-¿No se supone que aceptas cualquier trabajo con tal de recibir dinero?.- exclamó mordiendo el cigarro en su boca.- ¿No puedes dejar a un lado tu capricho por dinero?
Gintoki apretó sus dientes molesto de aquellas palabras.
-¡No es un capricho!-gritó al girarse bruscamente y asustar a las dos mujeres metiches del piso de abajo.-Hare solo lo que quiera hacer,Baka!
-Entonces no puedes ser fiel a tu trabajo como buen samurái.- contraatacó el vice comandante dándole el gane.
-Psk! Maldito…- gruñó, pues habían herido su ego.- Aaah, ¿Qué debería hacer?.-dijo sobando su cadera. Evitaba la mirada del peli negro, pues lo ponía aun más sensible a los recuerdos que trataba de omitir.- Si lo ves bien no es solo un capricho, odio a los tipos como tu.- dijo retomando su antigua despedida.- Itte rasshai~.
Deslizó la puerta para entrar e intento cerrarla después de él pero alguien la detuvo. Giró con pereza la cabeza pues sabia mejor que nada quien era.
-¿No piensas irte?.- espetó mirándolo adormecido como solía ser su mirada la mayoría del tiempo.- estas comenzando a fastidiarme.
-¡No me dejes con las palabras en la boca! ¡Oe! No pienso conformarme con esa respuesta viniendo de una persona como tu, ¿estás seguro que no necesitas dinero?.- exclamó agitado. Se reincorporo lentamente, y después de darle una fumada a su cigarro saco de entre su chaqueta un fajo de billetes.- Tú chico permanente, escucha. Te daré esto por hoy y luego te daré el resto…¿Qué dices?
-¡No soy una maldita puta!.- confrontó al moreno de frente, tirándole una mirada molesta, más que eso.- Oe, vice-comandante, no sé qué tipo de trabajo necesita con tanto apuro, pero le sugiero que vaya a otro lugar porque aquí nadie lo quiere…
-Gin-san.- interrumpió Shinpachi mientras se acercaba.- Es un cliente y no tenemos porque mentir, necesitamos dinero. ¿Por qué no tomamos el trabajo? Sería una buena oportunidad.
-El cuatro ojos tiene razón-aru.- apoyó la niña de pelo cítrico.- estamos pobres, ni siquiera tenemos para comer-aru.
-¡Cierren el pico! Soy yo el que decide si tomamos el trabajo o no.- gritoneó la madre de los Yorozuya.
-No siempre tus decisiones nos hacen bien, ¿sabes?.- peleó el correcto del grupo.- Oficial, nos encargaremos del trabajo.- sonrió dirigiéndose a Hijikata.- ¿De qué se trata?
-Estoy buscando a una persona, pero no se mucho de ella.- respondió tomando de nuevo su porte formal.
-¿Qué es lo que sabe de esa persona-aru?.- inquirió Kagura mientras se acercaba a la plática.
De un momento a otro comenzaron a ignorar por completo a Gintoki. Este solo se veía lejos en un rincón oscuro retractándose del haber acogido a esas dos personas. Lo escuchaba lejano, pero después de todo escuchaba…
“Es una chica, solo sé que trabaja en un bar…”
“¿Qué hay de su aspecto? ¿Cómo es?”
“Tiene pelo plateado y rizado, y unas encantadoras coletas”
-Espera.- susurró el de lentes cuando todo se quedo callado.- Pelo plateado y rizado…-arremedó girando hacia Gintoki sin ningún tipo de discreción.-¿no estarás buscando a Gin-san?.- agregó señalándolo fuertemente con el índice.- No he visto a nadie más con ese cabello, además…el trabajo en un bar una ve…
-Aaaaah Sh-Shinpachi.- exclamó lanzándose hacia el de pelo violáceo.- T-tus lentes están fallando, ya no puedes ver bien.- añadió mostrando una de sus peculiares sonrisas que intentaban encubrir su verdadero sentir.
-Basta, Gin-san, pero si tu fuiste.
- Entonces…- interrumpió exhalando el humo de su ultimo cigarrillo.- ya que aceptaron les daré la paga y volveré en la noche.
Antes de irse se dispuso a entregarle el dinero al más sensato de los tres, pero las manos del líder se interpusieron tomándolo. No dijo más que lo que su mirada pudo decir, Hijikata le mantuvo la mirada, pero después la desvió hacia los otros dos, hizo una pequeña reverencia y luego se marcho tranquilamente.
-¿Qué demonios fue eso?.- interrogó Shinpachi confundió.- Gin-san, esa persona te está buscando a ti, ¿Por qué no dijiste nada?
-No me está buscando a mí, tonto.-respondió mientras se aconchaba en el sofá.- está buscando a una supuesta mujer con la que paso un buen rato.- agregó llevando sus manos a la nuca y cerrar los ojos.
-¿Qué significa eso?.- siguió interrogando, pues no le había quedado nada claro.- ¿Pero esa supuesta mujer, eres tu?.- miró al peli plata algo afligido.
-Ah, no te preocupes mucho por eso.- mustió despreocupado mientras se giraba de lado.- yo me encargare de este trabajo así que, solo relájate.
Ahora se sentía aun mas intrigado. ¿Qué era esa actitud? El tipo que siempre peleaba por no hacer el trabajo, ahora lo había tomado voluntariamente. ¿Qué había entre esos dos? Quería saberlo, pero estaba seguro que si le preguntaba al mismo Gin, solo evadiría el tema como hace unos momentos.
-Gin-san, ¿podrías darme algo de dinero para comprar dangos?.- dijo con más naturalidad.
-Claro, toma.- entregó sin abrir sus ojos unos billetes al menor.
-Ahora regresó.- avisó antes de salir.
Apenas bajo las escaleras comenzó a correr a prisa hacia la ruta que esperaba, había tomado Hijikata.
-Disculpa.- espetó agitado una voz detrás de él. Se giró despistado, ya había conseguido traer otro cigarrillo en la boca, ¿Quién lo diría?
-Oh.- acertó al reconocer a Shinpachi.- ¿Qué paso, niño Yorozuya?
-Etto…quisiera preguntarle algo.- dijo tomando una gran bocanada de aire. La mirada imperturbable de Toshiro no le dejaba pensar.- U-usted…que….qué relación tiene con Gintoki?.
El moreno le miro aun más escrupuloso, pues hace unos momentos estaba pensando en esa persona, pero aun no había logrado descifrar nada.