De lunes a viernes tenía que ir a la misma preparatoria, a ver a las mismas personas y a sacar buenas notas, ya que cuando eres becado no puedes darte ese lujo de raspar aunque sea un solo examen. Era yo solo con mi madre, ella se había divorciado de mi padre cuando yo tenía unos nueve o diez años, vivíamos los dos en el mismo techo, en una casa que empezó siendo de una maravillosa y unida familia, trabajaba en una panadería los fines de semana para ayuda a mi madre a pagar las cuentas de la casa; solo conocía a dos personas en todos mis años de secundaria, mi mejor amigo Liam Payne y un chico con el que compartía juguetes en el jardín, Louis Tomlinson. Liam era la única persona que compartía tiempo conmigo, mientras que Louis se enfocaba más en hacer otras cosas, como ser el capitán del equipo de soccer y salir a fiestas y hacer esas cosas que solo ves en las películas.
Un viernes, luego de salir de clases, me acomodé en mi habitación para no salir en lo que quedaba de día, tomé la laptop y me acosté en mi cama mientras escuchaba un poco de música. Intenté estudiar un poco pero la cabeza me dolió. Hasta que bajé a la cocina por un vaso de agua y una pastilla y giré el anillo que tenía en mi mano derecha por todo el dedo. Mi madre no lo sabía, nadie, en realidad, se imaginaría que yo fuera gay, solo Liam y eso porque sabía que en él podía confiar mi vida. Intenté muchas veces estar con una chica, buscar una novia y ser feliz, pero no, no me funcionó. Ni un beso, ni una caricia, ni una sonrisa me hacía mover algo dentro de mí. Al final me terminaban odiando porque era muy seco, pero en realidad era porque no disfrutaba de la compañía de una mujer.
Siempre que encontraba un espacio, hablaba en un chat con personas que no conocía, hombres, mujeres, ancianos, homosexuales… la cantidad de amigos que nunca tuve en persona los tuve al frente de un monitor. Era un chat público, todo el mundo podía entrar, con tal fuera de cualquier parte de Reino Unido. Me volví a sentar al borde de mi cama con la página abierta, con el membrete de Love Break en la parte superior de la pantalla. Yo no tenía información personal, solo mi fecha de nacimiento y lugar de trabajo, con un nickname de “ive-gotstyles, me escribió un tal “soccer_krrtz” cinco minutos después.
-Hola (:
-Hola tú :)- le respondí.
-¿Cómo estás?
-Bien, gracias. ¿Qué hay de ti?
-Bien, aparentemente, hehehe.
Me metí en su información y solo tenía su fecha de nacimiento. 12/24/1995. Eso junto con la preparatoria donde estudiaba, la misma a la que voy yo.
-Así que estudias en St. Jude London…- le seguí hablando- yo tengo un amigo que estudia ahí también.
-¿Sí? ¿Cómo se llama? Tal vez lo conozca.
-No te diré. :P
-Mmmm… ¿será que eres tú quien estudia ahí?
-Deberás adivinarlo.
-¿Cómo te llamas?
-Mi nombre empieza con la octava letra del alfabeto :), ¿y el tuyo?- quería ver si me seguía el juego.
-Está entre la K y la M. Así como St. Jude, es el nombre de un santo.
No le respondí más.
-No sé cómo es tu nombre…
-Edward.
-Pero esa no es la octava letra del alfabeto.
-Solo quería ver si inventabas algún nombre ;)
-Muy gracioso, Ed.
Sonreí detrás del monitor.
-¿Cómo te llamas?- insistí.
-William :)
-Me gusta ese nombre, debería conocerte algún día.
-Creo que sería buena idea, aunque… ¿tienes cámara web?
-Sí pero está dañada, solo sirve el micrófono. ¿Tú tienes una?
-Sí, pero es la que uso, no te la puedo dar.
-Hahahahaha.
-;)
Le envié la solicitud de vídeo y aceptó, cuando la imagen se pudo ver claramente, para mi sorpresa, era él. Louis, el capitán del equipo estaba hablando conmigo en un chat privado, por suerte él no sabía que era yo.
-¿Aló?
-Hola, Ed- saludó a la cámara con una voz muy hermosa.
Reí y él se dio cuenta.
-¿Qué pasa?
-No pensé que fueras tan guapo.
Él sonrió y se pasó la mano por el cabello.
-¿Entonces no estudias en St. Jude?- preguntó.
-Sigue creyendo eso.
-Y no tienes cámara así que… ¿Podría conocerte algún día?
-El lunes hay clases.
-Yo sé, pero en la noche hay un partido de soccer.
-¿Quieres que vaya?
-Voy a jugar en el partido.
-Suena interesante…
-¿Tienes miedo?
-Para nada- sonreí, aunque sabía que no me podía ver.
Tomé la laptop y la puse encima de mi escritorio, le dije que ya venía y cuando me di la espalda la cámara empezó a funcionar pero no me di cuenta de ello. Tenía el uniforme de ese día colgado de la puerta y me parece que él alcanzó a verlo. Cuando volví todavía tenía la cámara encendida, pero no le presté atención. Solo seguí hablando con él.
-Eres del equipo de soccer de la preparatoria, creo que he escuchado alguna vez de ti…
-Bueno, dicen que soy guapo, inteligente, bromista…
-Lo de guapo si es cierto, lo demás no lo sé.
Sonrió.
-Yo creo que tu voz me hace familiar.
-¿Mi voz? Yo nunca hablo con nadie.
-Ahora lo haces conmigo, además, creo que esto es tuyo- se levantó de la silla y de regreso trajo consigo su morral, sacó de él una libreta negra con unas etiquetas de “The Ramones” en la portada y mi nombre en una esquina.
-Eres Harry- sonrió.
-¿Dó- dónde conseguiste eso?
-Se te quedó en clase de álgebra esta tarde.
Solo puse los ojos completamente abiertos y me pasé las manos por el cabello.
-Gracias, Louis- sonreí, para que supiera que no podía ocultarme su identidad.
-Si te parece puedo pasar mañana por tu casa y te la devuelvo, no tengo problema.
-Está bien…
Sonrió.
-Nos conocemos desde hace mucho tiempo, tranquilo, yo sé dónde vives.
-Pero mañana tengo que trabajar, en la panadería que está…
-Vivo cerca de ahí, ¿lo recuerdas?
Y esa vez sin poder evitarlo, me sonrojé.
-Sí, ya lo recuerdo.
-Entonces nos vemos mañana- sonrió- Que descanses. Por cierto, tu cámara si funciona.
Cerré la laptop de un solo golpe mientras que se oía una pequeña risa. Estaba avergonzado y creo que eso era normal. Me giré en la silla para tomar mi bolso y verificar que no tenía mi libreta conmigo. Suspiré.
-Él es realmente guapo, pero nunca se fijaría en alguien como yo. Además, no creo que sea gay, se la pasa saliendo con varias chicas y…- me rasqué el oído- Si se puede, existe una esperanza de que por lo menos sea mi amigo.