jadeos que se escapaban cada vez que intentábamos retomar el aire, se escuchaba también el incesante ruido de la cama y el exquisito y placentero sonido de nuestros cuerpos chochando
No sería capaz de durar mucho mas, podía sentir ese peculiar cosquilleo proveniente de mi vientre bajo, quería correrme, pero no sin antes hacer que el disfrutara al máximo. Deje caer mis manos en el respaldo de la cama y me di impulso llegando hasta el fondo, introduciendo todo mi miembro en él menor una y otra vez, sentía chochar mi erección en las estrechas paredes de mi amado, mientras este gemía mi nombre repetidas veces y Sus uñas se incrustaban en mis brazos donde más de una vez me hicieron gemir de placer y dolor.
-hmm~ , mas.. Sasuke .. Sasuke mas –y esas simples frases fueron mi perdición, una vez que las escuche le embestí tan fuerte que sentí que iba a partirle en dos, pero no podía parar. Esa descarga de adrenalina que estaba en mi me hacia ir cada vez más fuerte y rápido dando estocadas cada vez más certeras
No dure mucho mas antes de correrme dentro de él, soltando un gemido grave mientras dejaba caer mi cuerpo exhausto sobre el de Naruto, sintiendo como nuestro sudor se mezclaba. Me abrazo con cariño besando mi mejilla mientras recuperaba el aliento, ambos estábamos cansados, por lo que me Salí cuidadosamente y me tire a su lado, acariciando sus cabellos una vez que el apoyo su cabeza sobre mi pecho
/PLAY BACK/
Aquellos recuerdos no trajeron nada bueno, al contrario, lo único que lograron fue generarme una erección enorme, por lo que me levante del sofá y fui a la habitación, abrí la puerta con cuidado y luego de asegurarme de que Naruto dormía plácidamente, deje el lugar cerrando con cuidado para ir al baño. Una vez ahí me deje caer de espaldas junto a la puerta, desabrochando mi pantalón con urgencia para poder masturbarme y tocarme llegando a pensar incluso que aquellas manos no era mías, si no de él.